Valió la pena, aun recuerdo el subidón de ver la Torre Eiffel delante, aunque fuera solo por un rato. Pudimos pasear por los Campos Eliseos, y acercarnos a la plaza en la que se encuentra el Museo del Louvre.
Finalmente, como teniamos uno de esos billetes de metro multiples, nos bajamos en el Arco del Triunfo para despedirnos de La Ciudad de la Luz.
Ya con el tiempo un poco justo, cogimos el metro de vuelta, y en unos 30 minutos volvimos al aeropuerto. La visita había dado para mucho, lo suficiente para dejar claro que había que volver a Paris para dedicarle una visita exclusiva. A eso de las 4 salió el vuelo, y por suerte, el avión no tenía nada que ver con el de Air France, ya que tenia espacio de sobra para ir cómodo, y además con su pantalla individual para poder hacer más ameno el vuelo con peliculas, videoclips y series. Por primera vez, pude experimentar el Jet Lag, y lo extraño que es eso de salir casi anocheciendo de Paris y llegar a NY aún atardeciendo, cuando deberían ser casi las 12 de la noche.
Dificil describir lo que sentí cuando pisé por primera vez USA, y especialmente Nueva York. Debía ser el cansancio de casi 24 horas sin dormir, que te hace experimentar todo de manera más intensa. Una foto en el control de pasaportes, las maletas donde tenían que estar, uno de esos taxis amarillos que parecen el doble de largos que los coches europeos, un viaje desde el aeropuerto de La Guardia a Manhattan con un conductor cogiendo todos los baches posibles a demasiada velocidad y por fin... El skyline de Manhattan al anochecer que tantas veces había visto en el cine, y que ahora se encontraba delante nuestra mientras atravesábamos el puente de Brooklyn a toda pastilla. Por un momento me olvidé de la falta de sueño, y solo me quedé embelesado mirando los edicificios que parecían medir kilometros de altura. Nunca había visto algo parecido.
Tras casi una hora de trayecto llegamos a nuestro hotel. El taxi nos costó 40$, y ahí tuvimos el primer choque cultural con el tema de las propinas, por lo que le preguntamos directamente al taxista que cuanto le correspondía de gratificación, a lo que nos respondió que dependía de nosotros, lo que solucionamos con 5$. Aun así estaba demasiado apoyardado para preocuparme por esas cosas, estábamos en Nueva York, y había que aprovechar el tiempo... Aunque en realidad, al subir a la habitación a dejar las maletas, eran más de las 9, y nos dio el bajonazo. Era hora de echarse a dormir. Compramos algo ligero de cena, y nos quedamos en nuestra habitación, era hora de descansar para poder aprovechar al máximo nuestro viaje.
A las 7 de la mañana estábamos despiertos, aunque nos quedamos un rato más en la cama, teníamos un dia largo por delante. El hotel estaba muy bien, la habitación muy limpia y las camas eran grandes y sobre todo, cómodas. Solo había un problema, la calefacción era demasiado fuerte por la noche, y por alguna razón, el clima nos estaba respetando. Por una semana, según las previsiones, la famosa ola de frio iba a dar una tregua, pero de todas formas, el hotel no iba a apagar los radiadores, por lo que pudiera pasar.
Tras una ducha, nos lanzamos a la calle a las 9:30 de la mañana. Teniamos una tienda de Bagels enfrente del hotel, nunca los habíamos probado, y resultaron ser el desayuno ideal, junto con un zumo de naranja. Además, Noelia se moría de ganas de pasear por Broadway con su café para llevar en la mano, al estilo "Sexo en Nueva York", por lo que el sitio era ideal.
Alberto llegaría esa noche, por lo que queríamos aprovechar al máximo ese primer día, porque el ya había estado anteriormente en NY, y no queríamos hacerle repetir la visita al Puente de Brooklyn, a la Estatua de la Libertad, a Times Square y al Empire State.
Comenzamos por un paseo por Wall St, que era donde mejor nos dejaba el metro para explorar el Lower Manhattan. Puestos de perritos calientes por todos lados, edificios que nunca parecen acabarse si miras hacia arriba, todo en tamaño XXL, y la sensación de sentirse pequeñito todo el tiempo. Que sitio tan distinto a todo lo que había visitado anteriormente... y que subidón cada vez que dabamos una esquina y aparecía algo nuevo que fotografiar.
