Cruzando USA (Parte 3)

Viene de Cruzando USA (Parte 2)

- Fecha: Del Viernes 25 de Julio al Martes 28 de Agosto de 2010 (35 DIAS)
- Paises: Estados Unidos y Canada
- Ciudades Visitadas: San Francisco, Los Angeles, Las Vegas, Grand Canyon Village, Phoenix, Honolulu, Waikiki, Flagstaff, Albuquerque, Santa Fe, Amarillo, Oklahoma City, Lebanon, St Louis, Chicago, Niagara, Toronto, Montreal, Boston, Barnstable, Providence, New Haven, Ephrata, Atlantic City, Philadelphia, Washington & New York.
- Medio de Transporte: Helicóptero, Coche (Citroen C4, Dodge Caliber, Nissan Sentra), Avión, Tranvia, Autobus Barco, Metro, Avioneta, Bicicleta, 
- Acompañantes: PalmaNachoEzequiel, Nani y Maricarmen 
- Presupuesto aproximado: 4000€


El Itinerario

Mapa de la ruta

DIA 17

Los dos dias tan intensos de coche nos habían dejado hechos polvo. Además de tragón, el Dodge tenía unas suspensiones excesivamente duras, y las autopistas americanas, más baches de la cuenta. Por suerte, el atracón de coche valió la pena, pues amanecimos solo a dos horas de San Luis.

Entrando a San Luis - Missouri

Tras un McDonalds y 200Km entramos en la ciudad, y localizamos el hostal que nos recomendaba la guía. Ni mucho menos estaba en el centro, pero tenía mucho mejor pinta que el de Albuquerque y estaba bien de precio.

Downtown - San Luis
No teníamos tiempo que perder, así que nos acercamos a lo que nuestro GPS identificaba como centro de la ciudad. Nada en particular que reseñar, como cualquier otra gran ciudad americana, con sus grandes avenidas y edificios mastodónticos.

Edificio Lewis Rice - San Luis
Buscamos un parking y fuimos caminando al famoso Jefferson National Expansion Memorial, el parque donde se encuentra el monumento más representativo de la ciudad: El Gateway Arch.

Gateway Arch - San Luis
El gigantesco arco que representa la expansión estadounidense hacia el oeste, es visible prácticamente desde cualquier punto de la ciudad. 

Gateway Arch - San Luis
Bajo él, existe un museo gratuito sobre dicha expansión, en el que nos refugiamos para escapar del calor abrasador que hacía ese día.

Gateway Arch Museum - San Luis
Desde el parque se obtiene una buena vista del Rio Mississippi y de los puentes que cruzan al otro lado, que curiosamente, ya es el estado de Illinois.

Mississippi River - San Luis
Tras la visita fuimos a almorzar cerca del aparcamiento, buscando un lugar cubierto, pues a esa hora de la tarde no se podía estar al sol.  

Lunch - San Luis
A la salida del restaurante, nos encontramos con que se había nublado la tarde, una suerte porque nos quedaba todo el día de pateo. En coche fuimos hasta la Basilica Catedral de Saint Louis, que contra todo pronóstico resultó ser espectacular.

Basilica Catedral - San Luis
Además la entrada era gratuita, por lo que sin dudarlo entramos.

Basilica Catedral - San Luis
Los mosaicos que decoran el interior y que se terminaron en 1988 son impresionantes.

Basilica Catedral - San Luis
El colorido contrasta con la sobriedad de muchas otras catedrales europeas.

Basilica Catedral - San Luis
Cuando salimos al exterior, nos encontramos con que Forest Park, al que hacíamos en el mapa mucho más lejos, se encontraba a menos de 5 minutos andando, por lo que no nos molestamos ni en mover el coche.

Basilica Catedral - San Luis
Lo primero que me impresionó del parque fue su tamaño. Por supuesto, no conseguimos recorrer ni la mitad, pero si pudimos ver que había pistas para practicar cualquier tipo de deporte.

Forest Park - San Luis
Y extensiones de cesped para aburrir. El parque alberga dos museos y un zoológico, nosotros nos perdimos hasta llegar al Museo de Arte, que se encontraba cerrado.

