Provincia de Cadiz y Algarve

- Fecha: Del Domingo 6 de Julio al Martes 8 de Julio de 2014 (3 dias)
- Paises: España y Portugal.
- Ciudades Visitadas: Ronda, Setenil, Cádiz, Tarifa, Salteras, Tavira, Faro y Loule.
- Medio de Transporte: Coche (Peugeot 206 y Seat Ibiza). 
- Acompañantes: Antonio
- Sonaba en la radio: WiggleChandelier & A sky full of stars
- Presupuesto aproximado: 300€

Mapa de la ruta
Tras el fin de curso, varios amigos decidimos irnos a pasar varios días a una casa rural para dar la bienvenida a las vacaciones como se merecen, tirados a la bartola y comiendo hasta reventar. El lugar elegido fue Ronda, que aunque no es lo más fresco en verano, con una buena piscina, todo iría sobre ruedas.

Para cuando se acabó la estancia, Antonio y yo teníamos varios días sin ningún compromiso, por lo que decidimos hacer una pequeña ruta por la provincia de Cadiz. El resto del grupo nos acompañaría al menos hasta Setenil de las Bodegas, pero los días restantes los haríamos por separado.

Los viajeros
Para finales de esa semana, mis padres querían visitar a su nieto y al resto de la familia en Salteras, provincia de Sevilla. Por ello la idea era terminar la pequeña ruta en Algeciras o alrededores, pues así les llevaría yo mismo hasta allí. Además, al disponer de coche podría saldar mi deuda pendiente con el Algarve, zona que solo había visitado una vez fugazmente.

DIA 1

Después de varios días confinados en un cortijo en Arriate, un pequeño pueblo cercano a Ronda, tocaba hacer las maletas para despedirse.

Casa rural - Arriate
Ibamos a echar la última mañana paseando por Ronda, ya que la teníamos al lado y no conocíamos más allá del Mercadona.



Iglesia del Socorro - Ronda
Una vez aparcados los coches, nos acercamos hasta el centro histórico, concretamente a la Plaza del Socorro.

Plaza del Socorro - Ronda
Ahí se erige una de las principales parroquias de la ciudad, la Iglesia del Socorro, al igual que el ayuntamiento.

Serrania - Ronda
De ahí nos dejamos caer por la Alameda del Tajo hasta que llegamos al famoso Balcón del Coño, con sus impresionantes vistas.

Tajo - Ronda
Desde el tajo, bajando hasta la Plaza de Toros, fuimos dejando atrás la Alameda hasta llegar al puente nuevo.

Tajo - Ronda
Pensamos que podríamos almorzar en la misma ciudad antes de tirar cada uno para su casa, pero alguien sugirió visitar Setenil de las Bodegas.

Puente Nuevo - Ronda
Aun era temprano, así que volvimos a por los coches y en apenas media hora nos encontrábamos en la provincia de Cadiz.

Panorámica - Setenil
En cierto modo, el pueblo tenía un aire al que acabábamos de dejar atrás, pero en este caso, se extendía por la ladera de una montaña.

Ermita de San Benito - Setenil
Nos perdimos por su casco antiguo, con casas pequeñas blancas, muy andaluzas, dando con algunos templos como la Ermita de San Benito.

Tajo - Setenil
Cuando salimos a la calle principal, nos dimos cuenta de la curiosidad del pueblo, que tenía una estructura de lo más peculiar.

Rio Trejo - Setenil
Fue construido de manera descendente desde el castillo siguiendo el cauce del Rio Trejo, aprovechando la roca para construir algunas casas.

Casco Antiguo - Setenil
De manera que muchas de las viviendas tienen una arquitectura llamada "abrigo bajo las rocas", usando el fenómeno geográfico como parte habitable.

Souvenirs - Setenil
Entramos en uno de esas casas que era utilizada como tienda de souvenirs, y era como estar dentro de una pequeña cueva amueblada.

Calle Cuevas del Sol - Setenil
Tras eso, nos sentamos a comer en una de las múltiples terrazas que había en la Calle Cuevas del Sol, una de las más turísticas.

