Del Caribe a los Andes: Colombia y Peru (Parte 1)

- Fecha: Del Martes 31 de Julio al Viernes 31 de Agosto de 2018 (32 DIAS)
- Paises: Colombia y Perú.
- Ciudades Visitadas: Medellín, Peñol, Guatapé, Santa Fe, Jardín, Jericó, Pereira, Salento, Cartagena, Islas Rosario, Taganga, Santa Marta, Bogotá, Zipaquira, Lima, Cuzca, Oyantaitambo, Aguas Calientes, Puno, Islas Uros, Arequipa, Maca, Chivay, Nazca, Ica, Paracas.
- Medio de Transporte: Avión, Autobús, Metro, Tren, Telecabina, Barca y Coche (Daewoo Matiz)
Acompañantes: Antonio, Francis, y Antonio.
- Sonaba en la radio: No es justo, Vaina Loca & Te boté.
- Presupuesto aproximado: 2500€

Mapa de la ruta
Sudamérica era una asignatura pendiente desde hacía tiempo. Las incursiones en Cuba, Mexico y Bahamas habían sido muy positivas, y para ese verano picaba el gusanillo. Unas amigas de Antonio habían estado el año anterior en Colombia, y lo habían pasado muy bien, a pesar de que en mi cabeza sonaba como un pais muy peligroso.

Los Viajeros
Por otro lado, Diego no paraba de hablar de Perú, ya que se dedica a guiar grupos en alta montaña, y cada vez que iba, volvía más encantado. Era otra de las opciones sobre la mesa. Por eso me dediqué a buscar vuelos con todas las combinaciones posibles, para llegar a cualquiera de los dos países, y a ser posible, combinarlos.

Un día, apareció un Malaga Medellín por 650€, lo que parecía una broma, porque no bajaban de 1000€. Lo compramos sin pensar, y poco después otro vuelo Bogotá Lima por unos 350€ haría el enganche. El resto de la logística iría comprando en meses sucesivos. Al final montamos una buena ruta y un equipo de cuatro bastante competente para recorrer Colombia y Perú durante 30 días.

DIA 1

Salimos de Motril a mediodía hacia el aeropuerto de Málaga, allí dejamos el coche en ECP y nos dirigimos a pasar el control.

Aeropuerto Pablo Picasso - Malaga
Allí almorzamos en Burger King, y embarcamos en el pequeño avión de Iberia que nos llevaría a Madrid.



Aeropuerto Pablo Picasso - Málaga
El vuelo era casi directo, pero esa pequeña escala nos ahorraría las 6 horas de autobús hacia y desde Madrid.

Málaga a Madrid - Iberia
El problema es que nos habíamos retrasado casi 45 minutos en el despegue, por lo que la escala iba a estar muy ajustada.

Aeropuerto Adolfo Suarez Barajas - Madrid
Tuvimos que recorrer Barajas corriendo hasta la terminal 4s, pero al final pudimos embarcar a tiempo.

Madrid a Medellín - Iberia
El vuelo duró unas 11 horas, y nos estuvieron atendiendo todo el camino con cena y desayuno, para suavizar el jet lag.

Aeropuerto Jose María Cordova - Medellín
Aterrizamos, recogimos las mochilas, y fuera nos esperaba un taxista que habíamos contratado a través del hostel.

Paqueadero Aeropuerto - Medellín
El tio era muy simpatico, pero automáticamente empezó a hablarnos de los mejores puticlubs de Medellín y nos dio su número para hacernos de chofer por si queríamos ir en algún momento.

Panorámica - Medellín
Al ser una zona del pais en el que el turismo era relativamente nuevo, entendió que cuatro tios solo visitaban el pais por turismo sexual.

Parque Lleras - Medellin
Tras un viaje por carreteras que parecían una montaña rusa, llegamos a Parque Lleras, el barrio de Medellín donde nos alojaríamos.

Parque Lleras - Medellín
Dejamos las maletas e hicimos el check in en Geo Hostel, luego, todavía con un poco de miedo en el cuerpo por estar en Colombia, salimos a la calle.

Parque Lleras - Medellín
Y resultó que, al menos Parque Lleras, era de los sitios más agradables del mundo, con decenas de bares y restaurantes, pero con prostitución en muchas partes.

Parque Lleras - Medellín
Debía ser la zona más turística de la ciudad, porque estaba lleno de extranjeros, que intentaban chapurrear en español cuando se acercaba un camarero.

Parque Lleras - Medellín
Entre todos los restaurantes, que seguían abierto a esas horas, elegimos cenar en La Parrilla de Juancho.

La Parrilla de Juancho - Medellín
Allí, por apenas 4€ cada uno nos pusieron un plato de carne a la parrilla y una Club Colombia Dorada de lo más fresca.

La Parrilla de Juancho - Medellín
Era una muestra de lo que nos esperaba culinariamente hablando en Medellín, comida riquísima a precios irrisorios.

 Vida Augusta - Medellín
Luego nos fuimos a tomar una cerveza en el Vida Augusta, pero pronto nos pegó el bofetón el jet lag y nos fuimos a dormir.

DIA 2

El Geo Hostel era bastante cómodo, pero el ruido era otra cosa, a pesar de ser una habitación interior, la música llegaba a la habitación con mucha facilidad.

Café Colombiano - Medellín
Aun así descansamos bien, y bajamos a desayunar, con una cocinera encantadora que iba sacando los huevos revueltos como podía.

Desayuno Geo Hostel - Medellín
El café de Colombia no era nada del otro mundo, al menos allí. Pronto estábamos en la calle dispuestos a explorar Medellín.

Calle 10 - Medellín
Para ello, queríamos unirnos a un Free Tour del centro que salía desde la Estación de Metro Alpujarra.

Metro - Medellín
Nos dirigimos por la Calle 10 hasta la más cercana a Parque Lleras, la estación de Poblado, a unos 20 minutos del hotel.

Metro - Medellín
Tras comprar un bono, nos encontramos un metro de lo más limpio y moderno, que nos llevó hasta Alpujarra.

Metro - Medellin
No tuvimos suerte, cuando llegamos los grupos estaban completos, pero la chica nos explicó donde ir para disfrutar del centro de Medellín.

Palta - Medellín
Para asegurarnos que íbamos bien, compramos una tarjeta SIM Colombiana que nos proporcionara datos móviles para usar Google Maps.

Sigo Sim - Medellín
Y tras probar uno de los aguacates, a los que ellos llaman palta, que vendían en todas partes, nos pusimos en marcha.

Avenida de San Juan - Medellín
Atravesando la Avenida de San Juan, llegamos a la moderna Plaza Cisneros, con 300 postes luminosos.

Plaza Cisneros - Medellín
Y desde allí comenzamos la ruta por el Paseo Peatonal Carabobo, como nos había recomendado la que iba ser nuestra guía.

Paseo Carabobo - Medellín
Era una calle de tiendas peatonales como la de cualquier otra ciudad. A mitad de camino llegamos a la Iglesia de La Veracruz.

Iglesia de la Veracruz - Medellín
Es una de las iglesias principales de la ciudad, que data de 1682, y fue reformada por última vez en 1968.

Iglesia de la Veracruz - Medellín
Tras visitarla, continuamos nuestra ruta hasta la vecina Plaza de Botero, ícono de la ciudad de Medellín.

