Berlín y Potsdam

- Fecha: Del Miércoles 6 de Diciembre al Domingo 10 de Diciembre de 2017 (5 DIAS)
- Paises: Alemania
- Ciudades Visitadas: Berlín y Potsdam. 
- Medio de Transporte: Coche, Avión, Metro y Tranvía. 
- Acompañantes: Cecilio, Yeya, Ana, Manolo, Maricarmen, Jorge, Juan Luis, José Antonio, Antonia, Toñi, Rafa, Miguel, Belen, Antonio, Magdalena, Francis e Isa.
- Sonaba en la radio: Havana, Perfect & Dusk till Dawn
- Presupuesto aproximado: 600€

Mapa de la ruta

Berlín era uno de esos destinos en los que había estado hacía casi diez años y del que a penas recodaba nada. Era necesario revisitarla para refrescar un poco la memoria y sobre todo, volver a probar las famosas jarras de cerveza alemana.

Los viajeros
Sorprendentemente, la propuesta de visitar la capital teutona tuvo gran acogida por parte del grupo de viajeros asiduos, al que se sumaron caras nuevas. Al realizarse la compra de billetes escalonadamente el precio varió casi 100€ entre unos y otros, pero finalmente nos juntamos un grupo de 18.

Lo malo de ser un grupo tan numeroso iba a ser montar la logística para dormir, cosa que nos solucionó Halcón Viajes, y para comer, para lo que tendríamos que dividirnos. Por otro lado, lo bueno es que habría varios planes alternativos a los que sumarse, por lo cual la diversión estaba asegurada.

DIA 1

Saldríamos en varios coches dede Granada y Motril, pero no tuvimos que darnos ningún madrugón, porque volábamos a las 5 de la tarde.

Boarding to Berlin - Malaga
Después de unas tres horas y media de vuelo sin mayor incidencia estábamos aterrizando en Berlin, donde nos esperaba el bus que habíamos contratado.



Transfer - Berlin
Lo que no esperábamos era, ni el frio tan horroroso que nos encontramos, ni que nos pusieran un autobús de dos plantas para nosotros solos debido a que no les quedaran micro buses disponibles.

Kurfürstendamn - Berlin
Tras un trayecto de lo más cómodo, en solo media hora estábamos enfilando Kurfürstendamn, la avenida de referencia para localizar nuestro hotel.

Knese - Berlin
Y tras hacer el check-in, nos encontramos con el dilema de donde meternos para cenar fuera del horario alemán.

Knese - Berlín
Por suerte, frente al mismo hotel, teníamos el Knese, una taberna en la que estaban encantados de recibir a 18 turistas españoles.

Knese - Berlin
Cenamos muy bien, con un precio bastante contenido, y con cerveza muy rica, por lo que automáticamente decidimos que esa se iba a convertir en nuestra parroquia para terminar los días berlineses.

DIA 2

El hotel resultó ser bastante cómodo y tranquilo, y además nos ofrecía el desayuno de bufete libre incluido, lo que era un lujo.

Breakfast @ Mercure Chateau - Berlin
Una vez que que desayunamos, quedamos en reunimos en recepción bien abrigados para salir a buscar el metro.

Uhlandstrasse Metro - Berlin
Al pisar la calle nos dimos cuenta de que no nos habíamos quedado cortos con la ropa, más bien lo contrario.

Metro - Berlin
Sacamos los tickets, por supuesto sin encontrar revisor ni máquina de control, y nos metimos en el vagón amarillo canario.

Metro - Berlin
Nos dirigíamos a la isla de los museos, concretamente a Lustgarden, el parque donde habíamos quedado para hacer un Freetour.

Dom - Berlin
Pero cuando llegamos al punto de encuentro, frente a la catedral, resultó que al ser 18 no podríamos unirnos.

Dom - Berlin
Intentamos solucionarlo dividiéndonos en dos pequeños grupos, pero los guías se negaron rotundamente.

