- Fecha: Del Lunes 6 de Abril al Jueves 9 de Abril de 2009 (4 DIAS)
- Pais: Alemania, Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
- Ciudades Visitadas: Frankfurt, Colonia, Aquisgran, Maastrich, Lieja y Luxemburgo.
- Medio de Transporte: Coches (BMW 320Cd y VW Golf), Autobús, Tren y Avión.
- Acompañantes: Nacho.
- Presupuesto aproximado: 500€
No suelo viajar en Semana Santa, suelo volver a Ceuta a descansar una semana del trabajo. No es que sea un capillita, más bien lo contrario, pero es una fecha que, por costumbre, paso con la familia. Sin embargo, en el 2009 Nacho, compañero de Matemáticas y amigo mas allá de los muros del instituto, propuso pasar la primer parte de las vacaciones en alguna parte.Los Viajeros |
Después de sopesar varios destinos y pensar en diferentes puntos de salida posibles, pillamos una oferta bastante jugosa desde Madrid a Frankfurt. Tenía curiosidad por visitar esa ciudad desde que, a igualdad de precios, elegi Milán años antes, así que la idea me pareció bastante atractiva. Tanteamos a varios más de la pandilla, pero no hubo manera, así que al final nos animamos a irnos los dos solos.
DIA 1
Elegimos mi coche para subir hasta Madrid, llevaba solo tres meses con mi BMW, auto regalo por haber aprobado las oposiciones, y aprovechaba cualquier ocasión para hacer un viaje con él. Antes de las 7 de la mañana estábamos en camino, pues cogíamos el vuelo a las 12:30 y queríamos tener un poco de margen antes del despegue.
Fue buena idea, porque de camino una patrulla de la guardia civil decidió pararnos en mitad de la autovia A4 (no me había pasado algo similar en la vida) porque nos habíamos mantenido en el carril izquierdo tras un adelantamiento. Después de comprobar los papeles, provocando un retraso de 15 minutos, nos dejaron ir.
Tras el incidente, a eso de las 10:00 llegamos al parking cercano a Barajas donde ibamos a dejar el coche por 4 noches, por un precio bastante asequible, y pusimos rumbo a la T-4. A la hora convenida cogimos nuestro vuelo y a la hora de comer estabamos en el aeropuerto alemán.
Estación Central Frankfurt am Main |
En solo 15 minutos nos plantamos en la estación central de Frankfurt, y de ahí andando al hotel President, menos de 10 minutos. Todo a pedir de boca, el alojamiento cómodo y barato, pero lo único malo, que al estar cerca de la estación central, pudimos comprobar que la gente que merodeaba por los alrededores no eran de la clase alta alemana, algo de esperar y no especialmente preocupante.
Tras dejar el equipaje salimos a explorar un poco la ciudad. Solo habíamos comido unos sandwiches y ya iba apretando el hambre. Primero salimos a la Plaza de la República.
Plaza de la República |
Y luego subimos por Kaiserstrasse, una calle peatonal que estaba bastante animada, y al final acabamos tomando una de esas maravillosas cervezas de un litro junto con unas salchichas frankfurt.
Homenaje en Frankfurt |
Como estaba animado el ambiente, seguimos explorando libremente la zona hasta que fuimos a dar con un barrio universitario donde nos timamos un par de cocktails.
Cocktails |
Ya mas tarde, cuando la cosa decayó, como seguía siendo temprano, nos acercamos a uno de los puentes a tomar unas fotos del skyline nocturno que ofrece la ciudad.
Frankfurt Skyline |
Por último, antes de dar por finalizado el día, y como hacía hambre, nos acercamos al Kaiser-Grill a por un Shawarma turco, todo un acierto antes de meterse en la cama...
Antes de dormir... |
DIA 2
Tras desayunar en el hotel, nos lanzamos a patear la ciudad, ya que la idea era acercarnos a Colonia al dia siguiente, y queriamos ver cuanto más posible.
Lo primero y como pillaba cerca del hotel, volvimos a la Plaza de la República como punto de partida, que a la luz del dia estaba dominada por la impresionante fachada de la estación central.
De ahí nos acercamos al distrito financiero, que se encontraba a poca distancia a pie. Tras pasear bajo los edificios, subimos a la Main Tower, una de las paradas obligatorias al visitar las ciudad.
Las vistas de la planta 56 consiguen que te hagas una idea de la distribución de la ciudad, que a pesar de poderse recorrer andando en gran parte, es inmensa.
Después de echar un buen rato en lo alto, volvimos a tierra y nos encaminamos a visitar la Ópera.
Y de paso la iglesia de Santa Catalina.