Plaza de Botero - Medellín
Fernando Botero, junto con Gabriel García Marquez, son considerados como los Colombianos más universales de la historia.

Plaza de Botero - Medellín
Quiso que en pleno centro de la ciudad donde nació hubiera lugares que hicieran agradable transitar por una urbe tan grande.

Plaza de Botero - Medellín
Por eso, entre otras contribuciones, donó 23 de sus estatuas para que fueran colocadas a lo largo de la plaza con su nombre.

Plaza de Botero - Medellín
Otro de los edificios que llaman la atención allí y que se encuentra abierto al público es el Palacio de la Cultura de Rafael Uribe.

Palacio de la Cultura Rafael Uribe - Medellín
Este curioso edificio de entrada gratuita tiene una accidentada historia detrás en lo que respecta su construcción.

Palacio de la Cultura Rafael Uribe - Medellín
Se comenzó en 1920, pero con la crisis económica del 29, se dejó inconcluso desde 1938 hasta 1970, cuando fue terminado.

Palacio de la Cultura Rafael Uribe - Medellín
Es un edificio de visita obligada en el casco histórico de Medellín, especialmente por sus vistas desde la cuarta planta.

Palacio de la Cultura Rafael Uribe - Medellín
Estábamos bastantes sorprendidos por lo seguro del centro de Medellín. Nos encaminamos a la siguiente parada de la mañana.

Taxi - Medellín
Pero cuando le preguntamos a unos policías como llegar al Mercado Jose María Villa, nos dijeron que cogieramos un taxi, porque no deberíamos caminar por la zona intermedia.

Avenida de Greiff - Medellín
Y es que, desde el taxi pudimos ver como en el kilómetro que separaba el Mercado Jose Villa de la Plaza de Botero, la zona se deterioraba bastante.

Plaza Minorista Jose María Villa - Medellín
Habría que andarse con ojo, pues estando en pleno centro se podía pasar de una zona turística a un barrio peligroso en un abrir y cerrar de ojos.

Plaza Minorista Jose María Villa - Medellín
La Plaza Minorista Jose María Villa podía considerarse de todo menos turístico, pues era una nave industrial.

Plaza Minorista Jose María Villa - Medellín
La estructura del edificio no era lo más llamativo, si no los puestos, que sin pretender llamar la atención, eran de lo más colorido.

Plaza Minorista Jose María Villa - Medellín
Y es que Colombia está considerado el pais de las frutas, con variedades que no habíamos escuchado en nuestras vidas.

Plaza Minorista Jose María Villa - Medellín
Además de los puestos de carne, pescado, frutas y verduras, también había sitios donde comer allí mismo.

Plaza Minorista Jose María Villa - Medellín
Así de primeras no nos pareció lo más higiénico, así que tras dar una ultima vuelta por los puestos, nos fuimos.

Plaza Minorista Jose María Villa - Medellín
De nuevo tuvimos que buscar uno de los Hyundai Atos, el modelo favorito de los taxistas de Medellín.

Taxi - Medellín
Le pedimos que nos llevara de vuelta a la Plaza Cisneros, y nos alegró, por segunda vez, no tener que regatear con el conductor.

Plaza Cisneros - Medellin
De nuevo nos encontrábamos en las puertas del casco antiguo de la ciudad, ahora buscando donde almorzar.

Restaurante Pan'tojarse - Medellín
Sería el primer restaurante que visitaríamos, así que no teníamos muy claro que tipo de comida nos esperaba.

Restaurante Pan'tojarse - Medellín
Finalmente, en la Calle 52 dimos con el Restaurante Pan'tojarse, y directamente pedimos el menú del día.

Restaurante Pan'tojarse - Medellín
Consistía en una sopa de frijoles de primero, seguida de un plato combinado de churrasco de segundo.

Restaurante Pan'tojarse - Medellín
Además de estar todo buenísimo, incluida la Águila Colombia, lo curioso fue ver llegar al camarero con una cuenta, de menos de 3€ por cabeza, con todas las veces que había sido ocupada la mesa en el día.

Restaurante Pan'tojarse - Medellín
Llevábamos menos de 24 horas en Medellín y estábamos encantados. Se nos había hecho tarde para coger el metro, así que buscamos un taxi.

Taxi - Medellín
Le pedimos que nos llevara a San Javier, una parada  donde tendría lugar el inicio de la actividad a la que nos queríamos apuntar.

Sam Javier - Medellín
Esta vez si hubo suerte, y nos sumamos junto con un montón de guiris más al tour por la Comuna Trece.

Tour Comuna 13 - Medellín
Nos dividieron en varios micro buses, en los que apenas cabíamos sentados, y subimos hacia el punto donde comenzaba la ruta.

Comuna 13 - Medellín
Nuestro guía, Jamer Restrepo, nos iba a enseñar los grafitis, la cultura y la historia detrás de uno de los barrios más icónicos de la capital de Antioquía.

James Restrepo - Comuna 13 - Medellín
Esta, junto a otras 15 comunas que se formaron en las montañas periféricas de la ciudad, fueron creadas como favelas.

Comuna 13 - Medellín
Los primeros habitantes en llegar fueron campesinos desplazados de sus tierras por grupos armados ilegales.

Comuna 13 - Medellín
Se instalaron sin esperanza de empleo ni servicios básicos, algo que aun a dia de hoy sigue siendo una realidad en algunas partes.

Comuna 13 - Medellín
La comuna trece, formada por 160000 habitantes se convirtió en el epicentro de la violencia en toda esa zona.

Comuna 13 - Medellín
Sus calles estrechas y empinadas, sus múltiples callejones y miradores, la hicieron punto estratégico para las bandas de delincuentes, ya que era fácil de controlar.

Comuna 13 - Medellín
Para la década de los 80, Pablo Escobar, al mando de Cártel de Medellín, encontró entre sus habitantes más jóvenes la cuna de sus nuevos lugartenientes.

Comuna 13 - Medellín
Se formó una red de sicariato a su servicio, dedicada al secuestro, extorsión, ajustes de cuentas y asesinatos.

Comuna 13 - Medellín
Tras la muerte de Pablo Escobar, en los 90 también fue usada por el Cártel de Cali para reclutar jóvenes a su servicio.

Comuna 13 - Medellín
Hasta el 2002, con la sangrienta operación Orión, con cifras dispares de números de muertos entre gobierno y opinión pública, no llegó la tranquilidad a la comuna.

Comuna 13 - Medellín
Desde entonces se crearon infraestructuras como escaleras mecánicas, llegando incluso a ser habituales tours como en el que nos encontrábamos.

Comuna 13 - Medellín
James lo estaba explicando todo perfectamente, incluso nos llevó a casa de su abuela, que nos sacó unos helados de mango caseros.

Comuna 13 - Medellín
Cuando terminamos, le dimos sus honorarios y nos quedamos en un bar de la comuna a descansar un rato.

Comuna 13 - Medellín
La camarera nos recomendó un granizado de café, y nos sentamos en la terraza a disfrutar de las vistas.

Comuna 13 - Medellín
Cuando acabamos, nos dirigimos cuesta abajo a esperar que pasara un micro bus para devolvernos a la parada de Metro.

Micro Bus - Medellín
Conducían como locos por las estrechas cuestas, supongo que les protegerían los santos que llevaban en todas partes.

