Por la Ruta de la Plata

- Fecha: Del Miércoles 31 de Octubre al Domingo 4 de Noviembre de 2018 (5 DIAS)
- Paises: España
- Ciudades Visitadas: Merida, Trujillo, Cáceres, Plasencia, Hervás, Salamanca, Arévalo, Ávila y Alcazar de San Juan.
- Medio de Transporte: Coche (BMW 320CD)
Acompañantes: Palma y Miguel
- Sonaba en la radio: ¿Qué tienes tú?, Girls like you, & Ni la hora
- Presupuesto aproximado: 350€

Mapa de la Ruta
No había hecho planes para el puente de los santos de ese año, y además, había comprado un billete de avión para el de la Constitución y otro para el de la Inmaculada. Por eso decidí dejarlo abierto para lo que pudiera surgir, y conforme se acercaba, hablando con Palma, vimos como posibilidad hacer una escapada en coche.

Los Viajeros
Yo nunca había estado en Extremadura, y aunque él si, no se había detenido mucho en ninguna de las ciudades más atractivas. Por ello, pensamos que sería una buena idea coger la Ruta de la Plata, la autovía entre Sevilla y Gijón, como referencia, e ir planteándonos el viaje según fuera surgiendo, a la antigua usanza.

Por otro lado, Miguel, un amigo común y compañero de profesión que vive en La Carolina, quería apuntarse con nosotros, solo que, por fechas, no le cuadraba. Finalmente, decidió unirse a nosotros en Salamanca, el destino que nos habíamos planteado como punto más lejano de la ruta. Lo único era que no llevábamos alojamiento reservado, por lo que tendríamos que improvisar dónde dormir.

DIA 1

El miércoles que comenzaba el puente era día laborable, por los que no nos pusimos en marcha hasta después del instituto.

Mesón Antonio - Chauchina
Recogí a Palma en su casa, y elegimos Chauchina para almorzar, la localidad donde había trabajado varios años atrás.



De Motril a Mérida - Ruta de la Plata
Tras un menú en el Fachá y un buen cortado, pusimos rumbo a Mérida, donde llegamos sin hacer ninguna parada en un trayecto bastante lluvioso.

Puente Romano - Mérida
Cuando llegamos, fuimos directos al Hostal Lusitania, que habíamos reservado por teléfono cuando íbamos de camino.

Alcazaba - Mérida
Dejamos las maletas y nos echamos a las calles de Emérita Augusta a hacer un pequeño tour nocturno por el casco histórico.

Parque de las Méridas del Mundo - Mérida
Comenzamos rodeando la Alcazaba y llegando hasta el Puente Romano, luego pasamos por el Parque de las Méridas del Mundo.

Arco de Trajano - Mérida
Atravesamos la Plaza de España y pasamos bajo el Arco de Trajano para llegar callejeando hasta el Templo de Diana.

Templo de Diana - Mérida
Tras eso, iba siendo hora de cenar, y buscamos en internet cual de las decenas de bares del casco antiguo tenía mejores críticas.

Entrecañas - Mérida
Nos decantamos por el Entrecañas, un gastrobar situado muy cerca del Arco de Trajano, en la Calle Félix Valverde.

Entrecañas - Mérida
Tenía una carta de lo más extenso, por lo que nos dejamos asesorar por el camarero, que era de lo más servicial.

Entrecañas - Mérida
Así que nos trajo unas croquetas variadas, un solomillo, y uno de los vinos más famosos de Extremadura, Habla del Silencio.

Entrecañas - Merida
Nos quedamos bastante satisfechos, la primera toma de contacto culinaria con Mérida había sido un éxito, y nada cara.

Jazz Bar - Merida
Aún teníamos ganas de darnos un garbeo a pesar del largo viaje, por lo que fuimos al Jazz bar, donde descubrimos que la Sagres portuguesa era la cerveza más común.

Jazz Bar - Merida
Por último, de camino al hostal, nos dejamos caer por la Calle John Lennon, donde había varios bares abiertos.

Cervecería Bremen - Mérida
Y nos tomamos una última birra en al Cervecería Bremen antes de dar el día por finiquitado retirándonos al hostal.

DIA 2

La noche anterior nos habíamos hecho una idea de todo lo que podía ofrecer Merida, ahora nos tocaba explorarla de día.