Luego dimos un paseo hasta el Zeil, la zona de tiendas, donde nos sentamos un rato en la plaza Konstablerwache, centro neuralgico de toda la zona peatonal. Ahí aprovechamos para comer unos perritos calientes.
Tras el almuerzo nos acercamos a ver el barrio antiguo. Siguiendo el mapa, nos encaminamos a la plaza del ayuntamiento. De repente el asfalto comenzó a cambiar por suelo empedrado y los edificios modernos a otros bastante más clásicos y con menos plantas.
Finalmente aparecimos en la Rohmer platz, con la iglesia de San Nicolás a un lado, coronada por la fuente en el medio y sobre todo, llena de terrazas de bares.
Jamas había visto tantas tiendas de relojes de cuco juntas.
Rohmer Platz |
Después de tomar un café y yéndonos un poco a las afueras del centro histórico, nos acercamos al cementerio judio. Aunque data del 1300, lo que más llama la atención es la hilera de pequeñas lápidas que, en honor a las victimas, se añadieron tras el holocausto en el muro que rodea el pequeño espacio ajardinado.
Cementerio Judio |
Más tarde, y aprovechando la buena tarde que hacía, y el ambientazo que había por allí, nos acercamos a la ribera del rio Meno. Allí nos tiramos en el cesped a aprovechar los últimos rayos de sol, para integrarnos con el resto de alemanes que estaban haciendo lo propio. Se ve que no es muy común pillar un día así de soleado en Frankfurt, y a la primera de cambio se creen que están en Mallorca.
Ribera del Meno |
Ya anocheciendo hicimos una parada en el hotel e hicimos tiempo para la cena. Volvimos a la Rohmer Platz para cenar algo tipico, asi que cayeron unas salchichas con chucrut.
Después de tomarnos unas cervezas, nos dimos una vuelta nocturna por la ciudad, acabando en Rossmarkt, cerca de Goetheplatz.
Rossmarkt |
Tras eso fuimos a dormir pues al dia siguiente tocaba madrugar pues habíamos decidido ir a Colonia.
DIA 3
Tras desayunar, a eso de las 8:30 nos acercamos a la estación central, queríamos coger un tren para llegar a Colonia, que se encuentra a una hora y media de Frankfurt. Entonces la chica del mostrador nos dio una agradable sorpresa... El billete de ida costaba 65€, por lo tanto, nos montabamos en 130€, algo inaceptable para el presupuesto que teníamos en mente.
Cuando ibamos a cancelar el plan, vimos el mostrador de Avis, y por curiosidad nos acercamos a preguntar el precio de un coche. Nos dieron un Golf Blue-Motion por 40€. Curiosa manera alemana de motivar el uso del transporte público. Al menos nos dieron un coche amistoso con el medio ambiente.
Compañero de viaje inesperado |
El caso es que a las 9:30 ya estábamos de camino a Colonia, y en una hora y media ya habíamos aparcado en el centro y nos encaminábamos a ver la catedral.
Catedral de Colonia |
A dia de hoy sigue siendo de las catedrales que más me han gustado del mundo, por no decir mi favorita. Era incapaz de meter toda la fachada gótica dentro del objetivo de mi cámara. Para colmo, te dejan subir a lo alto de la torre, a casi 100 metros de altura, para poder tener una panorámica de toda la ciudad. Por supuesto, durante toda la subida se podía leer en las paredes de la escalera las pintadas de los visitantes que habian ido dejando sus marcas en los últimos años, toda una gracieta.
Vistas de Colonia |
Más tarde dimos una vuelta por el centro, por la zona del Heumarkt y luego nos acercamos a la iglesia de San Martín el grande.
Heumarkt |
En un par de horas habíamos visto el centro histórico de la ciudad y habíamos comido algo, así que ya que teníamos el coche hasta las 9 del dia siguiente, decidimos hacer uso de él y acercarnos a Aquisgran, la ciudad donde fue coronado Carlomagno.
Aparcamos sin problemas cerca del centro y nos acercamos a visitar la catedral, simbolo de la ciudad, que se encuentra en Münsterplatz.
Después de ver la catedral de Colonia, obviamente, esta se quedaba pequeña, sin embargo, desde el punto de vista histórico, esta tenía mucho más que contar, ya que durante siglos fue el lugar donde se coronó a todos los reyes alemanes.
Tras visitar el interior, dimos una vuelta por el casco antiguo de esta pequeña ciudad, sorprendente por el ambientazo que tenía para ser un dia entre semana.
