Viene de Hong Kong, Macao, Filipinas y Taiwan (Parte 2)
- Fecha: Del Domingo 3 de Agosto al Jueves 21 Agosto de 2014 (19 dias)
- Fecha: Del Domingo 3 de Agosto al Jueves 21 Agosto de 2014 (19 dias)
- Paises: Hong Kong, Macao, Filipinas y Taiwan.
- Ciudades Visitadas: Hong Kong, Tai O, Stanley, Macao, Manila, Tagaytay, Boracay, Taipei.
- Medio de Transporte: Barco, Coche, Autobús, Avión, Metro, Tren, Jeepney, Taxi, Teleferico.
- Acompañantes: Antonio y Diego
- Presupuesto aproximado: 2500€
Mapa de la Ruta |
DIA 12
Nos despertó una llamada a la puerta de nuestro dormitorio. Era la recepcionista para avisar que habían aparecido nuestras maletas.
¿Podría haber mejor forma de empezar el día? Si, descubrir que teníamos desayuno incluido de lo más variado en la azotea del hostal.
Desde donde parecía que estábamos en mitad de la selva, pues estábamos en mitad de la isla, con playas a ambos lados.
La cosa no invitaba a moverse mucho de ahí, pero nos obligamos a echarnos a la calle para ver que tenía que ofrecernos la isla durante el día.
Para empezar, nos dejamos caer en dirección contraria a White Beach, concretamente a Bulabog Beach.
Jamas había visto semejante combinación de colores en el mar. Desde aguas cristalinas al azul más intenso pasando por distintos tonos de verde.
Y eso que Bulabog beach es usada en su gran mayoría como embarcadero para pescadores y embarcaciones turísticas.
Por eso, a pesar de que el agua estaba para pegarse el primer baño, decidimos desplazarnos a White Beach.
Lo que la noche anterior era bullicio y comas, ahora eran palmeras, arena fina, agua cristalina, y una temperatura que invitaba a estar todo el día sumergido.
Así que eso es lo que hicimos el resto de la mañana. Nunca había estado en un lugar así, exceptuando Goa, pero siendo época del monzón, aquellas aguas distaban mucho de ser cristalinas.
Los bancos de peces deambulaban a sus anchas cerca de la orilla. Era una de esas playas en las que podías andar metros sin que te cubriera más arriba de la cintura.
Y así nos tiramos, bañándonos y buscando un poco de sombra de las palmeras hasta que nos fuimos a almorzar al chiringuito de turno.
Donde nos pusimos puercos a comer marisco por dos duros. A pesar de ser un sitio de lo más turístico, los precios no eran desorbitados.
Así que de postre nos permitimos un masaje en uno de los puestos en los que se ofrecía en plena playa.
Relajados nos limitamos a buscarnos un hueco para tirarnos en la arena para ver el atardecer, que ya nos habían dicho era espectacular.
La desierta playa se iba llenando de curiosos, por lo que podíamos intuir que si que se avecinaba algo distinto a lo que estábamos acostumbrados a ver.
Pero la verdad es que se quedaron cortos, porque lo que teníamos delante no tenía palabras para describirlo.
Hasta que no terminó el hipnótico atardecer no conseguimos alejarnos de la playa para volver al hotel para ducharnos.
De camino, descubrimos que desde la playa hasta el camino central de la isla existían varios puestos de lo más variopinto.
Resulto ser el D´Mall, un mercadillo al aire libre que ocupaba al menos 3 calles paralelas con productos de todo tipo.
Hasta habían varias atracciones, incluyendo una noria, para los más pequeños. Volvimos al hotel, pues se nos estaba haciendo de noche.
Tras cenar algo nos acercamos a Tito's, uno de los muchos bares que ofrecía música en directo en la terraza.
El ambiente estaba muy animado, y en varias mesas estaban fumando tabaco de sabores en cachimbas.
Así que hicimos lo propio para amenizar la noche con unas cervezas y unos gin tonics. Cuando nos hartamos nos fuimos al hostal. Nos estaban sentando genial los días de desconexión.