Decidimos poner rumbo al puente de Brooklyn primero. ¡Que cosa más larga de recorrer! Y se veian los coches pasar por debajo nuestra, jamás lo hubiera imaginado así. No llegamos a cruzarlo entero, pero lo suficiente para hacernos una idea de lo importante que es ese puente para la ciudad, conectandolo con el barrio de Brooklyn, por tren, coche, y sobre todo bicicleta, con cientos de ciclistas dispuestos a atropellarte si te cruzas por el carril bici.
Tras patear el puente un rato más, fuimos a por el plato fuerte, visitar la famosa Estatua de la Libertad. Bajamos hasta el embarcadero dando un paseo y no tuvimos que aguantar mucho rato de cola para visitar Liberty Island. Demasiadas emociones fuertes para dos dias, pasar de la Torre Eiffel, al Puente de Brooklyn y ahora La Estatua de la Libertad.
Por alguna razón, me pareció muy pequeña. Posiblemente porque la tenía idealizada, siempre la había visto enfocada desde abajo y ahora desde el barco, la cosa cambiaba. Por otro lado, era verde, y siempre la había imaginado gris. Honestamente, en la primera impresión me defraudó, pero conforme nos acercamos y paseamos por la isla para escalar hasta el mirador, me fui animando.
Una vez dentro de la estatua, nos pegamos una mano importante de subir escaleras, pero valió la pena, las vistas desde lo alto eran impresionantes. Estuvimos arriba hasta que empezó a apretar el hambre y decidimos poner rumbo a tierra firme para buscar un lugar donde almorzar.
Antes de volver, hicimos una pequeña parada en Ellis Island, ese lugar por donde todos los inmigrantes tenían que pasar antiguamente para que les dieran permiso para entrar legalmente a USA. El caso es que estábamos tan a gusto al sol en la cubierta del barco que decidimos no bajarnos e ir directamente de vuelta a Manhattan.
Un tentempie en el Burguer King y cogimos el metro rumbo a Times Square, el centro neuralgico de la Gran Manzana. Curioso como la ciudad tiene la capacidad de sorprenderte cada vez más. Lo primero que pensé fue en como parecía que estaba dentro de una película por lo teatral del sitio, lo segundo, la cantidad de energía que se despilfarra diariamente solo para iluminar ese cruce. De todas formas, el efecto se consigue, puesto que no olvidas la visita en tu vida.
Estuvimos paseando por la zona durante una hora, nos acercamos a la tienda gigante de M&M's, caminamos hacia el Madison Square Garden y posteriormente nos dispusimos a hacer cola para subir a lo alto del Empire State Building.
Raul y Noelia querían entrar en el Madame Tussauds, pero yo ya había estado en el de Londres, y eran muy parecidos, por lo que decidí irme a dar una vuelta mientras ellos visitaban el famoso museo de cera. Se vé que se lo pasaron bien.
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Madame Tussauds NY |
Por entonces no me hacia a la idea del privilegio que era visitar Nueva York en una época tan poco turística como el mes de Febrero, ya que pudimos acceder a la planta 86 tras poco menos de 20 minutos de cola, por supuesto tras pagar los 25$ correspondientes.
Después del bullicio de la ciudad, de la sensación de ambiente contaminado, del ruido continuo del tráfico, subir hasta la planta 86 te transporta a otro mundo en el que solo se oye el silbido del viento y en algún momento el pito de alguno de los taxis amarillos que se encuentran a 320 metros por debajo de tus pies y no son más que borrones moviendose a lo lejos.
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Calles de NY desde Empire State |
Todas las calles se mezclan desde la azotea de ese edificio, excepto un cruce inconfundible desde las alturas: Times Square, que proyecta una cantidad de luz acojonante. Imposible parar de hacer fotos hacia Brooklyn, Central Park, o New Jersey. Como he dicho antes, tuvimos la suerte de estar practicamente solos, en posteriores visitas he podido apreciar mejor eso, puesto que normalmente no hay manera de buscar un hueco en las rejas.
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Mirador de la planta 86 |
Despues de pasar mas de media hora en lo alto, decidimos volver a la calle, ya que hacia mucho frio, hasta habia nieve acumulada por las esquinas. Había sido un día bastante completo, pero había valido la pena, ya que nos habíamos quitado las atracciones más turísticas y nos quedaban varios dias simplemente para perdernos por la ciudad. Compramos unos sandwiches de camino al hotel y cenamos en la misma habitación, donde caimos rendidos en tiempo record.