Dom - Berlin
Así que sin mayor problema, decidimos montárnoslo por nuestra cuenta ya que nos habíamos desplazado hasta allí.

Dom - Berlin
Comenzamos por el Berliner Dom, o Catedral de Berlin, que era el monumento que teníamos más a mano en la Isla de los Museos.

Dom - Berlin
A pesar de ser de finales de ser de 1905, La Catedral Evangélica en la estábamos tenía menos de 25 años, pues había sido completamente reconstruida y los trabajos terminaron 1993.

Dom - Berlin
Fue seriamente dañada durante la Segunda Guerra Mundial, y no volvió a abrir al público hasta el año 1975.

Dom - Berlin
Situada en plena isla de los museos, además de por su arquitectura neobarroca, es muy interesante porque ofrece la posibilidad de subir a la cúpula, que tiene muy buenas vistas.

Dom - Berlin
Además, la visita también incluye la cripta de los Hohenzollern, que alberga las tumbas de una de las dinastías soberanas germanas más antiguas.

Hohenzollern Krypta - Berlin
Al final no habíamos echado nada de menos la visita guiada, pues las habíamos apañado bastante bien a nuestro aire.

Spree Fluss - Berlin
Al salir de la catedral, en lugar de quedarnos en la isla de los museos, cruzamos el Rio Spree por el puente Schloss.

Unter Den Linden - Berlin
Entrando de lleno en Unter Den Linden, el Boulevard más famoso de la capital alemana, al menos hasta antes de 1945.

Unter Den Linden - Berlin
Hasta entonces, había sido el centro más importante de la vida cultural berlinesa hasta la llegada de la Segunda Guerra Mundial.

Bebelplatz Weihnachtsmarkt - Berlin
Posteriormente, quedó dentro de la República Democrática Alemana, siendo asilada del Berlin Occidental.

Bebelplatz Weihnachtsmarkt - Berlin
A partir de 1989, tras la caída del muro, empezó a ser renovada convirtiéndose en la amplia avenida que es ahora.

Bebelplatz Weihnachtsmarkt - Berlin
Otra de las zonas más icónicas de la ciudad, que no tiene un centro histórico al uso, es la Bebelplatz, antigua Plaza de la Opera.

Bebelplatz Weihnachtsmarkt - Berlin
Allí dimos con uno de los más famosos mercados navideños, conocidos como Weihnachtsmarkt que tenía de todo tipo de comidas, dulces y saladas.

Bebelplatz Weihnachtsmarkt - Berlin
Y aunque no hacía mucho que habíamos desayunado, no pudimos evitar pedir un Currywurst, salchichas al curry, una de las delicias alemanas.

Currywurst Sandwich - Berlin
Luego dimos una vuelta por Bebelplatz, tristemente famosa también por ser el lugar donde se produjo la quema de libros por las Juventudes Hitlerianas en mayo de 1933.

Bebelplatz - Berlin
Se escuchaba música de órgano en una iglesia situada en la esquina sureste de la plaza y nos acercamos.

St. Hedwigs Katedrale - Berlin
Nada más entrar, el concierto, que parecía ser finalmente solo un ensayo, terminó, pero gracias a eso tuvimos la oportunidad entrar a la Catedral de Santa Eduvigis.

St. Hedwigs Katedrale - Berlin
Y luego recorrimos el resto del Unter Den Linden para ir a parar a uno de los mayores iconos de la ciudad: La Puerta de Brandenburgo.

Brandenburger Tor - Berlin
Tras hacernos las fotos pertinentes, cruzamos la Plaza de la República para darnos de morros contra el edificio del Bundestag, o parlamento alemán.

Bundestag - Berlin
Otra de las visitas obligatorias es la de subir a la cúpula acristalada, por eso la teníamos concertada para el día siguiente.

Spree Fluss - Berlin
Por eso, dejamos el edificio atrás para cruzar de nuevo el Spree, esta vez por el Puente de Gustav Heinemann.