Plaza de Toros - Mérida
Nos echamos a la calle a buscar donde desayunar, pues el hostal no lo incluía, y acabamos en el Pizarrín.

El Pizarrín - Mérida
De nuevo nos sorprendió la cantidad y la calidad por un precio tan reducido. Nos pusimos a hacer cola para entrar en el complejo del Teatro Romano.

Teatro Romano - Mérida
Es uno de los monumentos romanos de mayor belleza en España, está muy bien conservado y se encuentra dividido en diferentes secciones.

Anfiteatro - Mérida
Para comenzar la visita, el sendero te encamina hacia la izquierda, donde se encuentran los restos del anfiteatro.

Anfiteatro - Mérida
A diferencia del Teatro Romano, esta parte se conserva de forma mucho más fiel a sus orígenes, sin modificaciones.

Anfiteatro - Mérida
Se puede recorrer por todos su accesos a la arena, donde vienen representados los distintos tipos de gladiadores.

Anfiteatro - Mérida
A través de ellos, se sale al mismo campo de batalla, donde es facil hacerse una idea de lo que sentían los esclavos en tiempos del "pan y circo".

Anfiteatro - Mérida
Desde allí, se accede directamente al Teatro Romano, situado a pocos metros, como estaba distribuido el ocio en la ciudad originalmente.

Teatro Romano - Mérida
La imagen del conjunto completo es una pasada, a pesar de que la zona de las gradas haya sido muy modificada.

Teatro Romano - Mérida
Es uno de los escenarios más espectaculares para la representación de obras clásicas y algunos conciertos.

Teatro Romano - Mérida
La gran mayoría de ellas tiene lugar durante la celebración del Festival de Teatro Clásico de Mérida, reconocido a nivel mundial.

Teatro Romano - Mérida
Ambas construcciones son las estrellas del complejo, pero los jardines que lo rodean también merecen una visita.

Teatro Romano - Mérida
Conocido como el Peristilio, contiene un pozo y una pequeña Estatua de Augusto en una antigua estancia dedicada al culto.

Augusto - Mérida
Y de camino a la salida, también quedan restos de algunos baños romanos que completaban la zona de ocio de la antigua Emerita Augusta.

Teatro Romano - Mérida
A la salida, desechamos la idea de entrar en el Museo Nacional de Arte Romano, y preferimos ir a la Alcazaba.

Puente Romano - Mérida
La entrada a la antigua ciudad musulmana estaba incluida en la entrada al Teatro Romano, y desde sus murallas obtuvimos buenas vistas del puente romano.

Alcazaba - Mérida
Fue construida por Abderraman II en el 835, siendo la fortificación musulmana más antigua de España aun en pie.

Alcazaba - Merida
Se puede apreciar perfectamente las estructuras de las casas en los 550 metros de perímetro del recinto de forma cuadrangular.

Alcazaba - Mérida
En el interior del complejo también hay un aljibe subterraneo que funciona gracias a las filtraciones del Rio Guadiana.

Alcazaba - Merida
Es bastante menos espectacular que la antigua ciudad romana, pero bale la pena hacer una visita por su importancia histórica.

Alcazaba - Mérida
Con eso, dimos por finalizado nuestro paso por Mérida, y nos desplazamos hasta la siguiente localidad para almorzar.

De Mérida a Trujillo - Ruta de la Plata
Trujillo es un importante centro turístico de Extremadura gracias a su situación, su entorno natural y su gastronomía.

Biblioteca Pública - Trujillo
Originalmente un poblado romano, ha pasó por todas las etapas de la historia hasta convertirse en ciudad medieval.

Plaza Mayor - Trujillo
Aparcamos el coche en el límite del casco antiguo y subimos las empinadas calles hasta llegar a la Plaza Mayor.

Plaza Mayor - Trujillo
Se estaba celebrando un festival allí, por lo que lejos de encontrarnos un panorama tranquilo, había gran bullicio entre las decenas de tenderetes.

Plaza Mayor - Trujillo
Subimos un pequeño tramo de la Calle García de Paredes, buscando un lugar donde almorzar un poco alejado de la plaza.

Parroquia San Martín - Trujillo
Pero no hubo suerte, así que nos resignamos a comer en el sitio más turístico del pueblo, y casi de toda Extremadura.