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Descanso Merecido |
DIA 4
Al dia siguiente por la mañana llegó Alberto. Se había venido desde Ottawa en un autobús nocturno que duraba unas 12 horas. Llevabamos 6 meses sin vernos, y encontrarnos en Nueva York fue un puntazo. Estuvimos en la habitación toda la mañana descansando, ya que estábamos hechos polvo del dia anterior y Alberto no había descansado mucho la noche anterior en el trayecto, por lo que era necesario hacer una parada.
Pasado el mediodia nos conseguimos poner en marcha. Nos largamos de vuelta al centro y estuvimos pateando durante unas cuantas horas. Nos acercamos de nuevo al Times Square, al Rockefeller Center y estuvimos paseando por la 5th Avenue.
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NY Subway |
Paseando y de tienda de souvenirs en tienda de ropa se nos fue el dia. Noelia estaba muy cansada, había estado un poco pocha al principio del viaje y se había recuperado bastante, aunque no del todo, por eso decidió que quería volver al hotel y descansar por el resto del dia. Tras acompañarla, insistió en que nos fuéramos a dar una vuelta puesto que solo eran las 8 de la tarde, y aun podíamos aprovechar un poco más la jornada. Por eso decidimos irnos a la Zona Cero.
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Restos del World Trade Center |
Curioso como el morbo ha convertido esa zona de Manhattan en una de las más visitadas, solo para ver un socavón del tamaño de dos campos de futbol. Al menos durante 6 años. Imposible imaginar lo que ocurrió allí. Los edificios que rodeaban a la obra debían medir un tercio del World Trade Center, y eran enormes. Las dos torres cayendo a plomo debieron ser un terremoto en toda la ciudad. Personalmente, no podía parar de pensar en la cantidad de gente que murió allí, y sumado al frio y al silencio, ya que de noche el distrito financiero está desierto, solo tenía ganas de ir a cualquier otro sitio. Saliendo descubrimos el tunel de Brooklyn, que automaticamente asociamos a la pelicula de Stallone "Daylight". Imposible no relacionar cada rincón de la ciudad con alguna producción Hollywoodiense.
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Brooklyn Tunnel |
A eso de las 9 cogimos el metro y volvimos al hotel, no sin antes comprar una "rica" cena para preparar en el microondas del hotel. Mejor no dar detalles sobre la cena ya que una imagen vale más que mil palabras.
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American Dinner |
DIA 5
El dia amaneció nublado y un poco lluvioso. Era el tiempo que estábamos esperando encontrar, e ibamos preparados de sobra. Decidimos empezar el dia en China Town, paseando por la zona del mercado. Nos sorprendió que hasta los McDonalds tuvieran los carteles en chino.
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China Town |
Más tarde nos acercamos a la zona del Radio City Music Hall, para tomar la foto de rigor, y decidimos entrar en el MOMA, aprovechando que era el día gratuito. Dentro encontramos muchas de las obras de Hopper o Warhol que habíamos estado viendo en la asignatura de Cultura Americana que habíamos estudiado durante la carrera. Y al mismo tiempo algunas exposiciones temporales que eran para echarle de comer aparte. De todas formas, solo por pasear por el edificio valíó la pena la visita.
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Modern Art |
Más tarde fuimos a pasear por la calle 34 y alrededores, pues nos habían dicho que estaban llenas de tiendas con ropa de marca a precio muy barato. Dimos con ellas y compré un par de vaqueros Levi's de esos que en españa cuestan el triple. Poco más tarde, cuando oscureció, dimos por casualidad con el Regency Inn, el hotel que nos habían asignado en un principio. Por lo menos, en apariencia, habíamos ganado con el cambio, el edificio tenía pinta de caerse a trozos.
Poco después encontramos el centro comercial Macy's donde pasamos un buen rato. El problema fue que dejamos sola a Noelia en la planta de Señoras, con la mala suerte de que el establecimiento estaba cerrando y nos acabamos perdiendo. Por suerte no tardamos mucho en encontrarla, aunque no había pasado un rato muy agradable dando vueltas sola de puerta en puerta intentando localizarnos.