Hauptbahnhof - Berlin
Para plantarnos en la estación central, otra obra arquitectónica de lo más curioso, para coger un cercanías.

Hauptbahnhof - Berlin
Lo bueno de Berlin, es que el mismo ticket cubre metro, tranvía, autobuses y cercanías, por lo que no nos costó nada plantarnos en Alexanderplatz.

Weltzeituhr - Berlin
Al llegar al segundo centro neurálgico de la ciudad, nos encontramos con el famoso Reloj Mundial y con otro mercadillo navideño.

Alexanderplatz Weihnachtsmarkt - Berlin
Aunque había mucha oferta de comida, no teníamos ganas de almorzar de pie, por lo que localizamos el Restaurante Carambar, donde almorzamos unos cuantos.

Carambar -Berlin
No fue una delicatessen, pero el precio estaba acorde a lo que pedimos. Al salir ya había empezado a atardecer.

Alexanderplatz - Berlin
Y había comenzado a hacer más frio, por lo que una vez que estuvimos reunidos de nuevo, fuimos a tomar café en el Einstein, una franquicia alemana con muy buenos dulces.

Einstein Kaffee - Berlin
Ya más espabilados y con energías repuestas, nos dirigimos al norte de Alexanderplatz dando un paseo.

Scheunenviertel - Berlin
Nos adentramos en Scheunenviertel, el barrio judío berlinés, que no se debe entender como un ghetto al estilo de Praga o Cracovia.

Scheunenviertel - Berlin
La población judia Berlinesa era muy extensa, por lo que vivía por todas las partes de la ciudad, aunque aqui se encontraba la Sinagoga Mayor.

Scheunenviertel - Berlin
Nos dedicamos a visitar los patios interiores de Hackesche Hofe, declarados monumento histórico en 1972.

Scheunenviertel - Berlin
Sin embargo, más allá de ser simplemente una atracción turística, a partir de la caída del muro se invirtió en la zona.

Scheunenviertel - Berlin
Los espacios interiores de los patios se llenaron de tiendas de artesanía y cafeterías, convirtiéndose en centro cultural.

Scheunenviertel - Berlin
A dia de hoy es referencia de la vida nocturna de la ciudad, con decenas de pubs en las calles transversales.

Scheunenviertel - Berlin
Sin embargo, la que se lleva la palma es Oranienburger Strasse, donde también se encuentra la Sinagoga Mayor.

Hauptsynagoge - Berlin
Oranienburger Strasse se extiende a lo largo de varios kilómetros, y tiene decenas de bares de distintos ambientes.

Oranienburger Strasse - Berlin
Siguiendo hacie el norte, dimos con X-Terrain, un bar de lo más rústico que nos pudo albergarnos a todos.

X-Terrain - Berlin
Allí nos tomamos un par de cervezas, y tras eso, parte del grupo decidió retirarse a cenar a la zona del hotel.

QBA - Berlin
Otros nos quedamos, y localizamos muy cerca un restaurante cubano llamado QBA donde nos prepararon una mesa.

QBA - Berlin
Cenamos bastante bien, y además las camareras hablaban español, por lo que todo el grupo pudo pedir sin problemas.

Trabant 601 - Berlin
A la salida, nos encontramos con un Trabant 601, el coche típico de Berlin Este, en Oranienburger, donde había comenzado a llover.

Oranienburger Strasse - Berlin
Por lo que tuvimos que pegarnos un carrerón hasta la parada de metro de Oranienburger Tor, que quedaba a unos 200 metros.

Oranienburger Tor Metro - Berlin
Ya bajo tierra, pudimos calcular que la ruta más rápida para llegar hasta nuestro hotel era en cercanías en lugar de en metro, lo que nos dejaría en Savignyplatz.

Savignyplatz S-Bahn - Berlin 
Desde ahí nos dimos un paseo de unos 10 minutos, lo que nos abrió un poco más el apetito cervecero para acabar la noche en el Knese frente al hotel.