MNL Beach Hostel - Boracay |
MNL Beach Hostel - Boracay |
MNL Beach Hostel - Boracay |
Bulabog Beach - Boracay |
Bulabog Beach - Boracay |
Bulabog Beach - Boracay |
White Beach - Boracay |
White Beach - Boracay |
White Beach - Boracay |
White Beach - Boracay |
White Beach - Boracay |
San Miguel - Boracay |
Masaje - Boracay |
White Beach - Boracay |
White Beach - Boracay |
Sunset @ White Beach - Boracay |
Sunset @ White Beach - Boracay |
D'Mall - Boracay |
D'Mall - Boracay |
D'Mall - Boracay |
Tito's - Boracay |
Tito's - Boracay |
Tito's - Boracay |
DIA 13
Sin embargo, Itcham, el chico con el que compartíamos dormitorio, nos comentó que el amanecer en la isla era igual de impactante que el atardecer.
Por eso a las 5 de la mañana nos pusimos el despertador para acercarnos hasta Bulabog Beach para ver salir el sol.
Teniamos un sueño de muerte, y la playa no presentaba muy buen aspecto a esa hora de la mañana, pero pronto empezó a amanecer.
Por desgracia había unas cuantas nubes en el horizonte y no conseguimos ver mucho hasta que el sol estaba bastante alto.
Definitivamente no fue lo que habíamos estado esperando, y casi a las 7 nos dimos por vencidos y nos volvimos al hotel a dormir.
A eso de las 11 volvíamos a estar activos, listos para otro desayuno relajante en la azotea del hotel, con tostadas, te y huevos duros.
Tras ello, alquilamos un rickshaw para toda la mañana para explorar un poco más la isla, ya que nos habíamos limitado a movernos por la zona más turística.
La isla de Boracay que mide 9 km se divide en 3 secciones que se corresponden a las tres estaciones de embarque.
El primer dia desembarcamos en la tercera estación, y nuestro alojamiento se encontraba en la segunda.
Hoy nos acercaríamos a Puka Shell Beach, que se encontraba en la primera estación, en la parte más montañosa y al norte de la isla.
Resultó ser una playa mucho más salvaje que el resort del que veníamos. Se encontraba en la ladera de una montaña.
Aunque el agua era igual de cristalina que la de los días anteriores, estaba un poco más fría, y se dejaba pronto de hacer pie.
Cuando nos cansamos de la playa nos dimos una vuelta por el mercadillo cercano donde vendían ropa y algunos souvenirs.
Y nos dirigimos al único restaurante de la zona para almorzar, a pesar de que eran casi las 4 de la tarde.
El restaurante Tesebel resultó ser de lo más rústico, con la hija de la dueña durmiendo la siesta en lo alto de una de las mesas.
Pero en cuanto nos sentamos (éramos los únicos), la camarera nos trató como si fuera lo más normal del mundo venir a comer a esa hora.
Una vez terminamos el postre, dejamos una buena propina y volvimos a buscar a nuestro conductor, que no se había movido del parking.
Nos dejó en White Beach, pero en una zona un poco más pegada al norte, con resorts bastante más lujosos.
Encontramos un altar en la orilla con una virgen de Lourdes, y esculturas en la arena con las que fotografiarse por unos pesos.
Y llegamos a la altura del hotel justo para ver otro de esos espectaculares atardeceres que nos estaba regalando la isla.
De vuelta al hotel volvimos a pasar por el D´Mall que estaba repleto de gente, nos llamaron la atención una especie de fresas con pelo, llamadas rambutanes.
Ya en casa nos cambiamos y nos echamos a la calle a cenar y a disfrutar la última noche en la isla tropical.
Tras cenar dimos una vuelta por la playa, alejándonos un poco del bullicio. La prostitución era algo notable desde que llegamos, con jovencitas acompañando a turistas de edad avanzada.
Pero lo que no habíamos visto es que a pocos metros de las discotecas dormían en la playa madres con niños muy pequeños a la interperie.
Un mal trago para terminar una visita a la isla que había resultado ser de lo mejor en lo que llevábamos de viaje hasta el momento.
