De vuelta a Irlanda

- Fecha: Del Jueves 11 de Octubre al Domingo 14 de Octubre de 2018 (4 DIAS)
- Paises: Irlanda
- Ciudades Visitadas: Dublín y Liscannor 
- Medio de Transporte: Avión, Autobús y Coche (Volkswagen Caddy)
Acompañantes: PalmaJose Antonio, Antonia, Magdalena y Francis.
- Sonaba en la radio: FuegoLeave a light on & Solo
- Presupuesto aproximado: 350€

Mapa de la ruta
El puente de octubre se presentaba bastante apetecible, pues el día 12 caía en viernes, por lo que no habría que esperar a que la administración pusiera un día de libre designación para saber que el fin de semana se iba a alargar un día. Eso nos daba libertad para comprar los billetes con tiempo, lo que nos ahorraría un buen pellizco.

Los Viajeros 
Las opciones no daban mucho juego, porque con solo un día, habría que buscar un sitio que no pillara especialmente lejos. Dublin siempre era apuesta segura, y algunos de los que se iban a apuntar aun no habían estado, por lo que nos pusimos manos a la obra y conseguimos unos billetes para salir el jueves por la noche y regresar el domingo a media tarde, lo que era perfecto.

Y aunque estábamos en la costa este del país, pensamos que podría ser una buena idea cruzar la isla para llegar hasta los Acantilados de Moher y llevarnos un buen contraste de Irlanda más allá de las pintas de Guinness y la música en directo de Temple Bar District.

DIA 1

Después de salir de trabajar y almorzar, nos pusimos rumbo al aeropuerto de Málaga, pues el vuelo salía la misma tarde del jueves.

Aeropuerto Pablo Picasso - Málaga
No hubo ningún retraso, por lo que a las 23:30, horario irlandés, estábamos aterrizando en el aeropuerto de Dublín.



Aeropuerto Internacional - Dublín
Por suerte, aún estaban disponible los autobuses de linea para llegar al centro de la capital, por lo que no hubo que contratar ningún Civitatis.

Aircoach - Dublín
Entre una cosa y otra era casi la 1 de la mañana cuando hicimos el check in, por lo que la pinta de bienvenida tendría que esperar al día siguiente.

DIA 2

El Beresford Hotel no era lo más lujoso del mundo, en la linea de los hoteles británicos, y teníamos que pagar el desayuno aparte.

Beresford Hotel - Dublin
Pagamos la friolera de 10€ y luego, cuando nos echamos a la calle, pudimos comprobar que no hubiéramos ahorrado mucho en otro sitio.

Feach Gach Treo - Dublín
Parecía que el tiempo nos iba a respetar, aun así echamos paraguas. Cruzamos el Rio Liffey por el Puente Butt.

Liffey River - Dublín
A lo largo de la Calle del Muelle Burgh nos encontramos arte callejero de lo más curioso hecho a base de chatarra.

Street Art - Dublin
Y siguiendo por la céntrica College Street, nos metimos en el Trinity College, a reventar de estudiantes, pues allí era día lectivo.

Trinity College - Dublin
Estuvimos dando una vuelta por el campus, pero sin entrar en la biblioteca para ver el Libro de Kells, no había gran cosa que hacer.

Trinity College - Dublín
Por eso, salimos a la peatonal Calle Grafton, la High Street del centro de Dublín, siempre llena de vida.

Grafton Street - Dublín
Desembocamos justo en la puerta de St Stephen's Green, el Hyde Park Dublines, sin entrar en comparaciones de tamaño.

Fusilier's Arch - Dublín
Entramos por su extremo noroeste, donde se encuentra el Arco de los Fusileros, dedicado a los fallecidos en la Segunda Guerra Boer.

St Stephen's Green - Dublín
Pronto comenzó a chispear, como habíamos imaginado, por lo que buscamos refugio en el cercano Centro Comercial Stephen's Green.

St Stephen's Mall - Dublín
Pero como no paraba de llover, y no íbamos a comprar nada, pensamos que mejor nos tomábamos una pinta en el Sinnots.