Micro Bus - Medellín
Nos dejó en la parada de metro de San Javier, pero no nos dirigíamos a la linea de metro convencional.

Metro Cable - Medellín
Desde esa parada sale una de las cinco lineas del Metro Cable, unos teleféricos que funcionan como transporte público.

Metro Cable - Medellín
Desde el 2004 estas lineas comunican con zonas periféricas del Valle de Aburrá, que antiguamente estaban desprovistas de transporte público.

Metro Cable - Medellín

Estas mejoras en la infraestructura también ha tenido un carácter social integrador, de cara a facilitar el acceso al centro a barrios más desfavorecidos.

Metro Cable - Medellín
Nos dirigimos a la última parada, Aurora, pero no nos bajamos pues allí no había nada que hacer, nos conformamos con las vistas.

Metro Cable - Medellín
Regresamos a San Javier, y allí sí cogimos el metro hasta la parada de San Antonio, en pleno centro de la ciudad.

Metro San Javier - Medellín
Era hora punta, por lo que nos costó subir al tranvía de la Linea A, que nos llevaría hasta el este de Medellín.

Tranvia San Antonio - Medellín
Allí, después de unas cuestas que nunca imaginé que un tranvía pudiera subir, nos bajamos en la parada de Oriente.

Tranvia - Medellín
Era el punto de salida de la Linea H de Metro Cable, que nos volvía a meter en un telecabina, esta vez hasta Villa Sierra.

Metro Cable Oriente - Medellín
Tampoco nos bajamos en el punto más alto, pero nos conformamos con ver las barriadas de Las Torres y Villa Sierra mientras anochecía.

Metro Cable Oriente - Medellín
Estas tenían más pinta de favela que las de la zona de San Javier, y las gente que coincidió con nosotros en la cabina era de lo más amable.

Metro Cable Oriente - Medellín
Tras ello, deshicimos el camino hasta el centro, y nos bajamos en la céntrica estación de San José, donde aun había movimiento.

San José - Medellín
Pero al poco tiempo se empezaron a desmontar los chiringuitos, ya la zona no tenía tan buena pinta, y al haber empezado a llover, no paraba ningún taxi.

San José - Medellín
Por eso, nos acordamos de la experiencia de mediodía entre Plaza Botero y la Plaza Minorista, y optamos por coger el metro hasta Poblado.

San José - Medellín
Al llegar, ningún taxista paraba para llevarnos al Geo Hostel, por lo que recorrimos los 20 minutos cuesta arriba andando.

Poblado - Medellín
Para cenar, en la misma Carrera 35 localizamos el Subula, un griego que nos puso una kebabs de escándalo, eso si, a precio más caro.

Subula - Medellín
También porque pedimos unas cervezas que eran, por lo que nos decían, ecológicas, ya que no tenían Colombia Club ni Águila.

Subula - Medellín
Después, bajamos un poco por la Calle 10 hasta el Berlín 1930, un pub tipo irlandés donde tomar una cerveza.

Berlin 1930 - Medellín
Y para terminar la noche, fuimos a tomar la última cerveza al Social, un bar muy peculiar de nuestra calle.

Social - Medellín
Nos habíamos adaptado bien al horario colombiano, y el hecho de poder haber español hacía que el día fuera menos agotador. Aun así, nos retiramos pronto, pues a la mañana siguiente teníamos excursión.

DIA 3

Madrugamos bastante porque a las 6:30 nos recogería un autobús del tour que habíamos contratado en el hostal.

Tour Guatapé - Medellín
Nos encaminábamos al Peñol de Guatape, una de las atracciones naturales más recomendables cercanas a Medellín.

Tour Guatapé - Medellín
El problema fue que éramos los primeros en subir al bus, y tardamos casi una hora en salir de la ciudad entre que recogíamos a todos los integrantes del tour.

Tour Guatapé - Medellín
Una vez salimos a autovía, vimos que nuestro chofer era un poco suicida, y nos fijamos en los carteles que había como "DIOS QUIERE LLEGAMOS".

Tour Guatapé - Medellín
Poco después, hicimos una parada en el área de servicio Jardines de Oriente donde nos dieron de desayunar.

Jardines de Oriente - Colombia
Aproveché para probar algunos de los productos, como las Lays, llamadas "Margarita" en Colombia, con sabor a Mayonesa.

Margarita Mayonesa - Colombia
Y de nuevo estábamos en camino. Tras una hora y media volvimos a hacer una parada, esta vez en un pueblo.

Plaza Central - Peñol
Estábamos en Peñol, una pequeña localidad que no tenía nada llamativo que ver además del Templo del Peñol, ya que como después supimos, no tenía más de 40 años.

Templo del Peñol - Peñol
Este no es otra cosa que una réplica en pequeño del Peñol que alberga una iglesia católica en su interior.

Iglesia del Peñol - Peñol
La parada fue bastante breve, y pronto estábamos en carretera, esta vez por poco tiempo, pues llegamos al Embalse del Peñol.

Embalse del Peñol - Guatapé
Allí nos esperaba el que Gladys, nuestra guía, llamaba el Barco Rumbero, que nos llevaría de crucero con música a tope.

Embalse del Peñol - Guatapé
Además de por su belleza, este embalse es conocido por albergar una de las mayores injusticias llevadas a cabo en Antioquía.

Embalse del Peñol - Guatapé
Gracias al desarrollo industrial y económico de Medellín, necesitaban proporcionar mayor energía eléctrica a la capital a finales de los 70.

Embalse del Peñol - Guatapé
Sin preguntarle a la población, se decidió reubicar el pueblo de Peñol en otra parte, concretamente, por donde habíamos pasado 20 minutos antes.

Embalse del Peñol - Guatapé
Guatapé quedo a orillas del mar interior, pero Peñol antiguo fue inundado, desplazando a sus habitantes, incluido a los enterrados en el cementerio, a Nuevo Peñol.

Embalse del Peñol - Guatapé
Como recordatorio del antiguo Peñol, a pesar de que se intentó dinamitar, queda la cruz de la Iglesia asomando de las aguas del lago.

Embalse del Peñol - Guatapé
El embalse también se ha hecho famoso gracias a la Mansión de Pablo Escobar destruida por un atentado, que se encuentra situada a sus orillas.

Embalse del Peñol - Guatapé
Después del crucero, nos llevaron a visitar una réplica del Viejo Peñol, situada a unos 200 metros del embarcadero.

Viejo Peñol - Colombia
No era más que un complejo turístico lleno de tiendas de souvenirs y restaurantes para los que veníamos a hacer tours.

Viejo Peñol - Colombia
Supongo que un lugar así debe ser una humillación extra para los habitantes originales del antiguo Peñol.

Viejo Peñol - Colombia
Tras eso, por fin nos dirigíamos al famoso peñol, que habíamos alcanzado a ver desde el Barco Rumbero.

Peñol - Guatapé
Tardamos otros 30 minutos en llegar, y una vez en el parking nos dieron dos horas para subir y almorzar.

Peñol - Guatapé
Nos pusimos en cola para conseguir la entrada que nos costó 4€ y nos dispusimos a encarar la escalara hasta lo más alto del Peñol de Guatapé.

Peñol - Guatapé
Se trata de un monolito de masa granítica de 220 metros de altura que fue por primera vez escalada en 1954.

Peñol - Guatapé
A día de hoy, por suerte, la cumbre puede ser alcanzada tras subir los 702 escalones que la separan del suelo.