Knese - Berlin
Por suerte, había escampado y no nos habíamos mojado mucho en el chaparrón de media hora antes, si no hubiéramos tenido que irnos directamente a dormir sin degustar una buena Schöfferhofer.

DIA 3

La mañana se presentaba soleada, así que decidimos que era una buena ocasión para hacer una escapada a las afueras de Berlín.

Savignyplatz S-Bahn - Berlin 
Ibamos a visitar Potsdam, y para ello debíamos coger la linea en la que habíamos regresado la noche anterior, pero en dirección contraria.

Savignyplatz S-Bahn - Berlin 
Las paradas del cercanías dejaban bastante más que desear que las del metro, pero los trenes estaban bien cuidados igualmente.

From Berlin to Potsdam - Germany
Y además eran bastante puntuales, porque en unos 25 minutos de trayecto estábamos bajando en la estación de Potsdam.

Potsdam Hauptbahnhof - Potsdam
Estaba situada a las afueras, pero según lo que nos decía Google Maps, no estábamos a mucha distancia del centro.

Havel Fluss - Potsdam
Por eso decidimos olvidarnos del tranvía, sobre todo por el rollo de localizar cómo comprar billetes, y fuimos andando.

St. Nikolaikirche - Potsdam
Atravesamos el Puente Largo, que cruza el Rio Havel, y salimos casi enfrente de la Iglesia de San Nicolas.

Holländisches - Potsdam
De ahí fuimos a dar una vuelta por el casco histórico y acabamos sin saberlo pateando el Barrio Holandés.

Holländisches - Potsdam
Un pequeño reducto dentro de la zona antigua de la ciudad donde habitaban los holandeses que ayudaron a construir parte de Potsdam.

St. Peter and Paul Pfarrkirche - Potsdam
En la zona sur delimita con la Iglesia Católica de San Pedro y San Pablo, la más importante de la ciudad.

St. Peter and Paul Pfarrkirche - Potsdam
Y desde allí, nos encaminamos hasta el oeste y abandonamos el casco antiguo por la Puerta de Brandemburgo.

Friedenskirche - Potsdam
En unos minutos estábamos en plena naturaleza, y entramos en el Parque de Sanssoucci por la parte oriental.

Friedenskirche - Potsdam
A mano izquierda encontramos la Iglesia de La Paz, una parroquia situada a los pies del Lago de La Paz, dentro del mismo parque.

Schloss Sanssouci - Potsdam
Dimos una pequeña vuelta, pues parecía sacado de un relato medieval, pero en breve continuamos hasta la atracción principal.

Schloss Sanssouci - Potsdam
Sobre una larga escalinata, que seguramente en primavera debía tener a cada lado unos jardines espectaculares, descansaba el Palacio de Sanssouci.

Schloss Sanssouci - Potsdam
Construido entre 1745 y 1747, era el Palacio de Verano y residencia privada de Federico II el Grande, Rey de Prusia.

Schloss Sanssouci - Potsdam
Fue diseñado a su gusto hasta tal punto, que su estrafalaria decoración recibió el nombre de Rococó federiciano.

Schloss Sanssouci - Potsdam
En realidad, más que un gran palacio como Versalles, es una villa de tamaño mediano con "solo" diez habitaciones principales.

Schloss Sanssouci - Potsdam
En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en una atracción turística para los habitantes de Alemania del Este.

Schloss Sanssouci - Potsdam
Y tras la reunificación, se cumplió el sueño de Federico de "morir con su palacio" y sus restos fueron trasladados a los jardines.

Schloss Sanssouci - Potsdam
Conseguimos entrar con relativa facilidad tras pagar los 12€ y aguantar una pequeña cola, pero tuvimos que organizarnos en dos turnos, pues el máximo aforo eran 15 personas.

Schloss Sanssouci - Potsdam
Tras un pequeño malentendido con los de la taquilla, conseguimos recuperar 36€ que nos querían cobrar de más.