El Medievo - Trujillo
De entre la oferta disponible, nos decantamos por El Medievo, donde pedimos una ensalada y un plato de cabrito.

El Medievo - Trujillo
Nos gustó más lo que habíamos pedido en Merida, pero nos quedamos satisfechos, y con energías suficientes para subir a la Cabeza del Zorro.

Cabeza del Zorro - Trujillo
Así es conocida la parte más alta de la ciudad, donde se encuentra situado el icónico Castillo de Trujillo.

Castillo de Trujillo - Trujillo
Es una fortaleza construida entre el siglo IX y el siglo XII, aunque los restos más antiguos que se conservan son dos aljibes árabes anteriores.

Castillo de Trujillo - Trujillo
Está construido con bloques de granito de sillería y tiene alrededor suyo varias torres cuadradas defensivas.

Castillo de Trujillo - Trujillo
Dentro tiene una capilla, cuya Virgen de la Victoria tiene un sistema de lo más curioso para recaudar fondos, si echas una moneda, se gira.

Castillo de Trujillo - Trujillo
El castillo originalmente poseía 7 puertas, pero acualmente solo se conserva una, con la imagen de la Virgen de la Victoria, patrona de Trujillo.

Castillo de Trujillo - Trujillo
El núnero total de torres que quedan en pie es 17, y al espacio que queda dentro del recinto amurallado se le conoce como "Barrio viejo de la villa".

Castillo de Trujillo - Trujillo
El castillo es curioso de visitar, sobre todo por las vistas de la ciudad que ofrece desde las murallas situadas al sur.

Castillo de Trujillo - Trujillo
Aunque desde la zona norte tampoco defrauda, ya que ofrece una panorámica de los cerros que se extienden hacia la localidad de Huertas de la Magdalena.

Castillo de Trujillo - Trujillo
Para volver al coche, tiramos por un camino distinto, rodeando la Plaza Mayor por el oeste, bajando al Calle Alhamar.

Intramuros - Trujillo
Por esa zona, encontramos una versión del casco antiguo bastante más original que el que habíamos visto hasta entonces.

Intramuros - Trujillo
Intramuros, como se conoce a esa parte, nos estaba recordando más a un pueblo medieval que la zona por la que pasamos durante el ascenso a la Plaza Mayor.

Intramuros - Trujillo
Seguimos cuesta abajo hasta que llegamos a la Puerta Arco de Sangre, la entrada más emblemática a intramuros.

Puerta Arco de Sangre - Trujillo
Con eso, dimos por concluida la ruta turística por Trujillo, y nos dirigimos a Cáceres, donde habíamos encontrado sitio para dormir.

De Trujillo a Cáceres - Ruta de la Plata
Llegamos cerca de las 19:00 al Hotel Castilla, en pleno centro de la ciudad, donde nos costó dios y ayuda aparcar.

Plaza Mayor - Cáceres
Cáceres, sin ser especialmente grande, parecía una capital enorme después de haber pasado por Mérida y Trujillo.

Plaza Mayor - Cáceres
Empezamos por la Plaza Mayor, que ya era una preciosidad, pero fue cuando nos metimos en el casco antiguo cuando entendimos la fama de la ciudad.

Casco Antiguo - Cáceres
El casco antiguo es de los más cuidados y limpios que recuerdo, por no hablar de la restauración tan elaborada que ha experimentado.

Casco Antiguo - Cáceres
Lo mejor era que, aunque aun no era tarde, no había casi nadie por las calles puesto que muchos de los edificios son administrativos.

Casco Antiguo - Cáceres
Fuimos subiendo por las calles empedradas hasta que llegamos a la Iglesia de San Francisco Javier, uno de los puntos más altos.

Iglesia de San Francisco Javier - Caceres
Se encontraba cerrada, pero la que si estaba abierta, ya que se estaba celebrando una misa, era la de San Mateo.

Iglesia de San Mateo - Cáceres
Luego, salimos a la Plaza de Santa Clara, un espacio bastante diferente con palmeras junto al Convento de Santa Clara.

Plaza de Santa Clara - Cáceres
Allí mismo, encontramos el pub Las Claras, con música bastante aceptable, donde nos tomamos una cerveza.

Las Claras - Caceres
De nuevo pudimos comprobar que la influencia lusa no había sido una casualidad en Mérida, ya que nos volvieron a servir Sagres.