Peñol - Guatapé
Como curiosidad, el Alcalde de Guatapé acordó con los dueños, la familia Villegas, pintar el nombre de Guatapé desde la base a lo alto del peñol.

Peñol - Guatapé
Por suerte, gracias a que antes de la inundación había pertenecido al pueblo de Peñol, se agarraron a una ley antigua en la cual no se podía tocar ningún lugar turístico natural.

Peñol - Guatapé
Subir los escalones no suele dar problema, siempre y cuando se esté medianamente en forma y sobre todo, se tome con calma.

Peñol - Guatapé
A lo largo de la subida van apareciendo músicos callejeros, gente sentada que se ha dado por vencida, y niños berreando a lomos de sus padres.

Peñol - Guatapé
Pero vale la pena llegar a lo alto, pues las vistas que ofrece del entorno y el embalse son todo un espectáculo.

Peñol - Guatapé
Tras llegar a la cima, que estaba a reventar, estuvimos un rato viendo el paisaje por los cuatro costados.

Peñol - Guatapé
Nos hartamos a tomar fotos, y luego comenzamos el descenso, pues nos iba a pillar el toro para ir a comer.

Peñol - Guatapé
De entre la oferta de la zona, nos decantamos por el Restaurante Paisa, nombre por el que se conoce a los habitantes de Antioquía.

Restaurante Paisa - Guatapé
Y elegimos, como no podía ser de otra forma, la hiper calórica Bandeja Paisa con hidratos, fritos, cereales y algo de carne.

Bandeja Paisa - Guatapé
Tras el postre, volvimos al bus para llegar a la última parada del día, que iba a ser el colorido pueblo de Guatapé.

Guatapé - Colombia
Nos dejaron en un parking a las afueras, y en unos 5 minutos estábamos entrando en el Parque Principal.

Parque Principal - Guatapé
Esta especie de plazoleta hace las veces de punto de acceso al pueblo, y se encuentra presidida por la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen.

Iglesia de Nuestra Señora del Carmen - Guatapé
A pesar de su fachada blanca de tipo colonial, la protagonista en el interior es la madera de altares, columnas y techo.

Iglesia de Nuestra Señora del Carmen - Guatapé
Esta localidad fue la mayor beneficiada por la construcción del embalse del Peñol, pues la repercusión económica fue brutal.

Guatapé - Colombia
Además, tras el cambio orográfico, el pueblo ahora tenía mar, por lo que se comenzaron a ofrecer todo tipo de actividades turísticas asociadas.

Guatapé - Colombia
Era bastante curioso estar en un pueblo de interior a casi dos mil metros de altura sobre el nivel del mar con vistas a una bahía.

Embalse del Peñol - Guatapé
Es conocido como el pueblo de los zócalos, por los estrafalarios y coloridos tallados que se encuentran en sus casas.

Guatapé - Colombia
Especialmente llamativa es la Calle del Recuerdo, por combinar colores de lo más chillones a lo largo de ella.

Guatapé - Colombia
Pero es en la Plaza de los Zócalos donde tiene lugar la mayor concentración de esos colores saturados hasta el límite.

Plaza de los Zócalos - Guatapé
Los rickshaw, que ofrecen tours turísticos, tampoco se quedan atrás, pues se encuentran decorados de punta a punta.

Ape - Guatapé
Con eso terminábamos nuestra incursión al oriente de Antioquía, era hora de deshacer el camino hasta Medellín.

De Guatapé a Medellín - Colombia
Cuando llegamos, cansadísimos después de dos horas y media de camino, el conductor empezó a dejar a cada uno en su hotel.

Barrio Barcelona - Medellín
Como vimos que nos iba a volver a tocar casi los últimos, optamos por pedirle que nos dejara en la carrera 65 en el Barrio Barcelona.

Barrio Barcelona - Medellín
Allí se encuentra ubicado el Cerro Nubira, un parque urbano situado en un pequeño cerro en mitad de la ciudad.

Cerro Nubira - Medellín
En lo alto está el Pueblito Paisa, una replica de un antiguo pueblo antioqueño, como en algun momento tuvo que ser Medellín.

Pueblito Paisa - Medellín
Era bastante similar al que habíamos visto en la réplica de Viejo Peñol, solo que este no se parecía tanto a un centro comercial.

Pueblito Paisa - Medellín
Además de ser una atracción turística, también era un centro de ocio local lleno de puestos de comida.

Pueblito Paisa - Medellín
Elegimos La Casita de la Cerveza, donde pedimos unas Paisas y nos sentamos a descansar en la terraza.

Pueblito Paisa - Medellín
Al salir, fuimos a por un taxi que nos llevó de vuelta al Parque Lleras, donde cenamos en Turban, un restaurante turco de la calle 10.

Turban - Medellín
La excursión había valido la pena, pero tantas horas de autobús me habían dejado muerto, por lo que después de cenar me retiré al cuarto a leer un rato antes de acostarme.

DIA 4

La noche fue de traca con concurso de karaoke en el pub de al lado que nos tuvo despiertos hasta las tantas de la mañana.

Desayuno - Medellín
Tras comentarlo en recepción, salimos a las calles de Parque Lleras, que a pesar de la lluvia, no habían cesado su actividad.

Parque Lleras - Medellín
Después de la experiencia del dia anterior en autobús por las carreteras colombianas, habíamos decidido que había que buscar otra opción para desplazarse hasta Santa Fé de Antioquía.

Chevrolet Spark - Medellín
Por eso, nos acercamos a Turoll, una empresa nacional de alquiler de coches, y entre los cuatro nos hicimos con un Chevrolet Spark.

Tráfico - Medellín
No era gran cosa, pero nos haría el apaño para llegar a la localidad situada a unos 70 kilómetros de Medellín.

Las Margaritas - Medellín
Salimos por el barrio de Las Margaritas, atravesando las montañas de occidente, y paramos a comprar un cargador en Electricos Don Leo.

Medellín a Santa Fé - Medellín
Atravesamos el puerto de montaña y paramos a tomar un tentempié de Pandequeso en el Parador Aldea.

Parador Aldea - Medellín
Y de camino a Santa Fé tuvimos nuestros primeros encuentros con los "Pare-Siga", obras consistentes en el corte de un carril indicadas con personas con carteles de STOP y SIGA.

Pare-Siga - Colombia
Retrasó nuestro viaje casi media hora, pero lo bueno fue que cuando llegamos se había quedado un día de lo más soleado.

Centro Histórico - Santa Fé de Antioquía
Aun siendo la típica excursión de un día, Santa Fé de Antioquía es una de las ciudades coloniales mejor conservadas de Colombia.

Centro Histórico - Santa Fé de Antioquía
Fue la capital del pais por casi 250 años hasta que dicho titulo fue pasado a Medellín, y posteriormente a Bogotá.

Centro Histórico - Santa Fé de Antioquía
Rivaliza con Cartagena de Indias como una de las dos ciudades con un casco histórico prácticamente intacto.

Centro Histórico - Santa Fé de Antioquía
Este centro histórico típicamente colonial está caracterizado por las fachadas blancas, calles empedradas y balcones de madera.

Centro Histórico - Santa Fé de Antioquía
Y por tener una Plaza de Armas, en este caso llamada Parque Central que actúa como centro social del pueblo.