Friedensteich - Potsdam
Y nos pusimos camino de la estación deshaciendo el mismo camino, íbamos a hacer la visita a la cúpula del Reichstag.

S-Bahn - Potsdam
Entonces nos dimos cuenta de que la reserva la teníamos para el día anterior. Definitivamente, entre el free tour y eso, lo nuestro iba a ser improvisar durante el viaje.

Berliner Mauer East Side Gallery - Berlin
Por eso, saltamos la parada de Hauptbahnhof, y continuamos unas cuantas más hacia el este, hasta Ostbahnhof.

Berliner Mauer East Side Gallery - Berlin
Era la mejor parada para visitar la galería de arte al aire libre más grande del mundo, el East Side Gallery.

Berliner Mauer East Side Gallery - Berlin
Se trata del tramo más largo del Muro de Berlín que aun queda en pie que mide poco más de 1300 metros.

Berliner Mauer East Side Gallery - Berlin
Está situado en la ribera del Rio Spree, lo cual notamos nada más acercarnos por el frio cortante que hacía.

Berliner Mauer East Side Gallery - Berlin
Nada más caer el muro, 118 artistas de 21 países diferentes decoraron el lado oriental con murales de varios estilos.

Berliner Mauer East Side Gallery - Berlin
Sin embargo, todos tienen algo en común, están relacionado con cambios politicos sucedidos entre 1989 y 1990.

Berliner Mauer East Side Gallery - Berlin
La idea era hacer un homenaje a la libertad y a la esperanza por un mundo mejor al terminar la Guerra Fría.

Berliner Mauer East Side Gallery - Berlin
Uno de los murales más icónicos es el del Trabbant 601, el coche típico de Alemania del Este, como el que habíamos visto la noche anterior, atravesando el muro.

Berliner Mauer East Side Gallery - Berlin
El otro, sin duda, el del beso entre Honecker, líder de la Alemania Oriental y Breschnew, de la Unión Sovietica.

Berliner Mauer East Side Gallery - Berlin
La galeria se ha ido deteriorando y siendo objeto de actos vandálicos, por lo que ha sido restaurado en varias ocasiones, aunque ha servido de poco.

Berliner Mauer East Side Gallery - Potsdam
Nos estábamos muriendo de frio, y ya iba siendo hora de comer, así que hicimos caso a google, y buscamos valoraciones de un restaurante que sirviera un buen codillo.

Samariterviertel - Potsdam
Quedaba a media hora en tranvía, pero nos arriesgamos a desplazarnos al barrio obrero de Samariterviertel, al este de la ciudad.

Eisbein Eck - Berlin
Al llegar, el bar llamado Eisbein Eck no era lo que esperábamos, solo un pequeño local de barrio donde no nos podían dar de comer a 18.

Sindibad - Berlin
Por eso, vimos que la mejor opción era dividirnos, y unos cuantos acabamos en un turco llamado Sindibad.

Sindibad - Berlin
Sin duda, no había sido el mejor almuerzo desde que habíamos llegado a Alemania, pero nos hizo el apaño.

Rosenthaler Platz - Berlin
Para cuando terminamos de comer ya se había hecho de noche, y optamos por movernos a una zona que tuviera más ambiente: Rosenthaler Platz.

Rosenthaler Platz - Berlin
Allí dimos con Taproom, un local bastante amplio donde acomodarnos todos para echar la tarde degustando unas buenas cervezas alemanas.

Taproom - Berlin
Cuando salimos, unos cuantos decidieron volver al barrio del hotel para cenar más tranquilos, otros nos quedamos por el centro.

Rosenthaler Platz - Berlin
Pero cambiamos de tercio y cogimos un tren para desplazarnos a la zona sur, hasta la parada de Kottbusser Tor.

Kottbusser Tor - Berlin 
Es una de las paradas más cercanas para llegar a Kreuzberg, más conocido como el barrio okupa de Berlin.

