Entre Levante y La Mancha

Fecha: Del Miércoles 8 de Octubre al Domingo 12 de Octubre de 2021 (5 DIAS)
- Paises: España
- Ciudades Visitadas: Cartagena, Altea, Valencia, Chulilla, Requena, Madrid, Almagro y Ciudad Real.
- Medio de Transporte: Metro y Coche (BMW 318d)
Acompañantes: Palma.
- Sonaba en la radio: Beggin', My Universe & Colorin Colorado.
- Presupuesto aproximado: 400€

Mapa de la Ruta

Ya habíamos dado un paso para retomar la vuelta a los viajes de verano, y posteriormente a los intercambios Erasmus+ en el ámbito laboral. Era hora de ponerse manos a la obra con las escapadas en los puentes después de la pandemia. Sin embargo, aún había miedo a comprar vuelos para un periodo tan corto de cuatro o cinco días.

Los Viajeros

Por eso, optamos por el camino intermedio y planificamos una escapada en coche por la zona de levante sin tener muy claro dónde íbamos a hacer las paradas, queriendo acabar por la zona de Albarracín como punto más al norte. Como nadie más quiso apuntarse, al final fuimos Palma y yo, lo que nos haría bastante más facil encontrar alojamiento.

Pero no contábamos con que prácticamente iba a ser el primer puente en el que todo el mundo tendría ganas de hacer una escapada puesto que ya quedaba atrás eso de tener restricciones para entrar en lugares públicos. Eso y la cantidad de alojamientos turísticos que habían cerrado definitivamente hizo que tuvieramos que ir modificando la ruta en más de una ocasión, aunque lo que teníamos claro que íbamos a comenzar visitando Cartagena. 


DIA 1

Ibamos a poder aprovechar todo el puente completo, por lo que tras almorzar en Motril, pusimos rumbo a Cartagena.

De Motril a Cartagena - Murcia
Aparcamos en el campus universitario y dejamos las cosas en el Air Bnb, que estaba en uno de esos edificios antiguos en los que han reformado solo el interior.


Plaza de San Francisco - Cartagena
Mientras hacíamos tiempo para cenar, nos dirigimos al centro, pasando por la Plaza de San Francisco con su ficus de casi 100 años.

Plaza de San Francisco - Cartagena
Para cenar, nos plantamos en la zona peatonal de la Calle Jara, y acabamos tomándonos unas raciones en El Colmao.

El Colmao - Cartagena
Luego, nos dedicamos a pasear sin rumbo por el casco antiguo de la ciudad, que era digno de visitar por su limpieza y buen gusto iluminando edificios, como el modernista Palacio Consistorial.

Palacio Consistorial - Cartagena
Luego, llegamos a lo que sin duda había sido el mayor reclamo para los cartaginenses allá por el año 220a.c.

Puerto Deportivo - Cartagena
El puerto y sus alrededores es de los mayores atractivos de la ciudad, lleno de edificios como la Universidad Politécnica que no desentonan con el entorno.

Universidad Politécnica - Cartagena
Y con monumentos y estátuas con El Zulo, dedicada a las víctimas del terrorismo, que proviene de la Plaza Mayor de Salamanca.

El Zulo - Cartagena
Para terminar la noche, volvimos a la Plaza de San Francisco, pues la mayoría de los pubs estaban cerrando, y nos dejaron sentarnos en la terraza del Casablasa a echar la última.

Casablasa - Cartagena
Tras eso, decidimos volver a casa, pues nos quedaban varios días de viaje por delante y había que ir dosificándose.

DIA 2

Durante la jornada anterior habíamos visitado lo más característico de Cartagena, pero habíamos dejado el plato fuerte para el segundo día.

Anfiteatro/Plaza de Toros - Cartagena
Y es que si algo tiene la ciudad, es historia. Comenzamos por el Anfiteatro, ahora convertido en Plaza de Toros.