Sinnots Bar - Dublín
Lo que parecía desde fuera un pequeño bar, se convertía en una taberna gigante donde ver el futbol en su planta baja.

Sinnots Bar - Dublín
No había escampado, pero hicimos el esfuerzo de abandonar el sitio para continuar nuestro tour dublinés.

Stephen Street Lower - Dublín
Nos parábamos cada vez que veíamos un sitio para resguardarnos un poco, como en la Galería de George Street.

George Street Arcade - Dublín
Allí nos quedamos un rato viendo las tiendas de artesanía y souvenirs, donde también venden dulces caseros.

George Street Arcade - Dublín
Aprovechamos que había escampado un poco para seguir nuestra ruta a pie por la concurrida Lord Edward Street.

Lord Edward Street - Dublín
Y cuando llegamos al final, decidimos visitar la Catedral de la Santísima Trinidad de Dublin, un templo en el que nunca había estado.

Christ Church Cathedral - Dublín
Pagamos los 7€ y nos adentramos en el edificio medieval, la más antigua de las Catedrales de la ciudad.

Christ Church Cathedral - Dublín
Tras recorrer la nave principal y posteriormente sus criptas, iba siendo hora de ir a almorzar, por lo que volvimos a Temple Bar.

Christ Church Cathedral - Dublín
Y por el camino, nos encontramos con la Estatua de Molly Malone, la protagonista del himno no oficial de Dublin: In Dublin's Fair City

Molly Malone - Dublín
Y como no podía ser de otra manera, siendo mandatorio en todas mis visitas a Dublín, fuimos a comer al O'Neills.

O'Neills - Dublín
Ocupa el 2 de la Calle Suffolk y algunos edificios más, y se dice que ha existido una taberna allí, con distintos nombres, desde hace más de 300 años.

O'Neills - Dublín
Y la verdad es que el sitio puede ser un poco caótico, como ese día, que nos costó muchísimo trabajo encontrar donde sentarnos.

O'Neills - Dublín
Nos pegamos un buen atracón, y para bajar el banquete, nos dimos un paseo hasta la cercana Calle Patrick.

St Patrick's Cathedral - Dublín
Como no podía ser de otra manera, allí se encontraba la Catedral de San Patricio, donde también pagamos por entrar.

St Patrick's Cathedral - Dublín
Es un sitio que nunca deja de sorprenderme, porque a pesar de lo sobrio de su exterior, el interior está plagado de detalles.

St Patrick's Cathedral - Dublín
Además, de casualidad, pillamos un ensayo del coro oficial de niños, que nos sentamos a ver durante un rato.

St Patrick's Cathedral - Dublín
A la salida, nos dirigimos de nuevo al centro, y pasamos por Corke Hill, una de las entradas al Castillo de Dublín, un sitio que nunca me ha atraído nada visitar.

Corke Hill Gate - Dublín
Y luego nos metimos de lleno en el Temple Bar District, algo que habíamos estado posponiendo todo el día.

The Temple Bar - Dublín
Estuvimos en The Temple Bar, que siendo un viernes por la tarde no dejaba hueco en la barra ni para pedir ni una cerveza.

The Temple Bar - Dublín
Por lo que estuvimos intentándolo en algunas de las salas que no tuvieran música en directo, a ver si había más suerte.

The Temple Bar - Dublín
Al final desistimos, porque había demasiada aglomeración y decidimos aprovechar las pocas horas de luz que nos quedaban paseando por Dublín.

Ha'Penny Bridge - Dublín
Cruzamos al otro lado del Rio Liffey por el Puente del Medio Penique y en breve estábamos en Henry St.

Henry St - Dublín
Aunque era un lugar muy céntrico, los souvenirs eran más baratos y variados que en el Temple Bar, por lo que aprovechamos para comprar.

The Spire - Dublín
Luego llegamos hasta The Spire, la escultura más alta del mundo con 119 metros, y bajamos por O'Connell Street.

Liffey River - Dublin
Ya estaba casi anocheciendo cuando volvimos a cruzar el Liffey por el Puente Butt, así que era hora de una buena cerveza.