Art Museum - San Luis
Desde lo alto de la escalinata se obtienen unas buenas pistas del parque y de las fuentes que hacen perspectiva con las escaleras.

Forest Park - San Luis
Luego bajamos las escaleras para ir a parar a un lago, en el que se podían alquilar barcas y donde había un par de bares, donde nos tomamos unas cervezas.

Art Museum Gardens - San Luis
Finalmente dejamos el parque y al anochecer volvimos al hostal para cenar por la zona y tomar algo, porque nos había dado la impresión de que había algo de marcha. Antes, cruzamos el río para ver que tal estaba la parte de Illinois, pero no encontramos nada de interés.

Forest Park - San Luis
Por desgracia, el ambiente estaba un poco raro, hasta que el matrimonio que regentaba el pub donde nos encontrábamos nos dijo que estábamos en zona de bandas y que no deberíamos andar por allí de noche. Sin dudarlo, volvimos al hostal y estuvimos leyendo el resto de la noche, nunca supimos si en realidad estábamos en peligro o no, pero ante la duda, no pasaba nada por quedarse una noche en casa, para variar.


DIA 18

El descanso extra de la noche anterior nos vino de perlas, estábamos nuevos y listos para recorrer los 500 kilómetros que nos separaban de Chicago, la primera ciudad en la que íbamos a dormir dos noches seguidas desde Honolulu. El séptimo estado había sido Missouri, ahora tocaba el octavo, Illinois, aunque haciendo trampa lo habíamos visitado el día anterior cruzando el río.

Chicago Skyline
Llegamos a media mañana, pillando el tráfico de entrada a una gran ciudad. Y Chicago lo es, no como Los Angeles, pero cualquier otra ciudad que hubiéramos visitado hasta ahora parecía una broma en cuanto a tamaño. Llegamos a nuestro hostal, el Chicago Getaway Hostel, que tenía buena pinta, pero como lo estaban pintando, el olor llegaba a todas las plantas, incluido nuestro cuarto. En breve nos pusimos en marcha.

End of Route 66 - Chicago
Al bajar del metro en el centro, dimos con este cartel, que indicaba que habíamos llegado al fin de nuestra Ruta 66. A partir de entonces, y como habíamos hecho con San Francisco y Hawaii, esta extensión corría de nuestra cuenta.

The Loop - Chicago
Inmediatamente, The Loop, el downtown de Chicago, me recordó a Manhattan en cuanto a la distribución de los edificios. 

The Loop - Chicago
El centro de la ciudad es el centro de cualquier arquitecto, por la originalidad de las construcciones.

Rookery Lobby Stairs - Chicago
Tanto exterior como interior, como en el recibidor del edificio Rookery, el más antiguo de que sigue en pie en Chicago.

The Loop - Chicago
Paseamos toda la mañana entre los edificios del Downtown y comimos en un restaurante de comida rápida. Luego nos dejamos caer por varios de los parques como Pritzker Park, donde dimos con la estatua del ojo gigante de 30 pies.

Giant Eye - Chicago
Y por supuesto hasta Millenium Park, donde encontramos la famosa Cloud Gate, o simplemente, La Alubia (The Bean), como se la conoce mundialmente, situada en La Plaza AT&T.

The Cloud Gate - Chicago
Las vistas desde el parque también son impresionantes, mostrando varios de los edificios más representativos de la ciudad.

Architecture - Chicago
Y por supuesto el auditorio, donde en verano ofrecen conciertos casi a diario de manera gratuita.

Millenium Park Auditorium - Chicago
Como la tarde estaba espléndida, había decenas de personas haciendo picnics en el césped, disfrutando del sol tirados en toallas.

Bull - Chicago
Cualquier zona de la ciudad es buena para colocar una escultura o una estatua.

Picasso Statue - Chicago
Continuamos paseando hacia el Norte, paralelos al lago, hasta que cruzamos el Chicago River.

Chicago River - Chicago
Y dimos con las famosas torres circulares que tantas veces habíamos visto en el cine, las de Marina City, que en las primeras 20 plantas son aparcamientos, y hasta la 61 de apartamentos.

Marina City Towers - Chicago
En los bajos aprovechamos para tomar un café con hielo, el día estaba siendo agotador y hacía falta  un refrigerio.