Calle Cuevas del Sol - Setenil
Y después de eso, tras los postres, nos despedimos hasta la vuelta del verano con bastante pena, pues habíamos pasado unos días de escándalo.

Casco Antiguo - Setenil
Los que nos quedamos, decidimos bajar un poco la comida antes de emprender el camino a Cadiz, a unos 140 km.

Castillo Fortaleza - Setenil
Por lo que la mejor opción era subir andando al Castillo Fortaleza, desde donde originalmente partía el resto del pueblo.

Vistas desde el Castillo - Setenil
Y si bien el castillo en si no era nada del otro mundo, las vistas que se obtenían desde lo alto si que valían la pena.

Vistas desde el Castillo - Setenil 
Luego, la vuelta hasta el coche, que tampoco era moco de pavo, y ya por fin empezamos a conducir camino a la capital de la provincia.

La Caleta - Cadiz
Y prácticamente llegamos a Cadiz justo para dejar las cosas en el hostal y acercarnos a La Caleta a dar una vuelta.

Entrada a La Caleta - Cadiz
Recorrimos la Avenida Fernando Quiñones, la construcción que asemeja un puente que lleva hasta el Castillo de San Sebastian.

Avenida Fernando Quiñones - Cadiz
Pero a esas horas de la tarde ya estaba cerrado, por lo que deshicimos el camino andado de vuelta a la playa.

La Caleta - Cadiz
Donde buscamos un sitio para tomar una copa mientras veíamos el espectacular atardecer de la costa gaditana.

Atardeciendo en La Caleta - Cadiz
Una vez se nos hizo de noche, seguimos bordeando la costa hasta llegar por la Avenida Campo del Sur a la Catedral.

Avenida Campo del Sur - Cadiz
Nos metimos a través del mercado en el Barrio del Populo, comenzando por la Plaza de la Catedral, llena de bares.

Catedral - Cadiz
También intentamos entrar en la Catedral, pero lógicamente estaba cerrada, por lo que nos dedicamos a deambular.

Barrio del Populo - Cadiz
Siguiendo la Calle Pelota, acabamos en la Plaza de San Juan de Dios, con el ayuntamiento presidiéndola.

Ayuntamiento - Cadiz
Tras ello, ya iba siendo hora de cenar, por lo que nos dejamos caer por la Calle Posadillas, que parecía animada.

Calle Posadillas - Cádiz
Después de unas raciones y unos montaditos, dimos de mano y buscamos un lugar donde echar una copa, pero al ser un domingo y estar la cosa bastante parada no tardamos mucho en irnos a dormir.

DIA 2

Amanecimos a una hora bastante prudente, a pesar de que no había necesidad de madrugar, pues estábamos oficialmente de vacaciones.

Catedral - Cadiz
Comenzamos la mañana desayunando en la Plaza de la Catedral, un lujo con semejante edificio de fondo.

Parque Genovés - Cadiz
Luego, paseando un poco a la deriva, acabamos en el Parque Genoves, al otro lado de La Caleta, frente al Parador.

Baluarte de la Candelaria - Cadiz
Al final de la Avenida Carlos III acabamos sobre Punta Candelaria, en el Baluarte de Punta Candelaria, con sus cañones.

Baluarte de la Candelaria - Cadiz
Bajamos por la parte trasera y aparecimos directamente en el Barrio de la Viña, donde nos perdimos un rato por sus calles.

Petit Atellier - Cadiz
Hasta que salimos como de casualidad en la Plaza de la Hispanidad, en cuyo centro se encuentra el Monumento a la Constitucion de 1812.

Plaza de la Hispanidad - Cadiz
Y ya iba siendo hora de ir a por el coche, porque la idea era almorzar en Tarifa o Algeciras, y nos quedaba hora y pico de camino.

Arbol Milenario - Cadiz
Finalmente, nos decantamos por Tarifa por cercania. Volvimos a aparcar cerca del centro y nos metimos en el casco antiguo.

Puerta de Jerez - Cadiz
Entramos a través de la Puerta de Jerez, en la parte alta, y fuimos descendiendo por la Calle Jerez hasta la Plaza de San Hiscio.

