Calabria y Sicilia (Parte 2)

Viene de Calabria y Sicilia (Parte 1)

- Fecha: Del Viernes 23 de Marzo al Lunes 2 de Abril de 2018 (11 DIAS)
- Paises: Italia
- Ciudades Visitadas: Lamezia, Altomonte, Morano Calabro, Civita, Luzzi, Cosenza, Pizzo, Tropea, Soverato, Catanzaro, Scilla, Gerace, Stilo, Badolato, Castelmola, Taormina, Catania, Siracusa, Noto, Gangi, Palermo & Cefalú.
- Medio de Transporte: Autobús, Metro, Tren, Avión, Barco y Coche (Ford Ka+)
Acompañantes: Erika y Pietro.
- Sonaba en la radio: FriendsFreaky Friday & Downtown.
- Presupuesto aproximado: 700€


Mapa de la ruta

DIA 7

Como la sesión del viernes ya la habíamos realizado, esta sería la última, aunque la habíamos dividido en dos partes.

Colazione - Villa Gabriella - Satriano
Por la mañana daríamos el resto de puntos del programa, y por la noche, tendríamos una sesión cultural en Badolato.



E 90 - Calabria
Por eso, terminamos a media mañana, lo que aproveché para hacer algo más de turismo, porque mis dias en Calabria se acababan.

Fiat 500 - Calabria
Me dirigía a Gerace, situado a una hora al sur, y por el camino encontré un Fiat 500 a pie de carretera que merecía una instantanea.

E90 - Calabria
Mi primera parada del dia iba a ser la localidad montañesa de Gerace, situada a poco más de una hora de Soverato.

Centro Storico - Gerace
Tenia las expectativas muy altas, pues está considerada la séptima aldea más bonita de el pais Transalpino.

Centro Storico - Gerace
Una vez llegué, tuve mis dudas a cerca de las señales que indicaban como entrar al pueblo, pues parecía restringido al tráfico.

Centro Storico - Gerace
Pero uno de los viandantes, me dijo que no habría ningún problema en pasar al centro de la ciudad, la restricción era para autobuses.

Centro Storico - Gerace
Aparqué en uno de los miradores y me dediqué a perderme sin rumbo por los callejones del pueblo calabrés.

Centro Storico - Gerace
El titulo de séptima aldea más bonita, sin duda, no le venía nada grande, toda ella era un centro histórico.

Centro Storico - Gerace
En algunas partes más reformado al gusto del turista, en otras bastante menos modificado sin llegar a estar dejado.

Centro Storico - Gerace
Después de pasear durante un rato, llegué al Castillo Normanno, situado en el punto más alto del pueblo.

Castelo Normanno - Gerace
Desde allí si se podía obtener una buena perspectiva de lo que era el pueblo sobre la colina y el Mar Jónico de fondo.

Centro Storico - Gerace
Luego continué descendiendo por las estrechas calles con la idea de irme, pero cada esquina era una perspectiva nueva.

Centro Storico - Gerace
Vi varias iglesias, todas muy similares a lo que había encontrado hasta entonces, excepto la de Santa Caterina de Alejandría.

Chiesa di Santa Caterina d'Alessandria - Gerace
Aun no era la hora española de almorzar, pero me había acostumbrado al horario italiano y me estaba entrando hambre.

Centro Storico - Gerace
Entonces localicé al lado del ayuntamiento el Bar del Tocco di Rinadis Giuseppe, donde pedí un par de trozos de pizza.

Bar del Tocco - Gerace
Lo más curioso es que le estaba cogiendo el gusto al agua con gas, que suelen tomar para ayudar a digerir tanto carbohidrato que tienen en su dieta.

Centro Storico - Gerace
Recorrí un camino alternativo hasta el coche disfrutando por última vez de uno de los pueblos más bonitos que había visto esa semana.

Centro Storico - Gerace
Y volví a la carretera de la costa E-90 para dirigirme al norte, aunque antes de llegar a Soverato, viré de nuevo hacia las montañas.

Stilo - Calabria
Desde la carretera, Stilo aparecía retrepado en lo alto de un monte sin nada más alrededor, además de campo.

Largo Sabatini - Stilo
Estaba bastante más aislado de la carretera principal que Gerace, y también se notaba en el estado de dejadez del asfalto.

Chiesa di San Francesco - Stilo
Aparqué en el Largo Sabatini, en una zona que parecía acceso al casco antiguo, junto a la Iglesia de San Francisco, donde entré.

Centro Storico - Stilo
Luego, comencé a subir por la Calle Tommaso Campanella, desde donde iban saliendo callejones a ambos lados.

Largo Tommaso Campanella
Gerace era en algunas partes un parque de atracciones para el turista, en otras un pueblo en el que se hacía vida normal.

Centro Storico - Stilo
En el caso de Stilo, la balanza caía del segundo lado, conforme paseaba por sus calles, solo encontraba vecinos.

Centro Storico - Stilo
Algunos sorprendidos por mi presencia cámara en mano, otros sin inmutarse, pero todos muy amables.

Centro Storico - Stilo
Una vez llegué a la zona alta del pueblo, pude comprobar que era mucho más pequeño que Gerace, y que tampoco se veía el mar.

Centro Storico - Stilo
No es que no me hubiera gustado, pero es que venía de uno de los lugares más pintorescos de La Calabria.

Centro Storico - Stilo
El listón estaba bastante alto, pero aun así, me encantó contrastar ambos pueblos del sur de la región italiana.

Centro Storico - Stilo
Recogí el coche, y al pasar por el Largo Sabatini, pude comprobar como se montaban puestos de fruta en mitad de la plaza.