Kreuzberg - Berlin
La primera impresión al salir del metro fue la de estar en un sitio bastante normal, lleno de bares y gente joven arremolinada en la puerta.

Kreuzberg - Berlin
Pero conforme nos alejábamos de la parada, iba habiendo menos alumbrado público, y nos preguntábamos si no habíamos metido la pata yendo hasta allí.

Kreuzberg - Berlin
Sobre todo por lo dejado de todas las fachadas de los edificios, y la poca gente que se movía a pie por la zona.

Kreuzberg - Berlin
Pero nada más lejos, en cuanto dimos la siguiente esquina volvíamos a estar en una avenida llena de vida.

Kreuzberg - Berlin
Los graffitis, con mejor o peor gusto, formaban parte del decorado urbano de Kreuzberg, hasta en los sitios más insospechados.

Kreuzberg - Berlin
Nos costó decirnos, porque la variedad era muy grande, pero al final, para tomar una cerveza, nos decantamos por el Milchbar.

Milchbar - Berlin
Había buena música y se veía que había gente que ya llevaba de fiesta desde varias horas antes de nuestra llegada.

Milchbar - Berlin
Pero la cerveza era barata, ya que estábamos en zona estudiantil, y además no había nadie metiendo la pata, por lo que nos quedamos un buen rato.

Milchbar - Berlin
Estaba comenzando a apretar el hambre, pero no era hora de sentarse a cenar en ningún restaurante, así que nos apañamos con un par de porciones de pizza en el local vecino.

Dinner - Berlin
Tras eso, salimos a dar otra vuelta por la zona, y visitamos un par de locales, pero los precios se disparaban pues eran bastante más pijos.

Kreuzberg - Berlin
Así que decidimos volver a casa, porque ya se estaba haciendo tarde, pero de camino al metro encontramos el Monarch.

Monarch - Berlin
En lo que parecía la segunda planta de un centro comercial en desuso, se estaba montando una fiesta importante.

Monarch - Berlin
Subimos por las escaleras sin mucha confianza y unos porteros nos dejaron pasar al pub, que estaba a reventar de gente.

Monarch - Berlin
Y aunque la música electrónica no es mi favorita, con ese ambientazo bien valía la pena pedirse al menos la última cerveza.

Monarch - Berlin
Cuando salimos ya eran más de las dos de la mañana, y nos dirigimos a la parada de metro, que por suerte seguía abierto.

Kottbuser Tor - Berlin
Y no solo la entrada a la parada, si no varios locales de comida rápida para poder irse a la cama con el estómago lleno.

Kottbuser Tor - Berlin
El único "pero", era que la frecuencia de los trenes se había reducido bastante a esa hora, por lo que hubo que esperar un buen rato.

Kottbuser Tor - Berlin
Finalmente llegó el nuestro, que nos llevó directos hasta Uhlandstrasse, la parada a cinco minutos andando del hotel.

DIA 4

A pesar de habernos recogido tan tarde, no nos costó trabajo levantarnos a la mañana siguiente, que nos mostró un paisaje bien distinto.

Knesebeckstrasse - Berlin
Estaba cayendo una nevada bastante copiosa, lo que anticipaba que íbamos a pasar un día de lo más frio.