Calle Jerez - Cadiz
Desde ahí, como habíamos llegado antes de la cuenta, nos dejamos caer hasta la Playa de los Lances, que estaba a reventar.

Playa de Los Lances - Tarifa
Era uno de esos días un poco ventosos, por lo que todavía se podía estar por la playa sin sufrir la metralla de la arena.

Playa de Los Lances - Tarifa
Ya iba siendo hora de comer, así que volvimos a meternos en el Casco Histórico, esta vez desde la Plaza del Angel.

La Romanera - Tarifa
Poco después estábamos sentados en La Romanera, una tasca donde nos pusieron un menú bastante asequible y muy rico.

Calle Nuestra Señora de la Luz - Tarifa
Tras eso, Antonio me llevó a Algeciras y puso rumbo a Motril. Yo me quedé esperando a mis padres, para plantarnos en Salteras.

Santa Maria de la Oliva - Salteras
Llegamos al anochecer, con el tiempo justo de dar una vuelta por el pueblo para cenar. Al día siguiente haría una escapada al Algarve, por lo que no tardé mucho en pillar la cama.

DIA 3

La última vez que había estado en Faro había sido bastante de paso, y había sido mi único contacto con el Algarve.

Restaurante O Patio - Tavira
El calor en Sevilla ese año era insoportable, por lo que la escapada de un día a la costa portuguesa venía que ni pintada.

Rio Gilao - Tavira
Por lo pronto, los peajes habían cambiado, y ahora había que vincular la matrícula a una tarjeta de crédito.

Puente Viejo - Tavira
Apenas hora y media después de haber salido, estaba aparcando en Tavira, mi primera parada en la ruta.

Panorámica - Tavira
Resultó ser un pueblecito de lo más pintoresco, con bastantes similitudes con los pueblos blancos de Andalucia.

Calsada de Dona Ana - Tavira
Aunque con ese punto decadente que recordaba de la última vez que estuve en Portugal, como con las fachadas más descuidadas y todo un poco más antiguo.

Escarabajo Portugués - Tavira
Después de callejear y subir a un mirador en la parte este del pueblo y luego crucé el río hasta el Castillo de Tavira.

Castillo de Tavira - Tavira
Subir a lo alto del castillo era gratuito, por una escalera bastante estrecha. Era necesario subir a lo alto de la torre para conseguir unas vistas más que decentes de Tavira.

Vistas desde el Castillo - Tavira
Desde allí, dejándome caer cuesta abajo, acabé en el Jardin Público de Tavira, un pequeño parque que discurre junto al rio.

Jardín Publico - Tavira
Mirando hacia el Rio Gilao, encontré a varias personas mariscando en la parte menor profunda del rio, justo antes de uno de los diques.

Mariscador - Tavira
Y cruzando un poco el Puente Viejo, quedándome en mitad del rio, pude obtener una buena panorámica del Puente Romano.

Puente Romano - Tavira
Después de eso, di por finalizada la visita al pueblo y volví al coche. Era hora de visitar el mayor atractivo turístico, la Isla de Tavira.

 Ticket - Isla Tavira
A apenas 8 kilometros del pueblo se encuentra Isla Tavira. En la desembocadura del Rio Gilao comienza una isla alargada con playas de ensueño.

Embarcadero - Isla Tavira
Por apenas 1'5€ un pequeño barco atraviesa la desembocadura para dejarte en menos de 5 minutos en dicha isla.

Restaurante Ze Maria - Tavira
Ya desde el embarcadero, lo primero que encuentras son pequeños puestos de souvenirs además de restaurantes con marisco fresquísimo.

Playa de Isla de Tavira - Isla de Tavira
Y finalmente, una de las playas con arena más fina que he visto en mi vida, la Playa de Isla Tavira, la primera de las muchas que componen la isla.

Playa de Isla de Tavira - Isla de Tavira
Por suerte, pillé uno de esos días sin nada de viento, porque ya sea con levante o poniente, es prácticamente imposible disfrutar de una playa tan expuesta.

Playa de Isla de Tavira - Isla de Tavira
Tras un par de horas disfrutando del sol y del agua con temperatura casi caribeña a pesar de estar abierta al Atlántico, me moví un poco por los alrededores.