Las Claras - Cáceres
Tras eso, se nos había abierto el apetito, por lo que buscamos un sitio donde cenar cercano a la Plaza Mayor.

Casco Antiguo - Cáceres
Después de tomar un par de tapas, nos decantamos por el Alboroque, un gastro bar donde cenamos bastante bien.

Alboroque - Cáceres
Y luego, para tomar un digestivo, nos acercamos a la Calle Pizarro, una zona llena de pubs bastante animados.

El Pequeño Gin - Cáceres
De entre ellos, nos quedamos con El Pequeño Gin, un pub con decoración bastante retro, donde tomamos un Gin Tonic antes de irnos a dormir.

DIA 3

Descansamos bastante bien, pero nos tuvimos que buscar la vida para desayunar, ya que no lo ofertaban en el hostal.

Casco Antiguo - Cáceres
Aprovechamos para dejar las maletas en el coche y desayunamos en un bar cercano antes de volver al casco antiguo.

Casco Antiguo - Cáceres
La noche anterior nos había parecido una pasada, pero quizá un poco excesivo por estar demasiado iluminado.

Casco Antiguo - Cáceres
De día era bastante mejor, ya que perdía ese punto de parque de atracciones para el turista que tenía de noche.

Casco Antiguo - Cáceres
Nos acercamos a la zona más alta de la ciudad, porque queríamos visitar la Casa de las Veletas, que alberga el Museo de Cáceres.

Aljibe Andalusí - Cáceres
Pero más que por el museo en sí, que no era gran cosa, nos interesaba visitar el Aljibe Andalusí situado en sus bajos.

Aljibe Andalusí - Cáceres
Estaba bastante bien conservado, y además desde uno de los balcones del edificio, conseguimos buenas vistas de Cáceres.

Casa de Las Veletas - Cáceres
De ahí, bajamos a por el coche y nos dirigimos hacia el norte, pues teníamos la idea de llegar a Plasencia para almorzar.

De Cáceres a Plasencia - Ruta de la Plata
Aparcamos junto al Parque del San Antón, una parte de la ciudad que quedaba un poco alejada del casco antiguo.

Parque de San Antón - Plasencia
Por allí atraviesa el acueducto de San Antón, que no es de origen romano como podría parecer, si no medieval.

Acueducto de San Antón - Plasencia
Comenzamos a caminar por La Ronda del Salvador, hasta llegar al Póstigo del Salvador, la entrada al casco histórico.

Casco Histórico - Plasencia
Pasamos delante de la Iglesia del Salvador y bajamos por la Calle Jardines hasta dar con la Casa de las Argollas.

Casa de Las Argollas - Plasencia
Comparado con el casco histórico de Salamanca o intramuros de Trujillo, no era especialmente atractivo.

Casco Antiguo - Plasencia
Excepto por la Plaza Mayor, un espacio rodeado de pórticos bastante llamativos entre los que destacaba el Ayuntamiento.

Ayuntamiento - Plasencia
En la plaza se estaba llevando a cabo otro mercadillo, pero en este caso estaba integrado en el ambiente medieval y añadiéndole colorido.

Plaza Mayor - Plasencia
Siguiendo la ruta, nos dirigimos hasta la Catedral, que como curiosidad, es un híbrido entre la antigua y la nueva.


La antigua, de estilo románico, iba a ser derruida, pero finalmente se decidió añadirle la gótica como extensión.

Catedral - Plasencia
Intentamos pasar a su interior, pero al ser más de la una estaba cerrada, por lo que solo dimos una vuelta a su alrededor.

Catedral - Plasencia
Continuamos deambulando por el casco antiguo y encontramos el Parador de Plasencia, un hotel construido en un antiguo convento del SXV.

Parador - Plasencia
El antiguo Convento de Santo Domingo, de estilo gótico, permite visitas a su interior, que es espectacular.

Parador - Plasencia
Ya iba siendo hora de comer, y tampoco teníamos intención de gastarnos todo el presupuesto del viaje almorzando allí.

Tentempié - Plasencia
Por eso, volvimos hacia la Plaza Mayor, y de camino dimos con la Calle Santa Clara, repleta de bares, donde elegimos el Tentempié.

Tentempié - Plasencia
Estuvo bastante bien, pero seguíamos sin alcanzar el nivel del primer día en Mérida. Tomamos un café y compramos algunos productos en la plaza.