Centro Histórico - Santa Fé de Antioquía
El edificio principal del Parque Central es la Catedral Basílica Metropolitana de la Inmaculada Concepción.

Catedral de la Inmaculada Concepción - Santa Fé de Antioquía
Otro de los puntos fuertes del pueblo son sus mercadillos, que le ponen un punto extra de color y sabor.

Centro Histórico - Santa Fé de Antioquía
Allí se pueden probar las frutas típicas de Colombia, como el tamarindo o unos llamados "chochitos", con forma de aceituna pero muy dulces.

Tamarindo - Santa Fé de Antioquía
En la mayoría de los puestos ofrecen degustaciones gratuitas, y con el carácter tan afable de los colombianos es casi imposible negarse a probarlas.

Chochito - Santa Fé de Antioquía
Santa Fé no era tan artificial como el Pueblito Paisa ni tan estrafalaria como Guatapé, era un sitio bastante auténtico a pesar de estar extremadamente restaurado.

Centro Histórico - Santa Fé de Antioquía
Otra de los cosas llamativas del pueblo eran sus restaurantes de lo más peculiar, con cuadros como el Portón del Parque. 

Portón del Parque - Santa Fé de Antioquía
O el Restaurante La Comedia, uno de los sitios más emblemáticos de Santa Fé de Antioquia, que elegimos para almorzar.

Restaurante La Comedia - Santa Fé de Antioquía
Allí nos pusieron unas bombas y palitos de queso al medio, unos entrantes fritos combinados con mermelada.

Restaurante La Comedia - Santa Fé de Antioquía
Y de segundo, unos lomitos de res y unos escalopes, que entraban dentro del menú, todo por menos de 6€.

Restaurante La Comedia - Santa Fe de Antioquía 
Tras el café, que seguía sin estar a la altura, dimos por terminada la visita a Santa Fé, que habíamos visto en unas dos horas.

Rio Cauca - Santa Fé de Antioquía
Pero aun nos quedaba uno de los platos fuertes, por lo que nos dirigimos unos cinco minutos al norte del pueblo.

Puente de Occidente - Santa Fé de Antioquía
Frente a nosotros apareció el anchísimo Rio Cauca, que conecta el municipio de Santa Fé con el de Olaya.

Rio Cauca - Santa Fé de Antioquía
Lo atravesamos en coche, lo cual fue una experiencia un poco acojonante, y lo aparcamos en el lado de Olaya.

Puente de Occidente - Santa Fé de Antioquía
Entonces deshicimos el camino andando para atravesarlo por la parte peatonal, con unas vistas del rio brutales.

Puente de Occidente - Santa Fé de Antioquía
Al llegar al lado de Santa Fé, encontramos unas escaleras que nos llevaron a un pequeño mirador  con una virgen, que daba una perspectiva única del puente.

Puente de Occidente - Santa Fé de Antioquía
Tras eso, vimos que era hora de regresar a Medellín, por lo que atravesamos el puente de nuevo para recoger el coche.

De Santa Fé a Medellín - Colombia
Cuando llegamos a Medellín seguía lloviendo, pero aun así le pegamos al coche el lavado que ponía en el contrato antes de devolverlo.

Lavado Automóvil - Medellín
Luego volvimos andando hasta el Geo Hostel para cambiarnos antes de salir a cenar al restaurante vegano Lenteja.

Lenteja - Medellín
Entre otras cosas pedimos al centro humus y musaka, ambas de rechupete. Los restaurantes colombianos no tenían desperdicio.

Lenteja - Medellín
Para despedir Medellín, nos acercamos al Calixto, un restaurante de Parque Lleras que tenía a su dueño como icono.

Calixto - Medellín
Allí, entre unos chupitos de aguardiente antioqueño, hablamos de la posibilidad de alquilar el coche para los próximos días de viaje por Antioquía, si existiera la opción de devolverlo en otra ciudad.

Calixto - Medellín
Nos íbamos a perder un poco la esencia al no usar transporte público, pero por otro lado podría ser una aventura, y nos abría más puertas. 

Calixto - Medellín
De todas formas, no nos enteraríamos hasta el dia siguiente, así que seguimos disfrutando del ambiente del local hasta que nos fuimos a dormir.

DIA 5

La noche fue mucho más calmada en cuanto a ruido, así que pudimos descansar mejor. Hicimos las maletas y bajamos a desayunar.

Desayuno - Medellín
Para despedirnos, la cocinera nos hizo una tortilla para los cuatro, a pesar del ruido nocturno, el hostal había estado muy bien.

Parque Lleras - Medellín
Nos despedíamos de Medellín, íbamos a comenzar nuestro tour por Antioquía, y nos acercamos a Turoll a negociar el coche.

Turoll - Medellín
No hubo ningún problema, pagando un poco más podríamos devolver el coche en la localidad de Pereira tres días después. Nos volvieron a dar el mismo Chevrolet Spark.

Tráfico - Medellín
Nos pusimos rumbo al oeste, dejando atrás el caótico tráfico de Medellín, ciudad que nos había encantado.

Santo Tomás - Amagá
Pronto estábamos metidos en plena selva Antioqueña con unos paisajes muy verdes, y un ambiente mucho menos contaminado.

Santo Tomás - Amagá
Paramos a estirar un poco las piernas en Santo Tomás, una restaurante en mitad del camino situado en la localidad de Amagá.

Santo Tomás - Amagá
El Chevrolet Spark estaba bien para distancias cortas, cuando llevábamos más de una hora, se notaba que estaba pensado para ciudad.

Santo Tomás - Amagá
Continuamos nuestro camino por la Ruta 60, una carretera de montaña, hasta que nos paró un control militar.

Ruta 60 - Colombia
Al principio nos asustamos, pero viendo que nos estaban tratando con mucha educación y respeto, nos relajamos.

Ruta 60 - Colombia
Poco más de tres horas después de haber salido de Parque Lleras, estábamos entrando por la calle principal de Jardín.

Centro Histórico - Jardín
Habíamos tardado más de 3 horas en recorrer 130 kilómetros, con una breve parada, eso si. Habría que armarse de paciencia al día siguiente.

Centro Histórico - Jardín
Fuimos directamente a Canto de Agua, nuestro hostal, a hacer el check in y dejar las cosas antes de echarnos a la calle a buscar donde almorzar.

Restaurante Doña Hilda - Jardín
No nos lo pensamos mucho, y cuando vimos el rotulo de Restaurante Doña Hilda en la Carrera 5, entramos.

Restaurante Doña Hilda - Jardin
Tras una buena sopa de frijoles y una saborsísima bandeja paisa, teníamos energía suficiente para recorrer Jardín.

Centro Histórico - Jardín
Sin duda alguna, estábamos en uno de los pueblos más auténticos de Antioquía, a pesar de la relativa cercanía con Medellín.

Centro Histórico - Jardín
Las coloridas calles y los balcones de maderas no estaban decoradas así para agradar al turista, más que nada porque no había ninguno.

Centro Histórico - Jardín
Además de nosotros, que llamábamos la atención de los vecinos, que eran de lo más simpático dándonos conversación.

Centro Histórico - Jardín
Cuentan que el nombre del pueblo viene del momento en el que los fundadores descubrieron el valle donde ahora se encuentra.

