- Fecha: Del Jueves 5 de Diciembre al Domingo 8 de Diciembre de 2013 (4 DIAS)
- Paises: Francia.
- Ciudades Visitadas: Paris y Versalles.
- Medio de Transporte: Barco, Metro y Coche (Citroen C4).
- Acompañantes: Palma.
- Presupuesto aproximado: 350€
Ibamos a terminar un año bastante agitado en cuanto a viajes, y por suerte el puente del mes de diciembre también cuadraba en cuanto a días festivos consecutivos. Barajamos otra vuelta por España tocando algunas provincias como Zamora o Palencia, pero indagando un poco descubrimos que los horarios de Ryanair con la ruta Malaga - Paris (Beauvais) cuadraban perfectamente con el puente.
Ya habíamos visitado la ciudad de las luces durante la Ruta Europea, y yo en una escala de mi primer viaje a Nueva York. Sin embargo, en ambas ocasiones solo había dado tiempo a hacerse una idea de lo que se podía encontrar en una de las capitales mundiales. Es una ciudad a la que habría que dedicarle mínimo una semana.
Por lo tanto, haríamos lo que pudiéramos con tan solo tres días completos. Ya habíamos estado en un par de sitios, por los que no habría que repetirlo, y al menos una mañana tendríamos que dedicársela al Louvre. El mismo jueves tendríamos que salir por patas desde el trabajo, el vuelo saldría de Málaga a las 19:00 por lo que íbamos algo justos.
Nos sorprendió que la estructura piramidal que se observa desde el exterior, fuera en realidad un rombo, con su parte sobresaliente en el recibidor del museo.
Iba a ser imposible ver todo el museo en una mañana, por lo que tras estudiar los planos, nos lanzamos a ver lo más importante.
Sorprende como hay gente que ignora pinturas de Velazquez, Murillo o Delacroix para irse directamente a hacer la foto con la Mona Lisa.
Que por cierto, es ridiculamente pequeña para como la imaginaba por lo que había visto en libros y películas.
Sorprende ver a la cantidad de personas que se plantan en pleno museo con su lienzo para reproducir pinturas famosas.
Aunque sin duda alguna, lo que contribuye a la experiencia de visitar el museo es la exquisita decoración de los techos y las paredes.
Al igual que en Londres, muchos profesores llevan a sus alumnos de arte a recibir clases en pleno museo, lo cual hace bastante más enriquecedora la experiencia.
Mapa de la Ruta |
Ya habíamos visitado la ciudad de las luces durante la Ruta Europea, y yo en una escala de mi primer viaje a Nueva York. Sin embargo, en ambas ocasiones solo había dado tiempo a hacerse una idea de lo que se podía encontrar en una de las capitales mundiales. Es una ciudad a la que habría que dedicarle mínimo una semana.
Los Viajeros |
DIA 1
A las 15:00 quedamos en Motril. Volveríamos a usar el C4 para ir hasta Málaga, y ya comeríamos algo cuando llegáramos allí.
Para las 7 de la tarde estábamos en el aeropuerto, con el coche dejado en ECP, el parking de confianza por 4€ al día.
Aterrizamos 2 horas y media después en el aeropuerto de Beauvais, con un frío que pelaba. Cogimos el bus que nos llevaba a Porte Maillot, desde donde tendríamos acceso al centro de Paris.
Al llegar, directamente cogimos un metro que nos llevara a algún lugar donde cenar, pues temíamos encontrar todo cerrado, eran casi las 11.
Desde ahí salimos directamente a la Plaza Charles De Gaulle, presidida por el imponente Arco de Triunfo.
Y bajamos un poco por la Avenida de los Campos Eliseos para localizar un McDonalds abierto. No era lo que teníamos en mente, pero nos valía cualquier cosa para matar el gusanillo.
No había casi nadie por la calle, por lo tanto, optamos por ir a registrarnos en nuestro hostal, el mismo en el que habíamos estado 5 meses antes.