Knesebeckstrasse - Berlin
Por eso, algunos más cautos optaron por dirigirse directamente a la Isla de los Museos, a estar a resguardo de la tormenta en Pérgamo.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
Otros nos lanzamos a la parada de metro de Uhlandstrasse para coger la linea 1 y bajarnos cuatro paradas después en Nollendorfplatz.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
A pesar de la nevada, que amainaba a ratos, íbamos a patearnos las calles del barrio residencial de Schöneberg.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
Al bajar del metro, seguimos el flujo de gente que bajaba hacia el sur por la calle Maassenstrasse, a los que le importaba poco la tormenta.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
Y aparecimos en Witerfeldplatz, uno de los puntos más animados del barrio, que albergaba uno de los muchos mercados de sábado de la ciudad.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
El hecho de que Berlin sea una ciudad relativamente nueva que se redistribuyó tras la caída del muro en 1989, hace que no tenga un centro de la ciudad definido.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
Gracias a ello, los turistas no se aglomeran en las atracciones, ni saturan los mercados, como podría pasar en Londres o Paris.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
Por ello, pasear entre los puestos era un placer, a pesar de la continua llovizna que hacía que se mojara el género, cosa que a los tenderos no les importaba mucho.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
El mercado de Witerfeldplatz estaba principalmente centrado en frutas, verduras y flores, aunque también ofrecían comida para llevar.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
Algo que, sorprendentemente, funcionaba desde las 10:00 de la mañana, hora que se nos antojaba muy rara a los españoles para estar pensando en el almuerzo.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
Por último, aunque ni de lejos era la especialidad, también ofrecían algunos souvenirs para los pocos turistas que deambulábamos por ahí.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
Aunque gracias a Easyjet y su estricta política de equipaje, comprar algún recuerdo un poco más grande de lo normal no era una opción viable.

Witerfeldplatz Wochenmarket - Berlin
Cuando nos cansamos de dar vueltas por el mercado, seguimos una de las tuberías rosas que recorren la ciudad.

Kielganstrasse - Berlin
Al estar Berlín asentada sobre una ciénaga, cada vez que se construye un edificio nuevo, para evitar que los cimientos se hundan, tienen que sacar el agua del subsuelo.

Landweherkanal - Berlin
Lo hacen con estas tuberías, que recorren calles y plazas de la ciudad para acabar depositando este agua en el Rio Spree o en canales como el Landweherkanal, donde acabamos desembocando siguiendo el tubo rosa.

Tiergarten - Berlin
Atravesamos el Puente de Brendel y enfilamos Stauffenbergstrasse hasta que salimos al famoso Tiergarten.

Tiergarten - Berlin
El gigantesco parque de 210 hectáreas es el equivalente al Central Park neoyorquino o al Hyde Park londinense.

Tiergarten - Berlin
La diferencia fue que, gracias a la mañana tan desapacible que hacía, estábamos completamente solos por allí.

Tiergarten - Berlin
Dimos un paseo, y acabamos desembocando al este, donde el parque limita con el Monumento a los Judios asesinados en Europa.

Denkmal für die ermordeten Juden Europas - Berlin
Uno de esos sitios que te dejan sin respiración, situado en pleno centro geográfico de la ciudad y de acceso gratuito, una buena forma de reconocer errores del pasado para intentar no repetirlos.

Denkmal für die ermordeten Juden Europas - Berlin
Como contraste, aledaño al monumento, encontramos Cora Berliner Strasse, una calle peatonal de lo más animada y colorida con cafeterías, terrazas y hasta un Trabant 601 de lo más curioso.

Trabant 601 - Berlin
Continuamos nuestra ruta caminando, cambiando el rumbo hacia el sur de la ciudad, atravesando el Mall of Berlin, una calle peatonal techada llena de tiendas.

Mall of Berlin - Berlin
Nos vino de perlas, porque había vuelta la nevada, y al otro lado desembocamos frente al Bundesrat, el Consejo Federal de los 16 estados alemanes.

Bundesrat - Berlin
Y siguiendo hasta el sureste por la Avenida Leipziger, llegamos al limite con Kreuzberg, el barrio en el que habíamos estado la noche anterior.

Friedrichstrasse - Berlin
Al encarar Friedrichstrasse, nos encontramos con el Checkpoint Charlie, el paso fronterizo más famoso entre Alemania Oriental y Occidental.

Checkpoint Charlie - Berlin
En la época del muro, el alcalde de Berlín Oeste consiguió que algunos de sus ciudadanos pudieran moverse con restricciones por Berlin Este, siendo este el punto de acceso.

