Pisa, Cinque Terre, Génova, Turín y Bérgamo

Fecha: Del Viernes 24 de Febrero al Miércoles 1 de Marzo de 2023 (6 DIAS)
- Paises: Italia.
- Ciudades Visitadas: Pisa, La Spezia, Monterosso, Vernazza, Riomaggiore, Manarola, Génova, Turín y Bérgamo. 
- Medio de Transporte: Avión, Tren y Coche (BMW 318d y Volkswagen Golf)
Acompañantes: Jose Antonio, AntoniaJose Juán, Juan, Magdalena, Antonio y Manolo.
- Sonaba en la radio: X si volvemos, LLYLM & Bzrp Music Sessions, Vol. 53
- Presupuesto aproximado: 800€

Mapa de la Ruta

Había que comenzar el 2023 fuerte, y ya que el puente de Andalucía iba a ser bastante largo para la comunidad educativa, me lancé a explorar que posibilidades ofrecían los vuelos para exprimir al máximo los seis días de descanso que tendríamos por delante, ya que el miedo a los contagios por coronavirus habían prácticamente desaparecido de las noticias.

Los Viajeros
Tras descartar volar a Cerdeña, algo que teníamos pendiente desde prácticamente el comienzo de la pandemia, busqué alternativas por Italia, siendo una de las preferencias la región de Cinque Terre, situada en la Riviera Italiana. Milagrosamente, encontré un vuelo a Pisa desde Málaga el mismo viernes por la tarde, y otro desde Bérgamo a Málaga el miércoles por la noche a unos precios razonables.

Una vez que la gente se empezó a sumar, tocó pensar en como desplazarnos, y ya que la única forma de acceder a Cinque Terre es a través de tren, decidimos que la mejor opción iba a ser dejar de lado los coches de alquiler para aventurarnos a explorar el sistema ferroviario italiano desde Pisa hasta Bérgamo haciendo escala en diferentes ciudades.

DIA 1

Saldríamos a las 7 de la tarde desde Málaga, por lo que nada más salir de trabajar estábamos quedando en Lobres para repartirnos en dos coches.

Aeropuerto Costa del Sol - Málaga
Llegamos al Parking San Julián, el sitio de referencia desde que había cerrado ECP, y en menos de una hora estábamos embarcando.

Aeropuerto Costa del Sol - Málaga
Al llegar a Pisa, descubrimos que el tren al centro desde el aeropuerto estaba cerrado por obras, por lo que nos pusieron un servicio de microbus.

Aeroporto Galilei - Pisa
Y una vez que habíamos dejado las cosas en el NH Pisa, salimos a la calle a cenar algo en el Restaurante Galleria.

Ristorante Galleria - Pisa
Con las fuerzas recuperadas, teníamos claro que, ya que estábamos en Pisa, no había otra opción que darse una vuelta por su conjunto monumental.

Rio Arno - Pisa
Cruzamos por el Ponte Solferino sobre el Rio Arno, y diez minutos después estábamos frente a la famosa torre.
 
Torre Pisa - Pisa
Prácticamente estábamos solos en la Plaza del Duomo, lo cual era un lujo que disfrutamos rodeando la catedral.

Duomo - Pisa
Terminamos junto al Battisterio de San Giovanni, y comenzamos a deshacer el camino de vuelta a nuestro hotel.

Baptisterio San Giovanni - Pisa
Para terminar, pasamos junto a la Iglesia de San Antonio Abad y atravesamos la Plaza Vittorio Emmanuelle, presidida por su estatua.

Plaza Vittorio Emmanuelle - Pisa
Y desde allí, en menos de cinco minutos estábamos en el Hotel, no había estado mal para haber comenzado el viaje solo 6 horas antes.

DIA 2

Como parte del grupo no había estado nunca en Pisa, optaron por quedarse allí por la mañana, mientras que el resto comenzamos nuestro viaje en tren.

La Colazione @ Pisa Centrale - Pisa
Tomamos un desayuno rápido en la misma estación central de Pisa, recogimos las maletas del hotel y nos montamos en el tren de las 9:30.

Pisa Centrale - Pisa
Nuestra primera parada sería La Spezia, una pequeña ciudad que sirve de puerta de entrada a la región de Cinque Terre.

Via dello Zampino - La Spezia
Llegamos al hotel Le 5 Terre La Spezia, donde nos recibió Erika, la dueña, y nos explicó con todo detalle como aprovechar al máximo nuestra estancia.

Cique Terre Card - La Spezia
Luego, volvimos a la estación, donde desde la taquilla nos derivaron directamente a la oficina de turismo para comprar nuestra Tarjeta Cinque Terre.

Cinque Terre Treni - La Spezia
Con ella tendríamos permiso para viajar libremente durante 48 horas por los cinco pueblos e incluso usar gratuitamente los servicios de las estaciones.

Spiaggia di Fegina - Monterosso
Los trenes salian hacia Levanto, el pueblo del otro extremo, con bastante frecuencia, y cogimos uno para parar en Monterosso.