Urban Art - Cartagena
Y continuamos por el Augusteum, un museo subterraneo con hallazgos arqueológicos de diferentes etapas.

Teatro Romano - Cartagena
Más metidos en materia rodeamos por el Baluarte de las Murallas del Mar, y comenzamos el ascenso hacia el Teatro Romano.

Teatro Romano - Cartagena
Ya de por si, las vistas del conjunto arqueológico son magníficas, pero si se sube hasta el Castillo de la Concepción por el Parque Torres, la cosa mejora.

Castillo de la Concepción - Cartagena
Y para terminar y volver al coche, atravesamos la pasarela que nos llevó al Ascensor Panorámico, que contrastaba mucho con la arquitectura clásica que lo rodeaba.
 
Ascensor Panorámico - Cartagena
De nuevo en la carretera, no dirigimos al norte pasando por el skyline de Benidorm, la "Manhattan del Mediterraneo".
 
De Cartagena a Altea - Benidorm
Que no tenía absolutamente nada que ver con la localidad que elegimos para estirar las piernas antes del almuerzo.

Casco Viejo - Altea
Altea pasaba perfectamente con un pueblecito de Las Alpujarras granadinas, con sus fachadas blancas y sus calles empedradas.

Casco Viejo - Altea
Con la diferencia de que prácticamente se haya a pie de mar, cosa que se descubre desde cualquiera de sus muchos miradores.

Puerto - Altea
Recorriendo el precioso casco antiguo, acabamos desembocando en la Plaza de la Iglesia, presidida por Nuestra Señora del Consuelo.

Nuestra Señora del Consuelo - Altea
Una singular iglesia de corte Neobarroco y con la cúpula principal cubierta con tejas azules, algo típico de la zona levantina.

Nuestra Señora del Consuelo - Altea
Había valido la pena la parada, pero tenía la contrapartida de que era un lugar bastante turístico, por lo que íbamos a tener que hilar fino para encontrar donde comer.
 
Casco Viejo - Altea
Después de varias intentonas, viendo que estaba todo lleno, decidimos tomarnos unas Turias en La Cúpula, en plena Plaza de La Iglesia.

La Cúpula - Altea
Pero para Almorzar, conseguimos una mesa en L'Obrador, una pizzeria situada un poco más alejada de todo el mogollón.

L'Obrador - Altea
Y además de no decepcionar con sus platos, nos resultó bastante curioso la decoración del interior, de lo más peculiar.

L'Obrador - Altea
Con el estómago lleno y un buen café, nos pusimos rumbo al lugar donde dormiríamos esa noche, Valencia.

De Altea a Valencia - Comunitat Valenciana
Más que nada, porque era prácticamente el único sitio donde quedaba alojamiento a un precio razonable, y no en la misma capital.

Metro Benimanet - Valencia
Si no en la pedania de Benimamet, en casa de una familia ecuatoriana que alquilaba una habitación por Air Bnb.

Pasacallaes - Valencia
Pero fueron de lo más amable, y una vez que dejamos las maletas, cogimos el metro y nos dirigimos al centro.

Edificio Martí - Valencia
Salimos del metro en Plaza España para meternos de lleno en la Ciudad Vieja a través de la Plaza del Ayuntamiento, frente al icónico Edificio Martí.

Plaza Redonda - Valencia
Esa noche había un pasacalles que recorría todas las calles principales, por lo que la afluencia era mayor y hacía que desplazarnos fuera complicado.

El Micalet - Valencia
Pasamos por el Mercado, entramos en la Plaza Redonda, muy animada rodeada de bares, y acabamos en La Plaza de La Reina, por supuesto, en obras.

Catedral - Valencia
A lo lejos, vislumbramos el Micalet, lo que indicaba que nos encontrábamos en la Catedral, la cual rodeamos.

Plaza Manises - Valencia
Pasamos por la Plaza de la Virgen, que contrastaba con la de Manises, mucho más sobria, presidida por la Estatua de Pizarro y por la Generalitat Valenciana.