Largo Sabatini - Stilo
Ahora me encontraba de camino al norte, para comenzar la clase cultural calabresa que habíamos pactado para la tarde.

Badolato - Calabria
Había dejado para el final uno de los, en teoría, pueblos más preciados de Catanzaro, muy cercano a Soverato.

Badolato - Calabria
Badolato se encontraba a unos pocos kiómetros al sur, y era otro de esos pueblos dividido entre el lido y la montaña.

Centro Storico - Badolato
De primeras, no podría explorar mucho, porque me esperaba Gino, el guía que Jump había puesto a mi disposición.

Centro Storico - Badolato
Solo me dio tiempo a entrar al Bar del Fosso y tomar un buen espresso, de los que sirven con una gota de café que te pone como una moto, y un vaso de agua.

Bar del Fosso - Badolato
Y tras eso, subí en un todo terreno junto a un matrimonio americano que había llegado en crucero un par de dias antes.

Convento degli Angeli - Badolato
Nos dirigíamos de nuevo ladera abajo, pero tomamos un desvío hacia el cementerio, situado en el norte.

Convento degli Angeli - Badolato
Frente a la misma tapia se encontraba el Convento del Angel, que se encuentra habitado y al que hay que pedir permiso para entrar.

Convento degli Angeli - Badolato
Primero nos enseñaron el claustro, que conservaba parte de su estructura original, que data del siglo XVII.

Convento degli Angeli - Badolato
Luego nos llevaron al huerto, para mostrarnos entre otras cosas la bergamota, un cítrico autóctono al que Pietro había hecho referencia anteriormente.

Bergamota - Convento degli Angeli - Badolato
Y finalmente, nos dirigimos a la Iglesia del Angel, que se encuentra mantenida por los monjes de Mondo X.

Chiesa degli Angeli - Badolato
El templo está en continua restauración y el trabajo es espectacular, especialmente sobre las figuras de madera, que son impresionantes.

Chiesa degli Angeli - Badolato
Tras la visita, volvimos a Badolato, y aunque la clase cultural había terminado, Gino tenía una sorpresa.

Catoju do Suriciaru - Badolato
Al ser Jueves Santo, la tradición era reunirse con amigos para cenar y tomar vino de la propia cosecha.

Catoju do Suriciaru - Badolato
Me llevó con sus amigos del pueblo al sotano de uno de ellos, sitio al que se conoce en calabrés como "catoju".

Catoju do Suriciaru - Badolato
Y allí me encontraba, sin entender una palabra de calabrés, tomando vino y habas con gente que no hablaba inglés.

Catoju do Suriciaru - Badolato
La experiencia fue una pasada, ya que, aunque no me enteraba de nada, estuvieron hacíendo por integrarme lo más posible hasta que nos fuimos.

Centro Storico - Badolato
Cuando salimos ya había casi anochecido, y Gino me dejó en manos de Érika, que me esperaba para cenar.

Pizzeria La Cantinetta - Badolato
Nos vimos en la Pizzeria la Cantinetta, y quería invitarla a cenar para agradecerle la experiencia que me había proporcionado en Calabria.

Serata Musicale - Badolato
Pero de repente, apareció Pietro ataviado de smokin y junto con dos músicos más, se puso a cantar canciones de los 50.

Serata Musicale - Badolato
Cuando Erika vio mi cara, me explicó que tenía una banda y que solían tocar en ese bar frecuentemente.

Serata Musicale - Badolato
No se me ocurría mejor forma de terminar mi semana con JUMP, sin duda había sido el curso más completo de todos los que había realizado hasta la fecha.

Via Castelo - Badolato
Cuando acabó el concierto, recogí mi coche de Via Castelo y volví a casa. Suerte que había dejado de tomar vino cuando salí del catoju, porque me esperaba un control de los Carabinieri a la entrada de Satriano, que pasé sin problema.

DIA 8

Como todas las mañanas, me esperaba un desayuno espectacular, y al finalizar Pietro y Erika pasaron por Villa Gabriella a despedirse.

Colazione - Villa Gabriella - Satriano
De nuevo a mi aire, me fié de Google Maps para llegar hasta la localidad de Villa San Giovanni, al oeste.

SP146 - Calabria
Tras perderme un par de veces por carreteras casi sin asfaltar, llevandome un par de sustos, acabé en la autovía.

Imbarchi - Villa San Giovanni
En a penas dos horas, estaba comprando el billete de ferry para cruzar a la Isla de Sicilia por el Estrecho de Mesina.

Imbarchi - Villa San Giovanni
Siendo de Ceuta, estoy acostumbrado a este tipo de trayectos, pero este barco era especialmente cutre.

Ferry - Stretto di Mesina 
Pero salió bastante puntual, y comenzamos el trayecto con dirección al Puerto de Mesina a las 11:30 clavadas.

Stretto di Mesina - Italia
Lo que me sorprendió fue que estábamos tardando más de la cuenta en llegar al destino, a pesar de la puntualidad en la salida.

Stretto di Mesina - Italia
Y es que resultó que el barco de esa hora llevaba al Puerto de Tremestieri, situado a 12km al sur de Mesina.

Stretto di Mesina - Italia
Lo cual me vino de lujo, porque me iba a ahorrar circular por la ciudad portuaria y cogería directo la autopista al sur.

E45 - Sicilia
El primer indicio de que me había metido en una zona mucho más turística comenzaba con la presencia de peajes.

Pedaggio - Sicilia
Tan solo 40 kilómetros después, estaba buscando aparcamiento en la primera de mis paradas sicilianas, la localidad costera de Mazzaró.