Bulabog Beach - Boracay |
Bulabog Beach - Boracay |
Bulabog Beach - Boracay |
Bulabog Beach - Boracay |
MNL Beach Hostel - Boracay |
Rickshaw - Boracay |
Puka Shell Beach - Boracay |
Puka Shell Beach - Boracay |
Puka Shell Beach - Boracay |
Puka Shell Beach - Boracay |
Puka Shell Beach - Boracay |
Puka Shell Beach Market - Boracay |
Tesebel Resaturant - Boracay |
Gambas con almendras - Boracay |
Pollo Teriyaki - Boracay |
Pollo en Salsa - Boracay |
Virgen de Lourdes - Boracay |
White Beach - Boracay |
White Beach - Boracay |
D'Mall - Boracay |
D'Mall - Boracay |
Tormenta - Boracay |
Cocktail - Boracay |
Live Music - Boracay |
DIA 14
Nos despertamos tarde, justo para cuando terminaba la hora del desayuno. No teníamos prisa, pues nuestro vuelo no saldría hasta las 5 de la tarde.
Nos habían hablado de un mercado de abastos donde solían comprar los habitantes de la zona llamado Wet Market.
Siempre me gusta darme una vuelta por los mercados locales de los lugares que visito para ver como discurre la rutina normal de la gente de la zona.
Pero en esta ocasión, la gente daba un poco igual, porque el espectáculo estaba en los pequeños puestos con peces tropicales.
Peces que no había visto en mi vida, más allá de en las cartas de los restaurantes a los que llevábamos yendo varios días.
Y por otro lado las langostas gigantes de mil colores que se amontonaban en cubos de hielo en todas las esquinas del mercado.
Después del paseo, nos dejamos caer por White Beach por última vez antes de volver al hotel a por las maletas.
Nos acercamos a comer a uno de los puestos de comida rápida cercanos a la playa donde abundaba la fritanga.
Y tras recoger las maletas volvimos a parar un ricksaw para que nos llevara hasta el puerto de la estación 3 para volver al aeropuerto.
Los barcos salían cada 20 minutos, y embarcar con el equipaje era poco menos que una aventura, pues había agua por todas partes.
Tras otro pequeño paseo en ricksaw, llegamos hasta el aeropuerto donde habíamos aterrizado tres días antes.
Parecía que había bastante menos follón para volver a Manila, por lo que no temíamos por las maletas.
En esta ocasión despegamos a la hora acordada y tras un vuelo de 1 hora volvíamos a estar en la capital del país.
Pasamos casi directamente a la terminal internacional, y como sorpresa nos encontramos con que teníamos que pagar 11€ para abandonar el país.
Nos quedaba una larga espera en el aeropuerto, pues nuestro vuelo a Taiwan se había retrasado dos horas más.
Pero finalmente embarcamos, y tras un vuelo de dos horas de lo más turbulento aterrizamos en el último destino del viaje, Taipei.
Por suerte habíamos contratado un taxista que nos llevó al hotel directamente, que estaba dentro del mercado nocturno al aire libre Tonghua. Cuando hicimos el check in nos fuimos directamente a dormir, pues eran más de las 2 de la mañana.
Station 2 - Boracay |
Wet Market - Boracay |
Chlorurus Sordidus - Boracay |
Daisy Parrotfish - Boracay |
Pacific Lobster - Boracay |
Pacific Lobster - Boracay |
White Beach - Boracay |
Dokito - Boracay |
Caticlan Port Jetty - Caticlan |
Caticlan Port Jetty - Caticlan |
Godofredo P. Ramos Airpot - Caticlan |
Way to Manila - Caticlan |
Salida de Filipinas - Manila |
Ninoy Aquino International Airport - Manila |
Taipei @ Night |
Tonghua Night Market - Taipei |
DIA 15
De nuevo el sofocante calor húmedo caracteristico de la zona nos dio la bienvenida al salir a la calle a desayunar.
Mirando bien la puerta de entrada al hostal, si no llega a ser por el taxista hubiera sido imposible localizarlo la noche anterior.
Y menos viendo el laberinto de callejones en el que no encontrabamos, pues estábamos alojados en el centro del mercado Tonghua.
Ya aprovechamos para dar una vuelta entre la muchedumbre para ir abriendo boca para el desayuno, pues no estaba incluido en el alojamiento.
Así que tras encontrar un cajero cercano en el que sacar dólares taiwaneses nos acercamos a un local cercano a pedir por mímica lo que estaba tomando el resto.
El bollito vegetal no estaba malo del todo, pero el té a base de soja era algo que no nos pudimos acabar de tomar ninguno.
No nos quedamos con hambre de todas formas, así que tras el experimento del desayuno, salimos a Xinyi Road, una de las avenidas principales.