Via Feggina - Monterosso
Era el pueblo más lejano de la ruta, al que llegamos en apenas 20 minutos para bajarnos junto a la Playa de Fegina, donde se encontraba la estación.

Via Fegina - Monterosso
Recorrimos la Via Fegina, un paseo maritimos que bordea la costa, pasando por un bunker de la época de Musssolini.

Citta Vecchia - Monterosso
Y acabamos obteniendo muy buenas vistas del pueblo de Montrerosso, al que entramos pasando bajo el puente del ferrocarril.

San Giovanni Batista - Monterosso
Lo primero que nos encontramos fue la Parroquia de San Juan Bautista, decorada al estilo de la Florentina Santa Maria di Fiori.

San Giovanni Batista - Monterosso
Comenzamos a subir por la calle principal de Vittorio Enmanuelle, pero pronto llegamos a su final, y dimos la vuelta.

Cità Vecchia - Monterosso
Probamos suerte por la calle Milite Ignoto, una escalinata que sube a la parte más alta y colorida del pueblo.

Citta Vecchia - Monterosso
Y siguiendo el sendero, desembocamos en la Estatua de San Francisco de Asis, situada en un mirador sobre el mar.

Estatua San Francisco de Asis - Monterosso
Desde esa zona, obtuvimos una buena perspectiva de Monterosso, su peñon y sus playas de aguas turquesas, a pesar de que el día estaba nublado.

Monterosso - Cinque Terre
Curiosamente, el sendero desembocaba prácticamente en la estación de tren, y llegamos prácticamente cuando estaba empezando a llover.

Stazione - Monterosso
Nos montamos y en menos de 5 minutos estábamos bajando de nuevo en la siguiente parada de nuestra ruta.

Via Roma - Vernazza
Vernazza era el penúltimo pueblo de Cinque Terre, y en esta ocasión, la estación estaba situada en su parte más alta.

Via Roma - Vernazza
La escalera de acceso desembocaba directamente en la Via Roma, que aun sin tener el sol dando de lleno en las fachadas, nos mostraba un pueblo mucho más alegre que Monterosso.

Piazza Marconi - Vernazza
Via Roma nos llevó a través de tiendas de souvenirs y edificios de colores a la playa del pueblo, un lugar de lo más escénico.

Spiaggia - Vernazza
Se encontraba a pie de la Plaza Guglielmo Marconi, el espacio más diáfano de todo Vernazza, con varios restaurantes y terrazas.

Santa María de Antioquía - Vernazza
Una de las construcciones más bonitas era la Iglesia de Santa María de Antioquía, desde cuyas ventanas se podía ver el mar.

Santa Maria de Antioquia - Vernazza
A la salida, recorrimos uno de sus laterales, que nos llevó a una escollera desde donde la perspectiva de la plaza era perfecta.

Piazza Marconi - Vernazza
Iba siendo hora de almorzar, y aunque Erika nos había recomendado no comer en Cinque Terre, no nos quedó más remedio.

La Taberna del Capitano - Vernazza
Así que, tras esperar 20 minutos en La Taberna del Capitano, el camarero dominicano nos trajo una bandeja gigante de uno de los espaguetis con marisco mas ricos que he probado en mi vida.

La Taberna del Capitano - Vernazza
Después del agapé, dimos una última vuelta a la zona del malecón, desde donde también se podía ver Monterosso en la lejanía.

Piazza Marconi - Vernazza
Y decidimos perdernos un rato por los callejones que trepaban por las estrechas y laberínticas calles de Vernazza.

Città Vecchia - Vernazza
Sin duda, este pueblo tenía bastante más encanto que su vecino, y se podía ver por la cantidad de Air Bnb que abarrotaban las callejuelas, que en esas fechas estaban desiertas.

Città Vecchia - Vernazza
Acabamos llegando al bar Gianni Franzi, que se encontraba cerrado al estar en temporada baja, pero desde cuya terraza se podían obtener muy buenas vistas de los acantilados bajo el Castillo Doria.

Castello di Doria - Vernazza
Para terminar la ruta, como aun quedaba casi media hora para que pasara el tren, subimos al Santuario de Nuestra Señora del Reggio, cuyo acceso estaba detrás de la estación.

Nuestra Señora del Reggio - Vernazza
Y además de unas vistas increibles de Vernazza y el Castillo Doria, descubrimos un método de lo más curioso para transportar mercancías por los acantilados.

Transporte de mercancias - Vernazza
Llegamos con el timpo justo para coger el tren de las 17:25 para volver a La Spezia, habíamos tenido suficiente con dos pueblos en una jornada.

Stazione - Vernazza
Cuando llegamos al hotel, el resto del grupo se había llegado de Pisa, pero habían aprovechado para ver algo de Cinque Terre.

Piazza Saint Bon - La Spezia
Por lo que nosotros aprovechamos para hacer algo de turismo por La Spezia, aunque no fuera el lugar más atractivo de Italia.

