Cámara en mano, y con la sensación de encontrarme en el país más seguro del mundo, el encargado de objetos perdido me llevó en su coche a la puerta del hotel. Una vez reunidos, nos fuimos a comer.
Con mímica pudimos comunicarnos con la camarera, que también era de lo más amable, y descubrimos que teníamos que pedir al estilo 100 montaitos.
Pero para el precio irrisorio que nos iban a cobrar y de la hora que era, la verdad es que los platos estaban muy elaborados.
Después del postre, por fin nos echamos a la calle a recorrer la ciudad vieja de Macao. El incidente de la cámara nos había retrasado de lo lindo.
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Old Town - Macao |
Nos lanzamos directamente al casco antiguo, como no es muy grande nos dedicamos a deambular por las distintas avenidas.
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Parkimetros - Macao |
Como curiosidad, absolutamente todo se encontraba en portugues y en chino, reminiscencia del antiguo dueño de la colonia.
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Mercado Rua do Rebanho - Macao |
Callejeando llegamos a Rua do Rebanho una calle transversal en la que encontramos un mercadillo con todo tipo de alimentos, desde frutas a productos del mar.
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Durian - Macao |
Allí localizamos la fruta que ya había visto (y olido) antes en Singapur, el famoso Durian. En esta ocasión no había señales de prohibición de comerlo en público.
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Old Town - Macao |
Cuirosamente, a pesar de estar cerquísima de Hong Kong, el parecido era prácticamente nulo, con calles bastante más sucias y edificios dejados.
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Ofrendas Callejeras - Macao |
Como curiosidad, encontramos bastantes viandantes que improvisaban altares en mitad de la calle con ofrendas frutales e incienso.
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Motos - Macao |
Y también motocicletas en todas partes, sin duda el medio de transporte favoritos de los habitantes de Las Vegas asiática.
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Praça Luis de Camoes - Macao |
Subiendo cuestas, acabamos en la Plaza Luis de Camoens, uno de los centros neurálgicos de la ciudad.
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Praça Luis da Camoes - Macao |
Había espectáculos y estuvimos echando un rato por ahí, hasta que nos encaminamos siguiendo el flujo de gente hasta el monumento más conocido de la ciudad.
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Catedral de San Pablo - Macao |
Torciendo un callejón, nos dimos de lleno con las ruinas de la Catedral de San Pablo, de la que solo queda la imponente fachada.
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Catedral de San Pablo - Macao |
Construida por cristianos japoneses en 1640, sufrió un incendio en 1835 y solo quedó la fachada, que fue apuntalada en acero para evitar su derrumbe.
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Rua de Sao Paulo - Macao |
Atardeciendo, nos dejamos caer por Rua de Sao Paulo, una de las calles con mayor bullicio, llena de comercios y pastelerías con productos típicos del pais.
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Dulces - Macao |
Hasta que acabamos en el lugar donde desembocaban casi todas las cuestas, el Largo do Senado, presidido por la Iglesia de Santo Domingo.
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Iglesia Santo Domingo - Macao |
Definitivamente, el centro neurálgico de la ciudad. Allí se concentraban la mayoría de turistas que todavía no estaban encerrados en los casinos.
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Casa de la Misericordia - Macao |
En la plaza, además de la iglesia, está la casa de la misericordia, un edificio de corte portugués y la fuente central con espectáculo de luces incluidos.
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Fuente Largo do Senado - Macao |
Cuando nos cansamos de hacer fotos, fuimos hasta el hotel para cenar algo, darnos una ducha,y ponernos un poco elegantes.
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Reception at The Venetian - Macao |
Era hora de explorar lo más llamativo del pequeño país, sobre todo para el turista oriental: Los Casinos.
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The Venetian - Macao |
Conocida como "El Monte Carlo Asiático", Macao alberga 33 casinos, los cuales se encuentran repartidos entre la península de Macao y la isla de Taipa.
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The Venetian - Macao |
Nosotros cogimos un taxi y nos dirigimos directamente a la isla, donde se encuentran los más modernos de la ciudad.