Marina City - Chicago
Ya al atardecer, fuimos hasta la Hancock Tower, el mejor mirador panorámico de la ciudad. Por suerte no había mucha cola para subir al piso 103.

Hancock Tower - Chicago
Cualquier punto desde el que mires proporciona unas imágenes inolvidables.

 Views from Hancock Tower - Chicago
Tanto del skyline como de la bahia. Nadie diría que estamos ante un lago y no ante mar abierto.

Views from Hancock Tower - Chicago
A pesar de que la tarde estaba despejada, no conseguimos ni intuir las luces de la orilla más cercana a la de Chicago.

Views from Hancock Tower - Chicago

Solo desde esa altura te puedes hacer una pequeña idea de la extensión real de la ciudad, aunque se acaba perdiendo la percepción de profundidad.

Views from Hancock Tower - Chicago
Seguimos allí hasta que finalmente anocheció del todo. Las fotos no transmiten el espectáculo que son los edificios de Chicago de noche.

Chicago @ Nigth
Tras cenar por los alrededores, dimos un paseo, pero estábamos bastante cansados, por lo que volvimos a casa para poder aprovechar al máximo el día siguiente.

DIA 19

El dia volvió a amanecer soleado. Nacho decidió dedicar el día a visitar museos, y nosotros nos pusimos los bañadores y nos dispusimos a disfrutar de una de las playas de agua dulce de Chicago. 

Lane Beach - Chicago
Tras un paseo por un parque que iba por toda la costa, llegamos a Lane Beach, que se encontraba bastante concurrida. Era la primera vez que me bañaba en un lago, y si no fuera porque el agua era dulce, no hubiera podido distinguir que no estaba en cualquier playa de la costa.

Lane Beach - Chicago
Echamos ahí buena parte de la mañana, pues era de lo más relajante, y el día anterior habíamos pateado bastante el centro de la ciudad. 

The Loop - Chicago
Luego nos volvimos a poner en marcha, para localizar algún sitio para almorzar. Todo bien, pero fue un error no haber llevado una prenda seca, puesto que el bañador comenzó a hacer rozaduras por el roce, lo cual fue un incordio a lo largo del dia.

Daley Plaza - Chicago
En lugar de un restaurante, fuimos a parar a Daley Plaza, donde encontramos un mercadillo alemán  llamado Christkindlemarkt en Daley Square. Nos tomamos unos perritos calientes mientras veíamos a una orquesta de marineros que, aparentemente, promocionaban la marina estadounidense.

Navy Concert - Chicago 
Más tarde llegamos a un impresionante centro comercial, que para no variar, tenía una fachada de lo más llamativa, como la mayoría de los edificios del centro de Chicago: El Chicago Atrium Mall.

Atrium Mall - Chicago
Siente plantas de tiendas y restaurantes en pleno centro de la ciudad, lo cual no es nada común, ya que este tipo de edificios suele encontrarse a las afueras. El interior es más impresionante que el exterior, si cabe.

Atrium Mall - Chicago
Cuando el sol dejó de apretar un poco, volvimos a la calle a visitar otra de las partes turísticas de la ciudad, en este caso, el Navy Pier.

Navy Pier - Chicago
El acceso a pie desde donde veníamos nosotros era un poco feo, pues prácticamente estábamos paseando por debajo de la autovía.

Reaching Navy Pier - Chicago
Pero conforme nos acercábamos al embarcadero, la cosa se fue animando, con muchísima gente inundando la calle que bajaba al Navy Pier, que se parecía bastante al Pier 76 de San Francisco.

Navy Pier - Chicago
El sitio es una pasada, y tomamos una cerveza en uno de las decenas de bares y restaurantes que se encuentran a lo largo del embarcadero. A pesar de un sitio dedicado a turistas, gran parte de la población local también lo usa como atracción frecuentemente.

Skyline - Chicago
Luego de vuelta al Loop, una caminata por el paseo marítimo, viendo el skyline de la ciudad desde la otra punta del día anterior. Habíamos quedado con Nacho en La Alubia del Millenium Park, y allí nos estaba esperando. 