Plaza Mayor - Plasencia
Luego, bordeamos la muralla por la parte sur, recorriendo la Calle San Pedro hasta la Puerta del Sol, por donde abandonamos el casco antiguo.

Puerta del Sol - Plasencia
Tardamos unos diez minutos en llegar hasta el coche, y nos volvimos a poner rumbo al norte siguiendo la Ruta de la Plata.

De Plasencia a Hervás - Ruta de la Plata
Nuestra siguiente parada iba a ser Hervás, uno de los pueblos más bonitos y conocidos del Valle del Jerte.

Barrio Judio - Hervás
Aparcamos muy cerca del Barrio Judio, y por un momento, parecía que habíamos dejado atrás el ambiente medieval que nos había acompañado hasta entonces, y nos encontrábamos en un pueblo alpujarreño.

Barrio Judio - Hervás
El pueblo data del Siglo XII, y surgió a partir de una ermita construida a orillas del Rio Santihervás de, donde procede su nombre.

Barrio Judio - Hervás
En el Siglo XV, se estableció una importante comunidad hebrea, que dejaron importantes vestigios en el pueblo.

Barrio Judio - Hervás
De ahí, el entramado de estrechas y retorcidas calles y edificios que forman la que se conoce como Judería de Hervás.

Barrio Judio - Hervás
Tras recorrer la Calle Cuesta, acabamos desembocando en la Calle Abajo, de la que es parte el Puente Medieval.

Puente Medieval - Hervás
El Rio Ambroz nos dio una idea de lo que nos estábamos perdiendo por no recorrer El Valle del Jerte, pero ya tendríamos tiempo de hacerlo en otra escapada.

Rio Ambroz - Hervás
Volvimos a la parte superior del pueblo, donde encontramos la Iglesia de San Juan Bautista, un antiguo convento trinitario.

Iglesia de San Juan Bautista - Hervás
Y desde allí, para poder tener una panorámica del pueblo completo, fuimos caminando hasta el Puente de Hierro.

Puente de Hierro - Hervás
Es un resquicio de la una vez boyante actividad férrea de la localidad, y lleva abandonado desde 1985, ofreciendo una buena postal de Hervás.

Puente de Hierro - Hervás
Con eso, nos dimos por satisfechos, y buscando una ciudad un poco más bulliciosa, abandonamos Extremadura.

De Hervás a Salamanca - Ruta de la Plata
No pasábamos por Salamanca desde el 2010, pero sabíamos que era una apuesta segura, y más siendo un viernes noche.

Plaza Mayor - Salamanca
El único fallo fue que, al no llevar alojamiento reservado, no había forma de encontrar un hostal disponible.

Centro Histórico - Salamanca
Y menos para tres personas, pues Miguel iba a llegar a la estación de autobuses a eso de las 10 de la noche.

Catedral - Salamanca
Al final, casi de milagro, encontramos una habitación en un Air Bnb de un tal Excelsino, en el barrio de Buenos Aires.

Facultada de Filología - Salamanca
Aparcamos en una de las paralelas a la Avenida de Portugal, situada en el límite norte del centro histórico.

Convento de San Esteban - Salamanca
Mientras hacíamos tiempo para su llegada, nos fuimos a dar una vuelta recorriendo sus concurridas calles.

Monumento al Maestro Salinas - Salamanca
Rápidamente entendimos por qué no habíamos encontrado nada libre para dormir, todo estaba a reventar.

Calle Toro - Salamanca
Tras un paseo rápido por la Catedral, Convento de San Esteban y la Casa de las Conchas, acabamos en el St Patrick's tomando unas cervezas.

St Patrick's Irish Tabern - Salamanca
Y poco después nos llamó Miguel para avisar que había llegado. Quedamos para cenar en la Jamonería Duque.

Jamonería Duque - Salamanca
Pedimos un tapeo de embutidos ibéricos de la tierra, y nos pusimos tibios a base de jamón, queso y chorizo.

Jamonería Duque - Salamanca
Y luego nos dedicamos a recorrer varios de los pubs que nos íbamos encontrando recorriendo el casco histórico.

Calle Varillas - Salamanca
Estuvimos en el Bolero, La Imprenta, La Chica de Ayer y el Var 22 antes de regresar a dormir a casa de Excelsino.