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The Venetian - Macao |
Y le pedimos que nos llevara al más lujoso, que resulto ser The Venetian. Desde la recepción, el casino era un calco del que encontré en mi viaje a Las Vegas.
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The Venetian - Macao |
Por suerte, todas las tiendas habían cerrado, por lo que pudimos pasear por los canales ficticios prácticamente solos.
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The Venetian - Macao |
A la hora de apostar, no duramos mucho, pues la apuesta mínima que localizamos eran cerca de 20€, y absolutamente todo estaba en chino.
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Casino Grand Lisboa - Macao |
Así que cogimos otro taxi y volvimos a la península, donde los casinos eran notablemente más antiguos y sobre todo, más baratos.
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Casino Grand Lisboa - Macao |
Aquí si tuvimos la oportunidad de probar suerte apostando unas cuantas patacas en la ruleta, sin mucho éxito.
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Casino Lisboa - Macao |
Así que tras haber experimentado el mayor atractivo del país para el turista oriental, decidimos irnos a dormir, pues no habíamos venido a hacernos ríos a Macao, aunque yo recuperando la cámara perdida me podía considerar el tío más afortunado del mundo.
DIA 8
Amanecimos temprano, ese dia teníamos que dejar el hotel, pues volvíamos a dormir a Hong Kong, aunque teníamos toda la mañana y parte de la tarde para explorar el resto del país.
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Panorámica - Macao |
Desde la planta 10 en la que nos alojábamos, las vistas del hotel eran impresionantes, con el inconfundible Casino Lisboa de fondo despuntando entre casas bajas.
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Cafe de Coral - Macao |
Desayunamos en el Café de Coral, uno de los más famosos de Macao, reconocible por sus peceras y por sus asequibles menús.
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Café de Coral - Macao |
Ya desayunados nos echamos a la calle. Nuestra primera parada fue el Jardin de Lou Lim Ioc, situado en pleno centro.
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Jardin Lou Lim Ioc - Macao |
Lo más llamativo del jardín, además de las aglomeraciones de tortugas bajo los puentes, son las flores de loto que se extienden a lo largo de los estanques.
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Jardin Lou Lim Ioc - Macao |
Ese dia si que apretaba el calor, pero no por ello desechamos la idea de plantarnos en lo mas alto del casco antiguo.
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Jadin Lou Lim Ioc - Macao |
Por ello pusimos rumbo a la parte oeste del casco antiguo donde nos encontrariamos con Guia Hill National Park.
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Guia Hill National Park - Macao |
Un pequeño trekking por los jardines bastante cuesta arriba nos llevó finalmente al Faro Guia, punto mas alto.
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Faro Guia - Macao |
Desde la explanada, las vistas de toda la ciudad eran espectaculares, el único problema era que nos estábamos friendo al sol.
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Panorámica - Macao |
Además de las vistas que ya conocíamos desde el hotel, encontramos una buena panorámica de la zona del embarcadero, que hasta ahora no habíamos pisado.
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Panorámica - Macao |
Y justamente cuando decidimos ponernos rumbo a Fisherman's Wharf, una zona comercial, comenzó a diluviar. Por suerte tuvimos donde refugiarnos en el camino.
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Anfiteatro en Fisherman's Wharf - Macao |
Resultó ser un complejo lleno de tiendas de ropa exclusiva. Algo que ya esperábamos en una zona tan cercana a los casinos.
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Anfiteatro en Fisherman's Wharf - Macao |
Lo que no esperábamos era encontrar una replica del Coliseo Romano en mitad de la explanada con sus gradas y todo. Otra excentricidad china para atraer al turismo nacional.
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Puente de Amizade - Macao |
Desde el otro lado obtuvimos buenas vistas del Puente da Amizade, que cruza toda la bahía facilitando el acceso a la isla de Taipa.
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Sands Casino - Macao |
Y de ahí nos adentramos en la recepción del Hotel Casino Sands, desde donde cogimos una taxi que nos llevó de vuelta al hotel a recoger el equipaje.