Centro Histórico - Jardín
Al verlo lleno de Yarumos Blancos, y atravesado por los dos riachuelos que lo cruzaban, exclamaron: "Esto es un Jardín".

Centro Histórico - Jardín
Pronto llegamos a la plaza mayor, que como estábamos acostumbrados ya, allí también se llamaba Parque Principal.

Parque Central - Jardín
Los bares tenían todavía todas las terrazas montadas con sillas de colores, lo que le daba una imagen muy original.

Parque Principal - Jardín
El conjunto se complementaba con los tenderetes de mercadillos de fruta colocados a lo largo de la plaza.

Parque Principal - Medellín
Pero la que se llevaba la palma era la Basílica de la Inmaculada Concepción, como decían, una de las más bonitas de Colombia.

Basilica Inmaculada Concepción - Jardín
Tras visitarla por dentro, nos acercamos a una de las terrazas coloniales, donde se concentraba el mayor ambiente a esas horas.

Café de los Andes - Jardín
Elegimos el Café de los Andes para sentarnos, y por fin pude probar un café colombiano muy rico, aunque eso si, pagándolo más caro.

Café de los Andes - Jardín
Luego nos acercamos a otra de las mayores atracciones del pueblo, un teleférico que llevaba al Mirador Cristo Rey.

Teleférico - Jardín
Pero según ponía en el cartel, se encontraba cerrado por falta de mantenimiento, por lo que no podríamos subir, ya que entre nosotros y el mirador teníamos la Quebrada Salada.

Quebrada Salada - Jardín
Entonces, tras explorar los alrededores, entre la Calle 9 y la Calle 10 vimos que salía un pequeño sendero.

Sendero a Cristo Rey - Jardín
Nos aventuramos a seguirlo y aparecimos en un puente que solventaba el problema de acceder al otro lado del rio.

Sendero a Cristo Rey - Jardín
El sitio era espectacular, pero no estábamos seguros si era transitable para el público, porque parecía que atravesaba fincas.

Sendero a Cristo Rey - Jardín
Incluso tuvimos un encuentro con un perro que nos hizo darnos la vuelta, pero que inmediatamente fue amarrado por su dueño.

Sendero a Cristo Rey - Jardín
Nos dio luz verde a continuar, ya que nos explicó que era cierto que eran fincas, pero transitables al estar en un camino público.

Sendero a Cristo Rey - Jardín
También nos comentó que la mayoría de ellas estaban dedicadas a explotar la coffea, es decir, la planta del café.
Café - Jardín
Finalmente llegamos a lo alto del mirador, el sendero llegaba justo donde terminaban los cables del teleférico.

Mirador Cristo Rey - Jardín
Desde lo alto se podía distinguir perfectamente la ubicación del pueblo en mitad del valle, y lo que debieron ver los colonizadores allá por el 1860.

Mirador del Cristo Rey - Jardín
Cuando decidimos bajar nos pilló el atardecer, lo que hacía todavía la estampa más bonita con el cielo anaranjado.

Sendero a Cristo Rey - Jardín
Y cuando llegamos a la altura del rio, nos fijamos que se juntaba con otra quebrada formando una charca, seguramente aprovechable los días de mayor calor.

Quebrada Salada - Jardín
Había valido pegarse la caminata, a pesar de la humedad que hacía. Ya era casi de noche cuando llegamos al pueblo.

Centro Histórico - Jardín
Nos sentamos a tomar una merecida cerveza en una de las terrazas del Parque Central, que se estaba llenando.

Parque Central - Jardín
Y para cuando decidimos buscar donde cenar, nos pilló un diluvio importante mientras andábamos por las calles.

Diluvio - Jardín
Entre que muchos restaurantes ya habían cerrado sus cocinas, y que no paraba de llover, optamos por cenar en el Giardino, una pizzería.

Giardino - Jardín
Definitivamente, no era la mejor cena en lo que llevábamos de viaje. Cuando escampó nos acercamos al Parque Central.

Parque Central - Jardín
Allí, todos los bares situados a la izquierda de la plaza se habían convertido en pubs donde la salsa y el reggaeton atronaban.

Blanco y Negro - Jardín
Nos decantamos por el Blanco y Negro, el que tenía mejor pinta para tomar unos aguardientes antioqueños.

Aguardiente Antioqueño - Jardín
Definivamente, no estábamos en los pubs internacionales de Parque Lleras, esto si era bastante más colombiano.

Blanco y Negro - Jardín
Estuvimos allí hasta que nos cansamos, y como el hostal estaba un poco lejos, cogimos un rickshaw para volver a casa.

Rickshaw - Jardín
Había sido una de las mejores decisiones el ir hasta Jardín a conocer una Colombia fuera del circuito turístico.

DIA 6

El día de mi cumpleaños amaneció lluvioso, pero al menos el desayuno de Canto de Agua y sus vistas fueron un buen regalo.

Desayuno Canto de Agua - Jardín
Apetecía quedarse allí, pero cuando oimos que la carretera que llevaba directo hasta Pereira no estaba asfaltada, tuvimos que variar nuestro itinerario, alargándolo al menos una hora.

Gasolinera Terpel - Jardín
A la salida de Jardín, paramos a repostar en una gasolinera Terpel, donde encontramos un buen muestreo de camiones colombianos.

 Gasolinera Terpel - Jardín
Nos pusimos en camino, pensábamos que tendríamos por delante unas cuatro horas para llegar hasta Pereira.

Via A Jericó - Colombia
Entonces, llegamos a la altura del desvío a Jericó, un pueblo que nos habían recomendado comiendo en Santa Fé.

Via A Jericó - Colombia
Ahí descubrimos que había habido un derrumbamiento y la carretera hasta Pereira no se encontraba operativa.

Via a Jericó - Colombia
Por eso, tuvimos que desviarnos a Jericó, subiendo un inmenso puerto de montaña con unas vistas preciosas.

Centro Histórico - Jericó
Nuestra prioridad era encontrar cuanto antes la carretera de acceso a Támesis, que engancharía al otro lado del derrumbe en la carretera principal.

Centro Histórico - Jericó
Pero conforme atravesamos el pueblo y llegamos al otro lado, vimos que nuestro pequeño Stark no iba a aguantar más de 2 kilómetros por esa carretera sin asfaltar.

Parque Principal - Jericó
Y menos aun con las lluvias torrenciales que caían cada media hora, las posibilidades de pinchar o sufrir un derrumbe eran altas.

Parque Principal - Jericó
Por lo que aparcamos cerca del Parque Principal, y buscamos un sitio donde pillar wifi, ya que la cobertura era regular, y sentarnos a hablar de como salir de esa.

Güai Fay - Jericó
Si Jardín era poco turístico, esto ya era nada turístico. Finalmente encontramos un cafetería con güai fay y pedimos un café, por cierto muy rico.

Parque Principal - Jericó
Discutimos las opciones posibles, una era quedarnos allí hasta que abriera la carretera, que no sabíamos cuando sería.

Parque Principal - Jericó
Las otras dos pasaban por volver a Medellín a deshacernos del coche, una era volar de allí a Pereira y disfrutar El Valle del Cocora.

Centro Histórico - Jericó
Y la otra, volar directos a Cartagena, estar un día más de Medellín y olvidarnos del sur de Antioquía.

Parque Central - Jericó
Aunque no nos gustara, optamos por esa última, pues era la más sensata. Pusimos rumbo a Medellín, deseando que no hubiera habido más derrumbes.