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Times Square |
Ya se nos había casi vuelto a ir el día, por lo que nos acercamos de nuevo al centro neurálgico para pasear por las tiendas que nunca cierran, las de Times Square. Cenamos por la zona, y poco después volvimos a casa, ya se iba notando el cansancio acumulado de cinco dias sin parar.
DIA 6
Antes de llegar a Nueva York, 6 dias parado la misma ciudad me parecían un mundo. Incluso llegué a plantearme coger un bus para ir a las Cataratas del Niagara. Una vez allí se me quitaron las ganas, es una ciudad para pasar el tiempo que haga falta simplemente pateando las avenidas. Lo que si tenía ganas de ver era alguno de los distritos que rodean Manhattan, y el elegido fue Brooklyn, concretamente la zona sur, Coney Island. Eso era debido a que recientemente había visto la película
The Warriors, ambientada en Nueva York, y había despertado mi curiosidad. ¿Una playa Neoyorkina? Había que verla. Sabía de antemano que era una zona muy deprimida, especialmente en invierno, y estaba a una hora en metro de donde nos encontrábamos. Por ello avisé a mis compañeros de viaje, que aun así, quisieron venir conmigo.
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Subway to Coney Island |
Cuando bajamos del metro N una hora después, habíamos llegado a otro pais. El sur de Brooklyn no tenia absolutamente nada que ver con la zona que conocíamos de Nueva York. Paseamos desde la parada hasta la playa donde se encuentra el paseo marítimo.
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Shoot the Freak |
Seguía en pie la famosa montaña rusa "The Ciclone", pero absolutamente todos los puestos estaban cerrados a cal y canto. El sitio era deprimente, pero a la vez tenía su punto curioso. Por suerte el dia era muy soleado, y el contraste con la playa de arena fina hacía un poco más agradable la visita.
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Brighton Beach |
Tras estar sentados un rato en el "boardwalk" decidimos poner rumbo a Manhattan otra vez. Se ve que no había sentado muy bien mi excentricidad, y a pesar de que había avisado de que no ibamos a encontrar nada bonito, perder dos horas de trayecto para ver ese barrio tan poco agraciado enrrareció en ambiente durante el resto del dia.
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Brooklyn |
Nos habían hablado de un restaurante con show incluido en Nueva York, el Jekyll & Hyde club y decidimos ir a comer allí, ya que nos podiamos permitir un lujo, ya que habiamos cenado la mayoria de las noches en el hotel. No estuvo mal la comida, pero como pudimos comprobar, era un espectaculo no apto para niños.
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Jelyll & Hyde Club |
No recuerdo exactamente lo que comimos pero si que había un perrito caliente gigante de por medio. Finalmente, el show fue mejor que la comida, aunque valió la pena probarlo. Más tarde, en el metro conseguimos la preciada foto con la policia de Nueva York, aunque creo que encontramos a los dos agentes con más cara de tonto de toda la ciudad.
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NY Police |
Luego nos acercamos al famoso edificio Dakota, donde asesinaron a John Lennon. Justo al lado encontramos los Strawberry Fields.
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Strawberry Fields |
Luego bajamos dirección sur, paralelos al parque hasta que llegamos a un monumento cercano a nuestro hotel, pero que debido a que siempre cogiamos el metro desde la misma puerta, nunca habíamos tenido ocasión de ver, el Columbus Circle.
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Columbus Circle |
Para terminar el dia, llevamos a Noelia a la Zona Cero, ya que ella no estuvo la noche que lo visitamos. Otra vez la misma sensación, pero ahora encontramos una entrada del metro con un mural dedicado a las victimas. Francamente estremecedor.
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World Trade Center Subway Station |
Tras esta visita, casi no podíamos mas, por lo que volvimos al hotel hechos polvo, aun nos quedaba el último día en Nueva York, porque el vuelo salía a las 6 de la tarde, y queríamos aprovecharlo lo más posible.
DIA 7
Me levanté más temprano que el resto, querían dormir un poco más y yo tampoco les quería insistir, por lo que me lancé a las calle a las 8 de la mañana a aprovechar mi último día en Nueva York. Me bajé en Columbus Circle, pero esta vez bajé la quinta avenida desde el parque hasta la calle 42. Pasando por el edificio Trump, y por supuesto las tiendas de Gucci, Dolce & Gabanna, Tiffany's, etc...