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Bye Bye Macao |
Nos había cundido el tiempo, pero aun teníamos que volver a Hong Kong y registrarnos de nuevo en el hotel, queríamos pillar la recepción abierta.
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Way to Hong Kong - Macao |
Era hora de despedirse de un país desconocido para la gran mayoría cuyo mayor atractivo es el juego, pero que esconde gente de lo más amable y una cultura oriental de lo más influenciada por la portuguesa.
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Welcome to Hong Kong |
No es que Macao fuera el sitio más tranquilo del mundo, pero al lado del bullicio del metro de Hong Kong, era un paraíso de la tranquilidad.
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Seguridad y orden en el metro - Hong Kong |
Llegamos de vuelta al mismo hotel, donde nos alojaríamos hasta que nuestro vuelo saliera a primera hora de la mañana.
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Yoshinoda - Hong Kong |
Tras hacer el check inn y dejar las maletas, nos dimos cuenta de que era la hora de cenar, y que teníamos que espabilar sino queríamos encontrarnos con todo cerrado.
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Yoshinoda - Hong Kong |
Así que fuimos a tiro hecho a un Yoshinoda, una franquicia que se encuentra en toda Asia y con la que no puedes fallar, pues cada plato de la carta va acompañado de una foto que solo tienes que señalar.
Después de eso, pensamos en volver a la zona de marcha de la ciudad, pero optamos por quedarnos en el hotel a descansar y rehacer las maletas, pues al día siguiente nos tocaba volar.
Y mientras planeabamos sobre los kilómetros y kilómetros de chabolas que conforman las afueras de Manila, nos dimos cuenta de que estábamos aterrizando en un lugar muy distinto del que veníamos.
La primera en la frente, el taxista nos intentó timar simulando que había encendido el taxímetro. Nos pedía más de 100€ por un trayecto que apenas llegaba a los 5€. Tras una bronca monumental, accedió a llevarnos por unos 20€.
Si Bombay era el equivalente a Londres en Asia, esta ciudad lo era a Los Angeles, por lo que caminar no era una opción.
Tras tomar nota de un par de consejos de la recepcionista, y aun con el cuerpo cortado, nos fuimos a almorzar cerca del hostal.
Elegimos el restaurante Shinjuku, aparentemente japonés, pero que tenía de todo tipo de comida en su carta.
Para cuando habíamos terminado de comer, medio se nos había pasado el cabreo, y habíamos decidido que si eso era lo que nos íbamos a encontrar en nuestros días en Filipinas, había que tomarse las cosas con filosofia.
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Jose Rizal Monument - Manila |
Pero no hizo falta mucho. El primer taxista que nos recogió para llevarnos al Parque Rizal, se portó de forma extraordinaria y nos dio varios trucos para que no nos timaran más.
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Chinese Garden at Rizal Park - Manila |
El clima en filipinas era mucho menos agobiante que en Hong Kong, y daba gusto pasear por el parque Rizal, repleto de estudiantes.
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Japanese Garden at Rizal Park - Manila |
Atravesamos el Jardín Chino y luego el Jardín Japones antes de dejar atrás el parque principal de la ciudad.
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Tuc tuc - Manila |
Los pequeños tuc-tucs inundaban todas las avenidas que atravesábamos, sin ningún respeto por las normas de tráfico.
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Jeepney - Manila |
Pero sin duda, lo que más llamaba la atención en el tráfico era la cantidad de Jeepneys que circulaban en todas las direcciones.
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Jeepney - Manila |
Estos Jeeps con el chasis alargados para ser convertidos en micro buses son el medio de transporte favorito de Manila, y van decorados de la forma más variopinta.
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Puestos callejeros - Manila |
En el sitio menos esperado montan un puesto ambulante de venta de comida, de lo más colorido y apetecible.
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Intramuros - Manila |
Paseando hacia el oeste por Roxas Boulevard llegamos hasta Intramuros, lo que viene a ser el casco antiguo de la ciudad.