Millenium Park Auditorium - Chicago
Al llegar, nos encontramos con un concierto gratuito de música clásica en el auditorio. Estuvimos viéndolo un rato antes de volver a buscar algún sitio donde cenar, en esta caso, cercano al parque.

Metro - Chicago
Ya tras la cena, volvimos a casa, esta vez en metro, porque había sido un día bastante intenso de caminata para los tres. Al día siguiente nos volvía a tocar hacer kilómetros, pero no nos importaba, los dos días en la "Ciudad del Viento" nos habían hecho despejarnos lo suficiente como para olvidarnos de que aun nos quedaban 3500km por delante.

DIA 20

Como plan inicial, ibamos a parar en Cleveland,  ya que estimamos que 550km eran suficientes por un dia. Sin embargo, al llegar estábamos bastante frescos, nos había venido muy bien el parón de dos días, por lo que decidimos continuar hasta Buffalo, en el estado de Nueva York.

From Chicago to Cleveland
Trescientos kilómetros después, atravesado el noveno estado, Ohio, llegamos a Buffalo que esta en Nueva York, el décimo estado (y el que más tarde sería el último), y esta vez, aunque estábamos cansados, decidimos continuar porque la ciudad nos pareció bastante triste, y nos encontrábamos a tan solo 50 kilometros de nuestro siguiente destino, Niagara.

Niagara NY desde Niagara - Ontario
Estábamos hechos polvo y por suerte, pasamos la frontera sin mayor problema. Niagara está dividido en dos ciudades por un puente, la mitad estadounidense es bastante tranquila, pero una vez que pasamos al otro lado, nos dio la sensación de que volvíamos a Las Vegas.

Niagara - Ontario
Todo en 1 kilometro a la redonda de las cataratas está enfocado al turista: hoteles, pubs, restaurantes o atracciones de feria, todo vale para llamar la atención del cliente. Encontramos alojamiento y bajamos andando al centro, justo cuando comenzaba el espectáculo nocturno de fuegos artificiales.

Fireworks - Niagara
Y nos arrimamos al borde para ver las famosas cataratas que concentraban a todo bicho viviente pegado a la barandilla.

Niagara falls - Niagara
El ruido era atronador, las cataratas se encuentran iluminadas de distintos colores según la zona. 

Niagara Falls - Niagara
De noche no existe ningún tour, por lo que tras terminar el espectáculo de música, luz y fuegos artificiales, allí queda poco que hacer. Subimos la empinada cuesta llena de locales, y buscamos un lugar donde cenar y tomar una cerveza.

Victoria Ave. - Niagara
Por fin dimos con un sitio que tenía unos precios medianamente asequibles. Los dolares canadienses eran más baratos que los americanos, pero aun así los precios eran desorbitados. Por suerte, conforme nos alejábamos de la catarata, la cosa iba mejorando.

Cenando - Niagara
Luego visitamos un par de locales más, en los alrededores, la cosa estaba bastante animada pues era Viernes noche.

Victoria Ave. - Niagara
Pero éramos nosotros los que no estábamos con ganas de juerga, pues los casi 1000 kilometros que habíamos hecho a lo largo del día nos habían dejado listos de papeles, por lo que nos fuimos a dormir bastante pronto.

DIA 21

A la mañana siguiente, después de desayunar, nos fuimos de vuelta a las cataratas, esta vez para que el barco nos diera una vuelta.

Niagara falls - Niagara
Sin duda alguna, verlas de día es mucho más espectacular. Comenzamos a hacer la cola, compramos los tickets, y nos proporcionaron nuestros chubasqueros que nos iban a hacer falta.

Niagara falls - Niagara
Una vez en el barco, nos llevaron lo más cerca posible a la caída de la catarata. Era como estar metido en una tormenta, el ruido ensordecedor, pero aun así nos quedamos en cubierta.

Niagara falls - Niagara
Utilizando el chubasquero como paraguas para la cámara, estuve haciendo fotos cuidando hasta que empezamos a dejarlas atrás.

Niagara falls - Niagara
Definitivamente, la visita a bordo del Maid of the Mist había valido la pena, 17$ es un precio bastante asequible para lo que ofrece.

Maid of the Mist - Niagara Falls
Tras la visita, continuamos caminando hacia el sur a lo largo del Niagara Parkway, la carretera que bordea las cataratas.