DIA 4

No madrugamos, pues nos habíamos recogido bastante tarde. Tras una ducha, salimos a buscar donde desayunar.

Desayuno - Salamanca
La gran mayoría de clientes ya estaba tomando las primeras cañas, pero no nos importó mucho compartir barra con nuestro café y tostada.

Mercado Central - Salamanca
Dejamos las maletas en el coche, y fuimos a hacer un poco de turismo comenzando por el mercado central y sus lechones.

Mercado Central - Salamanca
Luego nos dirigimos a la Catedral, donde no había entrado en ninguna de mis dos visitas anteriores a Salamanca.

Catedral - Salamanca
La conocida como Catedral Nueva se llama Catedral de la Asunción de la Virgen y fue construida entre los siglos XVI y XVIII.

Catedral - Salamanca
Por ello, mezcla estilos gótico tardío, renacentista y barroco, siendo la sede de la diócesis de Salamanca.

Catedral - Salamanca
Es la segunda mayor de España por dimensiones, detrás de la de Sevilla, y su campanario mide 110 metros.

Catedral - Salamanca
Salimos por la puerta trasera, y aparecimos en la Calle Gibraltar, que bajaba hasta el Paseo San Gregorio.

Puente Romano - Salamanca
Desde allí accedimos al Puente Romano, el cual atravesamos hasta la mitad para ver fluir el Rio Tormes.

Rio Tormes - Salamanca
Iba siendo hora de comer, pero decidimos buscar un lugar cercano a donde teníamos aparcado el coche.

Casa de las Conchas - Salamanca
Para ello, tuvimos que volver a recorrer el centro histórico, por donde pasamos frente a la Casa de las Conchas.

Casa de Las Conchas - Salamanca
Hasta tuvimos tiempo de localizar la famosa rana escondida en la fachada de la Universidad de Salamanca.

Rana - Salamanca
Y luego pasamos al Claustro del Colegio Mayor Arzobispo Fonseca, también conocido como el de Los Irlandeses.

Colegio Mayor Arzobispo Fonseca - Salamanca
Bajamos al otro lado, desembocando en la Gran Via, y comparando en Trip Advisor, optamos por La Cocina de Toño.

La Cocina de Toño - Salamanca
Sin meternos en el comedor, nos quedamos de tapeo en una de las mesas altas, y fue uno de los sitios donde mejor comimos en todo el viaje.

La Cocina de Toño - Salamanca
Nos tuvimos que tomar un buen café, pues justo después estábamos en la autovía conduciendo camino al sur.

De Salamanca a Arévalo - Castilla y León
Nuestra intención era ir directos a Ávila, pero en el camino, al ver el cartel indicativo, nos desviamos hacia Arévalo.

Casco Antiguo - Arévalo
La localidad situada al norte de la Provincia de Ávila, esta enclavada en una porción de tierra resultante de la unión de los rios Adaja y Arevalillo.

Iglesia de Santa María - Arévalo
Aparcamos en la Plaza del Real, y nos metimos a través de la Calle de Santa María en pleno casco histórico.

Palacio de los Ballesteros - Arévalo
La recorrimos hasta que llegamos a la Plaza de la Villa, una vasta extensión que no tenía especial encanto.

Plaza de la Villa - Arévalo
Allí encontramos la Fuente de los cuatro caños y la Iglesia de San Martín, otro claro ejemplo de arquitectura mudéjar castellana, al igual que la mayoría del casco histórico.

Iglesia de San Martín - Arévalo
Pasamos por el Museo de la Villa, y luego continuamos nuestro paseo hasta llegar al Castillo de Arévalo.

Castillo de Arévalo - Arévalo
A dia de hoy se utiliza como centro para reuniones y se encuentra excesivamente reformado, pero estuvo abandonado durante muchas décadas.

Castillo de Arévalo - Arévalo
Para entender mejor la ubicación del castillo, hay que entender que los fosos que lo rodean eran los cauces naturales de los ríos Adaja y Arevalillo, y que las murallas originales de la ciudad confluían de él.

Castillo de Arévalo - Arévalo
Volvimos al coche deshaciendo el mismo camino y mientras atardecía nos pusimos rumbo a la última parada del viaje.

De Arévalo a Ávila - Castilla la Mancha
Para terminar la ruta, habíamos reservado noche en un hostal de Ávila, localidad en la que nunca había estado.