Torres de Serranos - Valencia
Y finalmente, acabamos desembocando en el Turia, pasando a través de las Torres de Serranos sobre el Puente de Serranos.
 
Cafeteria Lavin - Valencia
Era hora de tomarse una cerveza para ir abriendo el apetito, por lo que nos dirigimos a la Cafetería Lavin, en la Plaza dels Furs. 

Haus - Valencia
Pero para la cena, nos volvimos a sumergir en el casco histórico para sentarnos en el Haus, en la Calle Navellos.

Haus - Valencia
Esa zona del casco viejo dejaba de tener un ambiente tan señorial para pasar a convertirse en algo más "urbano".

Carrer del Portal de Valldigna - Valencia
Y tras la cena, andando menos de cinco minutos, descubrimos que estábamos en pleno Barrio del Carmen, zona de marcha por excelencia en la capital.

Café Sant Jaume - Valencia
Allí, entre tanta variedad de pubs, elegimos el Café Sant Jaume para probar el Agua de Valencia y tomarnos un par de copas.
 
Mercado Central - Valencia
Para terminar la noche, nos alejamos un poco del casco viejo hasta el Mercado Central, desde donde tomamos un taxi para volver a casa, pues el metro ya había cerrado.

DIA 3

Se nos estaban acabando las opciones de hacer la última ronda de viaje al norte de la Comunidad Valenciana o Aragón.

Gran Via - Valencia
No había forma de encontrar alojamiento en ninguna ciudad medianamente turística, y tampoco podíamos extender una noche más en nuestro Air Bnb.

Liaopastel - Valencia
Por eso, mientras bajábamos por la Gran Vía valenciana buscando el Garaje Guimerá, donde dejaríamos el coche durante la mañana, cambiamos de opinión.

Plaza del Ayuntamiento - Valencia
Nos sentamos a desayunar en Liaopastel y empezamos a buscar un alojamiento a precio razonable en Madrid.

Pasaje de Ripalda - Valencia
Una vez solucionado el tema, fuimos directamente a la Plaza del Ayuntamiento, donde se celebraba un mercadillo de antigüedades.

Iglesia de San Juan de la Cruz - Valencia
Atravesamos el Pasaje de Ripalda, de lo más señorial, y nos dimos de bruces con la Iglesia de San Juan de La Cruz.

Museo del Marqués de Dos Aguas - Valencia
Pero lo que sin duda nos sorprendió, fue el Museo del Marqués de Dos Aguas, una joya del rococó valenciano, ubicado en un palacio espectacular.
 
Miquelet - Valencia
Para terminar la vuelta, volvimos a pasar por la Plaza de la Reina, despedimos al Miquelet y volvimos a por el coche.

Camino a Chulilla - Valencia
Siguiendo el consejo de varios blogs de viaje, optamos por tirar por un camino bastante serpenteante para acabar en Madrid.

Chulilla - Comunidad Valenciana
Pero cuando llegamos a Chulilla, un pequeño pueblo ubicado en la comarca conocida como "La Serranía", vimos que había valido la pena.

Chulilla - Comunidad Valenciana
No obstante, automáticamente descartamos la opción de hacer alguna pequeña ruta senderista por sus puentes colgantes.

Chulilla - Comunidad Valenciana
Se encontraba a reventar de visitantes, y aparcar era tarea imposible, por lo que dejamos el coche en doble fila y dimos una pequeña vuelta por el centro.

Chulilla - Comunidad Valenciana
Luego, nos asomamos a sus dos miradores principales, volvimos al coche y buscamos un lugar alternativo donde almorzar.

De Chulilla a Requena - Comunidad Valenciana
Tras una carretera que parecía sacada de una película, acabamos desembocando en Requena, a pie de la Autovía A3.

Come y Calla - Requena
Aunque no era ni de lejos tan atractivo como Chulilla, Requena nos ofreció el Come y Calla, un restaurante donde comimos baratísimo y muy rico.

