Real 90 goes to Salamanca

- Fecha: Del Viernes 14 de Octubre a Lunes 17 de Julio de 2005 (4 DIAS)
- Pais: España.
- Ciudades Visitadas: Segovia, Salamanca, Toledo y Jaen.
- Medio de Transporte: Coche de Alquiler (Citroen C4)
- Acompañantes: Jose, Chavo y Manolo
- Sonaba en la radio: Pon de ReplayLa Tortura & Move Your Body
- Presupuesto aproximado: 200€

El Itinerario

Mapa de la Ruta
Como ya comenté en la entrada del viaje a Londres, todo un verano sin necesidad de estudiar y ahorrando, había dado para hacer muchos planes. En Real 90 había gente que no había podido ir a Londres por temas de fechas, así que Manolo, Jose, Chavo y yo planeamos algún viaje que se pudiera ajustar más a la disponibilidad de cada uno, es decir, que pillara dentro de los márgenes de fin de semana y que se ajustara al presupuesto. Como habíamos escuchado hablar tan bien de Salamanca en cuanto a fiestas, no dudamos ni un momento en planear un viaje a tierras leonesas para finales de Octubre.

Los Viajeros
Se suele decir que la unica ciudad que puede hacerle sombra a Granada en lo que a ambiente universitario se refiere, es Salamanca. Pensamos que era un buen destino, pues aunque estaba lejos, no teniamos necesidad de coger avión, podiamos plantear el viaje en autobus, en tren o en coche alquilado. Finalmente, tras sopesar las diferentes opciones, nos decantamos por esta última. El problema era que de aquellas, el único que tenía carné de conducir era yo, y no llegaba a los 25 años, por lo que nos iban a cobrar un plus. Aun con eso, seguía siendo más asequible que con el transporte público, así que procedimos a pagar el anticipo con Europcar. 

En cuanto al alojamiento, no recuerdo a través de que página lo hicimos, solo que localizamos el teléfono de un hostal céntrico y reservamos una habitación cuádruple por un precio de risa. Lo que si recuerdo es que la chica nos dijo algo de que iba a estar todo muy liado porque era el finde de la cumbre. No le hicimos ni caso, asi que sin darle más importancia, en pleno Agosto dejamos reservado transporte y alojamiento para comprobar por nosotros mismos si la ciudad universitaria de Castilla y León valía tanto la pena.

DIA 1

Hablamos de la misma semana que llegué de Londres. Yo había aterrizado un Lunes por la mañana, y estos llegaron de Ceuta el Jueves a media tarde, y con ganas de liarla parda. Sintiendolo mucho, no podía unirme a ellos, ya que al día siguiente me esperaban 650 km al volante, y con el cansancio acumulado del viaje anterior, no quería meterme en carretera de esa forma. Por lo tanto, antes de que se largaran a la Dulce Beach, (discoteca de Las Gabias que arrasaba por aquella época) les dije que al día siguiente a las 9 íbamos a estar en pie porque teniamos el coche reservado. 

Por lo tanto, el dia 1 comienza conmigo dando palmadas y abriendo la persiana del salón a las 8 de la mañana (posteriormente, Manolo admitió que estuvo a  punto de agredirme en ese momento) y como habían llegado solo una hora antes, pues la cosa no sentó muy bien. No obstante salieron del letargo y comenzaron a vestirse. Aun así ya ibamos con retraso, por lo que llegamos a la RENFE (allí se encuentra Europcar) una hora más tarde de lo previsto.

A por el coche con mucho sueño

Una vez alli comenzaron las sorpresas. Teniamos alquilado un Focus, pero resulto que solo quedaba un  Citroen C4 de ese segmento. Hasta ahí todo bien, el problema era que el contrato venía que los menores de 25 años debian tener tarjeta de crédito para poder conducir ese tipo de coche. Yo, por entonces, solo tenía una de débito, y como era el único conductor, no podía hacer nada. Se volvía a repetir la historia de Edimburgo. La primera opción que nos dieron fue darnos un C2, donde o cabíamos nosotros, o las maletas. Lo que pasó fue que nuestras caras debían ser unos poemas, porque la chica llamó al jefe, que se personó y  nos dio otra opción: Quitarme 800€ de la tarjeta como fianza... Cabe decir que era la primera vez en mi vida que tenia esa cantidad en una tarjeta propia, por lo que acepté, quedándome con un presupuesto muy ajustado para el viaje, pero con luz verde para movernos de una vez .

