Amanecimos muy temprano, y fuimos directamente al taller que nos había dicho el seguro. Le explicamos la situación al dueño y nos dio preferencia. A las 9 de la mañana estábamos circulando de nuevo, por suerte había sido cosa de la batería, 80€ y todo solucionado.
Y ya con la tranquilidad de que podamos continuar el viaje, desayunamos y nos echamos a la calle a ver el casco antiguo de Soria.
Plaza Mayor, con su Fuente de los Leones, y como curiosidad, las estatuas de Antonio Machado y Doña Leonor repartidas por las calles.
Ayuntamiento, Palacio de los Condes de Gomara y hasta el Jardin Vertical. Un casco antiguo muy contenido pero con suficientes cosas que ver como para pasar la mañana.
A eso de la 1 volvimos a la zona donde teníamos aparcado el coche y pusimos el GPS para que nos llevara dirección Logroño.
Valió la pena la visita a Soria, aunque nos hubiera gustado aprovechar un poco más el Viernes noche, en lugar de estar pendientes de la grúa.
Atravesar la N-111 en una experiencia única. La carretera nacional que conecta Soria y Logroño atraviesa la sierra de Cebollera que deja ver unos paisajes magníficos. Decidimos parar a almorzar en un pueblo cualquiera de los que nos íbamos encontrando por el camino.
Optamos por Nieva de Cameros, un precioso pueblo a 3 kilometros de la carretera principal, subiendo a la Sierra de Cameros. Una vez allí buscamos donde comer, y fuimos a parar a uno de esos restaurantes en los que te ponen lo que han cocinado ese día, que resulto ser fabada y churrasco. Un atracón espectacular.
Un buen café y de vuelta a la carretera, directos a Logroño. Aun llegamos con luz diurna, y fue pan comido encontrar alojamiento y aparcamiento.
Aun teníamos tiempo de dar una vuelta por el casco antiguo antes de meternos de lleno en el plato fuerte de la ciudad: La Calle Laurel.
Empezamos por Santa Maria la Redonda, con sus dos torres altísimas. Luego pasamos por la Plaza de la Oca, con los juegos de mesa a tamaño natural.
Y tras darnos cuenta de que allí solo habíamos venido a hacer una cosa, por lo menos a esa hora de la noche, volvimos a Calle Laurel.
Decenas de bares a ambos lado de la calle y también en las transversales, con un ambiente inmejorable.
A pesar de haber por lo menos 10 despedidas de solteros visitando los locales de manera aleatoria. Curiosamente avisaban en la puerta la prohibición de entrar a ese tipo de reuniones.
Cuando se fue calmando la cosa, habíamos probado bastantes vinos como para que apeteciera cambiar de tercio, por lo que buscamos un pub. Cuando cerró dimos el día por finalizado.
Un dia más en la carretera, pero decidimos tomárnoslo con calma y desayunar tranquilamente bajo los soportales que rodean el Parque del Espolon, donde coincidimos con Luis del Olmo.
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| Estatua Ecuestre de Espartero - Logroño |
Y ya espabilados, comenzamos el trayecto más corto del viaje, comprendido entre Logroño y Pamplona.
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| Monumento al Encierro - Pamplona |
Una vez el coche aparcado, nos dispusimos a recorrer el casco antiguo pamplones, dándonos de lleno con el Monumento al Encierro.
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| Plaza del Castillo - Pamplona |
Continuamos abriéndonos camino hacia el centro y fuimos a parar a la amplia Plaza del Castillo con un kiosco de música en su mitad.
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| Ruta del Encierro - Pamplona |
Luego continuamos con el recorrido que hacen los toros durante los encierros de San Fermin, una visita obligada en Pamplona.
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| Cuesta de Santo Domingo - Pamplona |
Comenzamos por la Cuesta de Santo Domingo, desde donde salen los toros a las 8 de la mañana tras el petardazo.
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| Plaza del Ayuntamiento - Pamplona |
Siguiendo los pasos de los carteles que indican por donde sigue el encierro, fuimos a parar a la Plaza del Ayuntamiento.
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| Ayuntamiento - Pamplona |
Para ir a parar a la curva de Mercaderes, una de las más importantes del recorrido, para desembocar a estafeta.
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| Plaza de Toros - Pamplona |
Y finalmente llegar a la curva de telefónica, justo antes de entrar en la bajada del callejón, donde los mozos se pegan las últimas carreras.
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| Plaza de Toros - Pamplona |
Una buena manera de realizar el recorrido del encierro sin miedo a ser arrollado por un toro, o por un grupo de guiris borrachos.
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| Plaza de Toros - Pamplona |
Para entrar en calor, almorzamos en una taberna con una buena botella de vino en plena Calle Estafeta.
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| Taberna - Pamplona |
Como curiosidad antes de despedirnos, dimos con la tienda Kukuxumusu, en cuya puerta tienen un reloj que indica los días y las horas que quedan para el comienzo del siguiente San Fermin.
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| Cuenta atrás - Pamplona |
Tras el café, pusimos rumbo al este por la N-240, carretera que es mitad nacional mitad autovia. Lo bueno de la parte nacional sin duda, las vistas que ofrece del Embalse de Yesa nada más entrar a la provincia de Huesca.
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| Embalse de Yesa - Huesca |
Decidimos que nuestro destino de esa noche fuera Huesca, pero como todavía íbamos con tiempo, hicimos una parada para merendar en Jaca, que quedaba justo en el desvio que teníamos que tomar hacia el sur.
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| Catedral de San Pedro - Jaca |
Y fue una buena elección, pues a pesar del frio, el pueblo tenía una agradable decoración navideña que invitaba a pasear por sus calles. Incluso tuvimos la posibilidad de entrar a la Catedral de San Pedro, uno de los mayores exponentes del Románico en España, que se encontraba abierta al público.