Para casi la 1 estábamos en Marcel Sembat, y la zona estaba igual de tranquila que en verano, valía la pena alejarse un poco del centro para ahorrar un dineral en hotel. Pasamos por recepción del Timhotel Boulogne y nos echamos a dormir en pocos minutos.
De camino, las tiendas de ultramarinos ya tenían montadas todas las frutas y verduras en la calle, algo que le da bastante color a la capital.
Bingo, llegamos justo cuando se estaba comenzando a formar la cola, pero tuvimos suerte de no comernos más de 10 minutos de espera.Embarque - Málaga |
Para las 7 de la tarde estábamos en el aeropuerto, con el coche dejado en ECP, el parking de confianza por 4€ al día.
Ryanair - Málaga-Paris |
Beauvais Airport - Paris |
Metro - Paris |
Arco del Triunfo - Paris |
Cartier - Paris |
Marcel Sembat - Paris |
DIA 2
A la mañana siguiente desayunamos en la misma panadería en la que lo hicimos la vez anterior, en la misma calle del hostal.
En esta ocasión no iríamos a desde Marcel Sembat a Trocadero, iríamos en dirección contraria hasta Pont De Sevres para coger el RER hasta Versailles.
La zona de Pont de Sevres resultó ser un pequeño distrito financiero al oeste de Paris con altos edificios y vistas de la Torre Eiffel.
De ahí cogimos el cercanias que nos llevaría a Versailles, el pequeño pueblo al oeste que alberga otra de las joyas turísticas, el Palacio de Versailles.
Nos dejó en a estación central, y desde allí al palacio dimos un pequeño paseo. Resultó ser un pueblecito dormitorio bastante agradable.
A diferencia de lo que pensábamos, no encontramos cola para entrar, quizá porque llegamos a buena hora, pero sobre todo porque aun era viernes y no pillamos fin de semana.
Una vez atravesamos las puertas nos pusimos en la pequeña cola para comenzar el tour por el interior del palacio.
Comenzamos por la Capilla Real, con sus impresionantes frescos y sus dos niveles. El edificio me recordaba al Hermitage de San Petersburgo.
Tras unas cuantas estancias, llegamos al archiconocido Salón de los Espejos, sin duda lo más impresionante del palacio.
Las lamparas que cuelgan del techo dan claro ejemplo de la opulencia con la que se diseñó el Palacio allá por el Siglo XVII.
Aunque ha aparecido en repetidas ocasiones en películas y spots publicitarios, no tiene nada que ver con lo que te encuentras en persona.
Pasamos por varias habitaciones más, incluyendo las Cámaras del Rey y de la Reina y salimos a los jardines, otro lugar donde se podrían echar facilmente varias horas.
Comenzamos por el estanque, que ofrece una buena panorámica de las cerca de 800 hectáreas que ocupa el complejo.
Rodear el estanque frente a la fachada principal el Palacio ya lleva algo de tiempo, luego comenzamos a bajar las escaleras que conducen a los jardines.
Hacía bastante frio, pero por lo menos la lluvia nos estaba respetando, dejándonos ver los jardines con un día soleado.
Rodeamos otro estanque coronado por La Fuente de Apolo en su mitad y continuamos por las amplias avenidas.
Todo estaba cuidado hasta el más mínimo detalle, formando perspectivas perfectas con elementos naturales.
Por supuesto no vimos ni la mitad de lo que ofrece el complejo, pero como íbamos limitados de tiempo, a eso de las 2 decidimos que ya era suficiente.
Y deshicimos el camino para volver a salir al pueblo. Como era hora de almorzar, buscamos un restaurante frente a la estación.
El menú que nos ofrecían no estaba mal, vistos los precios que nos estábamos encontrando. A la quiche y al plato de ensalada le añadimos un par de cervezas.
Y ya estábamos listos para trasponer hasta la siguiente parada, el barrio de Montparnasse, donde íbamos a visitar el cementerio con el mismo nombre.
Aunque nos equivocamos, pues en realidad buscábamos el de Pere Lachaise, el más famoso de la ciudad, este tampoco decepcionó.