Come y Calla - Requena
Posteriormente, dimos una vuelta por la Avenida de Arrabal para tomar un café antes de volver al volante y pusimos rumbo a Madrid.

Avenida de Arrabal - Requena
Habíamos encontrado alojamiento en una zona al norte de la ciudad, al lado de donde se rueda El Hormiguero, pero por suerte, había parada de metro cercana.

De Requena a Madrid - Castilla La Mancha
Dejamos las maletas en la habitación, y nos dirigimos a la boca de Suanzes, a unas diez paradas de Gran Vía.

Suanzes - Madrid
Ya en Callao, pudimos decir que se había acabado el COVID, pues la aglomeración de la Calle Preciados era descomunal. 

Callao - Madrid
Nos dejamos caer por Casa Labra, Puerta del Sol, Plaza Mayor, y descartamos comprar loteria en Doña Manolita, pues la cola rodeaba la manzana.
 
Puerta del Sol - Madrid
Cuando anocheció, llegamos al Mercado de San Miguel pero todos los puestos estaban a reventar, por lo que nos conformamos con una cerveza en Cervecería La Plaza, justo enfrente.

Cervecería La Plaza - Madrid
La ruta nocturna por el Madrid de los Austrias continuó bajando por la Plaza de la Villa, Calle Mayor hasta Calle Bailén.

Plaza de la Armería - Madrid
Desde allí pasamos por delante de la Catedral de la Almudena, Plaza de la Armeria y terminamos frente al Palacio Real, para subir por Opera por la Plaza de Oriente.
 
Catedral de la Almudena - Madrid
Ya que había un desfile militar y estaba todo a reventar, optamos por subir por la Cuesta de Santo Domingo.
  
Hotel Santo Domingo - Madrid
Y desde allí, nos saltamos Plaza España para tomarnos directamente unos pinchos de tortilla con unas cañas en Taberna Mozárabe, en la zona de Noviciado.

Taberna Mozarabe - Madrid
Y ya que Magdalena se encontraba por Madrid con Mariangeles y Carmen, las llamamos para tomarnos unas copas en El Bigote del Greco, en Malasaña.

El Bigote del Greco - Madrid
Cuando vimos que las terrazas empezaban a cerrar, vimos que todos los pubs de la zona tenían colas de órdago.

Metro Gran Vía - Madrid
Por lo que, viendo que aun estábamos a tiempo de coger el último metro, nos despedimos y quedamos en almorzar a la mañana siguiente.

DIA 4

Aprovechamos que el Hotel Best Price Alcalá estaba situado en una zona alejada del centro para desayunar por ahí a un precio razonable en La Galeria.

La Galeria - Madrid
Luego, tras coger el metro, nos bajamos en Gran Vía, caminamos hasta Plaza España, y nos dejamos caer hasta al Templo de Debod.

Templo de Debod - Madrid
Junto a él, encontramos el Mirador de la Montaña de Principe Pio, con grandes vistas del Palacio Real y la Catedral de la Almudena.

Mirador de la Montaña del Principe Pio - Madrid
Desde allí, bajamos por la ladera hasta la Calle Estanislao Figueras hasta Principe Pio, frente a la Puerta de San Vicente.

Puerta de San Vicente - Madrid
La ruta continuó por el Paseo de la Florida en dirección a la Parroquia de San Antonio, donde se encuentran frescos de Goya, y también su tumba.

Parroquia de San Antonio de La Florida - Madrid
Pero la original se encontraba cerrada, y solo pudimos entrar a la réplica, que tampoco tenía mayor interés. 

Principe Pio - Madrid
Ya que nos habíamos dado el viaje, aprovechamos para visitar el Centro Comercial Principe Pio, ubicado en la estación original.

Puente del Rey - Madrid
Lejos de volver al centro, seguimos hacia el sur cruzando el Puente del Rey hacia el paseo de Madrid Rio.