Ibamos buscando nuestra primera parada turística, y desde allí vimos que estábamos más cerca de lo que pensábamos del Taipei 101.
El edificio, de corte clásico de pagoda, es desde el 2003 una de las mayores atracciones de la capital Taiwanesa.
De 508 metros de altura y 106 plantas (5 subterráneas), es el octavo edificio más alto del mundo, viéndose desde cualquier punto de la ciudad.
Además de ser el centro financiero del país, alberga en su interior un centro comercial de lujo con las tiendas mas exclusivas, desde Dolce & Gabanna hasta té TWG.
Nos acercamos a la taquilla del observatorio, pero decidimos comprar los tickets para el atardecer, así obtendríamos vistas diurnas y nocturnas de la ciudad.
Tickets en mano, optamos por acercarnos al memorial Chiang Kai-shek, otro de los atractivos de la ciudad.
Un paseo de casi una hora en el que exploramos las calles del centro de Taipei, yendo a parar al mercado Nan Men.
Un paraíso para los amantes de la comida, y no solo asiática, pues había salchichas de todo tipo, frutas y frutos secos de todos los colores.
Y también platos preconizados de lo más variado. No era hora de comer, por lo que lo dejamos atrás y continuamos hasta el memorial.
El memorial erigido en honor al expresidente de la República popular china esta situado dentro de un parque con su mismo nombre.
Existen varios edificios, desde el Memorial en sí, al museo y siendo completado con un salón de conciertos.
Era tarea casi imposible sacar la fotografía de la estatua de Chiang Kai-shek, pues estaba todo a rebosar de turistas, en su mayoría, nacionales.
Sin embargo, tuvimos al suerte de poder asistir a un cambio de guardia de lo más peculiar, por los pasillos del museo.
Finalmente abandonamos el complejo por la Plaza de la Libertad, y desde allí volvimos a una zona cercana al hostal para almorzar.
Pero esta vez ya si hicimos una inmersión en el metro de la ciudad, que resultó que funcionaba con fichas.
Acabamos en Rina, un restaurante situado en la misma calle donde habíamos desayunado donde había fotos de los platos para elegir.
Ya habíamos dejado atrás la idea de pedir en inglés, nos habíamos dado cuenta que en Taiwan era, si cabe mas complicado.
Luego nos dedicamos a explorar los pequeños comercios de nuestra calle, donde descubrimos la gran variedad de refrescos que ofrecen los taiwaneses.
Y luego, por primera vez en todo el viaje, tuvimos ganas de tomarnos un postre y un café para la sobremesa.
Así que explorando, acabamos en Ikari Coffee, una cafetería repleta de universitarios que no levantaban la cabeza de sus tablets y portátiles.
Se acercaba la hora de nuestra cita con el mirador del Taipei 101, así que empezamos a bajar la calle hasta el emblemático edificio.
En la entrada encontramos una réplica de la estatua de Love de Robert Indiana que también había visto en Filadelfia.
Nos pusimos en cola para coger el ascensor de pasajeros más rápido del mundo según el libro Guinness de los récords.
Y llegamos justo para ver el atardecer sobre la macrourbe taiwanesa que resultó ser más montañosa de lo que imaginaba.
Y también más grande, puesto que en algunas partes no dejaban de verse edificios hasta que se perdía el horizonte.
A medida que anochecía, las vistas desde el piso 89 donde se ubica el mirador, iban mejorando con las luces de la ciudad.
Pero lo que más me gustó con diferencia fue la posibilidad de salir al exterior en la azotea para poder mirar sin cristal por medio.
Bastante contentos con la visita, volvimos en el ascensor al nivel de suelo para proseguir la visita por la ciudad.
Nuestra siguiente parada estaba bastante más al norte, por lo que ir andando no era algo viable, así que volvimos al metro.
Aparecimos en el Distrito Wan Hua, ya que ibamos a visitar el Templo Lungshan, uno de los más llamativos de la ciudad.
Parte de su buen aspecto se debe a que ha sido reconstruido total o parcialmente en diversas ocasiones, debido a terremotos e incendios.
Dejamos atrás el templo budista y siguiendo la muchedumbre, nos adentramos en Wuzhou St, un poco más al norte atravesando el Parque Menxia.
Nos encontramos con otro mercado nocturno, esta vez con todo tipo puestos callejeros de comida tirada de precio.