Doyles - Dublin
Por eso, aunque también también se encontraba en el Temple Bar, optamos por ir al Doyles, que estaba menos lleno, para probar la primera Guinness.

Guinness - Dublin
No le acababa de coger el punto a la cerveza negra, aunque en esos ambientes taberneros irlandeses es pecado no tomarse una.

Temple Bar District - Dublín
A la salida, ya iba siendo hora de cenar, por lo que nos perdimos por las calles del Temple Bar District buscando un buen sitio.

The Merchant's Arch - Dublín
Y casi de casualidad, subiendo por una escalera de caracol, acabamos encontrando sitio en The Merchant's Arch.

The Merchant's Arch - Dublín
Un sitio con una decoración de lo más curiosa, que además tenía música en directo con el cantante interpretando canciones a petición de la clientela.

The Merchant's Arch - Dublín
Tras la cena, aunque el Temple Bar District seguía lleno, nos dio un poco igual y nos dispusimos a explorarlo.

Temple Bar District - Dublín
Nos encontramos con una forma de ganar dinero de lo más curiosa, intentando hacer un trayecto de cinco metros en bicicleta sin caerse apostando 5€ contra el dueño.

Temple Bar District - Dublín
El truco estaba en que la dirección estaba invertida y desmultiplicada, por lo que sin entrenamiento, era misión imposible.

Temple Bar - Dublín
Vimos como cayeron 4 en el truco, y luego nos metimos en el Temple Bar a intentar hacernos un hueco en la barra.

Temple Bar - Dublín
Finalmente lo conseguimos, y pedimos una ronda de cervezas aliñadas con música folk tocada en directo.

Temple Bar - Dublín
Luego pedimos otra ronda en un bar del barrio, que también estaba igual de lleno, aunque no nos importaba mucho.

Liffey River - Dublín
Finalmente, tras un par de canciones, nos fuimos a dormir, ya que a la mañana siguiente tocaba conducción y no queríamos trasnochar demasiado.

DIA 3

Palma y yo madrugamos un poco más, porque íbamos a ir a por el coche, que se encontraba relativamente cerca.

Breakfast - Dublín
Desayunamos en el hotel y pusimos rumbo a donde nos decía Google Maps que estaba situado Europcar.

North Wall - Dublín
Finalmente, tras dar muchas vueltas por la zona del puerto de Dublín, dimos con unas naves prefabricadas que albergaban las oficinas.

Volkswagen Caddy - Dublín
Tras recoger la Volkswagen Caddy, que nos tendríamos que quedar hasta la mañana siguiente porque el parking cerraba de noche, algo que no esperábamos, recogimos al resto y nos pusimos en marcha.

From Dublin to Moher Cliffs - Dublín
Lo que no nos esperábamos era el diluvio tan bestia que nos esperaba durante todo el camino hasta Moher.

Moher Cliffs - Ireland
Ni tampoco que el GPS nos tirara, a partir de la mitad del camino, por las peores carreteras comárcales imaginables.

Moher Cliffs - Ireland
Una vez llegamos, la cosa no mejoró mucho, y el diluvio era increíble, pero eso no nos quitó las ganas de acercarnos a los acantilados.

Moher Cliffs - Ireland
Yo había tenido la suerte de visitarlos con un día sin lluvia dos años atrás, por lo que en cuanto pude, me puse a resguardo en el coche.

Moher Cliffs - Ireland
Cuando volvieron, bastante empapados, nos dirigimos al vecino pueblo de Liscannor, donde tomamos un Fish 'n Chips tradicional en Joseph McHughs.

Joseph McHughs - Liscannor
El sitio fue de lo más auténtico del viaje. Luego, como seguía lloviendo, descartamos la visita a Galway y pusimos rumbo a Dublín bajo la lluvia.

From Liscannor to Dublín - Ireland
Habían sido casi seis horas de coche, pero había valido la pena. Ahora tocaba repostar y buscar un sitio seguro donde aparcar.