Murallas - Ávila
Aparcamos frente a las murallas y atravesamos parte del casco histórico para llegar a la Plaza del Mercado Chico.

Plaza del Mercado Chico - Ávila
Dejamos las maletas en el hostal y, con un frío bastante serio, salimos a dar una vuelta por las calles del casco antiguo.

Calle Dr Fleming - Ávila
No tenía tanto ambiente como Salamanca, pero todos los restaurantes estaban llenos y había algo de movimiento en las calles.

Plaza de Santa Teresa de Jesús - Ávila
Nos acercamos hasta la Plaza de Santa Teresa de Jesús, y allí pasamos a la Iglesia de San Pedro Apostol, de estilo románico.

Iglesia de San Pedro Apóstol - Ávila
Luego, salimos de las murallas a través de la Calle del Duradero y llegamos hasta la Basílica de San Vicente.

Basilica de San Vicente - Ávila
En una última vuelta pasamos por la fachada de la Catedral de Cristo Salvador mientras buscábamos donde cenar.

Catedral - Ávila
Primero nos acercamos a El Rincón, un sitio bastante castizo en el que nos tomamos un par de cervezas, curiosamente, con tapa.

El Rincón - Ávila
Pero no tardamos en ir al Medieval, un restaurante donde probamos el archiconocido chuletón de Ávila.

El Medieval - Ávila
Nos dimos un buen homenaje, así que no nos quedó otra que localizar un pub donde tomarnos un digestivo.

Cáramel - Ávila
Fuimos al Caramel, a tomarnos un Gin Tonic, pero no tardamos en irnos a dormir, pues aun nos pesaba la salida de la noche Salamantina.

DIA 5

Nos levantamos mucho más descansados, y esta vez madrugamos, por lo que encontramos las calles vacías.

Casco Antiguo - Ávila
Lo cuidado de las calles del casco antiguo no dejaba ni rastro del declive que sufrió la ciudad entre los siglos XVI y XIX.

Casco Antiguo - Ávila
Con la luz del día, pudimos darnos cuenta de por qué la apodan "la ciudad de los cantos y los santos", ya que tiene iglesias por todos los rincones.

Parroquia de San Juan Bautista - Ávila
Como la Parroquia de San Juan Bautista, otro edificio románico especialmente famoso por ser el lugar donde bautizaron a Santa Teresa de Ávila.

Parroquia de San Juan Bautista - Ávila
Y precisamente, tras eso, nos dirigimos a conocer el Museo de Santa Teresa de Jesús, el personaje más famoso de Ávila.

Santa Teresa de Jesús - Ávila
Está ubicado en su casa de nacimiento original, y contiene una Iglesia con planta de cruz latina en estilo barroco carmelitano.

Iglesia de Santa Teresa - Ávila
Recorrimos el museo, que es bastante curioso, y luego dimos por finiquitada la visita a la ciudad amurallada.

Murallas - Ávila
Nos quedaba un buen rato de coche por delante, y queríamos comer en algún lugar que nos pillara más cerca de casa.

Las Vasijas - Alcazar de San Juan
Miguel, que había trabajado un tiempo en Alcázar de San Juan, Ciudad Real, sugirió que almorzáramos allí.

Las Vasijas - Alcázar de San Juan
Concretamente en el Restaurante Las Vasijas, un restaurante con horno de leña donde nos pusimos como el quico.

Las Vasijas - Alcázar de San Juan
Había valido la pena desviarse un poco de la ruta para comer allí, al igual que también estuvo bien echarse el café en Los Jardines de Despeñaperros, con unas vistas excelentes del parque natural.

Los Jardines de Despeñaperros - Santa Elena
Luego, dejamos a Miguel en La Carolina, continuamos el camino hasta Restabal, donde nos despedimos, y llegué a una hora prudente a Motril para descansar para el día siguiente.


"Recorrer cualquier parte de España siempre es una apuesta segura. Habíamos visitado la mayoría de las zonas más turísticas de Extremadura, y rematado con Salamanca y Ávila, con Valdepeñas como propina, comiendo bien y disfrutando de un patrimonio único. Una buena escapada a la antigua usanza: trazando la ruta sobre la marcha y buscando alojamiento conforme llegábamos al destino". 



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