Casco Antiguo Aquisgran |
Al poco tiempo, Nacho propuso pasar la frontera y acercarnos a Maastrich, que ese encontraba a tan solo 35km, solo por decir que también habíamos estado en Holanda. Dicho y hecho, una pena abandonar la Autobahn alemana, sin límite de velocidad. Aun así en menos de 45 minutos estábamos allí.
Ayuntamiento de Maastrich |
Una pena que nos pillara un dia lluvioso, porque el sitio promete. Como en ocurre en muchas ciudades holandesas, todo está pensado para las bicicletas, y tiene muchísimas calles peatonales.
Maastrich y el rio Mosa |
Estuvimos paseando por las riberas del Rio Mosa y nos acercamos a San Servacio, pero con un día tan perruno no apetecía estar por la calle. Por eso nos metimos a tomar un café con unos chocolates.
San Servacio |
Así hablando, concluimos que Bélgica no quedaba tan lejos, y que nos podíamos acercar a Lieja, que estaba a otros 35km.
Se nos estaba yendo la cosa de las manos, pero a las 7 de la tarde estábamos en la ciudad belga, que por cierto, fue la que menos gracia me hizo, quizá por que el tiempo no acompañaba.
Lieja |
Primero nos acercamos a la catedral de Saint Paul, cuya fachada estaba bastante descuidada.
Catedral de St Paul |
Luego nos dimos una vuelta por el casco histórico, para acabar en la Plaza de Saint Lambert, con el palacio del Principe Obispo.
Plaza de Saint Lambert |
Iba siendo hora de volver, pues estábamos a tiempo de llegar a Frankfurt para la cena. Había dos opciones, deshacer el camino hecho, recorriendo 310km, o visitar un cuarto pais atravesando el Sureste de Bélgica hasta Luxemburgo, para cenar allí, haciendo 50km más. Por supuesto optamos por la opción más larga a pesar de que el cansancio comenzaba a hacer mella.
Conduje hacia el sur durante 1 hora y media y para la hora de la cena habíamos aparcado en el centro de la capital del Gran Ducado de Luxemburgo.
Luxemburgo |
No nos dio tiempo a mucho, pero atravesamos el Puente Adolph y paseamos un poco por la zona. Luego pateamos el centro histórico, donde no quedaba ni dios en la calle, temiendo que todo estuviera cerrado y que nos fueramos a quedar sin cena. Por suerte encontramos un restaurante donde nos pusieron un buen solomillo para recuperar fuerzas para el camino de vuelta.
Adolph Bridge |
A eso de las 10:30 nos despedimos del pequeño pais y pusimos rumbo a Frankfurt, aun nos quedaban 230km. Lo mejor sin duda, el tramo de nacional que pillamos por error entre Schweich y Merbach, una gozada conducir el Golf por esas curvas cerradas.
A la 1:00 estábamos en Frankfurt, después de pasarlo mal por el cansancio en un par de tramos, paramos en una gasolinera a las afueras, ya que, a todo esto, llevábamos 700km y el Volkswagen aun no había entrado en reserva, una gozada.
A la 1:30, dejamos el coche en el parking de la estación, por 70€ por cabeza nos habíamos hecho una ruta bastante interesante. Antes de las 2 ya estábamos planchando la oreja, preparados para la paliza que no esperaba al dia siguiente.
DIA 4
Nos levantamos justo para pillar el desayuno y dejar las maletas en consigna. Teníamos tiempo de dar una última vuelta, así que nos acercamos a fotografiarnos con el Euro gigante del distrito financiero y dar una última vuelta por la plaza de la República.
The Big € |
A las 10 estábamos cogiendo el tren de vuelta al aeropuerto y a las 12 estábamos volando.
De vuelta al aeropuerto |
A las 3 estábamos comiendo en Madrid, y a las 4 conduciendo de vuelta a Granada. Dejé a Nacho en el Zaidin, donde vivía entonces y me dispuse a dejar el coche en el parking público al lado de calle Elvira, donde iba a dormir esa noche. Sorpresa, Jueves Santo y el parking lleno, por lo que me tocó dar vueltas por Granada hasta que se quedó una plaza libre una hora después. En fin, que hasta las 12 no pude coger la cama.
Al día siguiente, de vuelta a Ceuta a la altura de Málaga me multaron los civiles por pisar una linea continua, se ve que la habían tomado con mi coche esa Semana Santa. Una mala manera de terminar un viaje que había salido a pedir de boca.
"Como impresión personal, jamas hubiera esperado que una ciudad alemana fuera tan animada, y mucho menos Frankfurt, a la que solo conocía por tener unos de los aeropuertos con más tráfico de Europa. A pesar de lo que nos ofreció la ciudad, me quedo con el tour de que nos llevó a pasar por 4 paises de forma improvisada".
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