Funivia - Mazzaro
El aparcar gratis y fácil se había acabado, pues me costó la vida encontrar un hueco cerca del funicular que me llevaría a Taormina.

Funivia - Taormina
Una vez lo logré, pagué los 6 euros que me costaba el trayecto de ida y vuelta, y disfruté de las vistas que ofrecía la cabina panorámica.

Funivia - Taormina
Taormina se encuentra situada en lo alto del monte, pero acceder en coche puede ser una auténtica pesadilla.

Centro Storico - Taormina
Por eso lo mejor es desplazarse directamente hasta la costa y realizar el trayecto hasta el casco antiguo en funicular.

Centro Storico - Taormina
Sin duda alguna, había cambiado de escenario, no solo por los cielos despejados, sino porque estaba todo abarrotado de turistas.

Centro Storico - Taormina
La parte buena es que todo el mundo hablaba inglés en los comercios y restaurantes, lo que me facilitaba el trabajo mucho.

Centro Storico - Taormina
Atravesé la Puerta Messina, y me adentré en el casco histórico, que se parecía muy poco a los que me tenía acostumbrado Calabria.

Centro Storico - Taormina
La calle principal Umberto I discurría entre tiendas de souvenirs, restaurantes y hostales para mochileros.

Centro Storico - Taormina
Algunas de las calles laterales tenían pinta de ser más pintorescas que esa, aunque estaban demasiado acondicionadas al estilo moderno.

Centro Storico - Taormina
Baje hacia la izquierda por la Via del Teatro Greco y me dirigí al anfiteatro, uno de los iconos de la ciudad.

Centro Storico - Taormina
Pero la cola era bastante larga, algo a lo que me tendría que ir acostumbrando, por lo que deseché la idea y volví a la ruta principal.

Centro Storico - Taormina
Taormina tenía un encanto especial, no se parecía ni a los pueblos calabreses de los que venía, ni a otras zonas de Italia que había visitado anteriormente.

Piazza IX Aprile - Taormina
Y la cosa mejoró más cuando llegué a media altura de Umberto I y a mi izquierda apareció la Plaza IX de Abril.

Piazza IX Aprile - Taormina
Desde allí, las vistas del Etna que parecía que subía directamente desde el mar, eran sin duda lo mejor que había visto en mi semana en Italia.

Piazza IX Aprile - Taormina
Tras eso, ya casi era la hora de comer, y me había hecho varios sandwiches con lo que me había sobrado de lo que había ido comprando durante la semana.

Piazza IX Aprile - Taormina
Pero no veía un sitio tranquilo donde sentarme, por lo que busqué un lugar menos concurrido donde pararan menos autobuses de touroperadores.

Piazza IX Aprile - Taormina
Bajé en el teleférico hasta Mazzaró, y una vez allí cogí el coche monte arriba dejando atrás Taormina hasta llegar a Castelmola.

Via Annunziata - Castelmola
A la entrada, había un mirador en una plaza en plena Via Annunziata, con unas vistas del Etna que quitaban el hipo. Un buen lugar para almorzar.

Via Annunziata - Castelmola
Y luego, tras comerme el sandwich, ya que había subido hasta allí, decidí darle una oportunidad a Castelmola.

Centro Storico - Castelmola
Aparqué en la misma Plaza de San Antonio y di una vuelta por el casco antiguo, que sin ser espectacular, no estaba mal.

Piazza San Antonio - Castelmola
Pronto di con la plaza donde confluían todas las callejuelas del pueblo, que aparentemente tenía forma circular.

Centro Storico - Castelmola
Y allí aproveché en uno de los bares abiertos para tomarme uno de esos espressos en el Caffe del Duomo.

Caffe del Duomo - Castelmola
El camarero, de lo más simpático, se ofreció a darme a probar como obsequio el vino dulce con denominación de origen del terreno.

Caffe del Duomo - Castelmola
Luego, cuando me dirigía a la salida, me di una vuelta por el Castello di Mola, en el punto más alto del pueblo.

Castello di Mola - Castelmola
Y tras eso, volví al coche para dirigirme al sur por la autovía, siempre con el Etna de fondo, para hacer otra breve parada en el camino.

Etna - Castelmola
En esta ocasión, era consciente de que iba a tener que apuntar mejor en lo relativo a la logística de donde dejar el coche.

E45 - Sicilia
Me iba a meter en Catania, la segunda ciudad más grande de Sicilia, toda una capital de 400000 habitantes.

Centro - Catania
El centro histórico no era muy grande, pero llegar hasta él si fue un poco complicado, aunque conseguí aparcar con relativa facilidad.

Sostare - Catania
Una vez pagada la zona azul, me di cuenta del problema de acumulación de basura que tenían en Catania.

Centro - Catania
Y también de que me encontraba en una ciudad que aparentemente tenía poco de turística, con pintadas en todas partes.

Centro - Catania
Lo primero que hice fue encontrarme un mercadillo callejero que vendía lo que parecían productos reciclados.

Mercato di strada - Catania
Luego, callejeando fui a parar a la Via San Benedetto, una larga calle peatonal rodeada de varias iglesias.

Centro Storico - Catania
Una de ellas, San Francisco de Borgia, a la que se podía entrar solo hasta el recibidor, donde había una exposición.

San Francesco de Borgia - Catania
Girando a mano derecha, salí a la Via Crociferi, también peatonal, hasta la Plaza de San Francisco de Asís.

Centro Storico - Catania
Me llamó la atención el número de iglesias de estilo distinto que se concentraban en tan pocos metros cuadrados.