Las larvas con chili tenían muy buena pinta, pero como estábamos hambrientos optamos por cosas más clásicas.
Así que a base de bolas de pescado (de origen indefinido), pinchitos de pollo y algunos rollitos de bacon, nos dimos por cenados.
El problema era localizar algo que beber. Por suerte, había varios 7/11 escondidos detrás de los puestos para comprar refrescos.
Sin embargo, lo que se llevo la palma en cuanto a frikadas fue encontrarnos de casualidad el mercado nocturno Huaxi, situado en una calle paralela.
Situado en una especie de galería comercial con dos entradas, el mercado nocturno está dedicado casi exclusivamente a productos del mar.
Entre esos productos se encontraban tortugas listas para ser comidas, con el caparazon arrancado, algo que no había visto nunca.
Al igual que serpiente pitón, que en esta ocasión si estaba viva. No nos apetecía probar nada de eso, pero de todas formas, los precios eran de locura.
Así que nos dedicamos a pasear por la ciudad para llegar a pie hasta el sendero de la Montaña Elefante, comenzando por el distrito de compras Xynil.
Situado al sureste de la ciudad, en el distrito Nangang, justo en el límite del casco urbano y al otro lado de la circunvalación se encuentra este pequeño pico.
Cuando llegamos al comienzo del ascenso, nos encontramos con que de sendero tenía poco, ya que estaba completamente asfaltado.
Y no precisamente con cuestas, sino con unos 20 minutos de escaleras endemoniadas, que con la humedad de ese día eran criminales.
Jv's Hostel - Taipei |
Tonghua Market - Taipei |
Tonghua Market - Taipei |
Tonghua Market - Taipei |
Breakfast - Taipei |
Breakfast - Taipei |
Xinyi Road - Taipei |
Taipei 101 - Taipei |
Taipei 101 - Taipei |
Taipei 101 - Taipei |
TWG Tea Shop - Taipei |
Chucho - Taipei |
Nan Men Market - Taipei |
Nan Men Market - Taipei |
Nan Men Market - Taipei |
Memorial Chiang Kai-shek - Taipei |
Memorial Chiang Kai-shek - Taipei |
Memorial Chiang Kai-shek -Taipei |
Memorial Chiang Kai-shel - Taipei |
Freedom Square - Taipei |
Metro - Taipei |
Rina - Taipei |
Rina - Taipei |
Zumo de guisante - Taipei |
Refrescos - Taipei |
Ikari Coffee - Taipei |
Taipei 101 - Taipei |
Love - Taipei |
Panorámica - Taipei |
Panorámica - Taipei |
Panorámica - Taipei |
Panorámica - Taipei |
Panorámica - Taipei |
Panorámica Azotea 101 - Taipei |
Taipei 101 - Taipei |
Lungshan Temple - Taipei |
Lungshan Temple - Taipei |
Lungshan Temple - Taipei |
Wanda Night Market - Taipei |
Wanda Night Market - Taipei |
Wanda Night Market - Taipei |
Wanda Night Market - Taipei |
Wanda Night Market - Taipei |
Huaxi Night Market - Taipei |
Huaxi Night Market - Taipei |
Huaxi Night Market - Taipei |
Huaxi Night Market - Taipei |
Tras esto, volvimos en metro hasta nuestro hostal. El mercado Tonghua también estaba animado a esa hora de la noche, pues también tenía puestos de souvenirs.
Tonghua Night Market - Taipei |
Pero no aguantamos mucho más dando vueltas, ya llevábamos dando vueltas por la ciudad más de 12 horas y estábamos rendidos.
DIA 16
Elephant Mountain Peak - Taipei |
Elephant Mountain Peak - Taipei |
Elephant Mountain Peak - Taipei |
Panorámica desde pico Elefante - Taipei |
Panorámica desde pico Elefante - Taipei |
Chorreando de sudor, volvimos a deshacer el camino por la escalinata para encontrarnos en el distrito Nangang.
Burritos en Nangang - Taipei |
Y como ya nos había dado la hora de comer, optamos por improvisar unos burritos en la misma zona en la que nos encontrábamos.
Taiyuan Road Underground Market - Taipei |
Nos desplazamos al noroeste, al distrito de Zhongzheng, para hacer unas compras, pero en la parada de metro descubrimos un centro comercial subterráneo.