Checkpoint Charlie - Berlin
Aunque también es lugar de memoria de las muchas ejecuciones de ciudadanos de Alemania del Este que intentaron escapar burlando a los soldados de la RDA.

Checkpoint Charlie - Berlin
Por nuestra parte, ya habíamos pasado bastante frio por esa mañana, y buscamos un lugar donde sentarnos a almorzar.

Johny's Bar - Berlin
Y como muchos vivíamos o trabajábamos en la Costa Tropical de Granada, nos pareció un buen lugar el Johny's Bar, un restaurante caribeño situado en la misma Friedrichstrasse.

Johny's Bar - Berlin
El problema era que tenían una calefacción bastante gustosa, y que después de los platos, vinieron unos cuantos cócteles, por lo que finalmente, fue el punto de reunificación de todo el grupo, y pasamos el resto de la tarde allí.

Johny's Bar - Berlin
Había oscurecido cuando salimos a la calle, y deshicimos el mismo camino que habíamos tomado por la mañana para llegar hasta el Checkpoint Charlie.

Bundesrat - Berlin
De noche, el Monumento a los Judios asesinados en Europa era bastante más estremecedor, y estaba completamente vacío.

Denkmal für die ermordeten Juden Europas - Berlin
Unas horas antes, cuando lo habíamos visitado, no habíamos reparado en que se encontraba pegado a la Puerta de Brandemburgo.

Brandenburger Tor - Berlin
Como nos dirigíamos a la Estación Central, de nuevo nos encontramos con el Bundestag, cuya cúpula tendría que esperar hasta nuestra siguiente visita.

Bundestag - Berlin
A continuación, atravesamos el Rio Spree por el Puente de Gustav Heinemann, repitiendo el itinerario del primer día.

Spree Fluss - Berlin
Y en unos minutos estábamos en uno de los andenes de la estación central esperando un cercanías que nos llevara al hotel.

Hauptbahnhof - Berlin
A las 21:30 habíamos reservado mesa para despedir Berlin en el Knese, nuestro sitio de referencia para terminar las jornadas.

Knese - Berlin
Y pedimos varios codillos y otras especialidades alemanas para irnos de la ciudad con un buen sabor de boca.

Knese - Berlin
Pero no nos extendimos mucho con las cervezas, porque a las 3 y media de la mañana tendríamos que estar camino del aeropuerto.

DIA 5

Cuando sonó el despertador la mayoría nos acordamos del que había tenido la idea de comprar el billete de avión para las 6 de la mañana.

Shuttle to Schönefeld - Berlin
Y aun más cuando llegamos a Schonefëld, con las azafatas de Easyjet más bordes que recuerdo, que hasta se ganaron un abucheo.

Schönefeld - Berlin
Nos tuvieron hacinados en una especie de nave industrial media hora, y luego, otros 15 minutos a la intemperie a cero grados.

Schönefeld - Berlin
Sin embargo, cuando vimos desde el avión que estaban echando anticongelante en las alas, intuimos que algo raro pasaba.

Berlin to Málaga - Easyjet
Y tras aterrizar en Málaga, tras uno de lo vuelos más turbulentos que recuerdo, pudimos comprobar que precisamente volar a las 6 de las mañana fue lo que nos salvó de quedarnos tirados en Berlin, pues una tormenta que estaba azotando Europa había hecho que se cancelaran todos los vuelos desde Alemania, Holanda y Reino Unido a partir de las 9 de la mañana. Nos habíamos librado de milagro.


"Un viaje multitudinario en el que combinamos ocio y cultura y en el que, a pesar de los fallos organizativos puntuales, nos lo pasamos de escándalo. El hecho de que se hubiera generalizado el uso del Roaming en toda Europa, hizo que, a pesar de tomar distintos itinerarios a lo largo del dia, pudiéramos juntarnos en cualquier momento en algún punto de referencia. Una experiencia berlinesa para repetir."



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