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| Los Viajeros |
Serían el 18 y 19 de septiembre, por lo que, tras pedir y obtener los permisos necesarios, llegué a la conclusión de que la mejor forma de llegar a la otra punta de España iba a ser conduciendo, pues al avisarme con solo una semana de antelación, los precios de los vuelos estaban por las nubes, y los alojamientos cercanos a la Universidad Laboral habían volado en muy poco tiempo.
Finalmente, a dos días de irme, encontré unos vuelos de Volotea desde el mismo Aeropuerto de Granada por solo 120€ que me permitirían estar de vuelta el miércoles 20 para trabajar. El único problema es que tendría que irme el sábado 16 y alquilar un coche, así que supliendo la diferencia de presupuesto de mi bolsillo, me ahorraría un montón de horas de conducción y podría aprovechar los ratos libres para hacer algo de turismo.
DIA 1
Lo mejor, además de volar desde Granada, a tan solo 45 minutos de casa, es que el vuelo salía a las 3 de la tarde.
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| De Motril a Granada - A 44 |
Así que tras dejar listo el equipaje y preparar un bocata, puse rumbo al aeropuerto, pasé el control y almorcé allí.
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| Aeropuerto Federico García Lorca - Granada |
El vuelo solo se retrasó un poco, y acabamos compensando el tiempo, llegando a Asturias poco más tarde de las 16:30.
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| Volotea - Granada |
Tras un par de malentendidos con OK Mobility, pues el tanque no estaba lleno, y con el coche nuevo no se me abría la barrera del parking, pude salir del aeropuerto.
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| Kia Xceed - Aeropuerto de Oviedo |
A pesar de que, según las noticias, una dana estaba azotando España, apenas cayeron unas gotas durante el camino.
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| De Oviedo a Cangas - Asturias |
Me dirigía a Cangas de Onís, donde había reservado la primera noche, pero por el camino paré a estirar las piernas en Pola del Siero.
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| Street Art - Pola de Siero |
El pueblo no iba a ganar el premio al más bonito de Asturias, pero tenía algunos monumentos que valían la pena.
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| Iglesia de San Pedro - Pola de Siero |
Como el Ayuntamiento, o la Iglesia de San Pedro, donde paré a refugiarme en el momento en que las gotas se convirtieron en un chaparrón serio.
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| Ayuntamiento - Pola de Siero |
Pero una aspecto que si se podía destacar era los grafitis que decoraban algunas de las fachadas de los edificios que le daban un punto muy original al decorado de la ciudad.
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| Street Art - Pola de Siero |
Una vez había estirado las piernas, volví al Kia y dejé atrás la autovía para adentrarme en la Carretera Nacional 634.
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| De Pola de Siero a Cangas - Asturias |
El verdor del paisaje era espectacular, y no pude evitar detenerme en el arcén para hacer un par de fotos del Rio Piloña, que discurría paralelo a la carretera.
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| Rio Piloña - Asturias |
Al volver a incorporarme, tuve que esperar en un paso a nivel para que pasara un tren de cercanías asturiano, y al ver su tamaño, entendí el escándalo que había hecho
dimitir a la Secretaria de Transporte.
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| Soto de Dueñas - Asturias |
Tras tomar un desvio que me llevó a unos parajes espectaculares, 15 minutos de curvas después estaba bajándome en uno de los puntos más emblemáticos de Asturias.
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| Mirador del Fitu - Asturias |
Situado en la Sierra del Sueve, el Mirador del Fitu se eleva a 600 metros de altitud entre el mar y las montañas.
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| Mirador del Fitu - Asturias |
Ofrece unas vistas de 360 grados que quitan el hipo del Parque Natural del Ponga y del Parque Nacional de Los Picos de Europa.
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| Mirador del Fitu - Asturias |
Como curiosidad, el mirador, que tiene forma de taza, es conocido entre los lugareños como El Cazu, aunque la primera impresión es la de un platillo volante desplegando una escalera a tierra.
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| Mirador del Fitu - Asturias |
Tras unos 9 kilómetros de curvas, volvía a estar en la ruta correcta hacia Cangas, pero no pude evitar detenerme en el puente de Arriondas sobre el Rio Sella.
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| Rio Sella - Arriondas |
El atardecer me pilló llegando a Cangas, y pronto localicé el Hotel Puente Romano, que se encontraba justo a la entra del pueblo.