Taiyuan Road Underground Market - Taipei |
Los souvenirs eran notablemente más baratos que en otros sitios, por lo que aprovechamos para hacer acopio de unos cuantos.
Sunny Cafe - Taipei |
Para cuando salimos estaba cayendo un diluvio bastante curioso, por lo que nos refugiamos en Sunny Café, una cafetería bastante elegante.
Bo'ai Street - Taipei |
Para cuando escampó ya estaba atardeciendo, y nos dirigimos a Bo'ai Street, también conocida como la calle de las cámaras.
Bo'ai Street - Taipei |
Decenas de tiendas de cámaras con todas las marcas y accesorios posibles. Me decanté por un flash, y el vendedor nos invitó a un par de chupitos de Black Label para celebrar la venta.
Zhongzheng district - Taipei |
Y ya que la cosa iba de tecnología, seguimos moviendonos por el barrio hasta llegar a otra visita obligatoria de la ciudad.
Guanghua Digital Plaza, un edificio de más de seis plantas dedicado exclusivamente a ordenadores y todo lo relacionado con tecnología.
Ya había saciado mi afán consumista con el flash, por lo que no llegué a comprar nada más allá de un par de pendiese, pero valió la pena la visita por lo curioso del lugar.
Ya iba siendo hora de cenar, así que para cambiar un poco de tercio, nos sumergimos en la parada de metro y nos dirigimos hacia el norte.
Concretamente al distrito Shihlin, conocido por su agitada vida nocturna, situado a las afueras de la ciudad pasado el rio.
Cuando bajamos del metro, nos encontramos un paisaje que podía haber sido sacado de Tokio, con luces de neón en todas partes.
Concretamente íbamos buscando el mercado nocturno Shihlin, otro de los más famosos de la ciudad por su extensión.
Guang-Hua Electronic Plaza - Taipei |
Guang-Hua Electronic Plaza - Taipei |
Guang-Hua Electronic Plaza - Taipei |
Metro - Taipei |
Shihlin District - Taipei |
Shihlin Night Market - Taipei |
Shihlin Night Market - Taipei |
De nuevo todo tipo de comida, bebida, souvenirs, gadgets para móviles, prendas de vestir. Cada mercado nocturno era igual al anterior, pero curiosamente, la clientela cambiaba.
En este había más gente joven y música en todas partes. También como curiosidad, en muchos puestos había fruta lista para consumir.
Así que por fin me atreví con el famoso durian, y resultó que sabía parecido a como olía, por lo que tras darle un par de bocados, fue a la papelera.
Tras picotear varias cosas aquí y allá estábamos listos para volver a casa, nos quedaba más de media hora de metro hasta el distrito de Da'an, donde estábamos alojados.
Como siempre el mercado nocturno de nuestro barrio estaba en plena ebullición, pero ya habíamos tenido bastante consumismo por un día, y teníamos que hacer las maletas, pues volábamos de vuelta al día siguiente.
Shihlin Night Market - Taipei |
Durian @ Shihlin Night Market - Taipei |
Metro - Taipei |
Tonghua Night Market - Taipei |
DIA 17
Las chicas de recepción (por llamarlo de alguna forma) eran encantadoras, y a pesar de no haber cuarto para el equipaje, nos permitieron dejar las mochilas en un rincón durante todo el dia.
Nuestro vuelo no salía hasta las 8 de la tarde, por lo que teníamos todo el día para explorar libremente la ciudad.
Tras patear una parte que nos quedaba de nuestro barrio, cogimos el metro y nos plantamos en el distrito de Datong, también al norte.
Un distrito más residencial que del que veníamos. Las bicicletas y motos inundaban cada uno de los numerosos parkings que nos íbamos cruzando.
Hasta que, tras perdernos un par de veces, dimos con lo que habíamos ido a buscar, el Templo de Confucio.
Todo el complejo, incluyendo el mismo templo, es una réplica exacta del original que se encuentra en Qufu, en China continental.
El templo fue derruido durante la ocupación japonesa, cuando se prohibió todo lo relacionado con la tradición china, y reconstruido en 1930.
Explorando la misma calle, localizamos otro templo de similares características también abierto al público.
Resultó ser el templo Baoang, construido sobre un antiguo santuario del siglo XVIII y modificado en distintas ocasiones durante la ocupación japonesa.