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Fifth Avenue |
Más tarde volví al hotel a la hora acordada para dejar la habitación y las maletas en el cuarto de equipaje. Estos ya estaban listos para ponerse en marcha, y había que hacer las últimas compras, pero antes nos acercamos por la Catedral de San Patricio, para ver por dentro una iglesia americana.
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St Patrick's Cathedral |
Luego de vuelta a Times Square, para despedirnos del sitio en el que más veces habíamos estado y para realizar las compras de los últimos souvenirs. Como dice Alberto, Nueva York es una ciudad en la que te acuerdas de todo el mundo, y siempre encuentras algo que comprarle a alguien. De todas formas, nos habíamos gastado mucho menos dinero de lo que planeamos en un principio, por lo que decidí comprarme mi primer iPod, que costaba notablemente más barato que en España.
Después de comer algo, tiramos para el hotel. Cogimos el metro, pero dándomelas de enterado hice que nos montaramos en un tren que daba por hecho que pasaba por nuestra parada. Pero resultó que era uno de esos express que solo hace paradas puntuales, y por supuesto, la calle 96 no era una de ellas. Por esa razón acabamos en Harlem, en la calle 125. Hasta ahí no había mayor problema, solo esperar a que el tren del anden de enfrente iniciara la vuelta... hasta que apareció el cartel de "Tren fuera de servicio", que nos obligó a salir a la superficie, donde había comenzado a nevar copiosamente.
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NY Snow |
Intentamos coger un taxi, pero no hubo forma. Tampoco sabiamos que autobus nos llevaba de vuelta al hotel, asi que nos tocó andar 30 calles a paso ligero para no perder el avión, puesto que ya ibamos justos de tiempo. Justo al llegar al hotel, paró de nevar, recogimos las maletas y nos llamaron a un taxi, que nos tenía que llevar al aeropuerto de Newark, en Nueva Jersey, al otro lado del rio. Nos despedimos de Alberto, que se iba a quedar un par de dias mas en un hostel y pusimos rumbo al aeropuerto.
No ibamos tan mal de tiempo, pero debido a la nevada pillamos un par de atascos que nos pusieron bastante nerviosos. Finalmente, llegamos al aeropuerto, y a las 6:30 de la tarde estabamos volando rumbo a Paris. El problema de volar hacia el Este es que vas perdiendo horas, y cuando llegamos a Paris, eran las 8 de la mañana, mientras que para nosotros eran solo las 2.
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Amaneciendo en el vuelo |
DIA 8
Las dos horas de transbordo en el Charles de Gaulle fueron horribles, con ganas de dormir pero sin un sitio donde apoyar la cabeza. Finalmente embarcamos hacia Malaga y me quede dormido al momento con la cabeza apoyada en la ventanilla, desperté al llegar. Los de NCP nos estaban esperando para ir a por el coche, pagamos los 21€ y pusimos rumbo a Algeciras.
Deberíamos habernos quedado comiendo en Málaga, pero queriamos estar cuanto antes en Ceuta, ya que aunque Raul y yo teniamos unos dias más de vacaciones, Noelia se incorporaba al dia siguiente. Ni que decir tiene que tuvimos que hacer un esfuerzo titánico por no quedarnos fritos los tres en el camino, e ibamos dando conversación, aunque de mala gana. Comimos unas pizzas en el barco, y estabamos en casa a las 5 de la tarde. Intenté aguantar sin dormir hasta la noche, pero fue imposible, y cai en redondo hasta las 11, cené algo y volví a la cama como si no hubiera pasado nada.
"A pesar de algunos roces típicos de la convivencia, guardo muy buen recuerdo de este viaje. Quizá como dice Noelia, tendriamos que haber cogido dos habitaciones, no obstante, los buenos momentos que pasamos compartiendo cuarto por 6 dias, son irrepetibles. Era la primera vez que pisaba USA, pero tenía claro que quería volver cuanto antes, y a ser posible a alguna ciudad distinta de NY, aunque no me hubiera importado (ni me importa) volver a la Gran Manzana mil veces más."
(literalmente: Isla Larga) es una isla del estado de Nueva York. Tiene una longitud de 190 km desde el puerto de Nueva York hasta el extremo más oriental de la pequeña localidad de Montauk, y una superficie de 3567 km². Es la isla más grande de los Estados Unidos contiguos.
ResponderEliminarEn términos geográficos, Long Island albe tercerefecto.com/reclamos-santander-rio/