Centro Storico - Catania
Enfrente de la plaza estaba la Iglesia de San Francisco de Asís y la Inmaculada, gigantesca y de estilo barroco.

San Francesco de Asis illa Inmaculata - Catania
Esa calle desembocaba en Vittorio Emanuelle II, una avenida más grande, y la seguí tomando dirección este.

Vitorio Emanuelle II - Catania
Desemboque en la gigantesca Plaza del Duomo, con la que se me olvidó la mala impresión de la ciudad que me había llevado al bajarme del coche.

Plaza del Duomo - Catania
Los edificios imperiales que la rodean están perfectamente cuidados, desde el Palacio Degli Elefanti, que es un edificio gubernamental.

Plaza del Duomo - Catania
Al Palacio de Chierici, que es uno de sus laterales tiene la Puerta Uzeda, uno de los puntos de entrada al casco antiguo.

Plaza del Duomo - Catania
Pero es la Catedral de Santa Ágata la que sin duda impone más debido a su impresionante fachada barroca.

Cattedrale di Sant'Agata - Catania
A esa hora estaba cerrada, por lo que de casualidad, buscando una entrada alternativa rodeándola, di con la Iglesia de la Abadia de Santa Agata.

Chiesa della Badia di Sant'Agata - Catania
Allí pude entrar gratuitamente, y una vez en el interior, pagando 4€, fue posible acceder a lo más alto de la cúpula a través de una escalera de caracol.

Chiesa della Badia di Sant'Agata - Catania
Sin duda, fue todo un acierto, porque desde allí las vistas de toda la ciudad Siciliana eran un espectáculo.

Chiesa della Badia di Sant'Agata - Catania
Y sobre todo porque parecía que el Volcán Etna era una continuación de los tejados de los edificios, unas perspectiva única.

Chiesa della Badia di Sant'Agata - Catania
Me estaba sorprendiendo gratamente la incursión en Catania, pero aun quedaba mucho por ver en mi visita express.

Chiesa della Badia di Sant'Agata - Catania
Deshice mis pasos por Vittorio Emanuele II recorriendo ahora en dirección oeste y dejé atrás la Plaza de San Francisco de Asís.

Centro Storico - Catania
Entonces entré por la Via Grotte, y me metí de lleno en las ruinas del Teatro Romano, del 300 antes de Cristo.

Teatro Romano - Catania
El teatro y anfiteatro se encontraba en una especie de plaza por la que había pasado mientras buscaba aparcamiento y no había reparado en él.

Teatro Romano - Catania
Lo más curioso es que se encuentra en mitad una zona con edificios habitados a su alrededor, por lo que aun no ha podido ser excavado del todo.

Teatro Romano - Catania
Y que además, gratuitamente, se puede pasar a su interior y no solo recorrer las gradas, si no los sótanos y cavernas donde antiguamente esperaban los gladiadores.

Teatro Romano - Catania
Sorprende por lo tanto su grado de conservación, ya que a pesar de no encontrarse vigilado, no tiene pintadas ni sufre de vandalismo.

Teatro Romano - Catania
Entonces, me dirigí a la zona norte del casco antiguo por la Via Etnea, por donde parecía continuar la ruta turística.

Centro Storico - Catania
Pero la cosa se estaba poniendo un poco más fea por calles más descuidadas, y me preguntaba si no había metido la pata.

Centro Storico - Catania
Pero era que simplemente me había metido en La Era o'Lune, el mercado mas antiguo de Catanaia, que acababa de ser desmontado a esa hora de la tarde.

Centro Storico - Catania
Allí di con la Iglesia del Santuario de la Madonna del Carmine, con una fachada Barroca un poco dejada.

Madonna del Carmine - Catania
Pero con un interior que parecía estar en proceso de restauración, en el que se estaba dando misa, por lo que no me entretuve mucho.

Madonna del Carmine - Catania
Para rematar la tarde, y como contraste, pasé por el que está considerado el pulmón de Catania, el Parque Villa Bellini.

Villa Bellini - Catania
Por la cantidad de pergolas, entendí que era el típico lugar para realizar actuaciones al aire libre cuando hiciera mejor tiempo.

Villa Bellini - Catania
Con muy buen sabor de boca, me dirigí de vuelta al coche, de nuevo una ciudad italiana me había sorprendido para bien.

Centro Storico - Catania
Conduje de nuevo dirección sur mientras anochecía, no me quedaba mucha distancia para llegar a Siracusa, a unos 70 kilómetros.

E45 - Sicilia
Había elegido esa ciudad para dormir porque era lo más lejos al sur que tenía pensado llegar en mi visita a Sicilia.

Centro - Siracusa
Dejé las cosas en el hostal, que se encontraba en un edificio residencial un poco alejado del centro histórico.

Centro - Siracusa
Y encaré la Via Umberto I para dirigirme a la Isla de Ortigia, donde se concentra gran parte del patrimonio de la ciudad.

Centro - Siracusa
Pero por el camino, me entró hambre y me paré en la Taberna Mappititta a cenar, para probar por fin la famosa mortadela siciliana.

Taberna Mappititta - Siracusa
Hasta ese punto, la ciudad no ofrecía nada llamativo, hasta que crucé el muelle pesquero por el Puente Umbertino.

Ponte Umbertino - Siracusa
A partir de ahí, me adentré en la Isla de Ortigia, con edificios mucho más señoriales y cuidados que al otro lado.

Isola di Ortigia - Siracusa
Aunque en los callejones que aparecían a ambos lados de la calle principal, la escena era bastante más costumbrista.