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Iglesia de San Agustin - Manila |
Antiguo asentamiento colonial español, fue entregado a Estados Unidos en 1898 en perfecto estado de conservación.
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Catedral - Manila |
Los mismos Americanos la bombardearon durante la segunda guerra mundial al estar invadida por japoneses.
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Intramuros - Manila |
Por eso, gran parte del casco antiguo, aunque perfectamente reproducido, está reconstruido, desde la Catedral a la Iglesia de San Agustin.
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Monumento a Carlos IV - Manila |
No es así la estatua a Carlos IV, en honor al rey español que envió al país la primera vacuna de la viruela.
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Railroad Drive - Manila |
A partir de las 7 de la tarde, no iba quedando nadie en Intramuros, así que salimos por un lateral hacia Railroad Drive, que se encontraba a rebosar de Jeepneys.
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Roxas Boulevard - Manila |
Deshicimos el camino hasta el Parque Ritzal mientras iba comenzando a atardecer, para buscar un lugar en la bahía.
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Sunset - Manila |
Y nos sentamos un rato en el paseo marítimo a ver la que para muchos es la mejor puesta de sol del continente asiático.
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Roxas Boulevard - Manila |
La verdad es que era espectacular, aunque llegamos un poco tarde para poder pillarla entera, ya que solo pudimos ver anochecer.
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Roxas Boulevard - Manila |
Rascacielos al más puro estilo neoyorkino en una acera y en la de enfrente vendedores ambulantes y familias enteras mendigando por el paseo. Manila es una ciudad de contrastes donde las haya.
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Roxas Boulevard - Manila |
Tras buscar un taxi durante casi dos horas, pues cobran por kilometro y con semejante atasco no les íbamos a salir rentable, logramos encontrar un alma caritativa que nos llevara a Makati.
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A. Venue Night Market - Manila |
Y nada más bajarnos nos encontramos con que no íbamos a tener problema para encontrar donde cenar.
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A. Venue Night Market - Manila |
Justo al lado del hotel, en una placeta cercana a un centro comercial llamado SM, encontramos un mercadillo nocturno.
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A. Venue Night Market - Manila |
No solo teníamos decenas de puestos donde probar muchas especialidades culinarias originarias de filipinas.
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A. Venue Night Market - Manila |
Sino que por fin tuvimos la oportunidad de probar la autentica San Miguel filipina, y de escuchar música en directo.
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A. Venue Night Market - Manila |
Para cuando decidimos irnos a dormir, la música continuaba a toda pastilla, parecía que Manila estaba igual de viva las 24 horas, pues el tráfico tampoco cesaba. Al día siguiente nos tocaba madrugar y había sido un día intenso. De hecho habíamos olvidado que habíamos amanecido en Hong Kong.
DIA 10
A las 7 de la mañana estábamos montados en la furgoneta que habíamos contratado para la excursión al Volcan Taal. Se apuntó Kay, un chico hindú americano que llevaba en filipinas casi una semana.
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Way to Tagaytay - Manila |
Para ello debíamos desplazarnos a la localidad de Tagaytay, a 65 kilómetros al sur de la capital filipina.
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Way to Tagaytay - Manila |
La influencia estadounidense en cuanto a infraestructuras es innegable. La autovia que circunvala Manila podría estar sacada de cualquier ciudad americana.
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Lago Taal - Tagaytay |
Pero en cuanto nos alejamos de la capital, comenzó a empeorar, llevándonos casi 2 horas llegar hasta el Tagaytay.
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Lago Taal - Tagaytay |
Tras la bajada serpenteante hasta el lago Taal, que ofrecía un paisaje de película, dimos con el embarcadero.
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Lago Taal - Tagaytay |
Allí esperaba nuestras embarcaciones para trasladarnos a la isla, que no es otra cosa que el cráter del volcán.
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Lago Taal - Tagaytay |
Dentro del precio de la excursión, también teníamos incluido nuestro transporte marítimo, por lo que ya teníamos capitán de barco asignado.