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| Catedral de San Pedro - Jaca |
Tras el segundo café, volvimos al coche a hacer de un tirón la hora de camino que nos quedaba para llegar a Huesca. Encontramos alojamiento en un segundo, pero quizá no era el mejor sitio para hacer parada un domingo por la noche, pues la ciudad estaba prácticamente muerta.
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| Calle Rioja - Huesca |
Cenamos en
Sunset Boulevard, una pizzeria temática inspirada en el cine de Hollywood que se encontraba en pleno centro.
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| Calle Fidel Seral - Huesca |
Luego fuimos a tomar una copa, pero estaba casi todo cerrado, por lo que asumimos que quizá deberíamos haber hecho noche en Zaragoza.
DIA 4
Como no habíamos trasnochado, estábamos en marcha temprano. Teníamos que darle una segunda oportunidad a Huesca, que un lunes por la mañana mejoraba notoriamente.
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| Fuente de Las Musas - Huesca |
Un paseo por le Parque Miguel Servet, y luego volver por el casco antiguo hasta la Plaza de Navarra, donde encontramos la Fuente de las Musas.
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| Catedral De Santa Maria - Huesca |
Luego llegamos hasta la Catedral Gotica de Santa Maria de Huesca, el monumento más representativo de la ciudad.
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| Catedral de Santa Maria - Huesca |
Y situado frente por frente, en la misma Plaza de la Catedral encontramos el Ayuntamiento. Desde allí volvimos al coche a continuar nuestro camino.
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| Ayuntamiento - Huesca |
Comenzábamos nuestro descenso hacia el sur, la primera parada era una de esas ciudades a las que acompaña una pregunta que genera dudas... ¿Teruel existe?
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| Panorámica - Teruel |
Y vaya si existe. Queda en mitad de ninguna parte y ese es el problema, puesto que tiene muy buenas comunicaciones, y es una ciudad limpia, y que vale la pena recorrer.
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| Plaza Mayor - Teruel |
Comenzamos visitando la Plaza Mayor, o Plaza del Torico, donde acabamos almorzando aprovechando que le estaba pegando el sol de lleno.
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| El Torico - Teruel |
Otra de los monumentos llamativos de Teruel son las torres mudéjares de la ciudad, especialmente la Torre de San Martín.
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| Torre de San Martin - Teruel |
La Catedral también tiene su propia torre campanario, resultando ser una de los más antiguos ejemplos de arte mudejar en España.
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| Catedral - Teruel |
Y para terminar la visita, decidimos coger el tren turístico, que nos hizo el recorrido por los barrios más importantes que rodean la ciudad, para acabar de hacernos una idea del conjunto.
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| Torre de la Catedral - Teruel |
Bastante contentos con la visita, seguimos bajando al sur, en este caso cambiando de comunidad autónoma y por una carretera digna de fotografía llegamos a Cuenca, ya de noche.
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| Casas Colgadas - Cuenca |
Localizamos donde dormir y nos pusimos en camino para visitar las famosas Casas Colgadas de la ciudad.
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| Casas Colgadas - Cuenca |
Una experiencia subir a lo alto del Puente de San Pablo para atravesar el Rio Huecar desde el Parador para entrar en uno de los cascos antiguos más altos que recuerdo.
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| Puente de San Pablo y Parador - Cuenca |
Seguimos las calles hasta dar con la Catedral de Santa María y San Julián, que domina la plaza con su impresionante fachada principal.
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| Panorámica - Soria |
Tomamos un par de tapas llegando a la parte más alta del casco antiguo, llegando a un mirador desde el que pudimos ver la ciudad de noche.
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| Catedral de Santa Maria y San Julian - Cuenca |
Pero para cenar bajamos al centro de la ciudad, en el que había bastante más movimiento, pues al día siguiente era festivo, y se notaba.
DIA 5
Estaba siendo un puente de lo más completo. Aun nos quedaban mas de 450km de camino, y teníamos un par de paradas pendientes en la ruta. La primera, otra a la que le acompaña un eslogan que hace que te pienses dos veces el ir a visitarla: "Albacete, caga y vete"
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| Catedral de San Juan Bautista - Albacete |
De todas maneras, era más una parada para estirar las piernas que otra cosa, pues no era ni la hora de comer, y tampoco apetecía tomarse una cerveza.
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| Catedral de San Juan Bautista - Albacete |
Simplemente dimos una vuelta por las calles principales y entramos a visitar la Catedral de San Juan Bautista, en la Plaza de la Catedral.
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| Catedral de San Juan Bautista - Albacete |
A eso de la 1 volviamos a estar en camino. En este caso para llegar a Siles, un pueblo de la sierra de Jaen donde se puede degustar un buen cordero segureño.
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| Sierra de Segura - Siles |
Para las tres y media llegamos a un camping,
Rio los Molinos, donde nos dimos un último homenaje antes de poner rumbo a Granada, donde llegamos con el tiempo justo para llegar a casa, descansar para encarar las últimas semanas del trimestre.
"Un puente improvisado, inspirado en la escapada del año anterior. En esta ocasión quizá arriesgamos demasiado yendo a ciudades poco propensas al turismo esperando encontrar sorpresas como había ocurrido por ejemplo en Toledo. Sin embargo, aunque más descafeinado que otros viajes por España, valió la pena visitar cada uno de los destinos de la ruta."
Excelente guía para cualquiera que desee descubrir la belleza y la riqueza cultural de la mitad este de España, desde turistas ocasionales hasta viajeros experimentados.
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