Isola di Ortigia - Siracusa
Decenas de restaurantes, cuyas terrazas estaban vacías de debido a las horas, inundaban las callejuelas.

Isola di Ortigia - Siracusa
Desemboqué en el Templo de Apolo, ubicado en una zona similar al Anfiteatro de Siracusa, pero con acceso restringido.

Tempio di Apollo - Siracusa
Siguiendo el señorial Corso Giacomo Matteotti, fui a parar a la Fuente de Diana, iluminada de colores de noche.

Fontana di Diana - Siracusa
Desembocando en pocos minutos en la gigantesca Plaza del Duomo, presidida por el Palacio Arzobispal.

Piazza del Duomo - Siracusa
Y la impresionante Catedral de Siracusa, que como curiosidad, se encuentra construida sobre un Templo Griego.

Cattedrale metropolitana della Natività di Maria - Siracusa
Desde ahí, me dediqué a pasear sin rumbo fijo por las calles de alrededor del Duomo, que si bien desiertas, estaban mucho más cuidadas.

Piazza del Duomo - Siracusa
Acabé desembocando en un paseo marítimo sobre el que se veía la Bahía de Siracusa y se intuían las playas de la Punta del Pero.

Porto Baia di Siracusa - Siracusa
Había sido un día espectacular, pero era hora de retirarse, por lo que compré un gelatto de limón y me dispuse a recorrer la media hora larga de camino que me separaba de Freedom Hostel.

DIA 9

Contra todo pronóstico, en el hostal tenía incluido el desayuno, aunque nada que ver con los de Villa Gabiella.

Colazione - Freedom Hostel - Siracusa
Lo único que tenía claro es que al final del día tendría que acabar durmiendo el Palermo, al noroeste de la isla.

Centro - Siracusa
Por lo demás, tenía una lista de pueblos que visitar, y según se fuera dando, acortaría la lista o incluso añadiría alguno nuevo.

Centro - Siracusa
Para empezar, me iba a dedicar a darme una vuelta por Siracusa de día, ya que con la visita nocturna no había tenido bastante.

Centro - Siracusa
Así que por lo pronto dejé la mochila en el coche, luego me acerqué caminando hasta la Isla de Ortigia.

Puente Umbertino - Siracusa
El puerto pesquero también era muy pintoresco de dia, y nada más cruzar el puente Umberto I me dirigí al Templo de Apollo.

Tempio di Apollo - Siracusa
Allí me encontré con el Mercado de la Via Trento, uno de los más coloridos de los que había visto esos dias.

Mercato Via Trento - Siracusa
En el había una mezcla de siracusanos y turistas de sábado por la mañana que deambulaban entre los puestos.

Mercato Via Trento - Siracusa
Parecía un compendio de comida mediterránea, con todo a rebosar de pescado, frutas, verduras, aceitunas, champiñones y quesos.

Mercato Via Trento - Siracusa
Luego di una pequeña vuelta por el casco histórico hasta la Fuente de Diana, y algunas de las calles de alrededor.

Fontana di Diana - Siracusa
Y di por finalizada mi visita a Siracusa centro, porque aun me quedaba por acercarme hasta las afueras.

Porto di Pesca - Siracusa
Iba a visitar el Parque Arqueológico de Neapolis, situado en una zona que quedaba al noroeste de la ciudad.

Neapolis - Siracusa
Me sorprendió que estuviera a reventar de gente, como pude observar en el parking, sin apenas sitio para aparcar.

Anfiteatro Romano - Neapolis - Siracusa
Pagué los 10€ de entrada, lo que me pareció un poco abuso, y me adentré en el complejo, que era bastante extenso.

Anfiteatro Romano - Neapolis - Siracusa
Primero, paseé por el Anfiteatro Romano, que estaba en muy buen estado de conservación y bastante completo.

Anfiteatro Romano - Neapolis - Siracusa
Cerca de allí pude visitar también la Cueva de la Ninfa, con una cascada de agua inesperada a esa altura.

Grotta del Ninfeo - Neapolis - Siracusa
También me dejé caer por la Oreja de Dionisio, una cueva caliza con una acústica espectacular donde algunas visitantes estaban cantando.

Orecchio di Dionisio - Neapolis - Siracusa
Otra cueva es la Grotta del Cordari, una antigua cantera de la que se extrajeron materiales para construir edificios de la Isla de Ortigia.

Grotto del Cordari - Neapolis - Siracusa
Pero sin duda, el plato principal, era el impresionante Teatro Griego desde el que se podía ver el mar sentado en la grada.

Teatro Greco - Neapolis - Siracusa
Lo peor, que a pesar de que se encontraba en pleno trabajo de obras, lo que estropeaba bastante la estampa, no habían reparado en pedir los diez euros por entrar.

Teatro Greco - Neapolis - Siracusa
Tardé una hora en ver todo el conjunto, que quitando las obras, estaba bastante bien, y volví a por el coche.

Centro Storico - Noto
Era más temprano de lo que había imaginado, así que me daría tiempo a desviarme un poco de mi ruta al norte.

Centro Storico - Noto
En todas las guías decía que no se debía dejar pasar Noto, un pequeño pueblo situado en las montañas al sur.

Centro Storico - Noto
En una media hora sin a penas tráfico, me planté allí y aparqué en lo que intuía que era más cercano al casco histórico.

Centro Storico - Noto
Y si que tenían razón, las calles estaban de lo más animado, especialmente el Corso Vittorio Emanuele.

Centro Storico - Noto
Allí, en lo alto de una escalinata, esta situada la Catedral de Noto, reconstruida en el siglo XVIII en Barroco Siciliano.