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Lago Taal - Tagaytay |
Así que tras unos 20 minutos de trayecto por el lago con un entorno natural único, llegamos a las faldas del volcán.
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Isla Taal - Tagaytay |
Que para nuestra sorpresa, se encuentra completamente habitada, a pesar de que el volcan está activo, habiendo entrado en erupción por última vez en 1977.
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Isla Taal - Tagaytay |
De lo que no no avisó nadie era de que nos esperaba un trekking de casi 1 hora hasta el cráter por un camino empedrado, por lo que tuvimos que comprar agua a precio de oro.
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Isla Taal - Tagaytay |
Tuvimos la opción de subir a caballo, pues había muchos guías esperando al turista de turno para ofrecer sus servicios, pero optamos por el camino largo.
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Isla Taal - Tagaytay |
Y no fue hasta que llegamos a lo alto del volcán que nos dimos cuenta de la estructura del fenómeno geográfico en el que nos estábamos moviendo.
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Volcan Taal - Tagaytay |
Nos encontrábamos en la isla de Luzon, y habíamos llegado en barca a la Isla Taal, que a su vez en su interior tenía otro lago con otra isla volcánica en el cráter.
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Volcan Taal - Tagaytay |
Todo era fascinante, pero hacía un calor demoledor, y como no teníamos ni idea de la mano de andar que nos esperaba, nos habíamos quedado secos.
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Volcan Taal - Tagaytay |
Aunque no quedaba agua en los puestos de lo alto, un buen coco hizo el apaño para acabar con la sed, aunque nos hubiera costado a precio de cubata.
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Lago Taal - Tagaytay |
El descenso se nos hizo mucho más ameno, y ya nos estaba esperando el capitán para devolvernos a tierra firme... o a la isla de la que veníamos. Ya no teníamos muy claro lo que era isla y lo que no.
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Neighbourhood - Tagaytay |
Después de volver a subir la carretera hasta Tagaytay, el conductornos llevó directo a una casa en el centro del pueblo.
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Empanadillas de verduras - Tagaytay |
Allí nos estaba esperando la dueña, nada más entrar nos recibió con un zumo de frutas helado y con una gran sonrisa.
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Pollo en Salsa - Tagaytay |
Nos subió a la azotea de la casa unifamiliar, que tenía una terraza enorme desde donde se veía toda la ciudad.
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Noodles - Tagaytay |
Luego nos sentamos a comer un menú riquísimo consistente en pollo, arroz, noodles y empanadillas de verduras.
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Frutas - Tagaytay |
Nos mirábamos entre nosotros, pues acostumbrados a ser turistas, nos esperábamos una encerrona de lo más cara.
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Almuerzo - Tagaytay |
Pero contra todo pronóstico, estaba incluido dentro del precio de la excursión. No obstante dejamos una buena propina, pues nos habían tratado como reyes.
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Metro - Manila |
El viaje de vuelta se hizo cortísimo, pero era hora punta, por lo que el conductor nos dejó en una parada de metro de las afueras de Manila para evitarnos pasar horas en un atasco.
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Manila Bay - Manila |
Tras pasar unos 20 minutos como sardinas en latas, a pesar de que el metro de la ciudad es moderno y con aire acondicionado, acabamos de nuevo en Roxas Boulevard.
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Manila Bay - Manila |
Ahora si conseguimos ver el famoso atardecer manileño, aunque se encontraba bastante nuboso el día debido al viento.
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Kalaw Avenue - Manila |
Cuando anocheció decidimos volver al hostal, pero nos encontramos con la misma película del día anterior, era imposible coger un taxi.
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Kalaw Avenue - Manila |
Por suerte, Kay ya sabía como manejarse con los Jeepneys por la ciudad, y nos aventuramos a montarnos en uno de esas camionetas.
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Jeepney - Manila |
Meterse en uno de esos jeeps era una aventura, pues están a reventar y apenas ves por donde vas, por lo que te tienes que bajar casi a ojo en tu zona.