De Jardín a Pereira - Colombia
Pero cuando llegamos a la Carretera 25B, nos encontramos la sorpresa de que había vuelto a ser abierta al tráfico.

De Jardín a Pereira - Colombia
No nos lo pensamos dos veces y regresamos al plan original, nuestro destino volvía a ser Pereira a pesar de las lluvias.

La Pintada - Colombia
Cuando nos entró hambre, estábamos pasando por la Pintada. Allí nos decantamos por El Amigo Pipe para pedir un buen pollo asado con patatas.

El Amigo Pipe - La Pintada
Aun nos quedaba bastante camino por recorrer, y conforme avanzábamos, nos encontrábamos con todo tipo de carretras.

De Jardín a Pereira - Colombia
Autovias que de repente pasaban a tener tramos a medio construir, carreteras comárcales con varias travesías.

De Jardín a Pereira - Colombia
Pero todas tenían algo en común: Los Pare-Siga y que los conductores colombianos conducían como locos, con adelantamientos triples en algunas ocasiones.

De Jardín a Pereira - Colombia
Cuando nos acercábamos a Pereira ya estaba atardeciendo, y en la circunvalación nos paró un control militar, esta vez con interrogatorio incluido. No tuvo mayores consecuencias, de nuevo fueron educadísimos.

Peaje - Jardín
Pagamos un peaje y ya de noche cerrada, nos dedicamos a buscar el Hostal Colibrí, en la barriada de Los Alpes.

Kolibrí Hostel - Pereira
Se encontraba un poco alejado del centro, pero nos daba un poco igual, allí teníamos bar y no teníamos ningunas ganas de movernos.

Kolibrí Hostel - Pereira
Además habíamos venido a ver El Valle del Cocora, que estaba en Salento, más caro para dormir, por lo que no teníamos mucho interés en Pereira.

Kolibrí Hostel - Pereira
Por eso, mientras cenábamos, pensamos que, aunque tuviéramos la noche pagada, no estaría mal ahorrarnos un poco de coche, yendo y viniendo el mismo dia, y dormir en Salento al día siguiente.

DIA 7

Después de un día de conducción como el anterior, dormí como una marmota, por lo que amanecí nuevo.

Desayuno en Kolibrí - Pereira
Y con un desayuno como el que nos pusieron en Kolibrí, donde eran bastante graciosos con las peticiones en zonas comunes, estaba listo para explorar de nuevo.

Consejo - Kolibrí
Nos pusimos en marcha para dirigirnos un poco más al sur, a la localidad de Salento, situada a una hora.

Pereira a Salento - Colombia
Al llegar, Francis se ofreció a buscar alojamiento para pasar la noche allí como habíamos planeado la noche anterior.

Centro Histórico - Colombia
La verdad es que era un pueblo bastante más pequeño que la ciudad de Pereira, y para salir a cenar y tomar algo, iba a ser más cómodo.

Centro Histórico - Salento
La localidad de Salento era claramente más turística, tenía un punto intermedio entre Jardín y Guatapé.

Centro Histórico - Salento
Su casco histórico, también muy colorido y colonial, tenía parte claramente dedicadas al turismo, y otras frecuentada por los locales.

Centro Histórico - Salento
Mientras Francis seguía buscando alojamiento, nosotros nos repartimos, Antonio se puso a la cola de los Willys.

Willys - Salento
Estos Jeeps tuneados eran los que nos llevarían hasta el inicio de la ruta de senderismo por El Valle del Cocora, y para cogerlos había una fila importante.

Puestos de Fruta - Salento
Y Villegas y yo nos pusimos a buscar unos sandwiches, agua y fruta para comer en el valle mientras hacíamos la excursión.

Valle del Cocora - Salento
Finalmente nos juntamos todos a punto de que llegara nuestro turno, teníamos comida, alojamiento y comenzábamos la excursión.

Valle del Cocora - Salento
Para realizar el trayecto, al ser muchos dentro, me colgué de la parte trasera del Willys para no perder detalle del paisaje.

Valle del Cocora - Salento
Cuando llegamos al parking, nos dimos cuenta de que no hubiera hecho falta coger el Jeep, la carretera estaba totalmente asfaltada.

Valle del Cocora - Salento
Al menos habíamos tenido la experiencia de montarnos en uno de ellos, pero si la cola iba a ser igual a la vuelta, había sido un error.

Valle del Cocora - Salento
Elegimos la ruta senderista larga, que según decían, nos llevaría unas cinco horas pasando por La Casa de los Colibrís.

Valle del Cocora - Salento
El trekking comienza por un sendero completamente llano, con prados que no anticipan que vaya a ver un desnivel muy grande.

Valle del Cocora - Salento
Luego comienza a adentrarse poco a poco en la selva, hasta que te ves envuelto completamente por vegetación.

Valle del Cocora - Salento
De vez en cuando van apareciendo algunos turistas que han decidido hacer la ruta a caballo en vez de a pie.

Valle del Cocora - Salento
Entonces se comienza a seguir el Rio Quindio, teniéndolo que cruzar en varias partes por puentes colgantes bastante divertidos.

Valle del Cocora - Salento
Luego, tras una pendiente que solo se pone pronunciada en el tramo final, se accede a la Casa de los Colibrís.

Valle del Cocora - Salento
Allí hay una especie de bar, y fue el sitio ideal para sentarnos a tomar nuestro sandwich en una de las mesas.

Valle del Cocora - Salento
Los Colibrís van y vienen todo el tiempo, bebiendo agua de unos bebederos artificiales, y están bastante acostumbrados a la presencia de senderistas.

Valle del Cocora - Salento
Posteriormente, hay que deshacer el camino hasta el final de la cuesta y tomárselo con muchísima calma.

Valle del Cocora - Salento
Casi todo el desnivel de la ruta se concentra en la última subida, que en un día caluroso como ese, se puso más cuesta arriba de lo esperado.

Valle del Cocora - Salento
Finalmente, se llega al punto más alejado de la ruta circular completando casi 400 de los 600 metros de desnivel en ese última empujón.

Valle del Cocora - Salento
Desde ahí, todo lo que queda de la ruta es cuesta abajo, pero el paisaje durante esa bajada es espectacular.

Valle del Cocora - Salento
Cocora era el nombre de una princesa Quimbaya, hija del cacique Acaime, y cuyo significado es Estrella de Agua.

Valle del Cocora - Salento
Inicialmente era llamado Cañón del alto Quindio, nombre correspondiente al Rio de mismo nombre que atraviesa el valle.

Valle del Cocora - Salento
Tras sufrir modificaciones orográficas a lo largo de varias décadas, el nombre adoptado fue el de Cocora.

Valle del Cocora - Salento
Existen dos versiones, una relacionada con la manera que tenían los antiguos indígenas de llamar a la palma de cera, típica del paisaje.

Valle del Cocora - Salento
Y la otra, de que era la onomatopeya del sonido que emitía algún tipo de ave autóctona entre los arbustos.

Valle del Cocora - Salento
Nos había estado pegando el sol todo el día, pero conforme estábamos llegando al final de la ruta estaba hasta empezando a hacer frio.

Valle del Cocora - Salento
Finalmente llegamos al final de la ruta más famosa del eje cafetero, había sido una pasada, y habíamos tardado poco más de cinco horas.