Piazza Garibaldi - La Spezia
Por eso nos sorprendió para bien cuando empezamos a recorrer su casco antiguo en dirección hacia el puerto.

Piazza Giuseppe Verdi - La Spezia
Pasamos por la Via Fiume, Piazza Garibaldi, y Via del Prione para acabar en la curiosa Piazza Giuseppe Verdi.

Redamare - La Spezia
Una vez en el Puerto deportivo, paseamos entre los cañones de Redamare para volver a entrar al centro por la señorial Piazza Mentana.

Via del Prione - La Spezia
Era hora de tomarse un Spritz, la bebida italiana para acompañar de un aperitivo, y elegimos el Nomad para sentarnos en su terraza.

Nomad - La Spezia
Erika se había ofrecido para reservar un lugar para cenar, y dejamos en sus manos la elección del restaurante de esa noche y la siguiente.

Colesterolo - La Spezia
El Colesterolo no fue el sitio más fino del mundo, pero la lasaña al pesto estaba de muerte, y nos dimos por satisfechos.

Colesterolo - La Spezia
Era imposible irse a la cama después de haber cenado tanto, por lo que le dimos una oportunidad a la noche de La Spezia.

Shahrzad - La Spezia
Nos acercamos hasta Plaza Cavour y nos tomamos una última cerveza en el curioso Shahrzad, un pub que mezclaba lo retro y lo extravagante a partes iguales.

Love Bench - La Spezia
Y con eso dimos por finalizada nuestra primera jornada en Cinque Terre, aún nos quedaba un día más para disfrutar de la región.

DIA 3

A pesar de los mosquitos, habíamos dormido mejor que la noche anterior. Para desayunar, teníamos concertado con el hotel el C'est Bon.

C'est Bon - La Spezia
Y como la chica de la estación nos había avisado cuando le pedimos el bono de dos dias para Cinque Terre, la mañana amaneció bastante lluviosa en La Spezia.

Stazione Centrale - La Spezia
Y conforme nos bajamos del tren en Riomaggiore, el que se suponía que iba a ser nuestro primer destino de esa jornada, nos dimos cuenta de que la cosa se iba a complicar.

Stazione Centrale - Riomaggiore
La estación de Riomaggiore se encontraba sobre el mar, en un acantilado que se estaba rodeado por dos colinas.

Via Dell Amore - Riomaggiore
Lo primero que hicimos, luchando contra el viento y la lluvia lateral, fue subir al mirador de Via dell Amore.

Via Telemaco Signorini - Riomaggiore
Y posteriormente, nos lanzamos cuesta arriba hacia la Via Telemaco Signorini, un paseo sobre las casas desde el que se veía perfectamente como se formaban remolinos sobre el mar.

Stazione to Riogmaggiore - Riomaggiore
Para cuando cogimos el ascensor que nos llevó de nuevo a la estación, ya estábamos chorreando, el temporal era mucho peor que en La Spezia.

Via San Giacomo - Riomaggiore
Unos cuantos se fueron al hotel, y otros nos quedamos tomando un café y secándonos en Il Grottino, al otro lado del tunel que nos llevó al centro del pueblo.

Il Grottino - Riomaggiore
Teníamos la esperanza de que la cosa mejorara en el algún momento, así que cuando consideramos que la tempestad había parado algo, salimos al exterior.

Cita Vecchia - Riomaggiore
Subimos por la Via San Giacomo y nos adentramos por los callejones laterales intentando resguardarnos de la lluvia.

Cita Vecchia - Riomaggiore
Pero no nos valió de mucho, lo poco que nos habíamos secado se echó a perder en menos de cinco minutos.

Cita Vecchia - Riomaggiore
Así que, viendo que la cosa iba a seguir igual, buscamos refugio en la Iglesia de San Juan Bautista, situada en una de las partes mas altas de Riomaggiore.

San Giovanni Battista - Riomaggiore
Allí nos encontramos con que se estaba celebrando la misa, y como había buenos calefactores, nos quedamos hasta que terminó y prácticamente nos echaron.

San Giovanni Battista - Riomaggiore
Para terminar, seguimos por la Via Pecunia con lo que aun quedaba de nuestros paraguas y enganchamos con la Via Telémaco Signorini, donde habíamos empezado.

Via Pecunia - Riomaggiore
De nuevo, el ascensor nos dejó en plena estación, y sopesamos si volver a coger el tren hacia la siguiente parada, que era Manarola.

Stazione Centrale - Riomaggiore
Pero al final, nos pudo el sentido común y volvimos a La Spezia; era increible que a solo cinco minutos de tren el tiempo pudiera cambiar tanto.

Stazione Centrale - La Spezia
En La Spezia hacía un día lluvioso pero de lo más normal para caminar por la calle, así que tras ducharnos y secarnos, fuimos a buscar donde almorzar.