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| De Arriondas a Cangas de Onis - Asturias |
Siguiendo las indicaciones de la recepcionista, dejé el Kia a unos 300 metros, y de paso, pude disfrutar del final del atardecer.
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| Arroyo de Gueyu Prietu - Cangas de Onis |
Incluso me dio tiempo a ver el famoso Puente Ronano, icono de la localidad, con los últimos resquicios de luz solar.
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| Puente Romano - Cangas de Onis |
A pesar de haberlo visto en tantas fotos, no me defraudó, ni en su perspectiva sobre el rio, ni en la parte de la calzada.
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| Puente Romano - Cangas de Onis |
Tras eso, me pasé por el hotel, que estaba a menos de un minuto, y para cuando volví a la calle ya era noche cerrada.
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| Puente Romano - Cangas de Onis |
Siguiendo de nuevo los consejos de la recepcionista, me senté a cenar en la Sidrería la Cueva, que fue todo un acierto.
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| Sidreria La Cueva - Cangas de Onis |
Aunque, a pesar de que es la costumbre, no acababa de llevar bien del todo que depender de que el camarero tuviera que venir a escanciar sidra cada vez que tuviera ganas de beber un trago.
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| Sidrería La Cueva - Cangas de Onis |
Tras una cena de lujo, decidí darme una vuelta por el casco antiguo de Cangas, pero me pilló un diluvio en mitad del paseo.
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| Casco Antiguo - Cangas de Onis |
Acabé desembocando frente a la Iglesia de la Asunción, otro de los iconos de la ciudad, junto con la Estatua de Don Pelayo, primer Rey de España.
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| Iglesia de La Asunción - Cangas de Onis |
Pero no paraba de llover, así que tuve que ir buscando la forma de llegar al hotel yendo de toldo en toldo para no ponerme hecho una sopa.
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| Rio Sella - Cangas de Onis |
Para cuando llegué, la lluvia había amainado un poco, pero aun así tuve que poner toda la ropa a secar si no quería que estuviera chorreando a la mañana siguiente.
DIA 2
La lluvia continuó durante gran parte de la noche, y como mi habitación era abuhardillada, me di cuenta nada más sonar el despertador de que seguía lloviendo.
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| Hotel Puente Romano - Cangas de Onis |
Por suerte, por arte de magia, tras el desayuno, salió el sol, y tras hacer el check in fui a por el coche para ponerme en marcha.
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| Iglesia de La Asunción - Cangas de Onis |
La idea era ir directo a Covadonga, pero hice una pequeña parada en la Iglesia de La Asunción para verla de día y por dentro.
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| Iglesia de La Asunción - Cangas de Onis |
Y, como había leido la noche anterior, visitar el Mercado Dominical de productos típicos que se monta frente a ella.
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| Mercado Dominical - Cangas de Onis |
Lo más tentador era comprar un buen trozo de queso de cabrales para llevar de vuelta, pero la cosa se iba a complicar, pues no llevaba equipaje para facturar.
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| Mercado Dominical - Cangas de Onis |
Así que me limite a dar una vuelta por los soportales para ver los productos más curiosos que se vendían, como la Boroña.
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| Mercado Dominical - Cangas de Onis |
No quería que se me hiciera muy tarde, porque había optado por llevar mi coche hasta Covadonga, para ahorrarme tramos de autobus y curvas.
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| Mercado Dominical - Cangas de Onis |
Pero debería haberle hecho caso al recepcionista del hotel, pues Alsa no había calculado bien los tiempos y el volumen de gente.
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| De Cangas de Onis a Covadonga - Asturias |
Así que, tras pagar los 2€ en el aparcamiento P4, cuando me disponía a pagar los 9€ de billete de bus ida y vuelta, la chica me dijo que me pusiera en lo peor.
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| P4 - Covadonga |
Eso significaba que los buses venían llenos desde Cangas, y que la frecuencia, al ser en esa época de media hora, hacía que en los siguientes dos o tres buses no hubiera sitio.
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| Alsa - Covadonga |
Tras indignarme por la mala gestión, la chica del parking me dio una alternativa, y es que desde Covadonga salían taxis por solo 10€ ida y vuelta, solo 1€ más que los buses oficiales.