Centro Storico - Noto
En su interior era bastante más austera de lo que aparentaba, aunque lo que si destacaban eran los frescos del techo.

Centro Storico - Noto
Luego me perdí por sus calles, con callejones que también tenían encanto, aunque quizá demasiado desangelados.

Centro Storico - Noto
De nuevo había valido la pena el desvío. Volví al coche, y a las afueras comí en un McDonalds para no perder tiempo.

McDonalds - Siracusa
Luego tuve que repostar, y por primera vez me di cuenta de que en Italia hay un precio para el autoservicio de gasolina y otro para que te llene un empleado.

Stazione di Servizio - Noto
Ya de camino al norte, encontré Sicilia Outlet Village, donde sin tener intención de comprar ropa, me detuve a tomar un espresso.

Sicilia Outlet Village - Sicilia
Aun me quedaban horas de luz, a pesar de que me había encontrado bastantes obras en la carretera de camino.

A19 - Sicilia
Por eso, no dude en desviarme de la autovía a Palermo, que por fin era gratuita, y tomar la comarca SS290.

Gangi - Sicilia
Mi destino era Gangi, otro de esas localidades que había visto en alguno de los blogs que había visitado antes de empezar el viaje.

Centro Storico - Gangi
No era la mejor carretera del mundo, pero cuando vi aparecer a lo lejos el pueblo, me di cuenta que había valido la pena el desvío.

Centro Storico - Gangi
Gangi se fundía con el Monte Marone, y las casas parecía que habían sido colocadas milimétricamente a lo largo de la ladera.

Centro Storico - Gangi
Cuando llegué, aparqué en la zona más alta, muy cerca del Castillo, que según ponía, había sido construido a finales del Siglo XIV.

Centro Storico - Gangi
Y desde allí comencé a descender para perderme por el pueblo, que no se parecía a ninguno de los que había visto hasta entonces.

Centro Storico - Gangi
Los alrededores contrastaban mucho con el sur de la isla, pues esto era mucho más verde, como se podía observar desde cualquier mirador.

Gangi - Sicilia
Pero sin duda, lo mejor era ver desde cualquiera de esos puntos, como el pueblo crecía hacia la base de la montaña.

Centro Storico - Gangi
Callejeando, fui a parar al Palazzio Bongiorno, una casa señorial en mitad del pueblo con entrada gratuita.

Palazzo Bongiorno - Gangi
Sus estancias con frescos en el techo de finales del siglo XVII eran muy elegantes, y habían sido restauradas con todo detalle.

Palazzo Bongiorno - Gangi
De ahí, continué cuesta abajo y seguí perdiéndome por las laberínticas calles y escaleras, cada vez más estrechas.

Casco Storico - Gangi
Y desemboqué en la plaza principal, presidida por la Iglesia Madre de San Nicolás de Bari, construida en el Siglo XIV.

Chiesa Madre di San Nicolo - Gangi
Su interior también era impresionante, pero fue una lástima que no estuviera abierta la torre, que también hace las veces de mirador.

Chiesa Madre de San Nicolo - Gangi
Fuera se concentraban varios abuelillos sentados en la plaza, de la que me llamó la atención su nombre: Plaza Víctimas de la Mafia.

Piazza Vittime della Mafia - Gangi
Sin duda, la región había tenido un pasado bastante oscuro relacionado con ajustes de cuentas. Me dí un último paseo.

Centro Storico - Gangi
Pero ya dirección norte, para subir toda la cuesta que me llevaría de vuelta al Ford Ka, para poner dirección Palermo.

Centro Storico - Noto
Fue un acierto irme, porque estaba bastante cansado, y conforme me incorporé a la autovía empezó a anochecer.

E90 - Sicilia
En una hora, llegué a Palermo, bastante más caótica que Catania, y encontré aparcamiento cerca del hostal.

Centro - Palermo
Pero la chica de recepción me recomendó que no aparcara el coche en la calle, y menos siendo de alquiler, también me indicó donde encontrar un garage.

Garage - Palermo
La recepcionista me había dejado con la mosca detrás de la oreja, y cualquier detalle me parecía signo de delincuencia en esa zona.

Vespa - Palermo
Me alegré de aparcar en el garage para despreocuparme, y tras dejarle las llaves al chico, que no me dió ningún justificante aunque le insistí, fui a por algo de comida al Pizza Uno.

Pizza Uno - Palermo
Opté por un Panino de Cotoleta, que era un bocata filete de pollo empanado, para llevar y me senté tranquilamente en la cocina salón común del hostal a cenar.

Cotoleta - Palermo
Pasé el resto de la noche tranquilo viendo la tele en el sofá, no me quedaban neuronas para explorar otra ciudad, y menos una tan grande como Palermo.

DIA 10

A pesar de que hubo movimiento en la habitación compartida durante la noche, descansé bastante bien, y salí a la cocina a probar el desayuno incluido.

Colazione - Palermo
De nuevo, un desayuno dulce, pero no me vino mal, me iba a hacer falta azúcar para encarar el último día en Italia.

Monte di Pietá - Palermo
Además, tenía claro que Palermo no iba a ser una ciudad fácil para desplazarse, pues el casco antiguo estaba bastante diseminado.

Mercato di Capo - Palermo
Por empezar por alguna parte, lo primero que hice fue dirigirme al barrio de Monte di Pietá, muy cercano al hostal.

Mercato di Capo - Palermo
Allí encontré el Mercado del Capo, nada que ver con el estilizado mercado callejero del día anterior en Siracusa.