Re-fuelling - Dublín
Cuando lo conseguimos, nos juntamos de nuevo y recorrimos el barrio buscando un sitio para cenar por la zona de Connolly, que era bastante menos turística.

The Celt - Dublín
Nos quedamos con The Celt, un sitio de lo más acogedor que además tenía música celta en directo mientras comíamos.

The Celt - Dublín
Luego, para echarnos la cerveza digestiva, nos quedamos también por Connolly, porque nos daba pereza ir hasta el Temple Bar.

Osheas - Dublin
Así que nos quedamos en Osheas, un sitio mucho más tranquilo donde, por supuesto, teníamos música en directo, aunque esta vez fuera pop.

Osheas - Dublín
Nos tomamos un par de Cervezas Rockshore, porque ya habíamos cubierto el cupo de Guinness en el viaje, y luego nos retiramos al hotel.

DIA 4

No volaríamos hasta por la tarde, por lo que teníamos todavía la mañana para disfrutar de la capital de Irlanda.

Samuel Beckett Bridge - Dublin
Así que tras desayunar, fuimos a recoger la furgoneta, que estaba en perfecto estado tras la noche, y la devolvimos a Europcar.

North Dock - Dublín
Luego dimos un paseo por el barrio de North Dock, una parte de Dublin bastante moderna que no conocía.

North Dock - Dublín
Recorrimos la rivera del Rio Liffey entre edificios modernos hasta que dimos con el Famine Memorial, dedicado a la "Hambruna de la Patata".

Famine Memorial - Dublín
Luego, recogimos al resto del grupo, y dejamos las maletas en la consigna del hotel hasta la hora de irnos.

Butt Bridge - Dublín
Y atravesamos de nuevo el Puente Butt para ir hasta la Galería Nacional de Irlanda, situada cerca del Trinity College.

National Gallery of Ireland - Dublin
De entrada gratuita, tienen una colección de pintura española impresionante, con cuadros De Goya, Murillo y Soroya entre otros.

National Gallery of Ireland - Dublín
Pasamos allí gran parte de la mañana, y luego pasamos por algunas tiendas de souvenirs a hacer las últimas compras.

O'Connell Bridge - Dublín
Y para terminar, comimos en el Bar Le Monde, muy cercano a nuestro hotel, donde estábamos prácticamente solos.

Le Monde - Dublín
De hecho, compartía espacio con nuestro hotel, al que se podía acceder a través de una puerta, apareciendo en el salón del desayuno.

Le Monde - Dublín
Así que cuando terminamos, solo tuvimos que entrar por ahí para recoger las maletas y ponernos en camino a O'Connell Street.

Earl Street - Dublín
Lo que no nos esperábamos era la gigantesca cola que había para subir al autobus del aeropuerto, que daba para llenar tres de ellos. Nos íbamos a quedar fuera aun habiendo pagado el ticket con antelación.

Earl Street - Dublín
Por lo que ante la duda, nos acercamos a un taxista que conducía una furgoneta, y aunque estaba en el descanso del almuerzo, se apiadó de nosotros.

International Airport - Dublín
Llegamos bien de tiempo, y por primera vez encontramos un aeropuerto que unificaba los precios de los botellines de agua a 1€, que se pagaba de forma voluntaria.

International Airport - Dublín
Nos pusimos en la cola de embarque, y a la hora acordada estábamos despegando en nuestro vuelo de Ryanair.

Dublín to Málaga - Ryanair
A las 20:00 habíamos aterrizado en Málaga. Recogimos el coche de ECP y pusimos rumbo a Motril, donde llegamos con el tiempo justo para cenar y hacernos el cuerpo de que al día siguiente teníamos que volver a trabajar.


"Con Dublín me pasa como con Londres, es una ciudad en la que me siento en casa, aun siendo dos capitales totalmente opuestas. Por un lado, habíamos tenido la mala suerte de pillar un día muy lluvioso para ir a los acantilados de Moher, pero por otro, la capital con su ambiente de bares no nos había decepcionado. Además, había tenido la oportunidad de visitar la Catedral y la Galería Nacional, atracciones que hasta entonces no había tachado de la lista"



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