Mercado de Tirso de Molina - Madrid
Una zona moderna y animada de la ciudad en la que nunca había estado y que nos condujo al Mercado de Tirso de Molina, en Puerta del Angel.

Mercado de Tirso de Molina - Madrid
El mercado, que data de 1932, está ubicado en una antigua fábrica y aun conserva resto de daños de obuses de la Guerra Civil en su estructura.
 
Mercado de Tirso de Molina - Madrid
La vuelta al centro la realizamos por el Puente de Segovia, y nos desviamos para acercarnos al Jardín de las Vistillas.
 
Jardin de las Vistillas - Madrid
Desde el que se obtienen buenas vistas de la Catedral y el Campo del Moro, aunque personalmente, prefiero las del Viaducto de Segovia, tristemente conocido como el Puente de los Suicidios.

Viaducto de Segovia - Madrid
Seguimos por la Calle Mayor hasta llegar a la Puerta del Sol, con la icónica estatua del Oso y el Madroño.

El Oso y El Madroño - Madrid
Y por fin llegamos al Circulo de Bellas Artes, donde habíamos quedado con Magdalena para almorzar de menú.

Circulo de Bellas Artes - Madrid
Luego nos tomamos el café en Alcalá 44, un curioso local con una terraza chill out en pleno centro de la capital.

Alcalá 44 - Madrid
Nos despedimos hasta la noche, y nos deslizamos por el Paseo del Prado para llegar hasta el Congreso de los Diputados.

Congreso de los Diputados - Madrid
Nos encontrábamos en el Barrio de las Letras, y comenzamos a recorrer alguno de sus lugares más emblemáticos.

Barrio de las Letras - Madrid
Comenzamos por la Plaza de Santa Ana, y luego buscamos las casas de los ilustres Quevedo y Lope de Vega.

Plaza de Santa Ana - Madrid
Luego recorrimos las calles sin un destino fijo, pasando por locales tan curiosos como Villa Rosa y La Fragua de Vulcano con sus originales mosaicos de azulejos.

Villa Rosa - Madrid
Junto a esta última, encontramos el Callejón del Gato, uno de los rincones del Madrid de Luces de Bohemia.

Callejon del Gato - Madrid
Para ilustrar la novela del esperpento, en dicho callejón se hayan varios espejos cóncavos y convexos que deforman el reflejo.
 
Callejón del Gato - Madrid
Cabe destacar el detalle de haber grabado distintos pasajes literarios que se encuentran en las aceras del barrio.

Barrio de las Letras - Madrid
Y ya que estábamos allí, siguiendo las indicaciones de un blog de viaje, nos dejamos caer por el Hotel Vincci Soho.

Hotel Vincci Soho - Madrid
Se encuentra decorado de la forma más curiosa, con caballos de tiovivo, gramófonos y pianos de cola en las zonas comunes como recepción y restaurantes.

Hotel Vincci Soho - Madrid
Para cerrar la visita, pasamos por la Casa de Cervantes, y cruzando la Calle Atocha, nos metimos en el Barrio de Lavapies.

Sala Equis - Madrid
Sin duda, una zona mucho más bohemia y multicultural, donde reina más el arte urbano y lo alternativo a la que valía la pena dedicarle un buen paseo.

Lavapies - Madrid
Para tampoco teníamos muchas más ganas de seguir pateando, así que nos tomamos unos vermuts en el clásico Bar Skinazo.

Bar Skinazo - Madrid
Teníamos entrada para el cine en la zona de Bilbao para un poco más tarde, por lo que convenimos ir cogiendo el metro.

Mercado de La Cebada - Madrid
Pero justo antes de entrar, vimos que aun quedaban abiertos algunos de los locales del Mercado de la Cebada, por el que dimos una vuelta.

Metro La Latina - Madrid
Nos bajamos en la parada de Bilbao, y como aun nos quedaba media hora para la peli, nos tomamos unas cervezas en el Timesburg.