El quinto compañero de Viaje: Cintroen C4 HDI
Por fin, después de arreglar todo el papeleo, y dos horas después de lo previsto, conseguimos poner rumbo a Salamanca. Nunca había conducido más al norte de Granada, y cogí el coche con muchas ganas. Los primos Catillo (Manolo y Jose) se quedaron secos en el asiento de atras nada más arrancar, pero el pobre Chavo aguantó dándome conversación todo el camino. Se agradeció, porque mira que son aburridas las llanuras de Castilla La Mancha. Además estaba muy motivado con el velocímetro digital del C4, y era él el que se encargaba de dar el toque de atención de vez en cuando.

Probando el velocimetro digital.
Todo el trayecto hasta pasado Madrid fue de maravilla, la A-4 no tiene perdida, solo que como íbamos siguiendo las indicaciones que habíamos sacado de Via Michelin, tiramos por la AP-4 en el último tramo, por la que nos soplaron 10€ por menos de 100km. A eso de las 3:30 pasamos Madrid, y ya iba haciendo hambre, por lo que paramos en un lado de la carretera, desde el que se veía el Valle de los Caidos, para tomarnos unos bocatas que habíamos preparado la noche anterior. 

Tras la parada, algo hicimos mal, porque acabamos en Segovia en lugar de seguir nuestro camino directo a Salamanca. De todas formas, hicimos caso de ese dicho que reza "Perderse no es una perdida de tiempo" e hicimos una visita a la zona del Alcazar.

Alcazar (Segovia)
Para luego bajar al centro y darnos un paseo por debajo del acueducto que tantas veces habíamos visto.

Acueducto (Segovia)
De todas formas se nos estaba haciendo muy tarde, ya que teníamos pensado llegar a Salamanca a la hora de comer, por lo que, aunque estábamos a una hora de camino, no quedaba más remedio que darse prisa para llegar a una hora prudente.

Finalmente, a eso de las 7:30 llegamos a Salamanca. Lo primero que nos llamó la atención fue lo muerto que estaba todo para ser un Viernes. Lo segundo, la cantidad de policias que rondaban por todas partes. Algo no olía bien, pero tampoco le dimos más vueltas. Por fín, llegamos al hostal Misol, y enseguida entendimos por qué nos había costado 12€ las noche.

Habitación Hostal Misol (Salamanca)
Las manchas de humedad recorrían toda la pared, posiblemente había reventado una tubería de la ducha, la cual contenía organismos que aun a dia de hoy creo que no aparecen en ningún libro de biología. Por otra parte, las camas eran cómodas y la habitación en general no estaba sucia. El problema más gordo era un inquietante cuadro que colgaba de la pared, y que no nos quitaba los ojos de encima.

Alguien te observa...
Así que con ese ambiente en la habitación, la mejor opción era arreglarse y salir de fiesta cuanto antes mejor. Al salir le preguntamos al recepcionista que cual era el mejor lugar para ir, a lo que, tras darnos el mapa, respondió que en una noche normal, cualquier sitio, pero que en este fin de semana, la cosa iba a estar complicada. Nos explicó que la famosa cumbre de la que nos habían hablado cuando reservamos era la XV Cumbre Iberoamericana que ese año se celebraba en la ciudad, y que habían dado libre dos dias a los estudiantes para que volvieran a sus casas y obligado a los pubs a cerrar antes para poder tener controlada la ciudad mejor. Vaya chasco. No obstante, eso no iba a estropearnos el viaje, por lo que decidimos seguir con el plan original: Salir de fiesta. Visitamos varios locales del centro, especialmente recuerdo el Garamond. Finalmente, a pesar de haber mucho menos ambiente del que esperábamos, la noche estaba más que animada, por lo que nos dieron más de las 5.

DIA 2

Amanecimos para la hora de comer. Hubiéramos querido aprovechar más el día, pero estábamos hechos polvo entre viaje y noche de farra. Comimos en el Burguer King de la plaza mayor, y degustamos algunas de las especialidades Salamantinas.

Cada ciudad tiene su producto típico
Posteriormente, nos dedicamos a recorrer el casco histórico de la ciudad, que no tiene desperdicio. Comenzamos por la Plaza Mayor.

Plaza Mayor (Salamanca)
Para luego continuar por el Claustro de la Casa de las Conchas.