Masaniello - La Spezia
Dimos con Masaniello, una pizzería que se encontraba llena, pero donde nos hicieron un hueco y nos trajeron un dispensador con 3 litros de cerveza.

Masaniello - La Spezia
Y como seguíamos empeñados en que aun podíamos ver Cinque Terre, nos dejamos llevar por el buen tiempo de La Spezia, donde ya no llovía.

Stazione Centrale - La Spezia
Pero conforme nos bajamos en la parada de Manarola solo 10 minutos después, nos dimos cuenta que habíamos cometido otro error.

Via Dell Amore - Manarola
El temporal había empeorado, y el próximo tren a La Spezia no pasaría al menos hasta 1 hora después, por lo que estábamos atrapados.

Via Renato Birolli - Manarola
Atravesamos el tunel de Via dell' Amore, que llevaba hasta el pueblo de Manarola desde la estación e intentamos hacer algo de turismo.

Cita Vecchia - Manarola
Pero conforme subíamos la Via Antonio Discóvolo, nos dábamos cuenta de que el plan no iba a funcionar, pues ya se nos habían roto todos los paraguas.

La Scolgiera - Manarola
Bajamos por la Via Renato Birolli hasta la escollera, y nos tomamos una infusión caliente en La Scogliera hasta que fue hora de ir a por el tren.

Stazione Centrale - La Spezia
De nuevo en La Spezia, esta vez sin estar tan mojados, nos fuimos a recorrer la zona alta del pueblo, subiendo por la Scalinata della Cercanía.

Scalinata della Cecania - La Spezia
Desde la Via dei Colli, obtuvimos las mejores vistas de la ciudad, sobre la que había dejado por fin de llover.

Via dei Colli - La Spezia
Pero nos habíamos pasado subiendo escalones, y allí arriba no había más que ver a esa hora, por lo que tuvimos que bajar por la Scalinata Itala Mela.

Castello San Giorgio - La Spezia
Al otro lado, nos encontramos con el Castillo de San Jorge, con unas murallas que bajaban por toda la ladera, 
Castello San Giorgio - La Spezia
Aunque como a esa hora estaba cerrado, nos dedicamos a bajar junto al Parque de las Clarisas hasta el centro.

Castello San Giorgio - La Spezia
Desembocamos en pleno casco histórico pasando por la Plazoleta del Bastión y la Iglesia de San Juan y Agustín.

Piazzetta del Bastione - La Spezia
Como la noche anterior, nuestro paseo nos llevó a las aguas del puerto deportivo, aunque esta vez no recorrimos el paseo marítimo.

Redamare - La Spezia
Iba siendo hora de irse a cenar, y de nuevo Erika nos había reservado mesa, esta vez en un restaurante bastante más fino.

Ristorante Bartali - La Spezia
En el Restaurante Bartali cenamos pescado fresco, risoto además de una selección de frutas para el postre, todo un contraste con la noche anterior.

Ristorante Bartali - La Spezia
De nuevo, camino a casa, comenzó a llover, por lo que no nos entretuvimos mientras atravesábamos la Via Fiume.

Via Fiume - La Spezia
Nos había dado bastante pena no haber podido visitar la segunda parte de Cinque Terre como era debido, pero teníamos claro que tendríamos que volver en algún momento.

DIA 4

Nuestra segunda jornada en Cinque Terre había sido desastroso a nivel climático, pero por suerte, el día había amanecido con bastante mejor tiempo.

C'est Bon - La Spezia
Desayunamos de nuevo en C'est Bon, y tras recoger la mochila en el hotel y comprarle un paraguas nuevo a Erika, volvimos a la estación central.

Stazione Centrale - La Spezia
Cogimos el tren de las 9:40 a Génova, y en aproximadamente una hora, estábamos bajándonos en la estación de Piazza Principe.
  
Stazione Piazza Principe - Genova
Lo primero que nos encontramos nada más salir del edificio de camino al B&B Hotel fue la estatua de Cristobal Colón, genovés de nacimiento.

Cristoforo Colombo - Genova
Y mientras esperábamos que todo el mundo se pusiera al día en su habitación, algunos bajamos a tomar un segundo desayuno a L'Isola.

Bar L'Isola - Genova
Entonces, comenzamos nuestro paseo por la bahía de Genova, que además del nublado, no era de los lugares más bonitos en los que había estado.

Porto Antico - Genova
Compramos varios imanes, y llegamos a Puerto Antiguo, una de las supuestas atracciones de la ciudad portuaria.

Sommergibile Nazario Sauro - Genova
Más allá del Galeón Neptuno, tampoco había gran cosa que ver, además del Submarino Nazario Sauro, que es parte del Museo del Mar, por lo que tampoco podíamos acceder por libre.
 
Vascello Neptune - Genova
Otra de las atracciones era el Acuario, al que no teníamos intención de entrar, y la cercana Biosfera, a la que pedían 5€ por entrar.