Mercato di Capo - Palermo
Todo era desorden y aglomeraciones, con los pequeños remolques Ape pitando por los estrechos espacios que quedaban entre los puestos.

Mercato di Capo - Palermo
Pero al mismo tiempo, daba la sensación de estar metido en un pedazo de Italia real, muy lejos del circuito turístico.

Mercato di Capo - Palermo
Continué dando vueltas por el Monte di Pietá, que más allá del mercado no se encontraba muy concurrido.

Monte di Pietá - Palermo
Lo que tenía más protagonismo era la dejadez de las fachadas y los grafitis, no siempre originales, en todas partes.

Monte di Pietá - Palermo
Definitivamente, Monte di Pietá distaba mucho de ser un casco antiguo restaurado para contentar al turista.

Monte di Pietá - Palermo
Aun así, si lo que se busca es un disfrutar de arte urbano, quitando la basura que se acumula en algunas partes, tiene un pase.

Monte di Pietá - Palermo
Asomándome a una puerta encontré la Iglesia de San Giovani allá Guilla, que distaba bastante del modelo usual.

Chiesa San Giovani Alla Guilla - Palermo
Y desemboqué en lo que parecía otra ciudad, justo enfrente de la Catedral de Palermo, una especie de castillo resultante de varios estilos.

Cattedrale di Palermo - Palermo
En su interior se celebraba misa, lo que me facilitó la entrada gratuita y me permitió moverme libremente por el interior.

Cattedrale di Palermo - Palermo
A continuación atravesé Villa Bonanno, el parque mas céntrico de la ciudad, que también contiene los restos de una Villa Romana.

Villa Bonanno - Palermo
Y al otro lado, me metí de lleno en el vecino barrio de Albergheria, uno de los más castizos del centro de la capital.

Albergheria - Palermo
De primeras me di cuenta de que, o me había metido por el lugar equivocado, o que estaba pasando por una zona un poco deprimida.

Albergheria - Palermo
Pero era solo un sector, en el que tampoco me sentí amenazado, solo que no era el lugar para estar haciendo fotos.

Albergheria - Palermo
Finalmente desemboqué en el Mercado Ballaró, que hacía que el del Capo pareciera los Almacenes Harrods de Londres.

Mercato Ballaró - Palermo
Los dueños de cada puesto se dedicaban a gritar ofreciendo sus mercancías, lo que lo hacía especialmente escandaloso.

Mercato Ballaró - Palermo
Y si en el otro lado los Apes se abrían paso como podían, aquí los conductores directamente se comportaban como los dueños del mercado.

Mercato Ballaró - Palermo
Me estuve fijando en los precios de algunos productos de la zona de mariscos y los precios eran muy asequibles.

Mercato Ballaró - Palermo
Incluso me arrepentí de haber desayunado, porque había donde comer paninos y tomar café en varios de los puestos.

Mercato Ballaró - Palermo
Me quedé con las ganas de probar el Panino Siciliano, pero no era la hora, y así ya tendría una excusa para volver.

Mercato Ballaró - Palermo
Lo mejor es que la gran mayoría de los dependientes disfrutaban poniéndose delante de la cámara, ofreciendo el género.

Mercato Ballaró - Palermo

Había llegado el último día, pero sin duda, el mercado más auténtico que me había encontrado en Italia hasta la fecha.

Mercato Ballaró - Palermo
Continuando mi ruta circular, desemboqué en Via Roma, que es una de las arterias principales que cruza el centro histórico.

Via Roma - Palermo
Y me metí en el barrio de Kalsa, que por las fachadas se veía algo más cuidado que el del vecino Albergheria.

Kalsa - Palermo
Pronto desemboqué en la Plaza Magione, que había confundido en traducción con la Plaza Mayor, y solo era un descampado.

Piazza Magione - Palermo
Así que callejeé hacia el norte y di con los Jardines Garibaldi, donde de casualidad me encontré un Mercado de Pulgas.

Giardino Garibaldi - Palermo
En los puestos vendían artículos de lo más curioso, pero me llamó la atención sobre todo las caracolas y conchas.
Giardino Garibaldi - Palermo
Y es que me encontraba pocos metros de la bahía, apenas había reparado en la presencia del mar en todo el paseo.

Giardino Garibaldi - Palermo
El conocido como La Cala es un puerto deportivo que mostraba que en Palermo había gente con barcos bastante caros.

Giardino Garibaldi - Palermo
Me dirigía a Via Roma, y me encontré con una zona de Kalsa bastante distinta de la que había encontrado rodeando Plaza Magione.

Kalsa - Palermo
De nuevo, los graffitis volvían a ser protagonistas de las fachadas, pero en esta ocasión con un poco más de buen gusto.

Kalsa - Palermo
Desemboqué en pleno Quattro Canti, el cruce de las dos calles principales de la ciudad con una fuente en cada esquina.

Quattro Canti - Palermo
Y en una de esas esquinas, entré por un lateral en la Iglesia de San Giuseppe dei Teatini, todo un espectáculo.

Chiesa San Giuseppe de Teatini - Palermo
Poco después, desemboqué en la Plaza Pretoria, gobernada por la Fontana Pretoria, una gigantesca fuente barroca.

Fontana Pretoria - Palermo
Me dirigía de vuelta al hostal cuando me encontré con la Plaza Giuseppe Verdi donde se encuentra el Teatro Massimo.

Teatro Massimo - Palermo
Con eso di por finalizada la sesión de turismo en Palermo, pero con el día tan bueno que hacía, era una pena no aprovechar el sol.