Timesburg - Madrid
Cuando llegó la hora, entramos en los lujosos Cines Yelmo, con butacas reclinables y servicio de restauración a ver "Las Leyes de la Frontera".

Cines Yelmo - Madrid
Bastante satisfechos con la película, nos acercamos hasta Malasaña a tomarnos unas raciones para cenar.
El Picoteo de Malasaña - Madrid
Elegimos El Picoteo de Malasaña, un local muy original con unos precios bastante ajustados para su ubicación.

El Picoteo de Malasaña - Madrid
Magda, Carmen y Mariangeles se nos sumaron a mitad de la cena, venían de haber visto un musical y no estaban lejos.

El Picoteo de Malasaña - Madrid
Para terminar la noche, nos fuimos al Freeway, una taberna irlandesa del barrio de Malasaña, a tomar una copa

Freeway - Madrid
Pero finalmente, nos pesó más la pereza y el bolsillo, por lo que decidimos pillar el último metro a Suanzes en lugar de recogernos más tarde y volver en taxi.

DIA 5

Teníamos todo el día para regresar a Motril, por lo que sin ninguna prisa, tras desayunar de nuevo en La Galería, pusimos rumbo al sur.

De Madrid a Almagro - A-4
Y como nunca habíamos estado, decidimos que Almagro iba a ser un buen lugar donde hacer una escala.

Calle Feria - Almagro
Conocido por sus Corrales de Comedias, el pequeño pueblecito manchego tenía su encanto más allá del mundo del teatro.

Plaza Mayor - Almagro
Aparcamos cerca del centro, y tras caminar unos doscientos metros estábamos en su gigantesca Plaza Mayor rectangular.

Teatro Municipal - Almagro
En principio, pasamos de largo y encontramos lugares interesantes, como el Teatro Municipal, del SXIX, o el Hospital de San Juan, ahora Teatro Marsillach.

Plaza Mayor - Almagro
Sin embargo, cuando volvimos a la Plaza Mayor, descubrimos que iba a ser imposible asistir a ninguna función ni visitar alguna corrala siendo puente.

Corral de Comedias - Almagro
Después de dar un par de vueltas más, nos dimos cuenta que no teníamos mucho que hacer allí, por lo que le dimos una oportunidad a Ciudad Real.

De Almagro a Ciudad Real - Castilla la Mancha
Tampoco teníamos mucho que perder, estaba muy cerca y al ser menos turística a pesar de ser la capital, seguro que almorzar iba a ser más barato.

Ayuntamiento - Ciudad Real
Volvimos a aparcar prácticamente en pleno centro y llegamos andando hasta la Plaza Mayor, que en sí no tenía nada de llamativa.

Plaza Mayor - Ciudad Real
Excepto el edificio del Ayuntamiento en un lado, que era bastante peculiar, y el Reloj Carrillón y el Monumento a Alfonso X El Sabio en el otro.

Jardines del Prado - Ciudad Real
Dimos una vuelta por La Catedral de Santa María y cruzamos los Jardines del Prado, donde buscamos un sitio donde almorzar.

Taberna Mediterranea Asirigaita - Ciudad Real
Sin duda, fue lo mejor de la breve visita a Ciudad Real, pues en la Taberna Mediterranea Asirigaita nos atendieron de lujo.

De Ciudad Real a Motril - A4
Tras un café, no nos quedaba más que volver a la A-4 para dirigirnos a Motril, donde llegamos pasadas las 20:00 y dimos por finalizado el viaje.


"Una vuelta a los puentes clásicos de coger el coche y no saber donde acabar, pero con el giro de tuerca de tener a casi toda la población con ganas de disfrutar de unas mini-vacaciones tras el fin de las restricciones del COVID. El único problema que encontramos fue el de conseguir alojamiento de un día para otro, que al final resultó una ventaja, pues nos hizo disfrutar de casi dos días en Madrid de lo más entretenidos. Un puente de contrastes entre el Mediterraneo y las llanuras de Castilla."


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