Biosfera - Genova
Por suerte, cuando dejamos atrás el Puerto Antiguo y nos dirigimos hacia el Palacio de San Jorge, en la Plaza Caricamento, la cosa empezó a mejorar.

Palazzo San Giorgio - Genova
Es cierto que en los Sottoripa, los soportales que bordeaban la entrada al casco viejo, el ambiente era un poco turbio.

Chiesa di San Pietro in Banchi - Genova
Pero una vez dentro, nos encontramos con un barrio de lo más animado, con templos de lo más curioso, como la Iglesia de S. Pietro in Banchi.

Chiesa di San Pietro in Banchi - Genova
Comenzamos a perdernos por los Caruggi, como se conoce a los callejones que conforman el barrio, que es de lo más auténtico que he visto en Italia.

Caruggi - Genova
Siguiendo los carteles que indican los puntos turísticos, entramos por la puerta trasera de la Basílica de Santa María delle Vigne.

Basilica di Santa Maria delle Vigne - Genova
Resultó ser un templo gigantesco que no hubieramos imaginado que pudiera estar encajado entre unos callejones tan estrechos.

Basilica di Santa María delle Vigne - Genova
Génova, de la que tampoco habíamos esperado gran cosa, estaba resultando ser toda una sorpresa mientras caminábamos por el casco antiguo.

Caruggi - Genova
Aunque nunca se nos quitaba la sensación de que en algún momento podríamos meternos en una zona en la que no seríamos muy bienvenidos.

Caruggi - Genova
Por lo pronto, no fue así, y desembocamos en la Plaza Ferrari, sin duda todo un contraste viniendo de los Caruggi.

Piazza Ferrari - Genova
En ella encontramos en un extremo el Palacio Ducal, en el otro la Ópera, y en el extremo que quedaba, el Palacio de la Bolsa.

Palazzo della Borsa Valori - Genova
Junto a este, comenzamos el descenso por la imponente Avenida XX de Septiembre, llena de tiendas de lujo.

Via XX Septembre - Genova
Aquí el ambiente cambiaba, pues era de lo más señorial, y parecía que el casco viejo pertenecía a otra ciudad distinta.

Via XX Septembre - Genova
Finalmente, tras unos diez minutos, llegamos al Mercado Oriental, el lugar que habíamos elegido para almorzar.

Mercato Orientale - Genova
Aunque la mayoría de los puestos de comida estaban cerrados a esa hora, quedaban abiertas algunas fruterias.

Mercato Orientale - Genova
Pero sin duda, lo mejor fue que en el elegante food court, cada uno de nosotros pudo elegir el tipo de comida que quiso.

Mercato Orientale - Genova
Desde rollos gigantes de sushi, a ensaladas pasando por empanadillas peruanas y hamburguesas, tuvimos bastante donde elegir.

Mercato Orientale - Genova
De nuevo en la calle, deshicimos el camino hasta la Plaza Ferrari, cuando nos dimos cuenta de que bajo el Arco Monumental había un ascensor.

Ponte Monumentale - Genova
Accedimos gratuitamente, y una vez en lo alto del Puente Monumental obtuvimos una buena perspectiva de una de las zonas más adineradas de Génova.

Ponte Monumentale - Genova
Y por pura casualidad, nos dimos cuenta de que desde allí se podía acceder a la Iglesia de San Estéfano, que se encontraba un piso por encima de la avenida.

Chiesa di San Stefano - Genova
Aunque era gigantesca, realmente estaba dividida en varias criptas, que pudimos visitar de forma gratuita, y se encontraban desiertas.

Chiesa di San Stefano - Genova
De regreso en la Plaza Ferrari, nos dirigimos al edificio de la Ópera, y desde allí accedimos a la Galería Giuseppe Mazzini.

Galleria Giuseppe Mazzini - Genova
No tenía el lujo de la de Vittorio Emmanuelle de Milán, pero también tenía su encanto pasear por un lugar similar pero con precios para gente con menor poder adquisitivo.

Prefettura  - Genova
Desembocamos en el Palacio Rolli, donde se encuentra un edificio gubernamental, y desde allí bajamos por la calle de Santa Caterina.

Via Santa Caterina - Genova
Allí visitamos un par de portales que podrían haber estado en cualquier museo, y acabamos en la Plaza Fontane Marose.

Piazza Fontane Marose - Genova
Y si hasta entonces Génova nos había sorprendido, desde el momento en el que entramos en la Via Garibaldi nos quedamos boquiabiertos.

Via Garibaldi - Genova
Los Palacios Doria, Lercari Parodi, Podestá y Cambiaso se encontraban abiertos al público, mostrando su arquitectura y sus frescos de forma gratuita.

Palazzo Lercari Parodi - Genova
Acabamos en el Palacio Doria Tursi, donde se encuentra ubicado el Ayuntamiento de Génova, con impresionantes escaleras de marmol.

Palazzo Tursi - Genova
Y seguimos nuestra ruta pasando por la Plaza della Meridiana bajando por la Via Carioli hasta la principal Largo della Zecca.