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| De P4 a Covadonga - Asturias |
Así que me animó a que hiciera los 15 minutos andando hasta Covadonga por un paraje precioso para descubrir al llegar que tampoco había sitio en los taxis, y había aun más gente esperando el bus.
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| Basilica de Santa Maria la Real - Covadonga |
Por suerte, una familia que estaba en misma situación había llamado previamente, y sabía de otra compañía que salía desde al lado de la Basílica de Santa María la Real, en lo alto del pueblo.
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| Santuario de Nuestra Señora de Covadonga - Covadonga |
Pasíe junto al Santuario de la Cueva, y al coronar la cuesta, efectivamente, allí esperaban varias furgonetas de Taxitur.
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| De Covadonga a Lagos - Asturias |
Fueron super amables a pesar de que había cola, y en menos de 5 minutos había pagado los 10€ y me encontraba en camino a los lagos.
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| De Covadonga a Lagos - Asturias |
La subida de unos 11 kilómetros y casi mil metros de desnivel fue bastante entretenida entre cabras, pastores, autobuses de Alsa y ciclistas, además de espectacular por el paisaje.
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| Lago de La Ercina - Asturias |
Y en unos 15 minutos estábamos aparcando y bajándonos para poder disfrutar de uno de los puntos más bellos de los Picos de Europa.
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| Lago Enol - Asturias |
No me había hecho el cuerpo a hacer una ruta de senderismo de 6 kilómetros, además de que estaba todo embarrado por las lluvias del día anterior.
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| Mirador de Entrelagos - Asturias |
Así que me limité a subir al Mirador de Entrelagos, con el Lago Enol a la derecha y el Lago de la Ercina a la izquierda.
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| Minas de la Buferrera - Asturias |
Con eso hubiera sido suficiente, pues las vistas de ambos lagos era lo que había venido a buscar, pero me di una vuelta por las Minas de la Buferrera.
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| Lagos de Covadonga - Asturias |
Y llegué hasta el Mirador del Principe de Asturias antes de volver al parking y dar por finalizada mi visita, pues hacía un viento de órdago.
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| El Elefante - Lagos de Covadonga - Asturias |
A la bajada, el conductor fue mucho más simpático y fue contándome curiosidades de la zona y señalando algunos lugares que se me habían escapado como la Roca del Elefante.
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| De Covadonga a Llanes - Asturias |
Y de nuevo en el P4 tras deshacer el camino desde Covadonga, me puse en camino a Llanes, el punto más lejano al que iba a llegar.
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| Restaurante Solimar - Posada de Llanes |
Pero pensé que comer en un lugar de costa en un día tan soleado iba a ser dificil, por lo que paré en Posada de Llanes para comer un menú riquísimo en el Restaurante Solimar.
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| Restaurante Solimar - Posada de Llanes |
Tras una fabada deliciosa y un lacón con patatas, me tuve que tomar un buen café antes de continuar mi camino a la costa, pues el menú había sido contundente,
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| Playa Sablón - Llanes |
Pero en cuanto llegué a Llanes, donde había una concentración multitudinaria de Vespa, me recuperé y me dispuse a descubrir la ciudad.
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| Paseo de San Pedro - Llanes |
Comencé por la Playa del Sablón, que a pesar del viento tenía clientela, para subir al Paseo de San Pedro, que discurre sobre los acantilados.
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| Llanes de Cine - Llanes |
Además de las vistas del Cantábrico, también contiene el punto de inicio de la Ruta de Llanes de Cine, pues es una localidad muy vinculada a ese mundo, ya que contiene escenarios de muchos largometrajes.
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| Basílica de Santa Maria del Concejo - Llanes |
Pero no iba a tener tiempo de visitar lugares como la mansión de "El Orfanato", por lo que me limité a pasear por el Conjunto Medieval.
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| Puerto Deportivo - Llanes |
Pase por la Plaza de Cristo Rey, frente a la Basílica de Santa María del Concejo, para desembocar frente al Puerto Deportivo.
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| Conjunto Medieval - Llanes |
Y volver a meterme en el casco antiguo para desembocar en el mar, esta vez en el puerto, cuyos diques de contención están formados por Los Cubos de la Memoria, que se encuentran un poco descuidados.
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| Los Cubos de La Memoria - Llanes |
Desde allí volví a la Playa Sablón, donde había dejado el coche, y antes de irme, pasé por la curiosa Playa de Toró.