Faro de Tavira - Isla de Tavira
Comenzando por el espigón de la playa, que alberga el Faro de Tavira, y desde donde se pierde la vista de la playa mirando hacia el oeste.

Espigón - Isla de Tavira
Llegó la hora de almorzar y elegí uno de los chiringuitos para tomar un tentempié antes de continuar mi ruta.

Puerto - Isla de Tavira
Según me había informado por internet, valía la pena hacer una pequeña escapada a un pequeño pueblo de interior llamado Loule.

Casco Antiguo - Loulé
A unos 40 kilómetros de Tavira se encuentra esta pequeña localidad cuyo mayor atractivo turístico es su castillo del siglo XIII.

Iglesia de San Clemente - Loulé
Entrando a través de las murallas, encontré la Iglesia de San Clemente, la principal del pueblo. Luego comencé a callejear por el casco antiguo.

Casco Antiguo - Loulé
Hasta que dí con el Castillo de Loulé, que como venía ocurriendo últimamente con otros monumentos, me dio la sensación de encontrar excesivamente restaurado.

Murallas de Loulé - Loulé
Recorrí el interior de sus murallas, y subí a la torre principal. De nuevo buenas vistas, pero nada que quitara el hipo.

Vistas desde la Muralla - Loulé
Busqué un lugar donde tomar un café, y fui a parar a la Rua Jose Afonso, una calle peatonal llena de comercios.

Rua Jose Afonso - Loulé
Y en una calle paralela a lo que parecía ser la zona más céntrica de la ciudad, encontré varias casas completamente abandonadas y con las fachadas descuidadas.

Contrastes - Loulé
Es esa decadencia lo que me sorprende de las ciudades portuguesas, pasando de zonas pensadas para el turismo al total abandono en pocos pasos.

Casco Antiguo - Loulé
Una vez pateado el casco histórico de la ciudad, volví frente a la Iglesia de San Clemente, donde había aparcado el coche y me dispuse a continuar mi ruta.

Torre Campanario Iglesia San Clemente - Loulé
La siguiente parada sería Faro, donde si que había estado varios años antes, aunque solo para almorzar.

Arco da Vila - Faro
En esta ocasión, con un poco más de tiempo, podría explorar el casco antiguo de la ciudad con más detenimiento.

Catedral - Faro
Entrando por el Casco de la Vila, en poco tiempo fui a parar a la Catedral de la ciudad, que pasa casi desapercibida, pues está construida de cal y piedra, mimetizada con el entorno.

Catedral - Faro
Dar vueltas sin rumbo por la Vila Adentro o Cidade Velha, como se conoce el Casco Antiguo, es suficiente para disfrutar de una tarde en Faro.

Railes y mar - Faro
Otra curiosidad que me llamó la atención fueron las vías del tren que discurren por las afueras del casco antiguo junto al mar.

Pesca junto a la via - Faro
Aunque no fuera el sitio más tranquilo del mundo para pescar, no parecía ser un impedimento para los que se dedicaban a hacerlo a lo largo de la vía.

Arte Callejero - Faro
Y otra vez, zonas totalmente descuidadas en pleno casco histórico junto a las zonas más turísticas, a lo que no me llegué a acostumbrar del todo.

Salida Nuestra Señora de la Oliva - Salteras
Después de Faro, decidí que era hora de volver a Salteras antes de que me pillara la noche en el camino. Para cuando llegué, el calor había bajado un poco, y pudimos salir un poco a la calle.

Nuestra Señora de la Oliva - Salteras
Ya tocaba descansar un poco de tanto coche, y me apetecía pasar el resto de días en familia. Esa noche resultó que era el día en que sacaban a la patrona del pueblo, Nuestra Señora de la Oliva, lo cual nos amenizó el resto de la jornada.


"Si bien estos dias están contados cronológicamente, no ocurrieron de forma seguida. Es la manera de contar varios viajes de sólo un día a principios de un verano que estuvo marcado por una ola de calor brutal. Tanto la vuelta por la provincia de Cadiz como la escapada al Algarve fueron una pasada, pero especialmente esta ultima porque fue la primera vez que me atreví a hacer turismo solo."


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