Además era gratuito, y también tenía su mapa de los famosos allí enterrados. Entre ellos el escritor Julio Cortazar.
Como ya estaba empezando a anochecer, y consecuentemente a refrescar, nos plantamos en la primera cafetería que encontramos para echar un café al cuerpo.
Gran idea, a pesar de los 8 euros que nos metieron por dos cafés con leche. Se ve que estábamos en una zona pudiente.
La zona de Montparnasse estaba resultando más animada de lo que esperábamos, con gran contraste en sus locales.
Desde ostentosas cafeterías, marisquerías casi al aire libre a restaurantes más bohemios repletos de gente a esa hora de la tarde, la vida en esa zona de la ciudad es vibrante.
Pasamos frente a los Jardines de Luxemburgo, uno de los puntos turísticos de la zona, pero habían cerrado a esa hora.
Y desembocamos en la zona de las universidades, con el famosos Panteón, que ya estaba cerrado también para cuando llegamos.
Seguimos dando un largo paseo hasta casi el rio, donde fuimos a parar al Boulevard St Germain, lugar cercano al campus de la Sorbona, lleno de bares.
Así que para hidratarnos hicimos una parada técnica en uno de ellos llamado Latin St. Germain, en pleno boulevard.
Las tiendas de ultramarinos, abiertas a esa hora de la tarde, llenaban la calle principal, algo que me llamó la atención, pues parecía una zona bastante más pija.
Desde ahí cogimos el metro para acceder a la zona norte, queríamos visitar las Galerias Lafayette, que tienen parada propia.
Al salir del metro, no quedaba duda de que habíamos ido a parar a un barrio mucho más exclusivo que el anterior.
Las Galerías Lafayette son el equivalente al Harrods Londinense, pero al ser navidad, la decoración se les había ido un poco de las manos.
Aunque había que admitir que original si que era la temática de ositos de peluche animados que inundaban los escaparates.
Quedaba claro que Prada había pagado un bastón para estar presente en una de las tiendas que son referencia mundial en cuanto a moda.
Parecía que habíamos llegado en hora punta, la calle estaba a rebosar de gente y vehículos, y las otras fachadas hiperiluminadas contribuían a saturar los sentidos.
Por desgracia, no pudimos entrar pues cerraban a las 8. Lo dejaríamos para otro día. Continuamos calle abajo hasta encontrar la Opera.
El espectacular edificio preside la plaza triangular junto con el Grand Hotel, que rivaliza con ella en tamaño.
Desde ahí cogimos el metro para buscar un lugar más barato donde cenar, pues hacerlo en esa zona no era una opción, si queríamos medio mantener un presupuesto, claro.
La zona elegida fue más al norte, Montmaitre, donde ya habíamos estado en la ocasión anterior. Salimos del metro frente al Moulin Rouge.
De nuevo contrastes brutales, de Montparnasse con sus restaurantes bohemios, pasando por Auber, cuna de la opulencia Parisina, hasta Montmartre, con sus Sex Shops, tiendas de lencería y espectáculos burlesque.
Nos perdimos un poco por el barrio hasta que fuimos a dar con un restaurante italiano, Il Caratello, que ofrecía cena a buen precio.
Me quito el sombrero ante la comida francesa, después de pasar por muchos países, esto era de lo más sabroso que me estaba encontrando.
Acompañado de unas buenas Morettis, el plato de pasta y la lasagna entraron solos. Los precios no distaban mucho de cualquier oratoria española.
De ahí continuamos bicheando a ver si encontrábamos alguna zona para tomar unas cervezas en un ambiente más animado.
Pero esa noche no parecía ser zona de marcha, por lo que siguiendo las instrucciones de varias personas, nos acercamos a Oberkampf, una zona más al sur.
Salimos del metro en pleno Boulevard Voltaire que se cruzaba con la Rue Oberkampf, allí encontramos varios pubs que en efecto estaban más animados.
Nos decantamos por A La Foile, un pequeño pub que estaba más lleno que los otros, allí nos tomamos un par de cervezas.