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| Playa de Toró - Llanes |
Situada al este de Llanes, esta pequeña playa se caracteriza por sus pequeñas formaciones rocosas que le dan un aspecto de lo más peculiar.
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| Playa de Toró - Llanes |
De nuevo en la carretera, hice un intento de visitar los Bufones de Pria, la formación rocosa que hace que el agua rompa de forma muy peculiar.
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| De Llanes a Ribadesella - Asturias |
Pero había que andar casi 3 kilómetros entre ida y vuelta, y el tiempo corría en mi contra, por lo que lo dejé para otra visita y me dirigí más al oeste.
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| Rio Sella - Ribadesella |
Terminé dejando el coche en la estación de autobuses de Ribadesella, la localidad mundialmente famosa por ser el final del descenso del Rio Sella.
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| Portiellu - Ribadesella |
Me metí directamente en el Casco Antiguo, el barrio conocido como Portierllu con fachadas y macetas de lo más originales.
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| Casco Antiguo - Ribadesella |
Que contiene La Escalera de Colores, una iniciativa de 2015 en el que varios representantes de la cultura de la localidad dejaron mensajes para la posteridad en los coloridos escalones.
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| La Escalera de Colores - Ribadesella |
Al final, siguiendo otro tramo de escaleras un poco más oculto, di con El Mirador, que ofrece vistas completas de la ciudad.
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| Mirador - Ribadesella |
Especialmente, de la Iglesia de Santa María Magdalena, que rompe con todos los estilos clásicos de templo católico.
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| Iglesia de Santa María Magdalena - Ribadesella |
Tras eso, deshice el camino andando por la ribera el Rio Sella hasta volver al coche, y me volví a poner en marcha.
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| De Ribadesella a Lastres - Asturias |
La siguiente parada de la tarde me llevó a la localidad de Lastres, a la que la serie Doctor Mateo le dio aun más popularidad.
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| Iglesia de Santa María de Sábada - Lastres |
Al igual que Ribadesella me había dejado un poco frio, Lastres resultó ser toda una sorpresa, con un casco antiguo precioso.
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| Casco Viejo - Lastres |
Es un pueblo con unas cuestas muy empinadas que acaba desembocando en una playa y un gigantesco puerto deportivo.
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| Torre del Reloj - Lastres |
Además de la Ruta del Doctor Mateo, también existen diversos miradores desde el que ver el conjunto arquitectónico desde distintas perspectivas.
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| Mirador de La Atalaya - Lastres |
Me decanté por el Mirador de la Atalaya, pero no me atrevía a bajar hasta el puerto deportivo, pues había dejado el coche en el punto más alto.
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| Puerto deportivo - Lastres |
Aun así, y aunque Los Lavaderos Públicos estuviesen en obras, había valido la pena dejarse caer por Lastres.
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| Casco Viejo - Lastres |
Y como todavía quedaban un par de horas de sol y en Gijón había estado
no hacía mucho tiempo, me desvié del camino por última vez.
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| Ria de Villaviciosa - Asturias |
Atravesando la Ria de Villaviciosa, el lugar perfecto para observar aves, acabe llegando al pequeño pueblecito pesquero de Tazones.
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| Casco Viejo - Tazones |
Estuve a punto de darme la vuelta al descubrir que no podía pasar con el coche, pero, por suerte, opté por quedarme y usar el parking disuasorio gratuito.
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| Casco Viejo - Tazones |
Desde allí, en menos de un minuto, estaba entrando en el Casco Viejo de Tazones, muy distinto a Lastres, Ribadesella y Llanes.
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| Puerto Pesquero - Tazones |
El único punto negativo era que había llegado en un momento en que la marea estaba demasiado alta, lo que había hecho desaparecer la pequeña playa.
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| Puerto Pesquero - Tazones |
Aun así, aproveché para darme una vuelta por sus estrechas calles, en las que abundan carteles de "prohibido el paso", entiendo que son debidos a la afluencia masiva de turistas en verano.
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| Casco Viejo - Tazones |
Finalmente, volví al coche, no sin antes dejarme caer por la pequeña Parroquia de San Miguel, situada muy cerca del aparcamiento.
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| Parroquia de San Miguel - Tazones |
Era hora de terminar la ruta turística y dirigirme a Gijón, que estaba situado a unos 25 minutos de donde me encontraba.