Via Carioli - Genova
Ahí decidimos dar la vuelta, porque queríamos visitar la Catedral, que se encontraba en la dirección opuesta.

Vicco della Chiesa della Maddalena - Genova
Para llegar, nos metimos sin querer en el barrio de la Magdalena, donde las prostitutas campaban a sus anchas y se respiraba un ambiente bastante opuesto al de la paralela Via Garibaldi.

Catedrale di San Lorenzo - Genova
Una vez en la Catedral de San Lorenzo, que se encontraba en obras, pasamos a su interior para resguardarnos del frio.

Catedrale di San Lorenzo - Genova
Y antes de retirarnos del casco viejo, paramos a tomar un café en L'oasi, justo donde habíamos comenzado nuestra ruta horas antes. 

Sottoripa - Genova
El clima de los Sottoripa había cambiado bastante para cuando cayó el sol, por lo que decidimos dejar el paseo del puerto.

Chiesa della Nunziata - Genova
Y fue lo mejor que pudimos hacer, porque dimos con la Iglesia della Nunziata, donde, siguiendo las indicaciones del seguridad, echando 1€ en una máquina iluminamos uno de los templos más espectaculares que he visto en Italia.

Chiesa della Nunziata - Genova
Después de llegar al hotel y entrar en calor, salimos a buscar donde cenar, y no nos apetecía alejarnos mucho.

Pizzeria Trieste - Genova
Por lo que nos quedamos con la Pizzeria Trieste, donde pude probar al fin el famoso pesto genovés acompañado de unos filetes.

Pizzeria Trieste - Genova
Y aunque al principio no teníamos mucha intención de alejarnos mucho del hotel, pues el casco antiguo no se recomendaba mucho de noche, nos dimos un paseo.

Via Garibaldi - Genova
Nos dirigimos directamente a la Via Garibaldi, que de noche no perdía ni un ápice de su lujo, a pesar de tener todos los palacetes cerrados.

Palazzo Tursi - Genova
Y tras media hora caminando por una Génova casi desierta, decidimos volver al hotel sin cortar camino por los "caruggi".
Archivolto di Santa Brigida - Genova
A pesar de que Génova tenía ese aire decadente de ciudad portuaria, nos había sorprendido gratamente, y perfectamente le podríamos haber dedicado un día más.

DIA 5

Nuestro hotel no estuvo mal del todo, pero no tenía incluido el desayuno, por lo que volvimos a L'Isola para la "Colazione".

Piazza Acquaverde - Genova
Tras un pequeño malentendido en el que tuvimos que pagar un desayuno extra, fuimos a por las maletas y entramos en la Estación Plaza Príncipe.

Stazione Piazza Principe - Genova
Allí nos esperaba el tren de las 9:30, bastante más antiguo de lo habitual, que tendría que llevarnos al norte.

Via XX Septembre - Turín
El camino hasta Turín, que duró unas dos horas, se hizo más largo de la cuenta porque la calefacción del tren estaba a todo trapo.

Via Roma - Turín
Una vez allí, salimos a la Via XX de Septiembre, y en menos de 5 minutos desde la Estación Porta Nuova estábamos entrando por la puerta del Hotel Astoria.

Chiesa di Santa Cristina - Turín
Inmediatamente después, comenzamos nuestra ruta por la ciudad, que se antojaba bastante más señorial que todas las anteriores.

Piazza San Carlo - Turín
Siguiendo la  lujosa Via Roma, pronto estábamos en la impeial Plaza de San Carlos, frente a las Iglesias de San Carlos Borromeo y Santa Cristina, a la que entramos.

Piazza San Carlo - Turín
Al otro lado de la plaza, la Via Roma continuaba, y nos desviamos para meternos a través de la extravagante Galería San Federico.

Galeria San Federico - Turín
Los antiquísimos tranvias naranja de corte soviético contrastaban con las fachadas neoclásicas de los edificios.

Piazza del Castello - Turín
La Via Roma terminaba en la Plaza del Castello, el centro neurálgico de la ciudad, donde tomamos un tentempie en la Heladería Fiorio.

Gelateria Fiorio - Turin
Nos sorprendía que, a pesar de estar 2 grados de temperatura por debajo del día anterior, estábamos muy a gusto paseando por las calles de Turín.

Palazzo Madama - Turin
Rodeamos el Palacio Madama, que alberga un museo, y llegamos hasta el monumento a Enmanuel Filiberto Duca D'Aosta.

Enmanuel Filiberto Duca D'Aosta - Turin
Desde allí, enfilamos la Via Guiseppe Verdi, entrando en la zona universitaria, donde visitamos el Palacio del Rectorado.

Palazzo del Rettorato - Turin
Nos dirigíamos al edificio más alto de la ciudad, y a la vez. el que se había convertido en símbolo más representativo, la Mole Antonelliana, que aparece en las monedas de 2 centimos.