Pero para la 1:30 estábamos volviendo a casa, no podíamos haber aprovechado más el día, y no queríamos tener que pillar un taxi, por lo que cogimos uno de los últimos trenes hasta Marcel Sembat.
Hicimos la parada para desayunar en nuestra patisserie favorita y nos encaminamos hasta la parada de Rivoli, que tiene acceso directo al museo.Boulangerie - Paris |
Pont de Sevres - Paris |
Pont de Sevres - Paris |
RER - Paris |
Palacio de Versailles - Vesailles |
Palacio de Versailles - Versailles |
Capilla Real - Versailles |
Salón de los Espejos - Versailles |
Salón de los Espejos - Versailles |
Salón de los Espejos - Versailles |
Palacio de Versailles - Versailles |
Palacio de Versailles - Versailles |
Estanque - Versailles |
Jardines de Versailles - Versailles |
Fuente de Apolo - Versailles |
Jardines de Versailles - Versailles |
Jardines de Versailles - Versailles |
Fachada Principal - Versailles |
Quiche - Versailles |
Cervezas - Versailles |
Cementerio de Montparnasse - Paris |
Cementerio de Montparnasse - Paris |
Cementerio de Montparnasse - Paris |
Le Petit Broc - Paris |
Café au lait - Paris |
Marisquería - Paris |
Montparnaisse - Paris |
Jardines de Luxemburgo - Paris |
Pantheon - París |
Latin St. Germain - Paris |
Fruta callejera - Paris |
Metro - Paris |
Galerias Lafayette - Paris |
Galerías Lafayette - Paris |
Escaparate Galerías Lafayette - Paris |
Escaparate Galerías Lafayette - Paris |
Rue Auber - Paris |
Rue Auber - Paris |
Opera - Paris |
Le Grand Hotel - Paris |
Moulin Rouge - Paris |
Sex Shop - Paris |
Escaleras de Montmaitre - Paris |
Spaguetti al Pesto - Paris |
Moretti - Paris |
Il Caratello - Paris |
Metro Oberkampf - Paris |
A la Folie - Paris |
A la Foille - Paris |
Marcel Sembat - Paris |
DIA 3
Les oranges - Paris |
Museo del Louvre - Paris |
Museo del Louvre - Paris |
Psique reanimada por el beso del amor - Canovas - Louvre - Paris |
Turistas acaparando la Mona Lisa - Louvre - Paris |
Mona Lisa - Louvre - Paris |
Artista en Acción - Louvre - París |
Frescos - Louvre - Paris |
Clases - Louvre - Paris |
La sortie du bain - Degas - Louvre - Paris |
Prácticamente tuve que sacar a mi compi de viaje de la oreja, aunque admitió que tras 4 horas estaba saturado y también tenia ganas de salir. Es imposible ver todo el museo ni en 3 días de visita.
Hôtel de la Ville - Paris |
Cuando salimos, continuamos por la Rue Rivoli hasta otro de los edificios que hacen que te pares y tengas que tirar una foto.
Hôtel de la Ville - Paris |
En esta ocasión el Ayuntamiento de Paris, cuya plaza estaba en obras, para no variar. Desde ahí fuimos caminando hasta el Centro Pompidú.
Centro Pompidú - Paris |
El edificio inagurado en 1977 alberga tres ambientes muy diferenciados. Un centro de investigación musical, una biblioteca con aforo para 2000 personas y el Museo Nacional de Arte Moderno.
A pesar de lo llamativo de la oferta, obviamos la visita pues no teníamos gran interés en visitar el Museo de Arte Contemporáneo.
Lo que si era llamativo, sin embargo, era la Plaza Igor Stravinsky, con esculturas también de corte moderno que flanquea uno de los laterales del edificio.
La clásica Parroquia de Saint Merri contrasta con un entorno decorado con arte urbano, incluyendo no solo esculturas, sino también graffitis que ocupan fachadas enteras.
Incluso la fuente con el pequeño estanque en el centro de la plaza se encuentra salpicado de coloridas estatuas, dandole un toque de color al barrio.