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| De Tazones a Gijón - Asturias |
Y tras encontrar aparcamiento facilmente en la calle, ya que había elegido el Hotel 44 en una zona poco céntrica para no tener problemas con el coche, hice el check-in.
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| Hotel 44 - Gijón |
Después de refrescarme un poco, baje a cenar al mismo restaurante del hotel, donde me pusieron un bocadillo de atún monstruoso.
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| Hotel 44 - Gijón |
No me iba a quedar más remedio que darme un paseo de unos 20 minutos hasta la Playa de Poniente para bajar la cena.
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| Playa de Poniente - Gijón |
Y una vez de vuelta de la caminata, era hora de descansar, pues había aprovechado al máximo el día y medio de turismo, pero al día siguiente habría que rendir en las jornadas maratonianas.
DIA 3
El Hotel 93 era de lo más silencioso y la cama muy cómoda, por lo que dormí de un tirón hasta que sonó el despertador.
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| Hotel 44 - Gijón |
Tras desayunar, fui a buscar el coche y, sabiendo que no estaba cerca, me puse en camino con tiempo hacia la Universidad Laboral.
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| Circunvalación - Gijón |
Desde la circunvalación se podía ver perfectamente el mastodóntico complejo hacia el que me dirigía, situado en Cabueñes.
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| Universidad Laboral - Gijón |
El que es conocido como el edificio más grande de España fue construido en los años 40, y sufrió una remodelación a principio de los 2000, tras una época de abandono.
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| Universidad Laboral - Gijón |
En el patio, que tiene las mismas dimensiones que la Plaza de San Marcos en Venecia, se hizo la recepción, con una actuación musical.
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| Jornadas Movilidad Erasmus + - Gijón |
Y tras la acreditación, nos metieron en el gigantesco auditorio, donde dieron comienzo los diferentes talleres que tendríamos a lo largo de la primera jornada.
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| Universidad Laboral - Gijón |
A media mañana, nos pusieron café y dulces, y para mediodia, nos prepararon un almuerzo en un salón con unos frescos espectaculares.
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| Universidad Laboral - Gijón |
Antes de volver al trabajo, todos los coordinadores de Andalucía que habíamos asistido nos posamos para la foto de grupo.
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| Equipo Andalucía - Gijón |
Y el resto de la tarde lo pasamos asisitiendo a diferentes mesas redondas y talleres más interactivos con información muy útil.
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| Jornadas Movilidad Erasmus + - Gijón |
Eran las 19:30 cuando dimos por finiquitado el primer día de las jornadas, y nos pusimos rumbo al centro de Gijón.
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| Letronas - Gijón |
En las jornadas había hecho buenas migas con varios compañeros, y habíamos quedado en ir a cenar a Tierra Astur Poniente.
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| Puerto Deportivo - Gijón |
Pero aun quedaba un buen rato para la hora de la cena, así que, tras aparcar cerca de la Plaza del Humedal, me di una vuelta por Gijón.
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| Plaza Mayor - Gijón |
Comencé recorriendo parte del Paseo Marítimo, dejando el Puerto Deportivo a mano izquierda hasta llegar a "Las Letronas".
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| Plaza Mayor - Gijón |
Desde allí, me metí por la Plazuela del Marqués en la Plaza Mayor, presidida por el Ayuntamiento, del siglo XIX.
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| Iglesia de San Pedro - Gijón |
Atravesando la plaza, aparecí en la Balaustrada del Muro de San Lorenzo, una baranda sobre el Mar Cantábrico.
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| Playa de San Lorenzo - Gijón |
Estando la marea alta a esa hora de la tarde, la Playa de San Lorenzo había desaparecido, por lo que el mar rompía directamente contra el Paseo Marítimo.
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| Elogio del Horizonte - Gijón |
Rodeando la Iglesia de San Pedro, me adentré en el Cerro de Santa Catalina, llegando hasta el Elogio del Horizonte, en su punto más alto.
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| Escaleras del Rock - Gijón |
Desdenciendo por la Batería de Santa Catalina, salí a la Cuesta del Cholo, repleta de bares, y encontré la colorida Escalera del Rock, que homenajea a artistas y canciones míticas.
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| Calle Marqués de San Esteban - Gijón |
Y como ya iba siendo la hora de la cena, deshice el camino por la Calle Marqués de Esteban y recogí el coche.