Mole Antonelliana - Turín
Poco después, desembocamos en la Via Po, una de las arterias principales que conecta con el centro de la ciudad.

Ponte Vitttorio Emanuele I - Turín
Al otro lado, se encuentra el Rio Po, que acaba desembocando en la otra punta del pais, y sobre el que cruzamos por el Puente Vittorio Emanunele I.

Rio Po - Turín
Al otro lado, y al más puro estilo de templo griego, nos encontramos con la Iglesia de la Gran Madre de Dios.

Chiesa della Gran Madre di Dio - Turin
Como curiosidad, tenía forma circular, y su cúpula recordaba mucho al de El Panteón de Roma, salvando las distancias.

Chisea della Gran Madre di Dio - Turín
Ya que estábamos en una zona un poco más alejada del centro, aprovechamos para localizar algún sitio más asequible para almorzar.

Tratoría Almondo - Turín
Nos decantamos por la Tratoría Almondo, un pequeño gastrobar con una carta muy reducida, pero cuyos platos estaban deliciosos.

Tratoria Almondo - Turín
Luego, no pudimos resistirnos a tomarnos un helado italiano en la cercana Gelateria Marilu fa il Gelato.

Via Po - Turín
Y comenzamos a deshacer el camino hacia el centro por la Via Po, donde encontramos un mercadillo callejero de libros de segunda mano.

Via Po - Turín
De nuevo en la Plaza del Castello, recorrimos la Calle del Palazzo di Citá para acabar de nuevo en la Via XX Septembre.

Cattedrale di San Givanni - Turín
Poco después, estábamos en la Plaza de San Giovanni, frente a la Catedral de San Juan Bautista y su imponente campanario.

Cattedrale di San Givanni - Turín
No dudamos en entrar, pues allí se encontraban los restos de la Sabana Santa, que aunque no estaban a la vista, reunian decenas de devotos frente a ella.

Cattedrale di San Givanni - Turín
Una vez estuvimos fuera, el grupo se separó, ya que unos se fueron a visitar el famoso Museo Egipcio de Turín.

Porta Palatina - Turín
Y otros, nos dirigimos a la estación de Metro XVIII de Diciembre tras pasar por la Puerta Palatina y el Ayuntamiento.

Metro - Turín
Queríamos visitar el Museo del Automovil de Turín, pero para ello tendríamos que desplazarnos hasta Lingotto.

Museo dell' Automobile - Turín
Nos cobraron 15€ por entrar en el moderno edificio, ubicado allí porque era el lugar donde estaba la fábrica de Fiat original.

Museo dell' Automobile - Turín
De hecho, el edifico de la fábrica es ahora un moderno centro comercial que aun alberga la pista de pruebas en el techo.

Museo dell' Automobile - Turín
El museo, siempre y cuando te guste el mundo del motor, fue una pasada, pues mostraba la evolución desde principios del siglo XX.

Museo dell' Automobile - Turín
También había secciones dedicadas al mundo del Rally, de la Formula I, e incluso vehículos incautados a evasores de hacienda, que habían acabado allí.

Centro Comercial Lingotto - Turín
A la salida, intentamos visitar la pista de pruebas en la antigua factoría convertida en el Centro Comercial Lingotto, pero a esa hora fue imposible.

Porta Nuova - Turín
Por lo que terminamos cogiendo el metro de vuelta a Porta Nuova, y recogimos del hotel al resto del grupo para salir a cenar.

Ristorante Augusto - Turín
Siguiendo las recomendaciones de la recepcionista, acabamos en el Ristorante Augusto, una de las mejores pizzerias del viaje.

Ristorante Augusto - Turín
Y como iba a ser nuestra última noche en Italia, decidimos buscar algún sitio donde tomarnos unas cervezas.

Jumping Jester - Turín
El lugar elegido fue el Jumping Jester, una especie de Pub Irlandés que se encontraba muy animado a esa hora de la noche.

Giardino Sambuy - Turín
Tras un par de cervezas, nos fuimos a dormir, pues había sido un día de lo más intenso y ya enganchábamos cinco seguidos.

DIA 6

Aun nos quedaba un último tramo de viaje en tren, pero no volaríamos hasta bien entrada la tarde, por lo que podríamos aprovechar el día.

Via XX Septembre - Turín
Por suerte, nuestro hotel tenía incluido el desayuno, y nos dimos un buen atracón en el bufet libre para aguantar sin comer hasta el mediodia.

Stazione Porta Nuova - Turín
Habíamos sopesado la opción de echar el día en Milán, pero iba a ser un problema el desplazarnos por una ciudad tan grande.

Milano Centrale - Milán
Así que, tras hacer un transbordo en Milano Centrale, decidimos quedarnos en la pequeña localidad de Bérgamo, lugar que ya conocíamos y que sabíamos que iba a ser garantía de éxito.

Viale Papa Giovanni XXIII - Bérgamo
Además, habíamos localizado una consigna en la estación, donde por solo 6€ podríamos dejar las mochilas toda la tarde.