Desde allí continuamos paseando hacia el Rio Tamsui, pues aun no lo habíamos visto desde que llegamos. De camino nos encontramos con un mercadillo benéfico vecinal.
Pero creo que fuimos a parar a la parte menos turística de todo Taipei, llena de talleres de motos y sin nada llamativo que ver.
Para colmo, volvió el monzón que nos había estado respetando hasta entonces, y comenzó un diluvio acojonante.
Nos refugiamos en un restaurante en Mizu Road, y aprovechamos para almorzar, pues ya iba siendo hora. Luego nos metimos en la primera boca de metro que vimos.
Y descubrimos que en algunas paradas de metro existen salas rodeadas de espejos para que los jóvenes ensayen coreografías. Nos quedamos helados.
Iba siendo hora de volver al hostal, pues eran casi las 5 y teníamos que llegar al aeropuerto. Salimos a la superficie en Xinyi Road.
Para descubrir que lejos de terminar, el diluvio se había puesto peor, no dejándonos ni siquiera ver el Taipei 101 que estaba delante de nuestras narices.
Por suerte, el hostal estaba cerca, y nuestro taxi nos estaba esperando para dejarnos en la terminal desde donde volaríamos a Hong Kong.
Allí tuvimos que acomodarnos de la mejor forma posible, pues nuestro vuelo hacia Dubai no saldría hasta el amanecer.
Da'an District - Taipei |
Metro - Taipei |
Datong District - Taipei |
Templo de Confucio - Taipei |
Templo de Confucio - Taipei |
Templo de Confucio - Taipei |
Templo Baoan - Taipei |
Templo Baoan - Taipei |
Mercadillo Vecinal - Taipei |
Yanping Road - Taipei |
Diluvio - Taipei |
Minzu Road - Taipei |
Shuanglian Metro Station - Taipei |
Xinyi Road - Taipei |
Xinyi Road - Taipei |
Songshan Airport - Taipei |
Hong Kong International Airpot - Hong Kong |
DIA 18
Poco que contar del aburridisimo vuelo de vuelta. Ya acumulábamos el cansancio de no haber dormido bien cuando nos montamos en el avión para aguantar las primeras 8 horas.
Tras ello, una escala de unas cinco horas en la que volvimos a sopesar la posibilidad de salir a dar una vuelta por la ciudad.
Definitivamente no, estábamos demasiado cansados como para aguantar los 40 grados de un paseo por los emiratos.
Finalmente, 8 horas después de embarcar en el segundo vuelo estábamos en Madrid, y con nuestras maletas sanas y salvas.
Nos despedimos de Diego, que salió hacia Almeria. Nosotros nos acercamos a cenar a La Nicoleta, en La Castellana, pues nuestro bus hasta Granada no salía hasta las 12.
Escala - Dubai |
Escala - Dubai |
Metro - Madrid |
La Nicoleta - Madrid |
DIA 19
Llegamos a Granada a eso de las 6 de la mañana, y teniendo en cuenta que llevaba casi 48 horas sin dormir, cogí la cama como si no hubiera mañana.
Cuando desperté, ya más recuperado, cogí el coche y baje hasta Ceuta, donde pasaría el resto del mes de Agosto rodeado de la familia e intentando recuperarme para empezar el curso.
"¿Que decir de un viaje de película como este? Si pudiera, hubiera cambiado el orden para terminar los tres últimos días en Boracay tirado en la playa. Es la única pega que puedo sacar. Volvería con los ojos cerrados a cualquiera de las ciudades que habíamos visitado, pues a pesar de estar relativamente cerca en distancia, ofrecen unos rasgos culturales que las hacen únicas, a pesar de las similitudes. Se le podría dedicar un mes a cada uno de los países visitados y no se acabarían de descubrir cosas nuevas."
Estrecho de Gibraltar - Ceuta |
"¿Que decir de un viaje de película como este? Si pudiera, hubiera cambiado el orden para terminar los tres últimos días en Boracay tirado en la playa. Es la única pega que puedo sacar. Volvería con los ojos cerrados a cualquiera de las ciudades que habíamos visitado, pues a pesar de estar relativamente cerca en distancia, ofrecen unos rasgos culturales que las hacen únicas, a pesar de las similitudes. Se le podría dedicar un mes a cada uno de los países visitados y no se acabarían de descubrir cosas nuevas."
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