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| Tierra Astur Poniente - Gijón |
Habiendo estado poco tiempo atrás en Tierra Astur, ya sabía que habíamos elegido el sitio adecuado para darnos un atracón.
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| Tierra Astur Poniente - Gijón |
Así que, tras recorrer un par de veces la colorida y variada carta, nos decantamos por una tabla de quesos, unas verduras a la plancha y un cachopo, todo a compartir entre los cuatro.
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| Tierra Astur Poniente - Gijón |
Como no podía ser de otra manera, coronamos la cena con unos buenos postres, incluyendo tarta de queso curado.
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| Avenida de Galicia - Gijón |
Y con el estómago lleno, nos despedimos hasta la mañana siguiente, y recorrí la Avenida de Galicia hasta llegar a mi hotel.
DIA 4
A pesar de haberme pasado cenando, dormí bastante bien, y tras un buen desayuno me dispuse a encarar el segundo y último día de las jornadas.
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| Hotel 43 - Gijón |
Pero no iba a ser tan fácil llegar hasta la laboral, ya que el Kia había decidido morir, y el mando no obedecía.
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| RACE - Gijón |
Por suerte, había contratado el seguro de asistencia en carretera y tras solventar un problema con la batería, pude llegar a tiempo.
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| Jornadas Erasmus + - Gijón |
Esa mañana, las jornadas duraron solo hasta mediodía, por lo que poco después de las 12:30 habíamos terminado.
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| Universidad Laboral - Gijón |
Por lo que, como el vuelo no saldría hasta la mañana siguiente, aprovecharía el resto de la jornada visitando Asturias.
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| De Gijón a Oviedo - Asturias |
Y como, a pesar de la inmensa rivalidad que hay entre las dos ciudades, Oviedo queda bastante cerca, fue el lugar elegido para pasar la tarde.
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| Calle Gascona - Oviedo |
La entrada al casco antiguo se encontraba de obras, así que no me complique mucho y fui directamente a un parking céntrico.
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| Catedral de San Salvador - Oviedo |
Para mi sorpresa, a la salida aparecí en plena Calle Gascona, y si no recordaba mal de mi última visita, estaba a las puertas del casco antiguo.
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| Catedral de San Salvador - Oviedo |
Así que subí por la Calle del Águila y aparecí frente a la imponente Catedral de San Salvador, situada en la Plaza Alfonso II el Casto.
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| Cámara Santa - Oviedo |
Pedían 6€ por la entrada, así que no me lo pensé y los pagué para visitarla, y de paso ver la Cámara Santa y el Claustro.
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| Claustro de la Catedral - Oviedo |
De nuevo en el exterior, pasé junto a la Estatua de La Regenta, y luego continué callejeando por el Casco Histórico.
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| La Regenta - Oviedo |
Atravesando la concurrida Calle Cimadevilla, que estaba llena de terrazas abarrotadas a esa hora, salí frente al Ayuntamiento.
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| Ayuntamiento - Oviedo |
Y muy cerca de la Plaza de la Constitución, donde me encontraba, aparecí en la Plaza del Fontan, de las mas conocidas debido a su mercado.
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| Plaza del Fontán - Oviedo |
Iba siendo la hora de almorzar, pero aun tuve tiempo de dar un par de vueltas más antes de buscar un restaurante.
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| Plaza Trascorrales - Oviedo |
Pasé por la Plaza Trascorrales, pero los sitios para almorzar tenían pinta de ser bastante caros, así que preferí explorar un poco más.
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| Casco Antiguo - Oviedo |
Y finalmente, en plena Calle Gascona, donde había empezado mi ruta, fui a parar a La Viliella, donde ofrecían un menú muy asequible.
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| La Viliella - Oviedo |
Por apenas 10€ me pusieron una cazuela de fabada, y luego un mini cachopo de segundo, no cabía duda que en esto de comer los asturianos no tenían parangón.
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| La Viliella - Oviedo |
Después de semejante ágape había que darse una vuelta para bajar semejante tripotada de comer, y subí por la Calle de Argüelles.
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| Plaza de la Escandalera - Oviedo |
Desemboqué en la Plaza de la Escandalera, una zona mucho más señorial situada entre el Teatro Campoamor y la Junta General del Principado de Asturias.