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Jeepney - Manila |
Tras un par de transbordos por fin conseguimos llegar a Makati Avenue, donde teníamos el hostal. Nos despedimos de Kay y volvimos a A. Venue a cenar.
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Antel Hotel - Manila |
Bajo los impresionantes rascacielos de la Avenida Makati, volvía a encontrarse el mercadillo nocturno a pleno rendimiento.
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A. Venue - Manila |
Esta vez nos acercamos a la barbacoa a probar un poco de cerdo a la brasa, por supuesto, acompañado de unas buenas San Miguel.
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A. Venue - Manila |
Nos acercamos por el mercadillo que rodeaba el mercado de comida y encontramos puestos en los que vendían taser y todo tipo de armas de autodefensa, otra herencia estadounidense muy extendida en el país.
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A. Venue - Manila |
Nos dio igual repetir sitio la segunda noche, desplazarse por la ciudad es un auténtico caos y estábamos reventados de la excursión.
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A. Venue - Manila |
Cuando acabó la música en directo (o más bien cambiaron de grupo) pusimos tierra de por medio. Al día siguiente volaríamos al siguiente destino por lo que queríamos descansar en condiciones.
DIA 11
La visita a Manila había resultado de lo mejor del viaje, pues no tenía nada que ver con Hong Kong y Macao de donde habíamos llegado.
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Way to the Airport - Manila |
Tras desayunar, nos echamos a la calle a por un taxi, pero descubrimos que a esa hora era prácticamente imposible encontrar uno. Finalmente tuvimos suerte.
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Ninoy Aquino Airport - Manila |
Llegamos a tiempo, facturamos y descubrimos que volar entre islas en filipinas es como coger el autobús, a pesar de que tengas un vuelo comprado y confirmado, hasta que no haya un asiento libre, no podrás embarcar.
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Way to Boracay - Manila |
Así que tras casi 6 horas de retraso, pudimos embarcar en nuestro avión que nos llevaría hasta la isla de Boracay. Habíamos perdido casi un día de viaje.
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Godofredo P. Ramos Airport - Boracay |
Ni que decir tiene que cuando llegamos a Caticlan (Boracay es demasiado pequeño para que pueda aterrizar un avión) nos habían perdido las maletas.
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Caticlan Port - Caticlan |
Tras poner la reclamación y alquilar un Tuc-Tuc que nos llevó hasta el puerto de Caticlan, cogimos el barco que nos llevaría a Boracay.
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Way to Boracay |
Solo a 1 hora de vuelo de la capital, nos encontrábamos en una isla que parecía sacada de las postales caribeñas de las películas.
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Boracay port - Boracay |
Ni siquiera había embarcadero, simplemente los barcos encallaban en la orilla de arena fina para dejar bajar a los viajeros.
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Highway Central - Boracay |
De nuevo en un tuc-tuc, el conductor nos llevó por la "autopista" central de la isla hasta nuestro
hostal, donde explicamos lo de las maletas.
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MNL Beach Hostel - Boracay |
La chica no se inmuto mucho, estaba a la orden del día perder las maletas en el aeropuerto, así que nos duchamos y nos lanzamos a descubrir la noche de Boracay.
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White Beach Path - Boracay |
Nos dirigimos directamente al paseo de la Playa Blanca, allí se concentra toda la vida nocturna de la isla.
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White Beach Path - Boracay |
Los restaurantes hacen lo que sea necesario para atraer al turista, enseñan marisco fresquísimo en expositores de hielo.
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White Beach Path - Boracay |
E incluso los cocineros de algunos restaurantes dejan lo que tienen entre manos cada cierto tiempo para hacer una coreografía para los curiosos.
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White Beach Path - Boracay |
Definitivamente, habíamos ido al sitio perfecto para relajarnos, después de varios días sin parar, nos quedaban por delante tres días de relax absoluto, solo nos hacía falta recuperar las maletas, de lo que nos enteraríamos al día siguiente.
Continua en Hong Kong, Macao, Filipinas y Taiwan (Parte 3)
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