En los alrededores del museo, localizamos en Tandoo, un indio que ofrecía comida en su mayoría para llevar, pero también daba la opción de almorzar dentro.
Fue nuestra opción, pero aunque no estaba malo, no fue la mejor comida que nos pegamos en todo el viaje.
Lo solucionamos con un buen postre en Stanz, una pastelería que se encontraba en la misma calle. De ahí cambiamos de tercio y cogimos un metro hasta una zona más periférica.
Nos acercamos a La Defense, el distrito financiero al noroeste de Paris con edificios de oficinas bastante más modernos.
Esperábamos la zona desolada, como ocurre en los distritos financieros en fin de semana, pero por casualidad nos encontramos con el Mercadillo Navideño, que estaba a reventar de gente.
Puestos de comida de todo tipo y música aderezada con luces navideñas convertían el frío entorno de rascacielos de cristal y metal en algo más hogareño.
Y de nuevo volví a maldecir a Ryanair por limitar tanto el equipaje y no poder llevarme unos cuantos souvenirs que me solucionarían algunos regalos de navidad.
Conforme nos acercábamos al final de la Explanada de la Defensa, nos dimos cuenta de que se encontraba en linea recta perfecta con el Arco del Triunfo, a través de la Avenida Charles de Gaulle.
Una vez listos, volvimos al metro, y deshicimos el camino para pasar por uno de los puntos que habíamos estado posponiendo para pillarlo al atardecer.
Nos bajamos en Trocadero y descendimos por las escaleras hasta los Campos de Marte, a los pies de la Torre Eiffel.
La Torre ya se había comenzado a iluminar con su característico color anaranjado, aun seguía abierta a los que quisieran subir, pero lo dejamos.
Desde allí, buscamos el embarcadero de Bateaux Parisiens, donde habíamos localizado un paseo por el rio a un precio asequible.
Ya era de noche cuando embarcamos, lo que le dio un plus al viaje, ofreciendo unas vistas espectaculares de la rivera del Sena.
Al llegar a la Ile de la Cite, la rodeó y deshizo el camino hasta el embarcadero de salida, dejándonos muy cerca de Trocadero.
Entonces comenzamos a subir las escaleras con la idea de coger el metro, pues la entrada del crucero nos había dado la idea de donde ir después.
Y al llegara a la Explanada del Palacio de Chaillot, no tuvimos más remedio que quedarnos un rato mirando el espectáculo que ofrecía la que es sin duda alguna, el icono Parisino por excelencia.
Desde ahí fuimos de nuevo a los Galerias Lafayette, como nos había indicado el ticket del barco, y en esta ocasión si pudimos entrar.
Y valió la pena, las Galerias en Navidad son todo un espectáculo en cuanto a decoración y afluencia de público.
Para cuando salimos ya habíamos hecho hambre, y nos trasladamos hasta la zona de Rue de la Verrerie, lleno de bares y restaurantes.
Elegimos el Saint-Pierre, porque era el que más gente tenía, y ademas ofrecía vino de la casa. Encontramos una mesa tras esperar unos minutos.
De nuevo nos sorprendió la cocina parisina, con un par de platos de carne, un carpaccio y una ensalada a un precio muy parecido al español.
De camino a Place du Marché Sainte Catherine, lugar que nos habían recomendado para tomar unas copas, encontramos otro ejemplo de arte contemporáneo urbano.
Luminosos con la frase "Amar las Diferencias" en todos los idiomas daban color a la fachada de uno de los edificios de Rue de la Verrerie.
En el Café Theatre de la Magie nos obsequiaron con varios trucos de magia mientras tomábamos una cerveza, un sitio de lo más curioso.
Y continuamos un poco más hacia el este, hasta la zona de Bastille, que también nos habían comentado que se ponía bien.
Había una feria puesta en la zona, pero optamos por quedarnos en un sitio más clásico. La elección fue el Flag Cafe, conde nos pusieron un par de cervezas.