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| Campo de San Francisco - Oviedo |
Al otro lado de la Calle Uria se encuentra el Campo de San Francisco, el que, sin ninguna duda puede ser considerado el “pulmón” de Oviedo.
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| Estatua de Mafalda - Oviedo |
Además de estar muy bien cuidado y ser agradable para pasear, es obligatorio hacerse una foto con la Estatua de Mafalda, el homenaje a Quino de la ciudad.
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| De Oviedo a Avilés - Asturias |
Con eso, me dí por satisfecho y di por finalizada mi visita a la capital asturiana, y, aprovechando que aún quedaban horas de sol, opté por alargar la jornada de turismo.
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| Ayuntamiento - Avilés |
La siguiente parada me llevaría a Avílés, una localidad situada muy cerca de Gijón que en muchas ocasiones pasa desapercibida para el turista.
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| Calle de San Francisco - Avilés |
Y es una gran injusticia, porque, aunque pequeña, dispone de un casco histórico medieval muy bien conservado.
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| Iglesia de San Nicolás de Bari - Avilés |
Aparqué directamente en el parking situado bajo la Plaza de España y salí a la superficie frente al Ayuntamiento.
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| Iglesia de San Nicolás de Bari - Avilés |
Subiendo la ligera pendiente por la Calle de San Francisco, donde comenzaban una de las arcadas, uno de los iconos de la ciudad.
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| Palacio de Balsera - Avilés |
Desemboque en la Plaza Domingo Álvarez Acebal, flanqueada por el Palacio de la Balsera y la impresionante Iglesia de San Nicolas de Bari.
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| Calle Galiana - Avilés |
A continuación, continué el ascenso por la Calle Galiana, donde las arcadas eran bastante más anchas y cuidadas.
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| Plaza Carbayedo - Avilés |
Y acabé saliendo a la Plaza Cabayedo, uno de los límites del casco antiguo, que también hacía de puerta de entrada al Parque de Ferrera.
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| Parque de Ferrera - Avilés |
Al igual que en Oviedo, este gran parque urbano, con un estanque central, hacia las veces de pulmón de la ciudad.
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| Capilla de San Pedro - Avilés |
Atravesando el parque, cruce la puerta este, situada junto a la Capilla De San Pedro y la Fuente de los Caños de Rivero.
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| Calle Rivero - Avilés |
Y recorrí la otra calle de la ciudad famosa por sus arcadas, la Calle Rivero, por la que cerré el circulo para desembocar de nuevo en la Plaza de España.
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| Iglesia de Santo Tomás de Canterbury - Avilés |
Pero aun quedaba bastante por recorrer de Avilés, y lejos de volver a por el coche, salí del casco viejo y me dirigí al norte.
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| Barrio de Sabugo - Avilés |
Atravesando el Parque del Muelle, desemboqué frente a la Iglesia de Santo Tomás de Canterbury, una imponente templo neogótico medieval.
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| Iglesia de Santo Tomás de Sabugo - Avilés |
Y luego, atravesé el Barrio de Sabugo, el otro barrio medieval que culminaba en su parte más al norte en la Iglesia de Santo Tomás de Sabugo.
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| Plaza de Abastos - Avilés |
Antes de despedirme de la ciudad, que me había sorprendido gratamente, pasé por la Plaza de Abastos, con su mercado central.
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| Centro Niemeyer - Avilés |
Y crucé por encima de las vías del tren hacia la Ría de Avilés, donde se encuentra el Centro Niemeyer, un centro cultural ubicado en un moderno edificio que contrasta con el resto de la arquitectura.
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| De Aviles a Cudillero - Asturias |
De nuevo en el coche, me dirigí a mi último destino del viaje, que había elegido para dormir por su proximidad al aeropuerto.
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| Puerto - Cudillero |
Y aunque Cudillero es una de las localidades más visitadas de toda España, en esa época del año no me costó trabajo encontrar alojamiento asequible.
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| Túnel - Cudillero |
Y aunque ya me había informado en varios foros, en el Hostal Isabel me confirmaron que ni se me ocurriera buscar aparcamiento en el centro del pueblo.
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| Paseo Marítimo - Cudillero |
Por ello, me dirigí directamente a la explanada del puerto, donde pude aparcar de forma gratuita y desentenderme del coche por el resto de la jornada.
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| Mirador del Baluarte - Cudillero |
Por suerte, había dejado las cosas antes en el hostal, por lo que pude lanzarme directamente a visitar la ciudad antes de que cayera el sol.