Niagara falls - Niagara
 Desde donde logramos vistas impresionantes de la parte superior. 

Niagara falls - Niagara
Finalmente, cuando nos hubimos hartado de cataratas, volvimos a por el coche y empezamos a conducir otros 100 km hacia el norte, para llegar a nuestra siguiente etapa, que era Toronto.

Yonge Street - Toronto
En esta caso, habíamos reservado hostal, pues contábamos con estar ese sábado ahí. Teníamos una habitación triple en el All Days Toronto que resultó estar bastante bien. Luego andamos unos 10 minutos hasta dar con Yonge St, la que una vez fue considerada la calle más larga del mundo.

Nathan Phillips Square - Toronto
La calle se encontraba bastante animada, pero sin duda, Nathan Phillips Square (la Times Square de Toronto) se llevaba la palma, siendo sábado a mediodía se encontraba a reventar de gente que estaba de compra en los distintos puestos callejeros, escuchando música en directo o simplemente de paseo.

Trolley - Toronto

Llaman la atención los gigantescos trolebuses que van calle arriba y abajo y que conviven con el tráfico.

Architecture - Toronto
Y la arquitectura, mezclando casas clásicas con los gigantescos edificios que recuerdan bastante a la recién visitada Chicago.

Architecture - Toronto
Y finalmente calle abajo, apareció el monumento más identificativo de la ciudad canadiense, el CN Tower.

CN Tower - Toronto
A pesar de parecer estar cerca, tardamos casi 20 minutos en llegar a la base. A pesar de ya no ser la más alta del mundo, verla desde abajo sigue siendo un auténtico show.

CN Tower - Toronto
Empezamos a hacer cola para subir en el ascensor hasta el mirador, que se encuentra a casi 550 metros de altura.

CN Tower views - Toronto
Fueron 27$, lo que se puede considerar caro. No obstante, no dudamos en pagar, era una de esas cosas que hay que hacer, para ver "torontoentero".

CN Tower views - Toronto
Para colmo, tienen una parte del suelo hecha de cristal, por lo que puedes ver directamente lo que queda debajo de tus pies, lo cual es acojonante.

CN Tower views from glass deck - Toronto
Finalmente, tras haber disfrutado suficiente de la atracción, volvimos al ascensor ultra rápido, que nos llevó de vuelta al suelo.

CN Tower views from glass deck - Toronto
Toda una experiencia. Continuamos andando hacia la costa, donde encontramos una especie de embarcadero, que parecía el Navy Pier de Chicago, el Harbourfront Centre. 

Harbourfront Centre - Toronto
A pesar de que el día se había nublado, cientos de personas disfrutaban de música en directo, y deambulaban por los distintos puestos de mercadillo.

Harbourfront Centre - Toronto
Cuando empezó a anochecer, volvimos a Yonge Street, iba siendo hora de cenar y por supuesto tomar una cerveza. 

Gooderham Building - Toronto
De vuelta, a Nathan Phillps Square, la encontramos iluminada al más puro estilo neoyorquino. La cercanía de la ciudad con la frontera americana, hace inevitable las comparaciones.

Nathan Phillips Square - Toronto
Fuimos parando en varios pubs de camino a casa, probando distintas cervezas canadienses, había sido un día bastante completo, comenzando con las cataratas. Llegamos a casa pasada la 1, y caímos rendidos.

DIA 22

Volvia a tocar un dia al volante. Teníamos casi 600 kilometros por delante, y tardamos más de la cuenta en salir de Toronto. Nos planteamos hacer una parada en Ottawa, la capital del país, pero ya nos poníamos en casi 700 km. En cuanto nos adentramos en la provincia de Quebec, la mayoría de los carteles de la autopista comenzaron a aparecer en francés.

From Toronto to Montreal - Canada
En fin, que entre unas cosas y otras, nos dieron casi las 8 entre que llegábamos a Montreal y nos alojábamos en el Montreal Central. Allí habíamos quedado con Ikeya, que nos iba a hacer de Cicerone, ya que llevaba varios meses viviendo allí.