Para la 1 la marcha estaba decayendo, y la gente se movía a otros puntos de la ciudad, pensamos en seguirlos en un momento.
Pero sopesando las opciones, nos quedaba solo un día más en Paris, y queríamos aprovecharlos al 100% a la mañana siguiente, por lo que volver al hostal fue la opción mas acertada.
Centro Pompidú - Paris |
Museo Pompidú - Paris |
Place Igor Stravinsky - Paris |
Fontaine Stravinsky - Paris |
Tandoo - Paris |
Tika Masala - Paris |
Stanz - Paris |
La Defense - Paris |
La Defense - Paris |
Mercadillo Navideño - Paris |
Mercadillo Navideño - Paris |
Mercadillo Navideño - Paris |
La Defense - Arco del Triunfo - Paris |
Champs de Mars - Paris |
Tour Eiffel - Paris |
Tour Eiffel - Paris |
Assemblé Nationale - Paris |
Notre Dame - Paris |
Sena - Paris |
Bateaux Parisiens - Paris |
Tour Eiffel - Paris |
Galerias Lafayette - Paris |
Galerias Lafayette - Paris |
Saint'Pierre - Paris |
Saint'Pierre - Paris |
Saint'Pierre - Paris |
Amar las Diferencias - Paris |
Café-Theatre de la Magie - Paris |
Bastille - Paris |
Flag Cafe - Paris |
Flag Café - Paris |
Metro Bastille - Paris |
DIA 4
Ultimo dia en Paris, y al ser domingo, nuestro lugar habitual de desayunos estaba cerrado, por lo que montamos en el metro. Ya comeríamos algo en Montparnasse.
En esta ocasión no íbamos al cementerio que habíamos estado dos días atrás, sino a otro bastante más llamativo.
Tras casi media hora de espera, comenzamos el descenso a las catacumbas de la capital francesa, sin saber muy bien que íbamos a encontrar.
Tras varias escaleras y pasillos desembocamos en zonas más anchas, y en las paredes dejaron de haber ladrillos.
En su lugar había cientos de calaveras y huesos apilados. En algunas de los laterales las pilas de huesos alcanzaban el techo.
Mejor no pensar que cada uno de esos huesos pertenecían a una persona, se podían tocar sin ningún problema.
Incluso algún gracioso había firmado encima de alguna calavera, no cabía en mi asombro por todo lo que estaba viendo.
Finalmente, salimos al otro extremo de la avenida. Una visita recomendable al 100% que debe ser tenida en cuenta por el turista.
Por fin localizamos donde desayunar, un buen crepe francés con Nutella que nos dio la energía suficiente para continuar el último día de turismo.
Antes de volver al metro, corroboramos que era habitual vender marisco en la calle en Montparnasse, no había sido cosa del día anterior.
De nuevo en el suburbano, en esta ocasión nos dirigimos al norte, uno de los puntos poco recomendables para turistas.
No obstante, al ser domingo, sabíamos que se llevaba a cabo el Mercado de Pulgas, o lo que es lo mismo, el Camden Town parisino, en St Ouen.
El sitio se encontraba repleto de gente, no necesariamente turistas, y el tipo de artículos era de lo más variado.
Pero sin duda destacaban los artículos de segunda mano, sobre todo muebles, que en algunos casos tenían precios desorbitados.
Hasta motos clásicas, que no sabíamos si eran parte del decorado de las tiendas o si estaban a la venta.
Poco tenía que ver con el rastro madrileño o el camden town londinense además del día de celebración. Este es bastante más sofisticado y dedicado a un tipo de clientela.
Para cuando nos cansamos, era la hora de comer, y se nos antojaba complicado salir de la zona para buscar un restaurante, por lo que nos metimos en el primer tugurio que vimos.
De nuevo un oriental, pero esta vez la dueña apenas hablaba francés, sin embargo la comida si que estaba rica, sobre todo acompañada de un Tsingtao fresquita.
Una ultima vuelta de camino a la salida, encontrándonos todo tipo de artículos de segunda mano que no habíamos visto en la anterior pasada.