Claustro de la Casa de las Conchas (Salamanca)
Y por supuesto, a buscar la famosa ranita, para poder acabar la carrera.

¿Donde está la rana?
Después de estar perdidos durante unas cuantas horas por las calles de adoquines, disfrutando del clima perfecto que pillamos, decidimos refugiarnos un rato en la catedral.

Catedral (Salamanca)
Finalmente, a eso de las 9 de la noche, decidimos volver al hostal a descansar un rato para poder aprovechar al 100% la última noche Salamantina. De camino encontramos una manifestación en contra de la famosa cumbre que había empañado el fin de semana.

Manifestación contra la Cumbre Iberoamericana
Tras cenar algo y tomarnos unas copillas en la habitación, salimos a explorar lo que nos quedaba por probar de la zona de marcha. Hubo suerte y después de un par de errores, fuimos a parar a Morgana, la discoteca que estaba más llena en toda la zona, donde nos dieron las claras del dia.

En Morgana (Salamanca)
Finalmente, a eso de las 7, nos fuimos a dormir. Al dia siguiente tocaba conducir de vuelta, así que la idea era aprovechar hasta última hora la estancia en el hostal sin que nos cobraran de más.

DIA 3

Al final resultó que los del hostal eran bastante enrollados, y nos dejaron estar una hora más de la cuenta para ducharnos y recoger todo. Me levanté más recuperado de lo que esperaba, aun así me tome un Red Bull, para asegurar que no me diera sueño por el camino.

Como íbamos sin prisas, decidimos cambiar la ruta de vuelta para que no fuera tan monótona, por lo que a la altura de Avila, nos desviamos por la N-403 hasta Toledo. Para aquellas personas que disfruten conduciendo tanto como yo, recomiendo esta nacional, aunque retrase más de media hora la llegada a destino, si el tiempo acompaña vale la pena tanto por las curvas como por el paisaje que ofrece.

Toledo
Llegamos a Toledo a la hora de comer. Impresionante ciudad que merece al menos un dia entero de visita, me quedé con las ganas de entrar en la catedral. 

Alcazar (Toledo)
Como nunca habíamos estado allí, se nos ocurrió meternos por el centro con nuestro C4. Error. Había calles en las que incluso había que abatir los espejos para poder pasar. Lo mejor es dejarlo en un parking en las afueras para patear el centro.

Tras salir del laberinto, milagrosamente sin rozar el coche, aparcamos detras del Alcazar, justo enfrente del cuartel, y allí nos hicimos unos bocatas para almorzar. 

Almorzando tras el Alcazar
Después de pasear un rato y hacernos varias fotos, a eso de las 6 cogimos el coche rumbo a Jaen. Pedro, otro Realnoventero, estudiaba allí, y teníamos alojamiento, y lo que era más importante, feria. Tras 3 horas de camino llegamos casa de nuestro colega, y como estábamos hartos de coche decidimos hacer noche alli. Nos estuvo haciendo un tour por los bares de tapas y luego nos tomamos unas copas en casa para irnos al ferial. El problema fue que tantas horas al volante me habían pasado factura y me dio un bajón importante, por lo que tras mucho pelear me dejaron quedarme en casa.

DIA 4

El lunes, último dia de viaje, yo quería ir a clase a la 1, y al mismo tiempo, estos tres querían coger el bus a Algeciras que salía a la misma hora. Por eso, teniendo en cuenta que entre Jaen y Granada hay 50 minutos de camino, salimos a eso de las 11:30. Nos despedimos de Pedro, y pusimos rumbo al sur. Llegamos sin incidencias, nos despedimos en la estación de autobuses hasta más ver, y yo llegué a la facultad justo a tiempo. Aunque parezca una gilipoyez, después de tanto autobus U durante 5 años, me hacía un monton de ilusión subir a Cartuja en coche. 

   "Como el día entero de coche ya estaba pagado, me tomé mi tiempo y por la tarde me acerqué a RENFE a devolver el C4. Después de la exploración pertinente dieron el visto bueno y me devolvieron mis 800€ de fianza. Había sido un viaje completo, con fiesta y cúltura a partes iguales, y por suerte todo había acabado bien. Una suerte porque ese dinero me iba a hacer falta para el último viaje de la "Trilogía Realnoventera".



No hay comentarios:

Publicar un comentario