Piazza Castelnuovo - Palermo
Por lo que compré unos macarrones para llevar y me senté en un banco en la Piazza Castelnuovo a comer al aire libre.

Piazza Castelnuovo - Palermo
Luego regresé al hostal a por la mochila y me dirigí al garaje, donde casi me da un infarto cuando el encargado me dijo que sin ticket, no había coche.

Garage - Palermo
Solucionamos el malentendido, y de nuevo en carretera, opté por hacer una última parada en el camino al ferry.

Spiaggia - Cefalú
Cefalú esta situada a apenas 50 minutos de la capital de Sicilia, y es una localidad costera muy recomendable.

Spiaggia - Cefalú
Tan recomendable que no había forma de aparcar el coche a pesar de estar en abril, por lo que tuve que recurrir a un parking público de la playa.

Spiaggia - Cefalú
Por eso fui por el paseo marítimo y viendo el oleaje tan bestia que había, me preguntaba si no iba a tener una travesía complicada.

Spiaggia - Cefalú
No tuve más remedio que tomarme un espresso en una de las terrazas frente al mar, me había hecho adicto.

Espresso - Cefalú
Y a través de la playa, me metí en el casco antiguo, que se me antojaba bastante parecido en colores al de Noto.

Porta Pescara - Cefalú
Sin embargo, este se encontraba a reventar de gente, debía ser que el domingo era el día de visitar la costa, porque muchos de ellos eran italianos.

Centro Storico - Cefalú
Aun así, alejándose un poco de las calles principales, se podía disfrutar de la localidad costera sin tanto bullicio.

Centro Storico - Cefalú
Encontré el Lavadero Medieval del Rio Cefalino, una joya en mitad del casco antiguo muy bien conservada.

Lavadero Medieval Fiume Cefalino - Cefalú
Luego fui a dar con el centro neurálgico del pueblecito costero, que también me recordaba por su distribución a Essaouira, con las olas rompiendo en las fachadas.

Piazza Duomo - Cefalú
La Piazza del Duomo, con una forma un tanto extraña, daba acceso a la Catedral de Cefalú, con dos torres gemelas.

Cattedrale - Cefalú
El interior del templo de estilo normando es digno de ver, y hay que prestar especial atención a los mosaicos dedicados al Salvador y a la Transfiguración de Jesús.

Cattedrale - Cefalú

Y ahora si, era el momento de despedirse de Cefalú, de Sicilia, y de Italia en general, me tocaba hacer el camino de vuelta.

Cattedrale - Cefalú
La autovía hasta Mesina también era de peaje, pero al estilo de los que me había encontrado en el norte del pais, de los que se pagan al final del trayecto, donde me esperaba un puyazo.

Pedaggio - Sicilia
Pero por sorpresa, no fueron más de 15€. En Messina localicé donde comprar el billete y me puse en cola.

Imbarchi - Mesina
A pesar de que parecía que iba a durar horas, la frecuencia de los ferries hizo que en breve estuviera embarcando.

Mesina - Sicilia
La bahía de Mesina ofrecía desde el Ferry mejores vistas que las que me había encontrado a mi llegada a la isla por Tremestieri.

Mesina - Sicilia
Y 40 minutos después, en un trayecto de lo más suave, a diferencia de lo que había imaginado en Cefalú, llegué a Villa San Giovanni.

Villa San Giovanni - Calabria
El trayecto de vuelta hasta Lamezia me pilló bastante cansado y con lluvia a ratos, lo que me lo hizo cuesta arriba.

E45 - Calabria
Siendo domingo de Semana Santa, sabía que en Santa Eufemia no iba a tener donde cenar, por lo que me dirigí a Lamezia Terme.

Ferrise - Lamezia Terme
No tenía ganas de ponerme a callejear por otro casco histórico, así que me quedé directamente en Ferrise, una pastelería cercana a la estación que me vendió un sandwich para llevar.

Stazione di servizio - Lamezia Terme
Luego, me costó trabajo encontrar un sitio donde llenar el tanque del Ford Ka, que se había portado como un campeón.

Piccolo Hotel - Lamezia
Finalmente, cerca de las 11 de la noche, llegué a Piccolo Hotel, donde había comenzado todo 10 días antes.

DIA 11

Desperté a las 4 de la mañana, y para mi sorpresa, el recepcionista me había dejado el desayuno que me correspondía para llevar, otra muestra de la hospitalidad calabresa.

Colazione - Lamezia 
Me dirigí a Europcar a devolver el coche dejando las llaves en un buzón, algo que no me gusta hacer, pero no me quedaba otra a esa hora.

Lamezia Terme International Airport - Lamezia
Mi vuelo salía a las 6:50 de la mañana, desayuné parte de lo que me habían dejado en la bolsa y embarqué con tiempo de sobra.

Ryanair - Lamezia
Aterricé a las 9 de la mañana, y siguiendo los consejos de unos profesores que conocí en el avión, me ahorré parte del billete de metro yendo en cercanías a Mendez Álvaro.

Barajas Adolfo Suarez Airport - Madrid
Poco después estaba subiendo al autobús camino a Granada, donde llegué a las 5 de la tarde. El viaje había finalizado.


"Sin duda alguna Italia se había convertido en mi pais favorito para hacer turismo en Europa. Tenía mis dudas al plantearme un viaje tan largo solo, pero gracias a los consejos de Erika y Pietro y, en general, a la hospitalidad italiana, perderse por las ciudades y pueblos que había visitado había sido un placer y una aventura. Además, me habían ofrecido la posibilidad de impartir el mismo curso varios meses después, por lo que volver a Calabria era algo bastante probable".

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