Y de cabeza al metro para dar una última vuelta por el centro, pues teníamos las horas contadas antes de volver al aeropuerto.
Primero hicimos una parada para fotografiar la Asamblea Nacional, o Palais Bourbon, a la orilla izquierda del Sena.
Y justo al lado de Los Invalidos, nos encontramos con el Museo de la Armada, que contenía una exposición gratuita en su patio interior.
Estaba repleto de soldados vestidos de uniforme de diferentes épocas, al igual que de armamento de todo tipo.
El patio era un hervidero de curiosos que se arremolinaban para escuchar las explicaciones de los "soldados".
Y los niños hacían cola para poder subirse a lo alto de los carros de combate para poder probar la sensación de manejar un lanza cohetes.
En fin, que entre pitos y flautas se nos había echado el tiempo encima, así que pusimos tierra de por medio pues aun teníamos que recoger las mochilas del hostal.
Para llegar a la estación de Bir Hakeim tuvimos que atravesar los Campos de Marte, un buen modo de poner fin a la visita a Paris con un atardecer tras la Torre Eiffel.
De camino al metro, medio nos perdimos por el barrio, pero por suerte no se nos complicó mucho la cosa y dimos con la tecla.
Hicimos escala en el hostal, y volvimos a Porte Maillot, donde mientras esperábamos a nuestro autobús, compramos un par de sandwiches para la cena.
Ya que no podíamos pasar líquidos por el control, y teníamos tiempo de sobra, aprovechamos para darnos el atracón en el aeropuerto.
A las 21:25 estábamos embarcando, y para las 12 estábamos recogiendo el coche de ECP. Poco después de la 1 habíamos llegado a Motril.
Por suerte, el dia siguiente era festivo, y como estaban abiertos los pubs de las explanadas, nos echamos una copa para celebrar otro exitoso viaje en el Soul.
"Otro viaje más a la mochila. Le teníamos ganas a París y habíamos distribuido bastante organizadamente las visitas de antemano, por lo que aprovechamos el tiempo al máximo. Seguramente a cualquiera, 3 días en Paris puede saberle a poco, pero jugábamos con la ventaja de haber quitado de en medio un par de visitas en el día que habíamos estado de paso, lo que nos permitió ser más selectivos. El tema culinario va aparte, pues por descontado se puede enfocar un viaje a esta ciudad dedicado exclusivamente al estómago".
Saint Jacques - Paris |
Catacumbas - Paris |
Catacumbas - Paris |
Catacumbas - Paris |
Catacumbas - Paris |
Catacumbas - Paris |
Catacumbas - Paris |
Le petit dejeneur - Paris |
Marisco en Montparnasse - Paris |
Porte de St Ouen - Paris |
Marché aux Puces - Paris |
Marché aux Puces - Paris |
Marché aux Puces - Paris |
Marché aux Puces - Paris |
Marché aux Puces - Paris |
Marché aux Puces - Paris |
Chino -Taiwanes - Marché aux Puces - Paris |
Chino - Taiwanes - Marché aux Puces - Paris |
Marché aux Puces - Paris |
Assemble Nationale - Paris |
Museo de la Armada - Paris |
Museo de la Armada - Paris |
Museo de la Armada - Paris |
Museo de la Armada - Paris |
Museo de la Armada - Paris |
Tour Eiffel - Paris |
Bir Hakeim - Paris |
Ticket to Beauvais - Paris |
Cena en Beauvais - Paris |
Embarque - Paris |
Las Explanadas - Motril |
"Otro viaje más a la mochila. Le teníamos ganas a París y habíamos distribuido bastante organizadamente las visitas de antemano, por lo que aprovechamos el tiempo al máximo. Seguramente a cualquiera, 3 días en Paris puede saberle a poco, pero jugábamos con la ventaja de haber quitado de en medio un par de visitas en el día que habíamos estado de paso, lo que nos permitió ser más selectivos. El tema culinario va aparte, pues por descontado se puede enfocar un viaje a esta ciudad dedicado exclusivamente al estómago".
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