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| Mirador del Contorno - Cudillero |
Y comencé adentrándome en un túnel de lo más curioso que se adentra en lo más profundo de Cudillero desde la ladera de la montaña junto al Paseo Marítimo.
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| Calle Contorno - Cudillero |
Y un vez en el pueblo, comencé a subir escaleras para pasar por los dos primeros miradores que me encontré, el del Baluarte y el del Contorno.
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| Parroquia De San Pedro - Cudillero |
Aunque ambos estaban más enfocados al mar y a la parte que colindaba con la bahía, por lo que recorrrí las escaleras que llevaban por el barrio.
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| Calle Sol de la Blanca - Cudillero |
Y luego acabé saliendo por encima de la Parroquia De San Pedro, el templo principal del pueblo, bastante afectado por la humedad.
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| Camino de Cimadevilla - Cudillero |
A continuación, atravesé la Plaza De San Pedro y comencé a recorrer el entramado de calles que cada vez me llevaba más alto.
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| Mirador de la Atalaya - Cudillero |
Las vistas mejoraban por momentos, y más con el atardecer con el sol cayendo para cuando llegué a los miradores de la Atalaya y de la Garita.
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| Mirador de la Garita - Cudillero |
Este último situado sobre una estructura con una escalera en espiral que ofrece espectaculares panorámicas de la ciudad y del faro de Cudillero.
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| Faro - Cudillero |
Luego, deshice el camino por la Calle Cimadevilla, pero en lugar de descender, acabé en el mirador de Cimadevilla, que tampoco se quedaba corto.
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| Mirador de Cimadevilla - Cudillero |
Y justo cuando me dirigía al hotel para darme una ducha, encontré otras escaleras que me llevaron al Mirador del Picu, el que, sin duda, ofrecía las mejores vistas del conjunto de pueblo y Mar Cantábrico.
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| Mirador del Picu - Cudillero |
Tras pasar por el hotel y abrigarme un poco, seguí los consejos de la recepcionista y acabé cenando en El Viejo Buzo.
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| El Viejo Buzo - Cudillero |
Y, por suerte, también le hice caso al camarero y pedí solamente un plato, porque, para variar, las raciones eran inmensas.
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| Ayuntamiento - Cudillero |
Y a pesar de que había comenzado a soplar bastante viento, para bajar la cena me dí una última vuelta por el pueblo.
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| Escudo - Cudillero |
No subí a ninguno de los miradores, pero si me dejé caer por la Plaza del Comercio cuyos bares estaban comenzando a cerrar.
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| Plaza del Comercio - Cudillero |
Y aunque no era muy tarde, me fuí a dormir, pues había sido una jornada de lo más intensa en la que no había parado desde que salí del hotel a las 8 de la mañana.
DIA 5
Desperté temprano, y aunque mi vuelo no saldría hasta casi las 11, prefería estar en el aeropuerto con tiempo.
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| El Rincón de Taty - Cudillero |
Especialmente habiéndome dejado el coche tirado el día anterior, por lo que encontré El Rincón de Taty para desayunar y me dirigí al puerto.
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| Plaza del Comercio - Cudillero |
Por suerte, no hubo mayor sorpresa y el Kia arrancó sin mayor problema, y tras ver amanecer, me dirigí al aeropuerto.
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| Puerto - Cudillero |
No hubo nada reseñable en el camino, quitando los gigantescos bancos de niebla que me acompañaron los apenas 15 minutos de trayecto.
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| De Cudillero a Aeropuerto - Asturias |
Devolví el coche y expliqué la situación que había vivido, cosa que no sorprendió mucho a la chica de Ok Mobility, todo bastante sospechoso.
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| Aeropuerto de Asturias - Asturias |
Y tras un retraso de poco más de una hora, despegamos hacia Granada, donde recogí mi coche y llegué justo a tiempo para almorzar y entrar a trabajar.
“Aunque había visitado anteriormente Asturias, no imaginaba ni de lejos que iba a poder disfrutar tanto en tan poco tiempo haciendo turismo. Si bien la razón de estar allí era puramente laboral, la combinación de vuelos me dió casi 48 horas para hacer turismo, por lo que no me importó pagar de mi bolsillo el extra de tener que dormir esas dos noches más, pues sin duda había valido la pena”.
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