Valle del Cocora - Salento
Y tal y como nos habíamos imaginado, la cola para coger un Willy era impresionante, tardamos casi media hora en subirnos a uno.

Valle del Cocora - Salento
Nos devolvió al Parque Central y nos pasamos por La Estrella de Agua, el hostal que habíamos reservado una habitación cuádruple para pasar la noche.

Estrella de Agua - Salento
Estaba bastante bien, y tras darnos una ducha, salimos a dar una vuelta por el centro histórico de Salento.

Mirador Alto De la Cruz - Salento
Siguiendo al este desde el Parque Central, encontramos una escalera larguísima que nos llevó al Mirador Alto de la Cruz.

Mirador Alto De la Cruz - Salento
Ya habíamos tenido buenas vistas a lo largo del día, pero el atardecer sobre El Valle del Cocora y Salento desde allí fue una pasada.

Centro Histórico - Salento
Bajamos a dar una vuelta por el centro histórico, que estaba muy lleno, y buscamos un sitio para cenar.

Centro Histórico - Salento
Nos quedamos con el restaurante Piccola Italia, un sitio familiar donde pedí algo de pescado para variar un poco.

Piccola Italia - Salento
Después me fui directamente al hostal, me había pegado el sol más de la cuenta y tenía ganas de descansar un rato en la habitación antes de acostarme.

DIA 8

Habíamos dormido bastante bien, y nos despertamos relativamente temprano para poder aprovechar el día.

Estrella de Agua - Salento
No nos iba a dar tiempo a seguir recorriendo Salento, pero si que nos sentamos en el jardín a tomar el desayuno que nos ofrecía el hostal.

Desayuno - Salento
Luego fuimos al parking a la entrada del pueblo donde habíamos aparcado el coche y pusimos rumbo a Pereira.

Pereira - Colombia
Por lo pronto, aprovechamos el desayuno incluido en el Hostal Kolibri, ya que aunque no dormimos allí, si habíamos pagado la noche.

Desayuno en Kolibrí - Pereira
Era una hora un poco tonta, porque no volaríamos hasta mediodía. Teníamos pensado visitar un rato el centro de Pereira.

Taxi - Pereira
A continuación, ocurrió una de las cosas más surrealistas que me han pasado en un viaje, cuando subimos al taxi que nos llevaría al centro, el conductor al oír hablar a Villegas, preguntó si veníamos de Motril.

Taxista Motrileño - Pereira
Se había tirado allí viviendo durante varios años, y estuvimos charlando de lugares comunes todo el camino hasta el centro.

Plaza de Simon Bolivar - Pereira
Nos quedamos a cuadros por encontrarnos con alguien así en una ciudad remota de Colombia. Nos dejó en la Plaza de Bolivar.

Plaza de Simon Bolivar - Pereira
Allí, ademas de la estatua de Simón Bolivar en el centro, se encontraba La Catedral de Nuestra Señora de la Pobreza.

Catedral Nuestra Señora de la Pobreza - Pereira
El templo de estilo románico medieval destaca más por su interior de madera que por su sobrio exterior.

Catedral Nuestra Señora de la Pobreza - Pereira
Dimos una vuelta por el centro de Pereira, que era una ciudad capital más que un pueblo acogedor de los que habíamos estado viendo esos dias.

Centro - Pereira
Pero al menos las calles del centro que vimos estaban bastante limpias, y las fachadas de los edificios muy cuidadas.

Centro - Pereira
Y en la Plaza de Simón Bolivar algunos locales se ofrecían a jugar partidas de ajedrez, algo a lo que Francis se apuntó.

Ajedrez - Pereira
Pero no nos dio tiempo a ver mucho más, era hora de coger un taxi que nos llevara a coger las maletas al hostal.

Palta - Pereira
Allí nos despedimos de nuestro Spark, ya que en Turoll nos dijeron que dejáramos las llaves en recepción y alguien se encargaría de recogerlo.

Aeropuerto Internacional Matecaña - Pereira
El mismo taxi nos estaba esperando para llevarnos al aeropuerto, y por primera vez, un taxista nos intentó timar metiéndonos 6€ de más en el precio de la carrera.

Aeropuerto Internacional Matecaña - Pereira
Al ir a embarcar, nuestro vuelo no aparecía en ninguna parte, y es que lo habíamos comprado para el día anterior cuando hicimos el planning del viaje. Era para el día 6, y estábamos a día 7.

De Pereira a Cartagena - Air Colombia
La solución se redujo a comprar sobre la marcha otro por unos 120€, no nos quedaba otra si queríamos volar una hora después a Cartagena sin perder ningún día.

Aeropuerto Internacional Rafael Nuñez - Cartagena
Eran los contras de planificar con tanta antelación, que a veces la organización fallaba. No le dimos más vueltas.

Avenida Santander - Cartagena
Nada más bajar del avión, nos dimos cuenta de que habíamos llegado al Caribe, el calor y la humedad eran una pasada.

Getsemaní - Cartagena
Le pedimos al taxista que nos llevara a One Day Hostel, donde nos alojaríamos durante nuestra estancia en Cartagena, en el barrio de Getsemaní.

Getsemaní - Cartagena
Se encontraba fuera de la ciudad amurallada, pero en una zona que podía considerarse casco histórico por sus estrechas calles y su estilo colonial.

Getsemaní - Cartagena
Dejamos las maletas y nos dirigimos hacia la Ciudad Amurallada pasando por el Muelles de los Pegasos.

Muelle de los Pegasos - Cartagena
Tras unos 15 minutos de caminata, estábamos atravesando la Puerta De la Torre del Reloj en la Plaza de La Paz.

Torre del Reloj - Cartagena
Sin duda alguna, Cartagena de Indias estaba mucho más acostumbrada al turismo que cualquier otra ciudad en la que hubiéramos estado hasta entonces.

Plaza de los Coches - Cartagena
No solo por los tours que ofrecían en cada esquina, ni los espectáculos musicales en las plazas, si no por la prostitución tan obvia.

Monumento Pedro de Heredia - Cartagena
Nos perdimos por las calles de la ciudad amurallada colonial, mucho más señorial que la de otras ciudades colombianas.

Ciudad Amurallada - Cartagena
Estuvimos paseando durante un buen rato hasta que entramos a tomarnos unas cervezas, casi a precio europeo, en el Restaurante Fuego Santo.

Restaurante Fuego Santo - Cartagena
Pero bien lo valía por la música en directo, aunque era demasiado ruidoso para cenar, por lo que nos echamos de nuevo a la calle.

Ciudad Amurallada - Cartagena
Como no teníamos mucha hambre, optamos por dar un paseo hasta la zona donde teníamos el hostal para cenar en un sitio más barato.

Ciudad Amurallada - Cartagena
Fuera de las murallas seguía habiendo gente, pero el barrio de Getsemaní, estaba bastante más tranquilo.

Restaurante Basílica - Cartagena
Muy cerca del hotel, en la Plaza del Pozo, nos sentamos en el Restaurante Basílica, donde pedimos unas pizzas muy ricas.

Restaurante Basílica - Cartagena
Y aunque el precio seguía siendo más caro que en otros sitios, no era nada exageradamente caro. Tras eso nos fuimos al hostal a relajarnos un rato.


Continua en Del Caribe a Los Andes: Colombia y Perú (Parte 2)

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