Meeting Ikeya - Montreal
Para la hora que llegamos, nos fuimos a tomar unas cervezas y a cenar algo. Más tardes visitamos otros pubs, pero por error de cálculo, se nos había hecho demasiado tarde, por lo que optamos por quedar a la mañana siguiente temprano para recorrer los puntos más importantes de la ciudad, pues solo teníamos un día.

DIA 23

Disfrutamos del desayuno gratuito que ofrecía el hostal, y a la salida, nos estaba esperando Ikeya. 

Quartier Chinois - Montreal
La primera parada del tour, fue en Chinatown, o "Le Quartier Chinois". No se diferenciaba en gran cosa de los anteriores en los que habíamos estado, aparte de tener los carteles en chino y francés.

Old Montreal - Montreal
Caminando un poco más hacia la bahía, fuimos a parar a las calles del Old Montreal, una zona de la ciudad con encanto llena de tiendas de souvenirs y pequeños restaurantes. El día había amanecido nublado, pero ahora comenzaba a aclarar.

French Signs - Montreal
Innegable la influencia francófona en la ciudad. A diferencia de en la autovia, aquí los carteles de indicación están exclusivamente en francés.

Parc Du Bassins - Montreal 
Tras un paseo por el Parc Lineaire, decidimos acercarnos a la Isla de Santa Elena, que se encontraba al cruzar el puente sobre el Rio San Lorenzo.

Rio San Lorenzo - Montreal
Allí, nos recibió la Esfera de Fuller, que originalmente había albergado el pabellón de USA en 1967 y que posteriormente se convirtió en el Museo de la Biosfera.

Esfera de Fuller - Montreal
Tras dar una vuelta por la recepción (no nos apetecía entrar al museo), entramos en el Circuito Gilles Villeneuve, donde se celebra una de las pruebas del campeonato mundial de Formula 1.

Circuit Gilles Villeneuve - Montreal
Estuvimos tentados de dar una vuelta completa, pero había empezado a caer el calor de Agosto a media mañana, así que decidimos mejor continuar con la visita.

Circuit Gilles Villeneuve - Montreal
Siguiendo las instrucciones de nuestro guía, cogimos el metro y nos plantamos en el Centro Gallego de Montreal, donde pudimos disfrutar de una comida a la española, después de tantísima gastronomía norteamericana.

El Gallego - Montreal
Todo un acierto, pues el gazpacho y el rape en salsa de almejas con un buen vinito entraron de lujo.

El Gallego - Montreal
Desde allí, ya andando, comenzamos a subir la colina que nos llevaba al Parque de Mont-Royal. Pensamos en subir solo hasta la mitad de la montaña, y llegamos al mirador de la basílica de Mont-Royal.

Vistas desde Parc Mont Royal - Montreal
Desde ese punto se obtienen unas vistas altamente recomendables, de todas partes de la ciudad.

Vistas desde Parc Mont Royal - Montreal
Una vez allí, decidimos continuar un poco más, y llegamos hasta la Cruz de Montreal, que corona la ciudad. 

Cruz de Montreal - Montreal
Desde allí comenzamos la bajada, y a lo lejos divisamos el estadio olímpico, que iba a ser nuestra siguiente parada. Ikeya nos comentó que allí había un bar donde ponían unos crepes buenísimos.

Vistas desde Parc Mont Royal - Montreal
Así que para que se nos abriera el apetito, decidimos ir andando hasta allí, en lugar de en metro. Por desgracia, la cosa se nos fue un poco de las manos y nos llevó al menos dos horas llegar hasta nuestro destino.

Estadio Olímpico - Montreal
Por desgracia, el bar estaba cerrado, el dueño nos recibió, pero habían dejado de cocinar solo media hora antes, una lástima.

Restaurant "Les Princesses" - Montreal
La vuelta, sin dudar, la hicimos en metro. Volvimos al centro a tomarnos unas cervezas y buscar un lugar donde cenar.

De vuelta en Metro - Montreal
Más tarde nos despedimos, Ikeya tenía trabajo al día siguiente, y nosotros, conducción. Le agradecimos los servicios de guía, ya que la visita a la ciudad hubiera sido muy distinta sin su ayuda. A la mañana siguiente nos tocaba volver a USA, esta vez visitando el décimo primer estado, Massachusetts, concretamente su capital, Boston.





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