Porta Nuova - Bérgamo
Y nos dirigimos hacia Porta Nuova por la Avenida Papa Juan XXIII, que nos llevó al acceso hasta la Citá Alta.

Via Salita della Scaletta - Bérgamo
Tras Porta Nuova, la calle se convirtió en Emanuele II, y allí comenzaban las escalinatas Via Salita della Scaletta.

Via Sant' Alessandro - Bérgamo
Después del empinado paseo, nos dimos de bruces con la Puerta de San Giacomo, el acceso oficial al Casco Antiguo.

Porta San Giacomo - Bérgamo
Pero nuestro camino hasta la parte más alta de Bergamo Alta no había terminado, aun debíamos recorrer el Viale della Mura.

Porta Sant' Alessandro - Bérgamo
Para recordar viejos tiempos, habíamos reservado mesa para almorzar en La Anticca Tratoría La Colombina.

Antica Trattoria La Colombina - Bérgamo
La mala suerte fue que habíamos coincidido con un par de celebraciones y estaban tardando muchísimo en atendernos.

Antica Trattoria La Colombina - Bérgamo
Pero finalmente, nos sirvieron unos embutidos, platos de pasta y unos codillos que fueron de lo mejor del viaje.

Antica Trattoria La Colombina - Bérgamo
La mejor parte de haber ido a comer allí, además de la calidad, es que ya solo nos quedaba bajar cuestas el resto de la jornada.

Piazza della Cittadella - Bérgamo
Entramos por la Puerta del Pantano Viejo directamente a la Piazza della Cittadella, frente al Palazzo Roncalli.

Via Bartolomeo Colleoni - Bérgamo
A continuación enfilamos la Calle Bartolomeo Colleoni, repleta de fruterias, tiendas de ultramarinos y algunos hostales.

Via Bartolomeo Colleoni - Bérgamo
A través de ella, desembocamos en la Piazza Vecchia, el centro neurálgico de la Ciudad Alta, presidido por el Palazzo della Ragione o Palazzo Vecchio.

Piazza Vecchia - Bérgamo
Atravesando los bajos del Palazzo Vecchio, nos encontramos de frente a la Basilica Colleoni y la Iglesia de Santa María la Mayor.

Chiesa Santa Maria Maggiore e Basilica Colleoni - Bérgamo
Nos pedían 3€ por entrar, así que preferimos entrar a la Catedral de San Alejandro Martir, que tampoco se quedaba corta.

Duomo Sant Alessandro Martir - Bérgamo
Atravesando de nuevo el Palazzo, vimos el Meridiana del Sole, un reloj solar que a la vez es calendario, y dejamos atrás el Campanone, al que ya no se podía subir a esa hora.

Palazzo Vecchio - Campanone - Bérgamo
Iba siendo hora de volver a la estación, puesto que aunque no estábamos lejos del aeropuerto, preferíamos no apurar demasiado.

Passagio Ça Longa - Bergamo
Volvimos a la Via Gombito, donde se encuentran tanto la Torre como la Fuente del Gombito frente a la Iglesia de San Pancracio.

Fontana Gombito - Bérgamo
Y tras comprar un par de souvenirs frente a la estación del funicular, en la Plaza del Mercado, regresamos hasta la Plaza Guglielmo Marconi, donde se encuentra la estación de tren.
 
Piazza Guglielmo Marconi - Bérgamo
Recogimos las maletas, y sopesamos ir al aeropuerto en taxi, pero como no teníamos prisa, acabamos cogiendo el autobús por poco más de 3€.

Stazione Centrale - Bérgamo
La cara opuesta de Bergamo se encontraba en la estación de autobuses, ya que allí se concentraba una gran cantidad de indigentes que parecían vivir en las dársenas.

Aeroporto Orio al Serio - Bérgamo
Tras unos quince minutos de autobús en los que atravesamos la parte nueva de la ciudad, llegamos al aeropuerto.

Aeroporto Orio al Serio - Bérgamo
Para descubrir que nos habían retrasado el vuelo casi una hora, por lo que nos dio tiempo a cenar para despegar cerca de las 21:30.

Aeroporto Orio al Serio - Bérgamo
Finalmente, llegamos a Málaga pasadas las 12, y entre que recogíamos los coches y llegábamos a Motril, no dimos el viaje por terminado hasta las 1:30.


"Sin duda alguna, elegir Cinque Terre en pleno febrero no había sido la mejor de las ideas en lo que se refería a clima. Sin embargo, aunque no habíamos podido disfrutar al 100% de la atracción principal del viaje, nos habíamos encontrado con joyas como Génova, Turín e incluso La Spezia. Pisa y Bérgamo ya eran viejas conocidas, por lo que ya sabíamos que no nos iban a decepcionar. Por desgracia, Corniglia ni lo pudimos pisar, pero a Monterosso, Vernazza, Manarola y Riomaggiore, tendríamos que volver sin duda, aunque preferiblemente con algo más de sol.


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